Reformas economicas de carlos iii

10.4.- La práctica del despotismo ilustrado: Carlos III

Carlos III hijo de Felipe V y hermanastro de Fernando VI, antes de ser rey de España desempeñó el cargo de Rey de Nápoles de 1735 y 1759.  El siglo XVIII fue un período de recuperación económica. Esta fue desigual, mayor en la periferia que en el centro peninsular. En ese contexto de crecimiento económico, con el Conde de Aranda (1769) y Floridablanca (1787) se llevaron a cabo los primeros censos con la finalidad de conocer las potencialidades económicas y fiscales. Se crearon asociaciones como las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País y los ministros de Carlos III prepararon diversos planes de reforma como el Memorial Ajustado de Campomanes y el Informe sobre la Ley Agraria de Jovellanos.

Todos estos proyectos y documentos del período denunciaban las enormes propiedades amortizadas (mayorazgos de la nobleza o manos muertas de la Iglesia) y afirmaban que el acceso del campesinado a la propiedad de la tierra era una condición necesaria para el progreso del país. Por primera vez, se empezaba a hablar de la desamortización. Sin embargo, la negativa rotunda del Clero y la Nobleza, llevó a la paralización de las reformas.
Los ministros ilustrados aprobaron medidas para fomentar el desarrollo de la Industria. Se rompió el monopolio de los gremios en 1772; se establecieron, con escaso éxito económico, las Reales Fábricas, con apoyo del estado. Las industrias textiles privadas catalanas (“indianas”) fueron más competitivas que las empresas estatales.
Con respecto al comercio se adoptaron medidas conducentes a integrar el comercio nacional, como la mejora de las vías comunicación o la supresión de las aduanas interiores. Un decreto de 1778 estableció la liberalización del comercio con América, acabándose con el secular monopolio de la Casa de Contratación. Sin embargo, se mantuvo la política comercial proteccionista con respecto a las demás potencias.
En el terreno financiero, se estableció el Banco de San Carlos, antecedente del futuro Banco de España. En este período, aparece la peseta, aunque no será la moneda oficial del país hasta 1868.

1759-1766 Gobiernos de Esquilache y Grimaldi


Los intentos de introducción de reformas encontraron una viva reacción que culminó en el Motín de Esquilache 1766. Esta revuelta obligaba a cambiar capas y sombreros tiene razones complejas. Podemos hablar de un motín popular “nacionalista”, contra el ministro italiano, manejado por el clero y la nobleza para frenar las reformas. Los Jesuitas, acusados de fomentar el motín, fueron expulsados 1767.

1766-1788 Gobiernos del Conde de Aranda, Floridablanca y Campomanes


Está dominado por los grandes ministros ilustrados que ensayaron reformas económicas que finalmente no se llevaron a cabo por la oposición del clero y la nobleza.


10.2.- Cambio dinástico. Los primeros Borbones

1. Felipe V (1700-1746):


monarca desde 1700 a 1724 y de 1724 a 1746, fue nieto del “Rey Sol”, Luis XIV de Francia. Accedió al trono español cuando tenía 17 años. Sus primeros años de reinado estuvieron marcados por la Guerra de Sucesión española (1701-1713) que enfrentó a sus partidarios y a los del archiduque Carlos de Habsburgo, el otro pretendiente a la Corona. Propenso a la melancolía, nunca detentó personalmente el gobierno del reino, si no que durante todo su reinado fue asistido por ministros como Julio Alberoni, cortesanos como la princesa de los Ursinos o su segunda esposa, Isabel de Farnesio.

Consciente de que el arte y la cultura eran vehículos idóneos para demostrar el poder real inició una ingente labor de fomento de todas las artes. Ordenó y supervisó la construcción del palacio de La Granja de San Ildefonso y del palacio real de Madrid, edificado en el solar ocupado anteriormente por el viejo alcázar de los Habsburgo que fue destruido por un incendio la nochebuena de 1734. Además, y siguiendo el modelo francés, fundó la Real Academia Española y la Real Academia de la Historia. Asimismo, llevó a cabo una profunda reforma del Estado (Decretos de Nueva Planta) con el objetivo de instaurar un sistema político-administrativo centralizado siguiendo el modelo francés. Igualmente, implantó en España la Ley sálica, por la cual las mujeres quedaron al margen de la sucesión al trono siempre que hubiera algún descendiente varón en línea directa (hijo) o lateral (hermano, sobrino).

También intentó recuperar la grandeza de la Corona en el exterior. Para ello llevó a cabo una profunda reforma militar, sustituyendo la estructura basada en los antiguos tercios por una nueva estructurada en torno a brigadas, regimientos, batallones, compañías y escuadrones. En el ámbito de la marina, iniciaría la reconstrucción y modernización de la armada española. Esta labor sería continuada por sus hijos y sucesores, Fernando VI y Carlos III.

2

Luis I (1724):

conocido como el “Bien Amado”. Fue el primer hijo de Felipe V y María Luisa de Saboya. Ascendido al trono en 1724 con tan sólo 17 años, su reinado ha sido el más efímero de la historia de España, pues el joven monarca murió a los siete meses de haber sido coronado víctima de la viruela. A su muerte su padre, Felipe V, retornó al trono español.

3

Fernando VI (1746-1759):

hijo de Felipe V y María Luisa de Saboya, ascendió al trono español tras la muerte de su padre, acaecida el 9 de julio de 1746. Su reinado estuvo caracterizado por la puesta en marcha de una política exterior de neutralidad ante la rivalidad anglo-francesa y por la inmensa deuda estatal heredada de su padre, lo que le obligó a realizar una profunda reforma fiscal con el objetivo de subsanarla. Fruto de su política económica es el Catastro, informe económico encomendado al marqués de la Ensenada con la finalidad de cuantificar las riquezas del reino como paso previo a aplicar la tan necesaria reforma impositiva. A su muerte, sin hijos, fue sucedido por su hermanastro Carlos, rey de Nápoles.

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