La Segunda República y la Constitución de 1931
El 14 de abril de 1931 se proclamó la II República, tras la victoria de las candidaturas republicanas en las elecciones municipales del 12 de abril. Alfonso XIII se exilió a Italia. La República contaba con el apoyo de la mayoría de los intelectuales, las clases medias y una parte importante del movimiento obrero, pero tenía la desconfianza de los grupos económicos más poderosos, de la Iglesia y de los pequeños propietarios agrícolas.
El Comité revolucionario creado en el Pacto de San Sebastián se convirtió en el primer gobierno provisional de la República. Lo componían Republicanos conservadores, republicanos de izquierda, republicanos radicales, socialistas y nacionalistas catalanes y gallegos.
Los primeros decretos reconocieron amplios derechos individuales, proclamaron la amnistía y sentaron las bases de las reformas agraria, militar, educativa y laboral. El impacto de la crisis económica provocó los primeros conflictos sociales. Desde el principio, la II República tuvo enfrentamientos con la Iglesia, que acabaron con la quema de iglesias.
Se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes (28 de junio de 1931). El partido más votado fue el PSOE, que obtuvo 115 escaños, seguidos de los radicales con 94. El resultado fue un gobierno de coalición entre los socialistas y los republicanos de izquierda.
La Constitución de 1931
El 9 de diciembre de 1931, las Cortes aprobaron una nueva Constitución. España se definió como una república democrática de trabajadores. Sus principales aspectos eran:
- El Estado se constituía como “integral”, aunque se admitían autonomías.
- Había división de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial.
- El gobierno era responsable ante las Cortes, que podían retirarle su confianza en cualquier momento.
- Las Cortes eran unicamerales y elegidas por sufragio universal directo, con poder legislativo y control sobre el ejecutivo.
- El Estado tenía la obligación de extender la cultura y la educación a toda la población.
El Bienio Reformista (1932-1933)
Niceto Alcalá Zamora fue el primer presidente de la República y Manuel Azaña el primer presidente de gobierno.
En 1932 se aprobó el Estatuto de autonomía de Cataluña, que reconocía a los catalanes el derecho a tener gobierno propio: la Generalitat. La derecha se opuso a la aprobación del estatuto.
Durante el Bienio reformista se realizó una importante política de reformas:
Reformas Sociales
Se estableció la jornada de 8 horas, se reguló el derecho a huelga y se crearon jurados mixtos de arbitraje.
Reforma Educativa
El objetivo era reducir el analfabetismo. Se realizó un plan de construcción de escuelas, institutos y bibliotecas ambulantes; el plan no pudo realizarse en su totalidad por dificultades presupuestarias. Se promovió una educación laica, mixta, obligatoria, pública y gratuita.
Reforma Militar
Su finalidad era modernizar el ejército y asegurar la fidelidad de los militares a la República. La llamada Ley Azaña permitía que los oficiales que no jurasen lealtad a la República pudiesen retirarse con el sueldo íntegro.
Reforma Agraria
Buscaba resolver el problema de las grandes desigualdades en el medio rural. En 1932 se aprobó la Ley de Bases de la Reforma Agraria. Se creó el Instituto de Reforma Agraria, que se encargaba de la expropiación de las tierras, previa indemnización.
La oposición al gobierno republicano-socialista se concretó en torno a la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), partido fundado a comienzos de 1933 como una coalición de partidos conservadora y clerical, su lema era: “Religión, Patria, Familia, Propiedad y Orden”. José Mª Gil Robles la lideraba.
José Antonio Primo de Rivera fundó Falange Española en 1933, partido de inspiración fascista con componentes de catolicismo.
El gobierno republicano-socialista tuvo que enfrentarse a huelgas de obreros industriales y campesinos, y a ocupaciones de tierras promovidas por la CNT. El hecho más grave sucedió en Casas Viejas; una huelga de campesinos provocó la muerte de 2 guardias civiles, en la posterior represión mueren una veintena de campesinos, 14 de ellos fusilados después de haberse rendido. El gobierno de Azaña sufrió una crisis, ya que los socialistas se negaron a apoyar a un gobierno que había provocado la muerte de esos campesinos. Azaña dimitió y Alcalá Zamora disolvió las Cortes y convocó elecciones para noviembre de 1933.
Política de Reformas y Realizaciones Culturales
La república recibió el apoyo de muchos intelectuales, al igual que el de muchos dirigentes republicanos y socialistas que procedían del mundo de la cultura y veían en el ideal republicano un instrumento capaz de regenerar el país.
El gobierno provisional diseñó un plan educativo basado en los principios de la Institución Libre de Enseñanza: escuela laica, mixta, obligatoria y gratuita.