Transición Española: Claves y Desafíos del Proceso Democrático

La Transición Española: Un Proceso Hacia la Democracia (1975-1982)

Tras la muerte del General Franco, las Leyes Fundamentales preveían la continuación del régimen franquista transformado en una monarquía no democrática. Sin embargo, desde noviembre de 1975 se desarrolló un proceso de Transición Política que culminó con la promulgación de la Constitución de 1978, que sigue actualmente vigente, y mediante la cual se estableció un sistema de monarquía constitucional. Fue un proceso complicado que se enfrentó a enormes retos, con logros, dificultades y resistencias. A continuación, se destacan las siguientes cuestiones:

Alternativas Políticas Tras la Muerte de Franco

Tras la muerte de Franco, existían tres posiciones principales:

  1. Continuidad del régimen: Mantenimiento de las viejas estructuras o con pequeñas modificaciones, el llamado «búnker», integrado por los sectores más reaccionarios del régimen, procedentes sobre todo de las instituciones del régimen y del ejército.
  2. Reforma política: A partir de las leyes del régimen franquista para avanzar gradualmente hacia una democracia occidental. Eran los llamados aperturistas, que veían inviable un franquismo sin Franco y que la integración de España en Europa exigía esta evolución. Esta fue la estrategia que se impuso finalmente.
  3. Ruptura democrática: Pretendía acabar de forma inmediata con el régimen y restaurar una auténtica democracia, defendida por la izquierda y la oposición progresista.

El Papel del Rey y el Gobierno de Adolfo Suárez

Don Juan Carlos I asume la jefatura del Estado y jura los Principios del Movimiento Nacional así como las Leyes Fundamentales del Reino. La continuidad de Arias Navarro (diciembre 1975-julio 1976) al frente del gobierno, significaba la vigencia del régimen anterior, un «franquismo sin Franco». Se trató de una evolución controlada hacia la democracia. Se incrementó la actividad de la oposición y el grado de politización de la vida pública. La Junta Democrática, creada en 1974 y liderada por el PCE, y la Plataforma de Convergencia Democrática, impulsada por el PSOE en 1975, se unieron en 1976 formando la Coordinadora Democrática (Platajunta).

El año 1976 fue muy convulso: Vitoria, donde hubo cinco huelguistas muertos por la policía siendo Manuel Fraga Ministro de Interior; en Montejurra se enfrentaron las facciones carlistas con varios muertos; hubo una oleada huelguista; el GRAPO y ETA cometieron diversos atentados; y los primeros asesinatos de los «Guerrilleros de Cristo Rey» (matanza de Atocha).

Presionado por el monarca, Arias Navarro dimitió en julio. El rey era partidario de una democratización plena y maniobró para nombrar a Suárez.

Adolfo Suárez (julio 1976-junio 1977) procedía del franquismo y tuvo muchas dificultades para formar gobierno debido a la hostilidad de los políticos franquistas más importantes. Propuso la Ley Para la Reforma Política que fue debatida y aprobada por las Cortes franquistas en noviembre de 1976 y ratificada en referéndum el 15 de diciembre (30% de abstención, defendida por la oposición). Tras la aprobación de la Ley, Suárez se enfrentó a los problemas que le planteaban el terrorismo por un lado (matanza de Atocha), y la difícil legalización del PCE, por otro: A pesar del claro peligro de que se produjera un golpe de Estado reaccionario, Suárez anunció la legalización del Partido Comunista. El descontento entre los altos mandos militares fue considerable y se tradujo en la dimisión del ministro de Marina, el almirante Pita da Veiga.

Los principales partidos políticos de ámbito nacional fueron: Alianza Popular (Fraga), Unión de Centro Democrático (Suárez), PSOE (Felipe González) y PCE (Santiago Carrillo). Adquirieron creciente influencia los partidos nacionalistas, tanto en el País Vasco (PNV y Euskadiko Esquerra) como en Cataluña (CiU y Esquerra Republicana).

