Historia del Siglo XX: Stalinismo, Revoluciones Rusas, Fascismo y Gran Depresión

El Stalinismo

El Stalinismo

Tras la muerte de Lenin, la dirección del Partido Comunista se disputó entre Stalin y Trotski. El enfrentamiento terminó con la subida al poder del primero y con la huida de Rusia de Trotski, que murió asesinado en México en 1940.

Para 1928, Stalin se había convertido en dueño del poder del Estado y del Partido. Estableció un régimen totalitario basado en:

  • En economía, implantó los Planes Quinquenales en los que se establecían unos objetivos que Rusia debía lograr en 5 años. De esta forma, el Estado volvía a tener el papel de único gestor y distribuidor de los bienes de producción.
  • Abolición de la propiedad privada e impulso de la colectivización.
  • Purgas dentro del PCUS para depurar a todos los militantes críticos con Stalin. Entre 1936 y 1938 se condenaron a muerte a miles de dirigentes políticos y a altos miembros militares.
  • Estableció una policía política, la NKVD (Comisariado Popular para Asuntos Internos), que tuvo a su cargo las tareas de represión y la dirección del Gulag, red nacional de campos de trabajo y reclusión.

La figura de Stalin se sacralizó mediante la propaganda y la URSS se convirtió en un ejemplo de Estado Totalitario en el que la autoridad política controlaba todos los aspectos de la vida.


La Revolución de Octubre

La Revolución de Octubre

Los fracasos militares en la I Guerra Mundial y la mala situación económica provocaron huelgas obreras alentadas por los bolcheviques. El gobierno, dirigido por Kerenski, acusó a los bolcheviques de la situación y trató de acabar con ellos. Ante esta situación, Lenin huyó a Finlandia.

Algunos militares cercanos a posiciones más conservadoras y encabezados por el general Kornilov intentaron acabar con el gobierno de Kerenski. El golpe militar se detuvo gracias a la movilización popular llevada a cabo con el apoyo de los bolcheviques. En este contexto favorable, Lenin volvió a Rusia.

Con Lenin en Rusia, la noche del 25 de octubre los bolcheviques y soldados afines se hacen con el control de Petrogrado. El gobierno de Kerenski huye y los bolcheviques se hacen con el poder y Lenin se sitúa al frente del gobierno.

Inmediatamente se inicia la negociación de la paz para salir de la I Guerra Mundial que se produjo con el tratado de Brest-Litovsk en 1918 y que supuso importantes pérdidas territoriales para Rusia.

En enero de 1918 se convocaron elecciones a la Asamblea Constituyente. Los bolcheviques sólo obtienen un 25 por 100 de los escaños. La Asamblea fue disuelta por la Guardia Roja, brazo armado de los bolcheviques. A partir de ese momento, los bolcheviques adoptaron el nombre de Partido Comunista.

Una vez eliminada la Asamblea Constituyente el gobierno de Lenin acordó una estructura federal. El Partido Comunista controlaba todos los poderes, sin que existiese ningún tipo de división.


La Revolución de Febrero

La Revolución de Febrero

El detonante de la revolución fue la participación de Rusia en la I Guerra Mundial. La revolución comenzó en febrero con una huelga de obreros y mujeres en San Petersburgo que exigían paz y comida. Los movimientos de protesta fueron en aumento y estaban encabezados por los soviets.

Se organizó un gobierno provisional y Nicolás II al ver que no controlaba la situación, abdicó en su hermano, el gran duque Miguel, quien, a su vez, firma igualmente su abdicación el mismo día, el 2 de marzo de 1917. El zarismo había terminado en Rusia.

Pese a las presiones de los soviets, Rusia permaneció en la I Guerra Mundial. Entre marzo y octubre se suceden los gobiernos provisionales encabezados en primer lugar por Luov y más adelante por Kerensky. Paralelamente el soviet de Petrogrado, encabezado por Trotski, un importante líder bolchevique, gana cada vez más importancia y poder.

En este clima político se produce el regreso del exilio del líder del partido bolchevique Vladimir Illich Ulianov “Lenin”. Hace público su planteamiento político en las Tesis de abril:

  • Fin de la guerra.
  • Paso de una primera etapa de revolución (burguesa) a una segunda en la que el proletariado alcance el poder.
  • Ningún apoyo al gobierno.
  • Creación de una república de soviets.
  • Nacionalización de la tierra y la banca.


