El Expansionismo Nazi-Fascista y la Segunda Guerra Mundial
El Inicio del Expansionismo
La llegada de Hitler al poder en Alemania en 1933 marcó la fragilidad de la Sociedad de Naciones como garante de la paz. Hitler incumplió las restricciones del Tratado de Versalles. En 1935, se anexionó el Sarre, territorio bajo control francés, tras un plebiscito favorable a Alemania. La Conferencia de Stressa, donde Francia, Italia y Reino Unido acordaron asegurar la independencia de Austria y oponerse al rearme alemán, resultó ineficaz. Entre 1935 y 1936, Italia invadió Etiopía, acción condenada por la Sociedad de Naciones con sanciones económicas.
La Ocupación Nazi: Explotación, Colaboración y Resistencia
Explotación Económica de los Territorios Conquistados
La estrategia alemana de «guerra relámpago» se basaba en conflictos cortos, pero su prolongación generó problemas. Los países ocupados debieron sufragar los gastos militares de la ocupación y sufrieron saqueos de materias primas, productos industriales y alimentos. La ocupación fue especialmente dura en Europa oriental, con miles de campos de trabajo donde la SS y los conglomerados industriales alemanes explotaban mano de obra esclava.
Colaboracionismo y Resistencia
El «nuevo orden» hitleriano encontró apoyo en una minoría: los colaboracionistas, individuos y organizaciones que colaboraron activamente con el ocupante. Paralelamente, surgió la resistencia en los países sometidos. Este movimiento patriótico rechazaba la ocupación alemana. Yugoslavia destacó por su amplia resistencia. Italia también tuvo una fuerte resistencia en la zona de la República de Saló, con episodios de guerra contra los nazis y guerra civil contra los fascistas. En Francia y otros países de Europa occidental, la resistencia, alentada por los británicos, intensificó sus acciones desde 1941.
Germanización y Genocidio
El proyecto de Hitler se basaba en la purificación de la raza alemana y la expansión territorial hacia el este, buscando el «espacio vital». En Europa oriental, se desplazó a los pueblos eslavos, considerados inferiores, para dar espacio a los alemanes. Tras la Conferencia de Wannsee en enero de 1942, comenzó el exterminio masivo y planificado de judíos en cámaras de gas y su posterior incineración en los hornos crematorios de los campos de exterminio.
Consecuencias de la Segunda Guerra Mundial
Pérdidas Humanas
La potencia destructiva de las nuevas armas, el carácter de guerra total y la determinación de ambos bandos de continuar hasta el final, sin importar las vidas humanas, convirtieron a la Segunda Guerra Mundial en la mayor catástrofe conocida hasta la fecha. El conflicto se extendió globalmente, eliminando el concepto de retaguardia. La URSS fue el país más afectado, seguido por Alemania y Polonia. En el sudeste asiático, la guerra y la represión causaron enormes pérdidas, especialmente en China. La guerra también provocó grandes desplazamientos de población, muchos de ellos instigados por los nazis en los territorios ocupados.
Efectos Morales
La guerra causó un profundo trauma moral, cuestionando los valores éticos de la civilización occidental. Un ejemplo fue el descubrimiento de las fosas de Katyn en Polonia, donde los soviéticos asesinaron a más de 4500 oficiales polacos.
Consecuencias Económicas
El final de la guerra dejó un panorama de ruina y desolación, especialmente en Europa oriental, donde ciudades, campos y la estructura productiva fueron destruidos. La URSS, a pesar de la destrucción, se consolidó como la segunda potencia mundial. Su política de industrialización en las regiones orientales, más allá de los Urales, protegió su potencial industrial de los ataques alemanes.
Consecuencias Políticas
- En Europa occidental, liberada por los angloamericanos, se restauró la democracia parlamentaria y el sistema económico capitalista de libre mercado.
- En Europa oriental, liberada por la Unión Soviética, se impusieron las llamadas «democracias populares».