15.2. El final del aislamiento del régimen y una reivindicación por parte de los falangistas culminarán con una remodelación del gobierno, promocionando como ministros a los “tecnócratas”, figuras próximas al Opus Dei, formados en universidades y partidarios de la liberalización económica. Carrero Blanco se consolidó como influyente del régimen. Los tecnócratas aumentaron su poder en sucesivos gobiernos llevando a un segundo plano político las familias del régimen (falangistas y militares) y propusieron modernizar la economía y la administración. Para institucionalizar al régimen se promulgaron leyes para organizar el Estado, sin abandonar la dictadura. En 1958 se decreta la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento Nacional que reafirmaba los valores del régimen (antiliberalismo, antimarxismo y nacional catolicismo) se eliminaba la terminología fascista. En 1967 se promulgaba la Ley Orgánica del Estado, unifica y clarifica las 6 leyes anteriores (Fuero del Trabajo, Ley de Sucesión, Ley de las Cortes, Fuero de los Españoles, Ley del Referéndum y Ley de Principios Fundamentales del Movimiento). 1969 las Cortes aprueban a Juan Carlos como sucesor a título de rey y se separaban los cargos de Jefe del Estado y Presidente del Gobierno. El Jefe del Estado, Franco, conservaba un poder absoluto: nombraba presidente del gobierno, sancionaba y promulgaba leyes, convocaba Cortes y era el jefe del ejército. En octubre de 1969 estalla el “asunto Matesa”, escándalo financiero derivado de la concesión irregular de créditos a determinadas empresas, con implicación de ministros. Franco remodeló el Gobierno cesando a los ministros implicados y nombrando un nuevo gabinete influenciado por Carrero Blanco, como Bravo (AAEE) y Fernández Miranda (Ministro-Secretario del Movimiento). En economía la Guerra Civil trajo la ruina económica, agudizada por el aislamiento internacional. El franquismo potencia la autarquía económica (1939-59), política económica intervencionista caracterizado por la autosuficiencia. Ante los problemas de abastecimiento de bienes básicos se recurre a cartillas de racionamiento. En industria se crea el Instituto Nacional de Industria (1941) agrupación estatal de empresas, de nueva creación como Endesa (Energía) o SEAT (automoción) y otras nacionalizadas como HUNOSA (producción minera). La economía mejoró, pero los objetivos no se cumplieron y la población vivía con una renta muy baja. El modelo económico autárquico se agota y, la economía experimenta un cambio en 2 factores: el final del bloqueo diplomático y económico, y la incorporación a los ministerios económicos de los ministros “tecnócratas” Ullastres (Comercio) y Navarro Rubio (Hacienda), defienden la liberalización económica y la integración en la economía internacional.
Siguiendo las directrices del FMI y de otros organismos internacionales, estos ministros adoptarán medidas liberalizadoras entre 1957-59 (Plan de Estabilización): la peseta en su valor real, se reduce el gasto público, se reduce la intervención del Estado en la economía, se liberalizan las importaciones y se fomentan las exportaciones, y se estimulan inversiones de capital extranjero. En 1962 se crea la Comisaría del Plan de Desarrollo, organismo dirigido por Rodó cuyo objetivo era impulsar el desarrollo de zonas geográficas (Polos de Desarrollo, polígonos industriales…) Este organismo elaborará 3 planes de desarrollo (1964-75). El balance fue positivo: la industria se convierte en el principal sector económico, el sector primario se moderniza, aumenta la producción industrial, se desarrolla la construcción de viviendas y el sector turístico experimenta un boom. España alcanza el segundo mayor crecimiento económico tras Japón, y se convierte en la 10º potencia económica e industrial. El crecimiento tiene deficiencias, aumentan los desequilibrios entre regiones, la mecanización del campo y los precarios niveles de vida en zonas rurales generan éxodo rural, la dependencia energética deriva en vulnerabilidad de la economía, y el sistema fiscal injusto y poco progresivo, y no generar recursos suficientes, facilita la concentración del poder en pocas manos. Altas tasas de natalidad, y la disminución de la mortalidad hacen que la población pase de 29 a 34 millones entre 1957-79. El descenso de la mortalidad se debe a la mejora de las condiciones de vida, mientras la alta natalidad obedece a la política natalista del Estado y a factores sociales (madre y ama de casa). Los desequilibrios generan migraciones. En el país, se intensifica la marcha de población sobrante del campo a la ciudad y desde las regiones pobres hacia las industrializadas. A finales de los 50 crece la emigración exterior hacia Francia, Alemania, Suiza… La mano de obra no cualificada trabaja construcción, hostelería, industria o servicio doméstico. Entre 1939-59 las condiciones de vida son difíciles. Las cartillas de racionamiento se prolongan hasta 1951 y el mercado negro pasa a ser un medio rápido pero caro de obtener provisiones. A partir de los 60 las condiciones mejoran y se produce un cambio social. La sociedad española se hace más urbana y se consolida una clase media numerosa y estable con la capacidad económica que permite el acceso a nuevos bienes de consumo como electrodomésticos, automóvil, segunda residencia, vacaciones de verano… El turismo trae costumbres europeas y las difunde, España entra dentro en sociedad de bienestar y consumo, modificando las costumbres y la mentalidad de los españoles, se hace más abierta y moderna. La mujer se incorpora, mientras el régimen político y sus instituciones se quedan fuera.