La Revolución de 1905

La Revolución de 1905

En 1905 el Imperio Ruso fue derrotado por Japón en Extremo Oriente. A esto se suma una crisis económica y de hambruna.

El 9 de enero de 1905 una manifestación pacífica se dirigió al palacio de invierno del zar en San Petersburgo, pidiendo mejoras salariales y de las condiciones de trabajo y la convocatoria de una Asamblea Constituyente.

El zar mandó a los cosacos abrir fuego y cargar contra la manifestación produciendo una gran cantidad de muertos. Ese día pasó a ser conocido como Domingo Sangriento.

Las consecuencias principales fueron un alejamiento del zar del pueblo y más manifestaciones. Entre ellas destaca la de la marinería del acorazado Potemkin. En ese momento surgieron unas asociaciones secretas de obreros llamadas soviets, que eran grupos de acción revolucionaria formados por campesinos, trabajadores y soldados.

Ante esta situación, Nicolás II, mediante el Manifiesto de Octubre, prometió la concesión de ciertas libertades y la creación de una Duma (parlamento).

A partir de ahí se inició la época del pseudoconstitucionalismo. El poder de la Duma estaba recortado por un Consejo de Estado que era elegido personalmente por el zar. Además, el zar tenía derecho de veto para cualquier ley que fuera aprobada por la duma.

Este periodo estuvo marcado por la arbitrariedad del zar en sus decisiones y por la influencia de personajes como Rasputín, consejero del zar y de la zarina.


La Oposición al Zarismo

La Oposición al Zarismo

Desde principios del siglo XX comenzó a aparecer una oposición clandestina al poder del zar. Estaba estructurada en varios grupos políticos:

Partido constitucional-demócrata (partido Kadet): de corte liberal, formado por terratenientes medios y miembros de profesiones liberales.

Partido social-revolucionario: formado por pequeños burgueses e intelectuales, muchos desencantados con los movimientos populistas. Su principal preocupación era el reparto de la tierra y la constitución de una república.

Partido social-demócrata: Partido marxista y cuyas bases eran los proletarios industriales. Desde su nacimiento aparecen en su seno dos tendencias:

Mencheviques (minoritarios): partidarios de una fase de capitalismo económico y sistema liberal, previa a la instauración del socialismo. Bolcheviques (mayoritarios): partidarios de establecer inmediatamente el socialismo. Su líder era Lenin.

El nacimiento de la URSS

En 1922, Rusia pasó a llamarse Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). En 1924 se aprobó una constitución que concentraba el poder en el Partido Comunista (PCUS).

Para resolver la crisis económica, se implementó la Nueva Política Económica (NEP), una economía de mercado controlada que logró rápidos avances: la cosecha de trigo se duplicó, la producción de carbón y petróleo se triplicó, y se redujeron el hambre y el desempleo.

Tras la muerte de Lenin en 1924, la NEP se mantuvo hasta 1928, cuando fue reemplazada por los planes quinquenales por considerarse incompatible con el comunismo.

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El estallido del conflicto

El 28 de junio de 1914, el asesinato del heredero austrohúngaro Francisco Fernando desató una crisis entre Austria y Serbia. Con el respaldo de Alemania, Austria declaró la guerra a Serbia el 28 de julio. En pocos días, las alianzas internacionales hicieron que Europa entera entrara en guerra: los aliados (Francia, Reino Unido, Rusia, Serbia) contra los imperios centrales (Alemania y Austria-Hungría).

De la guerra de movimientos a la guerra de trincheras (1914-1915)

Alemania y Austria-Hungría tenían ejércitos fuertes, pero combatían en dos frentes.

Guerra de movimientos (1914): Alemania intentó derrotar rápidamente a Francia con el Plan Schlieffen, pero fue detenida en la batalla del Marne. En el este, venció a Rusia en Tannenberg, pero tuvo que mover tropas, ayudando a Francia a resistir.

