3) LA EVOLUCIÓN POLÍTICA DE LAS DOS ZONAS.
3.1.- LA ZONA REPUBLICANA
La revolución de 1936:el poder popular. Se produjo un movimiento revolucionario que con mayor o menor recelo fue sancionado por el gobierno central o de la Generalitat. Se crearon órganos de poder popular que dirigían el esfuerzo bélico y la vida civil de retaguardia: transportes, órden público…Excepto en el País Vasco la mayoría de lasindustrias fueron colectivizadas, pasan a control de las organizaciones obreras. Aunque algunas industrias básicas fueron intervenidas por el gobierno central. La banca no fue nacionalizada. La colectivización del campo fue más drástica, y en algunas regiones de Aragón, Castilla la Mancha se colectivizó todo el término municipal llegando a sustituir el dinero por vales, que se repartían tanto en función del trabajo realizado como de las necesidades familiares.
El enfrentamiento republicano: los sucesos de mayo de 1937
En septiembre de 1936, con el fin de aglutinar todas las fuerzas políticas que luchaban contra los sublevados, Azaña aceptó con desgana formar un nuevo gobierno que presidirá Largo Caballero con ministros comunistas y después anarquistas. Este gobierno pretendía centralizar el esfuerzo bélico y reconstruir el Estado republicano. Pero habrá fuertes divergencias internas sobre cómo plantear la guerra:
Los republicanos, parte del PSOE y un PCE fortalecido por la ayuda soviética y por el prestigio de sus unidades de combate (V Regimiento) defendían la reconstrucción del Estado republicano; frente a esta postura, el sector radical del PSOE-UGT, la CNT-FAI y el POUM postulaban el orden revolucionario surgido de la guerra. Este conflicto cristalizó en un enfrentamiento armado en Cataluña el 2 de mayo de 1937 cuando las tropas de la Generalitat pretendieron ocupar la Telefónica de Barcelona ocupada hasta entonces por la CNT. El enfrentamiento acabó con la llegada a Barcelona de parte de la flota y un contingente de guardias de asalto de Madrid. A corto plazo, las consecuencias de estos hechos fueron la asunción por parte del gobierno central de las competencias de la Generalitat en defensa y orden público y la caída de Largo Caballero. A largo plazo, el anarco-sindicalismo quedaba desplazado de los centros de decisión en beneficio de la posición política del PCE. La guerra toma una nueva orientación bajo un nuevo gobierno presidido por el doctor Negrín. En octubre de 1937 este gobierno traslada su sede a Barcelona.
Los esfuerzos de Negrín por parar el avance franquista
La caída del Norte en otoño de 1937, la intervención italo-alemana produjjo un cierto pesimismo en el bando republicano. Negrín consiguió un cierto consenso en su política de resistencia a ultranza. Esta política pasaba por el control por parte del Estado de todos los recursos, la paralización de las experiencias colectivistas y un planteamiento de gerra
convencional a cargo de un ejército regular, el Ejército Popular. Esta nueva orientación provocó numerosos conflictos: los dirigentes del POUM fueron
encarcelados y su lider Andreu Nin fue asesinado por agentes de Stalin tras los sucesos de mayo. Fuerzas gubernamentales disolvían las colectivizaciones aragonesas. Muchos de los que se habían opuesto a los rebeldes en julio del 36 se sentían traicionados y sentían rencor.
Los trece puntos del gobierno de Negrín.
A lo largo de 1938 las derrotas reducían la capacidad de resistencia. Negrín reaccionó asumiendo la cartera de Defensa y formando un nuevo gobierno, incluyendo a la CNT para continuar la guerra bajo el lema «resistir es vencer». Para obtener el apoyo internacional y como propuesta indirecta al bando sublevado, Negrín elaboró un programa de «trece puntos» sin que tenga mucho eco ni dentro ni fuera de España. Por un lado estaba claro que Franco sólo aceptaría una rendición sin condiciones. Por otro lado, Francia e Inglaterra no escondían su política de concesiones a Hitler a costa de terceros países (Austria, Checoslovaquia, España). Por su parte, Stalin, que había apoyado la política de frentes populares para hacer frente al peligro de un enfrentamiento con Alemania, ante el pacto de Munich de septiembre de 1938 abandonaba esta política y preparaba su propio tratado de no agresión contra Hitler. La República española tenía así los días contados.
A lo largo de 1938 las derrotas reducían la capacidad de resistencia. Negrín reaccionó asumiendo la cartera de Defensa y formando un nuevo gobierno, incluyendo a la CNT para continuar la guerra bajo el lema «resistir es vencer». Para obtener el apoyo internacional y como propuesta indirecta al bando sublevado, Negrín elaboró un programa de «trece puntos» sin que tenga mucho eco ni dentro ni fuera de España. Por un lado estaba claro que Franco sólo aceptaría una rendición sin condiciones. Por otro lado, Francia e Inglaterra no escondían su política de concesiones a Hitler a costa de terceros países (Austria, Checoslovaquia, España). Por su parte, Stalin, que había apoyado la política de frentes populares para hacer frente al peligro de un enfrentamiento con Alemania, ante el pacto de Munich de septiembre de 1938 abandonaba esta política y preparaba su propio tratado de no agresión contra Hitler. La República española tenía así los días contados.