Las Elecciones de Junio de 1977

Fueron las primeras elecciones democráticas celebradas en España desde febrero de 1936. La participación electoral fue muy alta y se cumplieron las previsiones:

  1. La Unión de Centro Democrático (UCD) ganó aunque no obtuvo la mayoría absoluta (34%). Adolfo Suárez aglutinó a socialdemócratas, liberales democratacristianos… muchos de sus cuadros habían colaborado con el franquismo, pero en posiciones moderadas.
  2. El PSOE fue el segundo partido más votado (29%) convirtiéndose en la principal fuerza de oposición. Con Felipe González y Alfonso Guerra a la cabeza, ofrecía una imagen de juventud y entusiasmo por el cambio. Gran apoyo internacional desde que en el congreso de Madrid de 1976 líderes de la talla de Billy Brand (ex Primer Ministro alemán y Premio Nobel de la Paz) o Olof Palme (Primer Ministro sueco) le apoyaron. Aún tenía un discurso muy radical de izquierda, pero luego renunciaría al marxismo.
  3. El PCE PSUC tuvo 9%. A diferencia del PSOE no había renovado su vieja dirección y aún Santiago Carrillo y Dolores Ibárruri estaban a la cabeza. Pero tenía mucho prestigio por la oposición que había realizado al franquismo.
  4. AP un 8%, muy por debajo de sus expectativas. Presidida por el exministro franquista Manuel Fraga, representaba a la derecha más próxima al franquismo.
  5. El nacionalismo catalán y vasco. Se convertirán en bisagra para gobernar. El nacionalismo catalán: dos tendencias, una de izquierda con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se presentó como Esquerra de Catalunya. Y una versión de derecha moderada con la coalición Pacte Democrátic per Catalunya (PDC) cuyo principal integrante era Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) con Jordi Pujol a la cabeza, seguía a la histórica LLiga. El nacionalismo vasco con una versión de derecha tradicional con el histórico Partido Nacionalista Vasco (PNV) y una de izquierda Euskadiko Eskerra (EE) donde se integraron algunos antiguos militantes de ETA, que habían abandonado las armas.

A raíz de los resultados, el rey don Juan Carlos, encargó a Adolfo Suárez que formara gobierno.

A partir de este momento, predominó una política de acuerdos, el llamado consenso, que permitió:

  1. Elaborar una nueva Constitución que se sometió a referéndum siendo aprobada el 6 de diciembre de 1978.
  2. Construir el Estado de las Autonomías: Se restaura la Generalitat con Josep Tarradellas y se elaboran otros estatutos.
  3. Gestionar una política económica necesaria para modernizar el país: LOS PACTOS DE LA MONCLOA, (octubre 1977).
  4. Otras leyes, imprescindibles para la democratización del país: Ley del divorcio, estatuto de los trabajadores,…

Los Gobiernos de la UCD (1977-1982)

Tras la aprobación de la Constitución se disolvieron las Cortes Constituyentes y se convocaron nuevas elecciones para elegir el Congreso y Senado (marzo 1979). Ganó por segunda vez la UCD, pero en minoría. Se celebraron las primeras elecciones municipales democráticas (abril 1979), que llevaron al PSOE a las alcaldías de Madrid (Tierno Galván) y Barcelona (Narcís Serra).

Los partidos políticos fueron evolucionando: el PSOE renunció a la ideología marxista, el PCE sufrió una crisis debido a sus constantes disidencias y AP se reforzó con la incorporación de políticos procedentes de la UCD que entró en crisis por su heterogeneidad. Adolfo Suárez dimitió como Presidente del Gobierno en enero de 1981 y, durante la sesión de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo, se produjo el golpe de Estado de 23 de febrero de 1981: El intento de golpe protagonizado por el teniente coronel Tejero y el General Milans del Bochs no triunfa pero pone en crisis todo el sistema. Muchos son los interrogantes sobre las circunstancias, objetivos y verdaderos responsables de la intentona golpista, entre los cuales apareció implicado el general Armada, antiguo preceptor del rey. En la madrugada el rey dio un mensaje por televisión en que desautorizaba el golpe y reivindicaba la Constitución., los golpistas se rinden y liberan al gobierno y diputados. La prueba más dura a la democracia española había sido superada. Ya en el gobierno, Calvo Sotelo concluyó en mayo del 82 la integración de España en la OTAN, a lo que se oponían fuertemente la izquierda. La descomposición interna de la UCD se acentuó por las divergencias ideológicas entre sus miembros y los desfavorables resultados de las sucesivas elecciones autonómicas (Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía). El golpe final lo dio Adolfo Suárez que abandonó en julio de 1982 UCD y fundó el Centro Democrático y Social (CDS). Leopoldo Calvo Sotelo disuelve las Cortes y convoca elecciones en octubre de 1982.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *