El Desarrollo de las Ciudades en el Siglo XIX
El siglo XIX fue un período de desarrollo y expansión urbana sin precedentes.
Crecimiento Urbano
El crecimiento urbano en Europa durante el siglo XIX fue espectacular, aunque el grado de urbanización variaba según el nivel de industrialización de cada país:
- En los países pioneros en la Revolución Industrial (Reino Unido, Alemania, Francia), la urbanización fue más intensa. Millones de campesinos emigraron a las regiones urbanas industriales, fenómeno conocido como éxodo rural.
- En Europa meridional y oriental, la población seguía siendo mayoritariamente campesina.
La Ciudad Industrial: Crecimiento y Desigualdad Social
En las primeras décadas del siglo XIX, las ciudades experimentaron un crecimiento desordenado. En la periferia surgieron barrios obreros con condiciones de higiene y servicios básicos deficientes, en contraste con los barrios burgueses del centro urbano. La desigualdad social entre las clases acomodadas y los obreros se hizo cada vez más evidente.
En la segunda mitad del siglo, las grandes urbes comenzaron a implementar políticas de planificación urbana.
La remodelación del casco viejo, los nuevos ensanches burgueses y los barrios obreros del extrarradio reflejaban la separación social de sus habitantes. Se instalaron servicios básicos y transportes urbanos.
La Vida de las Gentes: Burguesía y Clase Obrera
El siglo XIX se considera el siglo de la burguesía.
La sociedad estamental del Antiguo Régimen fue reemplazada por una nueva sociedad de clases, basada en la desigualdad económica entre la burguesía y la clase obrera.
El Modo de Vida Burgués
La burguesía no era una clase social homogénea. Se distinguen dos grandes grupos:
- La alta burguesía: Formada por grandes hombres de negocios, financieros, industriales y comerciantes, propietarios de los medios de producción. Reemplazaron a la antigua aristocracia en la cúspide social.
- Las clases medias: El término «clase media» se refería a los sectores sociales intermedios, una pequeña y mediana burguesía. Formaban un conjunto heterogéneo sin fronteras precisas.
La sociedad burguesa se definía por la búsqueda de la riqueza económica y el bienestar material, así como por una identidad cultural. Los lugares de sociabilidad pública estaban dominados por los hombres.
Las Condiciones de Vida de la Clase Obrera
La clase obrera era un conjunto heterogéneo de trabajadores con una característica común: la condición de asalariados, la dependencia de la fuerza de sus manos para obtener un jornal. Se distinguen los obreros especializados de los oficios tradicionales, modestos pero en mejor situación, de los obreros industriales, que soportaban condiciones de trabajo muy duras.
No existía ningún tipo de protección social legalmente reconocida.
El Movimiento Obrero
El movimiento obrero, junto con las ideologías y organizaciones obreras surgidas a lo largo de los siglos XIX y XX, fue una consecuencia directa de la Revolución Industrial y una reacción contra el capitalismo. Con la Revolución Industrial, la burguesía se convirtió en la clase dominante y surgió una nueva clase social: el proletariado, utilizado como fuerza de trabajo por los empresarios y duramente explotado. Las duras condiciones de vida de los obreros llevaron a la aparición de una serie de ideologías y organizaciones obreras que lucharon por una sociedad más justa e igualitaria.
Orígenes del Movimiento Obrero Organizado
- El ludismo: Entre las primeras acciones de los trabajadores destacan los episodios de destrucción de maquinaria, que tuvieron gran eco en el Reino Unido en el primer tercio del siglo XIX. El nombre proviene de Ned Ludd, personaje ficticio que firmaba anónimos dirigidos a los empresarios. Los primeros movimientos luditas estuvieron protagonizados por hiladores y tejedores, que temían que la maquinaria moderna les dejara sin trabajo.
- El cartismo: Fue un movimiento de masas de carácter político que surgió en el Reino Unido entre 1836 y 1848. Su nombre deriva de la «Carta del Pueblo», que fue enviada al parlamento británico en 1838 con una serie de peticiones, entre las que destaca el sufragio universal masculino. Aunque las peticiones fueron rechazadas y las huelgas y manifestaciones reprimidas duramente, el movimiento cartista demostró que era posible movilizar a las masas y que la política no era ajena a los intereses de los trabajadores.
Las primeras asociaciones de obreros surgieron a raíz de la legalización de las asociaciones obreras por el Parlamento en Gran Bretaña. Tomaron el nombre de Trades Unions y se organizaban por sectores productivos. Una de ellas, fundada por Robert Owen, llegó a sumar medio millón de trabajadores.
Ideologías Obreras o Socialistas
A lo largo del siglo XIX surgieron distintas ideologías defensoras del proletariado:
- El socialismo utópico: Los socialistas utópicos intentaban crear una sociedad ideal, basada en la igualdad, la solidaridad, la fraternidad, y todo ello por medios pacíficos. Entre los principales socialistas utópicos destacan Saint-Simon, Fourier y Owen. Charles Fourier proponía la creación de cooperativas agrícolas e industriales autosuficientes llamadas falansterios, donde hombres y mujeres compartirían el trabajo en pie de igualdad. El empresario inglés Robert Owen era propietario de una fábrica textil, que convirtió en una cooperativa y mejoró las condiciones laborales de sus trabajadores.
