Crisis Prebélicas y el Camino Hacia la Gran Guerra
Las potencias se vigilaban con desconfianza, situación que se agravó con sucesivas crisis de tipo nacionalista y colonial.
Crisis Marroquíes
En 1905, el gobierno alemán ofreció su apoyo al sultán de Marruecos para que se enfrentara a los franceses que querían establecer un protectorado en la zona.
En 1906 (Conferencia de Algeciras) se frustraron las aspiraciones alemanas al establecerse un protectorado franco-español sobre Marruecos.
Pero en 1911, Alemania envió barcos de guerra a la zona. Reino Unido apoyó a Francia de manera incondicional, pero a cambio Alemania consiguió la ampliación de la colonia de Camerún.
Conflictos Balcánicos
Se produjo una exaltación de los valores y la identidad de cada nación, lo que generó un clima de desconfianza mutua.
A este ascenso nacionalista contribuyeron las aspiraciones de independencia de algunos países europeos que querían liberarse de la tutela de los viejos imperios tradicionales.
Esta tendencia fue especialmente importante en los Balcanes, donde los territorios iban desgajándose del decadente imperio turco.
Ante la situación, Austria-Hungría aspiraba a expandirse por la zona anexionándose las recién creadas naciones, mientras que, por su parte, el imperio ruso apoyaba la creación de Estados independientes como Serbia, Montenegro o Bulgaria.
La anexión, en 1908, de Bosnia Herzegovina por parte del imperio austrohúngaro agravó las tensiones en los Balcanes y provocó enfrentamientos entre Austria-Hungría y Rusia. Además, fue el origen de las guerras balcánicas (1912-1913) que consolidaron a Serbia como potencia en la zona apoyada por el Imperio ruso.
El Estallido de la Guerra
El 28 de junio de 1914, un nacionalista serbio asesinó al Archiduque Francisco Fernando de Austria y a su esposa. Tras el atentado, Austria-Hungría, apoyado por Alemania, envió al gobierno serbio un duro ultimátum.
Serbia se negó al verse apoyado por Rusia y Francia, de este modo se activaron los sistemas de alianzas.
La Gran Guerra enfrentó a dos bloques de potencias principales, que lograron sumar a su causa, en distintos momentos, a otras potencias europeas y extraeuropeas.
La Triple Entente
Inicialmente formada por Francia, Reino Unido y el imperio ruso de Nicolás II.
Poco a poco fueron incorporándose otros países europeos como Serbia, Italia, Grecia o Portugal y también potencias extra europeas como Japón y Estados Unidos.
Imperios Centrales
Integrado por el imperio alemán de Guillermo II y el imperio austro-húngaro de Francisco José.
A este bando se sumó, en 1915, el imperio otomano y posteriormente Bulgaria.
Al margen de estas potencias, otro grupo conformó el bloque de países europeos neutrales durante toda la contienda: Suecia, Dinamarca, Noruega, Holanda o España.
La Primera Guerra Mundial
En un principio, la guerra contó con un gran entusiasmo popular, con reclutamientos masivos de soldados voluntarios y exaltación nacionalista generalizada.
Los países movilizaron a todos los hombres en edad de combatir, la mayoría pertenecía a las filas del campesinado y la pequeña burguesía, puesto que los obreros industriales en gran medida fueron eximidos del servicio para que pudieran mantener la producción industrial, lo que generó resentimiento entre los otros sectores sociales.
1917: Un Año Decisivo
El año 1917 fue decisivo para la guerra.
Por un lado, los duros combates de la guerra de trincheras provocaron entre los soldados motines y deserciones.
Por otro, el equilibrio de fuerzas empezó a tambalearse debido a los sucesos trascendentales:
Revolución Rusa
Se produjo una revolución socialista que decidió abandonar la guerra, pactando el tratado de Brest-Litovsk con los imperios centrales.
Entrada de Estados Unidos en la Guerra
La entrada de Estados Unidos supuso la mundialización definitiva del conflicto, así como una revitalización a los exhaustos contendientes del bando aliado.
1918: Fin de la Guerra
Aprovechando la salida de Rusia de la guerra, las potencias centrales cosecharon algunas victorias. Además, el tratado de Brest-Litovsk les proporcionó grandes ganancias territoriales. En verano de 1918, el alto mando alemán lanzó una gran ofensiva contra Francia para romper el frente antes de que llegase la ayuda norteamericana. Sin embargo, franceses y británicos aguantaron y, tras la incorporación de tropas norteamericanas al conflicto, pasaron a la ofensiva iniciándose la llamada “ofensiva de los 100 días”.
Finalmente, en otoño de 1918, los agotados aliados de Alemania fueron abandonando la lucha, mientras en las ciudades alemanas se formaban consejos revolucionarios de obreros y soldados, según el modelo ruso.
Ante la inminencia del colapso, el 9 de noviembre de 1918 abdicó el Káiser Guillermo II y se proclamó la República.
El 11 de noviembre de 1918 el gobierno alemán pedía un armisticio.
Imperialismo en Asia y Oceanía
El protagonismo imperial en Asia correspondió a cinco potencias:
- Reino Unido: Tuvo en la India su principal colonia. Después se asentó en Birmania y Malasia, así como en enclaves chinos entre los que destaca Hong Kong. El otro gran foco imperial británico consistía en Australia y Nueva Zelanda.
- Rusia: Se expandió por Asia central y Siberia hasta el océano Pacífico, ocupó Alaska, aunque se la vendería a los EEUU en 1867.
- Francia: Ocupó la península de Indochina y se expandió por las actuales Vietnam, Camboya y Laos.
- Holanda: Mantuvo el control sobre las islas que constituyen la actual Indonesia.
- Alemania: Dominaba Nueva Guinea Oriental y algunos archipiélagos del Pacífico como las islas Marshall, las islas Salomón y las islas Carolinas.
Un caso especial fue China, donde las concesiones a potencias extranjeras motivaron revueltas nacionalistas.
Lo más importante de las revueltas fue la de los «Boxers» en 1900 que provocó la caída del sistema imperial y convirtió China en una inestable república.