Guerra de trincheras (1915): Sin avances decisivos, los ejércitos cavaron trincheras desde Suiza hasta el mar del Norte. Las batallas de Verdún y el Somme fueron sangrientas, sin cambios significativos.

Otros frentes de la guerra

En 1915, más países se unieron al conflicto:

  • Turquía resistió en Gallipoli.
  • Italia, Rumanía y Grecia abrieron nuevos frentes.
  • En África, los británicos tomaron colonias alemanas.
  • En Oriente Medio, los aliados, con apoyo árabe, derrotaron al Imperio Otomano.

La guerra en el mar

En la batalla de Jutlandia, la Marina británica obtuvo una discutida victoria. Alemania respondió intensificando sus ataques submarinos.

Lo que comenzó como una guerra rápida se convirtió en un conflicto de resistencia con frentes en Europa, África y Medio Oriente, además de combates navales.

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La Paz Armada: Triple Alianza y Triple Entente

Tras su unificación, Alemania, bajo el liderazgo de Bismarck, buscó aislar a Francia mediante un sistema de alianzas. Sin embargo, con la llegada al trono de Guillermo II y su política expansionista (weltpolitik), Bismarck fue destituido en 1890. Así comenzó la Paz Armada (1890-1914), un periodo de tensiones y rivalidades. La enemistad entre Francia y Alemania se intensificó por la pérdida de Alsacia y Lorena, y la competencia entre Alemania y Gran Bretaña creció en el ámbito naval e industrial.

Europa se dividió en dos bloques militares:

Triple Alianza: Alemania, Austria e Italia (aunque Italia no apoyó a sus aliados en la guerra).

Triple Entente: Francia, Rusia y Gran Bretaña.

Los Tratados de Paz

En enero de 1919, se celebró en París una conferencia para definir las condiciones de paz, sin la participación de los países vencidos. Las principales decisiones fueron tomadas por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. El más importante fue el Tratado de Versalles, que impuso severas condiciones a Alemania:

Territoriales: Alsacia y Lorena fueron devueltas a Francia; Prusia Oriental quedó separada por el corredor de Dantzig; las colonias alemanas fueron repartidas entre los vencedores.

Económicas: Alemania debía pagar grandes reparaciones de guerra, especialmente a Francia.

Militares: Reducción del ejército, abolición del servicio militar y desmilitarización de Renania.

Políticas: Se prohibió la unión entre Alemania y Austria.

Otros tratados (Saint-Germain, Trianon, Neuilly y Sèvres) llevaron a la desaparición de los grandes imperios ruso, austrohúngaro y otomano, y a la creación de nuevos países como Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Austria y Yugoslavia.

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El Fascismo

El fascismo surgió en Italia tras la Primera Guerra Mundial, liderado por Benito Mussolini, y luego se extendió a otros países, como la Alemania nazi de Hitler. Sus principales características fueron:

Estado totalitario: el gobierno controla todo y anula la voluntad individual. Líder absoluto: un jefe carismático es presentado como salvador de la nación.

Nacionalismo extremo: el país es superior y debe expandirse. Odio a la democracia y la libertad: se impone un gobierno fuerte sin opositores. Racismo y discriminación: justificaban la persecución de ciertos grupos. Rechazo al movimiento obrero: veían a comunistas y socialistas como enemigos.

Desprecio a la razón y la cultura: promovían la censura y la quema de libros.

La Gran Depresión

La Gran Depresión tuvo un impacto mundial debido a la influencia de la economía de EE. UU. en el resto del mundo.

Consecuencias económicas:

Crisis financiera: la quiebra de bancos y empresas por la imposibilidad de pagar créditos.

Paralización del comercio internacional: el proteccionismo estancó el comercio.

Aumento del paro: el colapso industrial destruyó empleos y redujo salarios.

Crisis del liberalismo económico: la falta de intervención estatal se vio como un error.

Consecuencias sociales:

Pobreza: aumento del desempleo y caída de los ingresos.

Cambios demográficos: baja natalidad y mayor mortalidad.

Desigualdad social: las clases medias se empobrecieron.

Consecuencias políticas:

Crisis del sistema liberal: la incapacidad de la democracia para enfrentar la crisis favoreció el auge de ideologías nacionalistas y totalitarias.

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