Reformas Borbónicas en España: Carlos III y Felipe V

El Reinado de Carlos III y el Despotismo Ilustrado

Carlos III reinó en España desde 1759 hasta 1788. Su política interior, conocida como despotismo ilustrado, combinó la monarquía absoluta con intentos de reformas basadas en las ideas de la Ilustración y el liberalismo.

Ejes de las Reformas de Carlos III

Las reformas más significativas se centraron en cuatro áreas principales:

  • Medidas legales contra los privilegios del Antiguo Régimen: Se declararon honestas todas las profesiones.
  • Reformas educativas: Se reformaron las enseñanzas medias y universitarias, y se crearon instituciones como las escuelas de artes y oficios y el Museo del Prado.
  • Defensa del poder estatal frente a la Iglesia: Se promovió el derecho a nombrar cargos eclesiásticos, el control de la Inquisición y la creación de monasterios.
  • Impulso económico: Se implementaron proyectos de reforma agraria, se fomentó la creación de un mercado nacional, se apoyó la actividad industrial y se buscó estabilizar la política fiscal. Se creó la Lotería Nacional y las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País.

Problemas de la Agricultura y Reformas Agrarias

El principal problema de la agricultura española en el Antiguo Régimen era el bajo rendimiento, que provocaba crisis de subsistencia en épocas de malas cosechas. La agricultura era atrasada, con técnicas y métodos de cultivo primitivos. La causa principal era el régimen de propiedad de la tierra: gran parte estaba amortizada, impidiendo su venta o donación, y limitando la inversión en mejoras.

Gran parte de las tierras amortizadas pertenecían a la Iglesia y a la nobleza, quienes arrendaban pequeñas parcelas a campesinos. Estos no invertían en mejoras debido a los altos impuestos y rentas, y a la falta de propiedad sobre la tierra. Además, los municipios poseían tierras amortizadas como “bienes propios” (cedidas a particulares) o “bienes comunales” (de aprovechamiento común).

En el siglo XVIII, el aumento de la población hizo necesario incrementar los rendimientos agrícolas. Durante el reinado de Carlos III, se adoptaron reformas para formar una clase de pequeños propietarios campesinos. Algunas de estas reformas fueron:

  • Alquiler de tierras municipales a campesinos. Esta medida fue insuficiente y fracasó debido a la corrupción.
  • Colonizaciones de nuevas tierras, como las de Sierra Morena, donde se asentaron colonos centroeuropeos.
  • Mejora de regadíos con la construcción de canales (Canal de Aragón, Canal de Castilla) y pantanos.
  • Introducción de nuevos cultivos como el maíz y la patata.
  • Reducción de los privilegios de la Mesta.

Sin embargo, estas medidas fueron insuficientes. Nunca se realizó una reforma agraria profunda que implicara una desamortización de la tierra, ya que el proyecto de Ley Agraria que la proponía llegó en el reinado de Carlos IV, cuando el temor a la revolución frenó cualquier reforma.

Decretos de Nueva Planta y la Reorganización Territorial con Felipe V

Los Decretos de Nueva Planta, implementados por Felipe V a principios del siglo XVIII, representaron una profunda reorganización territorial y administrativa de España.

Implantación de los Decretos de Nueva Planta

Estos decretos se aplicaron sucesivamente a los territorios que no apoyaron a Felipe V durante la Guerra de Sucesión: Valencia y Aragón (1707) y Cataluña (1716). Se eliminaron los fueros de estos territorios, imponiéndose las leyes e instituciones de Castilla. Esta uniformidad política se relacionaba con el proyecto centralizador de los Borbones, aunque también influyó un ánimo de revancha. Se mantuvo el régimen foral de vascos y navarros, que habían apoyado a Felipe V.

El absolutismo monárquico implicaba eliminar cualquier poder que contrarrestase al del rey. Felipe V eliminó las Cortes de los territorios mencionados, dejando solo las de Castilla, que quedaron vacías de contenido político. Además, Felipe V introdujo la Ley Sálica, que impedía el acceso al trono a las mujeres.

Objetivos y Resultados de las Reformas Borbónicas

El ascenso de Felipe V significó un cambio dinástico y reformas en la organización política y territorial de España. Los objetivos eran el reforzamiento del poder real y la centralización administrativa, siguiendo el modelo absolutista francés de Luis XIV. Como resultado, por primera vez se pudo hablar de un “Estado español”. Antes de los Borbones, España era un conjunto de Estados con sus propias leyes e instituciones. Con el enfoque centralizador, todas las medidas de gobierno debían proceder del rey y aplicarse a todos los súbditos por igual.

Reformas Políticas y Administrativas

Para lograr estos objetivos, se llevaron a cabo las siguientes reformas:

  • División territorial: España se dividió en regiones militares y provincias, con un Capitán General al frente. Una de esas capitanías fue la de Canarias.
  • Capitán General y Reales Audiencias: El Capitán General también presidía las Reales Audiencias, con poder judicial, representando el poder absoluto del rey. En las colonias americanas continuaron los virreinatos. La Real Audiencia de Canarias se encontraba en Las Palmas de Gran Canaria.
  • Intendentes: Se introdujo la figura del intendente, funcionario encargado de recaudar impuestos. En Canarias, la sede de la Intendencia estuvo en Santa Cruz de Tenerife.
  • Corregidores: El poder municipal recayó en los Corregidores, nombrados por el rey.
  • Administración Central: Se sustituyeron los Consejos por las Secretarías de Despacho, antecedentes de los ministerios actuales.
  • Derecho común: Se aplicó un solo derecho común castellano para todos los súbditos.
  • Lengua administrativa: Se impuso el castellano como única lengua administrativa, excepto en la Sala de Vizcaya de la Audiencia de Valladolid, donde se permitía el euskera.
  • Sistema fiscal: Se impuso un sistema de contribución única, excepto en las provincias vascas y Navarra.

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