3.2.- LA ZONA NACIONAL
El ejército vertebrador del nuevo régimen
Los jefes militares no tenían un proyecto político definido. Había africanistas apolíticos (Mola, Franco) o simpatizantes de la Falange, monárquicos, carlistas e incluso masones republicanos. Cabanellas, por criterio de escalafón, presidió una Junta de Defensa Nacional creada en Burgos el 24 de julio del 36 que «asumía todos los poderes del Estado». La Junta de Burgos prohibió la actividad de todos los partidos políticos. Los decretos relativos a la agricultura paralizaron la obra de la reforma agraria del Frente Popular. Para cubrir las necesidades de guerra, la Junta pasó a controlar toda la actividad financiera y se incautó de algunas industrias fundamentales, como la construcción naval. Hacia el mando único: Franco. En la zona sublevada Franco se fortalece en relación a la Junta de Defensa: su ejército marchaba hacia Madrid. Un decreto datado en Burgos el 1 de octubre de 1936 nombraba a Franco Generalísimo y Jefe del Gobierno del Estado español y como tal «asumía todos los poderes del Estado». De hecho, Franco había asumido el control militar, pero le faltaba un aparato político para vertebrar el nuevo Estado que se iba configurando: por un decreto de 1 de abril de 1937 Franco era nombrado jefe del nuevo partido único, Falange Española Tradicionalista y FET y de las JONS, en el que quedaban integrados todos los grupos políticos que apoyaban el alzamiento. El control militar estaba garantizado por la pertenencia del todos los jefes y oficiales del ejército al nuevo partido. El decreto de unificación provocó una cierta oposición en algunos miembros de la vieja guardia del carlismo y de la Falange. Jose Antonio había sido fusilado en la zona republicana y su sucesor, Hedilla, reacio a la unificación, fue condenado a muerte por Franco y luego indultado.
El gobierno de Burgos
El 30 de enero de 1938 se forma el primer gobierno de Franco, que era jefe del Estado
y presidente de gobierno. Entre las leyes que va a apobar destacan:
A) Marzo 1938: Fuero del trabajo. Se asientan las bases del sindicalismo vertical como
organismo estatal que incluía empresarios y trabajadores. Se consideraban como actos
subversivos las huelgas y reclamaciones colectivas.
B) Leyes sobre la prensa e imprenta.
C) Legislación favorable a la Iglesia: derogación de las leyes del matrimonio civil y el
divorcio, culto religioso en la enseñanza y el ejército, retribución estatal a los
sacerdotes…
D)ley de responsabilidades políticas. Facultaba a los tribunales mixtos para la aplicación de penas como la
apropiación debienes a personas ligadas a partidos de izquierdas.
1.2.- LAS INSTITUCIONES
En la institucionalización del régimen destacan dos hechos básicos: 1) La promulgación de una serie de Leyes Fundamentales de las que derivan los distintos órganos que configuran el sistema político franquista. 2) La consolidación de una serie de familias políticas de ideología dispar. Franco fue siempre reacio a fijar con detalle los órganos y atribuciones del poder en España. Por otra parte, se opuso frontalmente a dotar a España de una Constitución que pudiera recordar al sistema liberal.
Las instituciones expresaron la dictadura personal de Franco y el carácter corporativista con que se pretendió caracterizar al régimen.Una vez insertada la dictadura en el contexto internacional y con el desarrollo económico en marcha, el régimen buscó la consolidación institucional y su continuidad, lo que le llevó a reformas políticas. La más importante fue la Ley Orgánica de 1967 pretendió aunar dictadura, monarquía y corporativismo. Pretendió ser una culminación y recapitulación de todas la Leyes Fundamentales anteriores. El régimen dijo entonces que ésta representaba la definitiva “Constitución” española. La Ley de Sucesión de 1969 estableció el mecanismo de la sucesión de Franco en Don Juan Carlos que prestó su juramento de fidelidad a los Principios del Movimiento, recibiendo el título de príncipe de España. No se trataba de un regreso a la anterior Monarquía, sino de la instauración de una nueva, aunque con la misma dinastía Borbón.
3. LA COYUNTURA INTERNACIONAL
El variante contexto internacional durante el primer franquismo condicionó la evolución del Régimen más que ningún oro factor interno. Por una parte, haciendo necesarias adaptaciones para sobrevivir tras el desmoronamiento de los totalitarismos del Eje; por otra, el establecimiento de la Guerra Fría, permite al franquismo asentarse definitivamente. En este proceso de ajuste del Régimen al contexto internacional pueden distinguirse tres momentos:
El Régimen durante la segunda guerra mundial. 1939-1945
La neutralidad de 1939
Recién acabada la guerra, Franco hizo pública su adhesión al Pacto Antikomintern, el acuerdo anticomunista que asociaba a la Alemania nazi, la Italia fascista y Japón. Cuando en septiembre de 1939 comienza la guerra mundial, España declara oficialmente su neutralidad pero una España empobrecida y endeudada, acabando de salir de su propio conflicto armado desaconsejó la incorporación a la guerra. Es la posición más conveniente para un país con grave crisis alimentaria y necesitado de las importaciones francesas e inglesas La no beligerancia de 1940.