- El anarquismo: Basado en el pensamiento y la obra de Mijaíl Bakunin, defiende la acción revolucionaria de la clase obrera para lograr la destrucción del sistema capitalista y acabar con el orden social burgués. Rechaza la creación de partidos o sindicatos obreros y se opone a todo tipo de autoridad: gobierno, ejército, iglesias, familia. Creían que, una vez destruido el sistema capitalista, había que derribar el Estado.
- El marxismo o socialismo científico: Fue la ideología que tuvo mayor influencia entre el proletariado y la única que se llevó a la práctica en años posteriores. El marxismo es una teoría socialista elaborada por Karl Marx y Friedrich Engels, quienes publicaron en 1848 el Manifiesto Comunista, donde exponen su doctrina, completada por la obra cumbre de Marx, El Capital, donde analizó y criticó el funcionamiento de la economía capitalista. Para Marx y Engels, la causa de la pobreza y la explotación de los trabajadores es la propiedad privada de los medios de producción en manos de la burguesía. Mediante la lucha contra la burguesía, los trabajadores acabarían con la propiedad privada y el capitalismo. La lucha revolucionaria pasaría por una fase transitoria, la dictadura del proletariado, que finalmente daría lugar al comunismo, en el que desaparecen las clases sociales.
Las Organizaciones Obreras
- Los sindicatos: En la segunda mitad del siglo XIX, las asociaciones de obreros fueron legalizadas y tomaron el nombre de sindicatos. Sus orígenes están en las Trades Unions de Gran Bretaña y pronto se expandieron por toda Europa. Su instrumento de presión fue la huelga y sus reivindicaciones principales eran la reducción de la jornada laboral, la supresión del trabajo infantil y la creación de un sistema de seguridad social.
- Los partidos socialistas: Se crearon a partir de 1875 y su principal petición era el sufragio universal. Los primeros y más destacados fueron el Partido Socialdemócrata Alemán (1875), el Partido Socialista Obrero Español (1879) y el Partido Obrero Francés (1879).
- Las internacionales obreras: Son dos asociaciones internacionales en las que se unieron sindicatos y partidos socialistas para coordinar sus acciones a nivel mundial.
- La Primera Internacional: Fundada en Londres en 1864, la Asociación Internacional de Trabajadores celebró varios congresos. En 1868, el ingreso de Bakunin abrió un proceso de enfrentamiento entre la línea marxista y anarquista, que acabó con la expulsión de los bakuninistas. Tras esto, decayó hasta su disolución en 1876.
- La Segunda Internacional: En el período intermedio entre las dos internacionales se fundaron diversos partidos socialistas y en 1889 se creó la Segunda Internacional, que fue una confederación de partidos obreros socialistas. Se acordó que el 1 de mayo fuera una jornada de protesta para exigir la jornada laboral de 8 horas, y hasta hoy ha sido el día festivo de los trabajadores. El debate posterior entre reformistas (moderados) y revolucionarios (marxistas radicales) llegó hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, al que no sobrevivió.
La Segunda Revolución Industrial
Fue un proceso de cambio continuo, con dos etapas o fases importantes:
- La Primera Revolución Industrial (1780-1830).
- La Segunda Revolución Industrial (1870-1914).
Nuevas Fuentes de Energía
Surgieron dos nuevas fuentes de energía que coexistieron con las anteriores y que acabaron por sustituirlas en multitud de usos, industriales o no: el petróleo y la electricidad.
El Petróleo
Se comenzó a utilizar a partir de mediados del siglo XIX (1859: descubrimiento de los primeros pozos petrolíferos en EE. UU.). La destilación del petróleo permitió la obtención de productos de aplicación industrial como la gasolina, el gasóleo y el fuelóleo. Gracias a la invención del motor de explosión y el automóvil, su utilización se amplió como combustible en los medios de transporte (coche, ferrocarril y barco principalmente).
La Electricidad
No se pudo emplear como fuente de energía industrial hasta que en la segunda mitad del siglo XIX se inventaron la dinamo y los transformadores. La primera central eléctrica para la producción industrial de electricidad fue puesta en marcha por Edison (1882). Además, inventó la lámpara para la iluminación de las ciudades (1881). Se aplicó al telégrafo, el teléfono y los transportes.
Las Industrias Clave
Las principales industrias que se desarrollaron en esta segunda etapa fueron la metalurgia y las industrias químicas.
La Nueva Metalurgia
La industria de los metales recibió un gran impulso gracias al descubrimiento y uso de nuevos metales, así como a la aplicación de nuevos adelantos técnicos.
Los avances técnicos, como el convertidor Bessemer, dieron un impulso definitivo a la obtención de aceros. Posteriormente, este sistema fue perfeccionado por Siemens-Martins.
En cuanto a nuevos metales, la novedad más importante fue la utilización del aluminio, y aumentó el consumo de níquel, empleado en la obtención del acero inoxidable.
Las Industrias Químicas
Las industrias químicas tuvieron lugar a finales del siglo XIX. La demanda de fertilizantes provocó el descubrimiento de abonos sintéticos.
Las necesidades de las industrias textiles fomentaron el descubrimiento de los colorantes artificiales, que fueron sustituyendo a los naturales. Finalmente, fue importante la obtención de la sosa Solvay y de la dinamita.