Transición Española: De la Dictadura a la Democracia
Contexto Histórico
Las divisiones internas generaron una creciente inestabilidad y dificultaron que el gobierno pudiera ejercer su autoridad. Estas divisiones se clasificaban en dos grupos:
- Inmovilistas: Querían mantener intactos los principios e instituciones del franquismo, considerando cualquier cambio como una traición.
- Aperturistas: Consideraban necesarias ciertas reformas, aunque no lograban ponerse de acuerdo respecto a su alcance.
La oposición, compuesta por los rupturistas, rechazaba al rey y pedía una ruptura total con el régimen franquista, apostando por la creación de un nuevo sistema desde cero, incluso mediante un referéndum sobre la forma del Estado.
La Oposición Antifranquista
La oposición antifranquista proponía una alternativa democrática que rompiera con el franquismo y fortaleciera su posición. Su estrategia se basaba en:
- Movilizaciones en las calles para exigir la dimisión del gobierno y promover un cambio hacia la democracia.
Las expectativas de cambio y la crisis social impulsaron la movilización ciudadana. Las huelgas se incrementaron y situaron al movimiento obrero como protagonista en la lucha contra la dictadura, reclamando más libertades y derechos.
La Ley para la Reforma Política
La Ley para la Reforma Política reconocía los derechos fundamentales, establecía una monarquía parlamentaria, la soberanía nacional única y proponía la creación de un nuevo poder legislativo bicameral (Congreso y Senado).
Para aprobarla, Adolfo Suárez tuvo que neutralizar a los inmovilistas y contar con el respaldo de la oposición democrática. Las Cortes franquistas la aprobaron y luego fue ratificada mediante referéndum popular.
El gobierno procedió a eliminar leyes e instituciones franquistas y reconoció derechos que permitieran una justicia libre.
Varios decretos facilitaron la libertad sindical y la legalización de partidos políticos, incluyendo el Partido Comunista. También se aprobaron indultos y un decreto de amnistía.
Las Primeras Elecciones Democráticas
El 15 de junio de 1977 se celebraron en España las primeras elecciones democráticas en 40 años.
La UCD, liderada por Adolfo Suárez, fue la fuerza más votada. El PSOE, con Felipe González, representó la oposición. A mayor distancia quedaron el PCE y Alianza Popular. En Cataluña y el País Vasco, los partidos nacionalistas tuvieron un papel relevante.
Los Pactos de la Moncloa
Los Pactos de la Moncloa consistieron en una serie de medidas de alcance económico y político destinadas a consolidar la democracia.
La Constitución de 1978
La Constitución tuvo un carácter progresista. Estableció un nuevo sistema político y reguló el funcionamiento del Estado y sus instituciones.
España se definió como un Estado social y democrático de derecho, organizado como una monarquía parlamentaria, en la que el rey ejerce funciones representativas.
Se declaró que la soberanía reside en el pueblo, que elige a sus representantes mediante sufragio universal entre partidos que se presentan libremente a las elecciones.
Reguló la separación de poderes: el legislativo en las Cortes (Congreso y Senado), el ejecutivo en el Gobierno, y el judicial en los tribunales.
La Constitución garantizó la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos y desarrolló una amplia declaración de derechos y libertades, tanto civiles como políticas:
- Libertad de expresión, reunión y asociación.
- Libertad ideológica, de religión, de prensa, de vida, de igualdad y acceso a la cultura.
- Derechos sociales como la educación, el derecho a huelga y a la sindicación.
Se garantizó la no discriminación por edad, sexo, raza o religión, el carácter aconfesional del Estado, la libertad religiosa y la abolición de la pena de muerte.
La formación de las Cortes se estableció mediante sufragio universal, libre y directo, utilizando la provincia como circunscripción electoral.
Las Comunidades Autónomas
Cada comunidad autónoma contaría con un estatuto de autonomía, que establecería sus instituciones de autogobierno y competencias.
Las primeras tres regiones en recibirlo fueron:
- Cataluña, donde Adolfo Suárez acordó el restablecimiento de la Generalitat Catalana y la formación de un primer gobierno preautonómico.
- País Vasco, donde las negociaciones condujeron a la creación del Consejo General Vasco.
- Galicia, donde se creó la primera Xunta en 1978.
El Gobierno de Adolfo Suárez (1978-1982)
Entre 1978 y 1982, el líder de la UCD fue Adolfo Suárez.
Durante ese periodo, la UCD enfrentó muchas dificultades y no logró consolidar su dominio político.
En las elecciones municipales de 1979, la izquierda ganó en muchas ciudades, mientras que en las autonómicas predominaron los partidos nacionalistas.
La crisis económica y el malestar social aumentaron la inestabilidad. A esto se sumó el crecimiento del terrorismo de ETA, que se intensificó y contó con el respaldo de un nuevo partido político: Herri Batasuna.
La extrema derecha y sectores ultraderechistas del ejército se mostraban contrarios a la nueva democracia. El ejemplo más claro fue el 23 de febrero de 1981, cuando el teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero, irrumpió en el Congreso al grito de «¡Todos al suelo!».
Tejero intentó dar un golpe de Estado aprovechando el momento en que se votaba la investidura de Calvo Sotelo. Paralelamente, el capitán general Milans del Bosch se sublevó en Valencia.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011)
José Luis Rodríguez Zapatero gobernó entre 2004 y 2011. Durante su mandato, ordenó la retirada de las tropas de Irak e impulsó diversas reformas. Inició un proceso de modificación de los Estatutos de Autonomía, lo que generó fuertes tensiones.
Sin embargo, sus políticas se vieron afectadas por la crisis económica de 2008, que golpeó especialmente al sector inmobiliario y financiero.
Para enfrentar la crisis, se implantaron políticas de austeridad económica, lo que provocó una reducción en la inversión en infraestructuras, servicios públicos y un aumento en la precariedad laboral. Estas medidas generaron malestar social, dando lugar a huelgas y protestas como las del movimiento de los “indignados” del 15-M.
El bipartidismo, basado en la alternancia entre PSOE y PP, comenzó a mostrar señales de debilitamiento. Las elecciones de 2015 reflejaron esta crisis, ya que ambos partidos perdieron cerca de cinco millones de votos. El panorama político se volvió más fragmentado con la irrupción de nuevas fuerzas como Podemos y Ciudadanos.
Violencia y Terrorismo
Mientras la mayoría de los partidos políticos y sindicatos apostaban por el consenso social, algunos sectores optaron por la violencia para rechazar la democracia.
Desde la extrema derecha surgieron grupos armados como los Guerrilleros de Cristo Rey o el Triple A, responsables de atentados y asesinatos, como los cometidos en Atocha contra abogados laboralistas.
En el ámbito del terrorismo separatista, se destacó ETA, que luchaba por la independencia del País Vasco. Entre 1975 y 1982, sus acciones causaron la muerte de 365 personas.
También apareció el GRAPO, un grupo de extrema izquierda que protagonizó atentados, secuestros y asesinatos.