La ocupación de Francia por Alemania replantea la situación. Franco mantiene una entrevista en 1940 con Hitler en Hendaya sin llegar a un acuerdo para la entrada de España en la guerra. Sin embargo, España pasa de la neutralidad a la no beligeranciafavorable a Alemania e Italia. Ocupa la zona internacional deTánger y lleva a cabo actividades a favor del Eje, identificándose ideológicamente con él, suministra al Eje materias primas de carácter estratégico, y coopera en la invasión de la URSS a través de la División Azul.
La vuelta a la neutralidad de 1943
Dos factores propician el cambio: Franco y su gobierno empiezan a considerar que Alemania puede perder la guerra; la amenaza de supresión del suministro de petróleo por parte de Estados Unidos. Esto supone la disolución de la División Azul en ese mismo año.
El Régimen tras la segunda guerra mundial. 1945-1950
En 1946, las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial deciden el aislamiento del Régimen de Franco, acusado de alianza con el Eje, y que toma carácter institucional en la declaración de las Naciones Unidas acordando la ruptura de las relaciones con la dictadura franquista y el apoyo a las fuerzas democráticas españolas para establecer un Régimen que respondiese a la voluntad popular. Tras el dictamen de la ONU se retiran los embajadores. Franco reacciona a las medias de la ONU convocando manifestaciones de apoyo popular y organizando un referéndum queinstitucionaliza el Régimen. Mientras, las fuerzas del orden público acaban con la oposición interior. La Argentina de Perón es el único país que envía en estas circunstancias una importante ayuda económica a España.
De 1947 a 1950 comienza la Guerra Fría
La España de Franco deja de ser un Estado al que derrumbar para convertirse en un aliado útil. En 1947, España firma un acuerdo comercial con Gran Bretaña y, un año después, Francia abre la frontera y firma un acuerdo comercial con España. En 1949, los países occidentales se unen en la OTAN, alianza político-militar concebida como un pacto de defensa militar para hacer frente a una revolucióncomunista en Europa. En 1950, las autoridades norteamericanas aprueban la concesión de un crédito a España. Finalmente, en noviembre de 1950, la Asamblea General de la ONU aprueba una nueva resolución para derogar las cláusulas de la resolución de diciembre 1946. El aislamiento diplomático del Régimen finaliza con la llegada de los embajadores de EE.UU., Francia y Gran Bretaña, aunque no se le admite en la OTAN, ni recibe ayuda económica del Plan Marshall.
La consolidación del Régimen (1951-1959)
Con el final del aislamiento internacional, la España de Franco se consolida. Comienza una etapa caracterizada por una política de apertura al exterior y un inicio de liberalización económica, que abrirá un proceso de crecimiento industrial, inscrito dentro de la onda general de expansión económica occidental. La incorporación de España a organismos internacionales comienza a finales de 1950 – Organización Mundial de la Salud, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)-. Sin embargo, en 1953, dos acuerdos significaron el respaldo internacional al Régimen:
a) El concordato con la Santa Sede representó el reconocimiento del Régimen de Franco por el Vaticano. El concordato afirma la confesionalidad de la nación, la presencia de la Iglesia en las instituciones estatales, la dotación económica del clero, las exenciones fiscales, la jurisdicción eclesiástica, y las competencias de la Iglesia en el derecho de familia (matrimonio), en la enseñanza y en el establecimiento de las fiestas. Como contrapartida, la Iglesia eleva preces por España y el jefe del Estado y mantiene el privilegio de presentación, mediante el cual el gobierno español presenta al Papa candidatos para ocupar obispados y arzobispados vacantes.
b) El Convenio de Amistad y Cooperación con los EE.UU. El acuerdo se asentaba en el interés estratégico-militar que España tenía para los EE.UU en una posible confrontación con el bloque comunista, y en el respaldo político en forma de reconocimiento que el franquismo obtenía con él. La importancia de este pacto fue fundamentalmente militar, ya que significó el establecimiento de bases aéreas y navales de utilización conjunta en territorio español aunque sin incluir el compromiso de seguridad mutua. España recibió a cambio ayuda económica y militar, pero fue escasa. El dinero no se invertió en el desarrollo industrial, pero sí sirvió para solucionar los problemas de abastecimiento de alimentos y de materias primas. Tenía una vigencia de diez años. En 1955 ingresa en las Naciones Unidas.
El fin del aislamiento internacional quedó claramente expuesto con la visita del presidente norteamericano Eisenhower a España en 1959. El abrazo entre el general que había intervenido de forma clave en la derrota de Hitler y el dictador que había sido aliado del Führer mostraba como la guerra fría había cambiado la política internacional