Este texto es un fragmento del “Manifiesto de la Junta Democrática” fechado el 29 de julio de 1974, en la etapa final del régimen franquista. La Junta Democrática de España fue una organización de oposición al Franquismo surgida en París en 1974 e impulsada por el Partido Comunista de España (PCE), liderado por Santiago Carrillo. En ella estuvieron integrados aparte del PCE, el Partido Carlista, Comisiones Obreras (CC00), el Partido Socialista Popular (PSP) de Enrique Tierno Galván, etc. La presentación pública de la JDE se realizó simultáneamente el 29 de julio de 1974, en París y Madrid.
Este documento histórico es de carácter político, en concreto es un Manifiesto y una fuente histórica primaria. Está destinado a la opinión pública española y especialmente el gobierno franquista.
Cabe encuadrar este texto en la época final de la dictadura de Franco, un año antes de la muerte del dictador ocurrida el 20 de noviembre de 1975. Surgida después de victoria del bando de los sublevados en 1939, el régimen dictatorial franquista se extendió durante casi cuarenta años sin concesiones al vencido. Entre 1970 y 1975 –en plena etapa de crisis del petróleo- aumentó la oposición y la coordinación entre los enemigos del régimen franquista, quienes pedían el desmantelamiento del sistema y la formación de un gobierno provisional. Tenían claro que el fin del régimen era algo inminente. Por aquel entonces, Franco se encontraba ya muy enfermo y debilitado y su dictadura se iba resquebrajando paulatinamente: huelgas obreras, protestas universitarias, críticas de la Iglesia al franquismo… A todo esto se suman los atentados terroristas de la ETA, que en 1973 asesinó al almirante Carrero Blanco, personaje clave de la continuidad del franquismo. Dos años después varios etarras serían condenados a muerte y fusilados.
Este texto nos da las claves para analizar las reivindicaciones políticas realizadas por la Junta Democrática en 1974 con el fin de instaurar la democracia en España.
Este manifiesto político recoge en 12 puntos su propuesta de una transición pacífica hacia un sistema democrático.
Este documento comienza, en su primer punto, con el deseo de que se cree un gobierno provisional que propicie el camino a la democracia, instaurándose las libertades básicas en nuestro país. Así, plantea desde su primer punto, una ruptura del sistema, la devolución a la sociedad española de todos sus derechos, en definitiva de la soberanía nacional que le fue arrebatada tras la Guerra Civil.
A continuación, en el punto 2, se pide la amnistía para todos los presos por motivos políticos que se encontrasen en las cárceles españolas. Recordemos que en aquella época existían presos políticos antifranquistas que pertenecían a la oposición política clandestina procedentes de la Universidad, e incluso de la Iglesia, entre otros.
En el punto 9 hace una propuesta -un tanto ambigua- de que se reconozcan las peculiaridades de las nacionalidades históricas, quizá ya teniendo en mente anticipadamente la España de las Autonomías que consagraría nuestra Constitución de 1978.
En el punto 10 propugna la separación de la Iglesia y el Estado mientras que el 11 alude a la necesidad de definir la forma de Estado, es decir, república o monarquía que debe ser elegida tras una consulta popular mediante referéndum.
Por último, termina este documento señalando que es preciso que España se integre en organismos internacionales como la Comunidad Europea.
En efecto, con este manifiesto la Junta Democrática plasmó su ideario democrático y consiguió muy pronto un importante apoyo político y social. La actividad de la Junta Democrática se dirigía por una parte al pueblo y por otra a instituciones y figuras poderosas de la sociedad como empresarios, militares o autoridades eclesiásticas. Tampoco se olvidaba la dimensión internacional, con relaciones con las autoridades de la Comunidad Económica Europea, con embajadores, etc.
Hemos de resaltar que no toda la oposición política al franquismo se encontraba concentrada en la Junta Democrática. Así por ejemplo, los nacionalismos o los monárquicos en el exilio no participaron en la JD. Tampoco el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), por lo que decidió, un año después, en junio de 1975 formar la PLATAFORMA DE CONVERGENCIA DEMOCRATICA con otros partidos. Finalmente, ambas instituciones, la JD y la Plataforma de Convergencia democrática unieron sus fuerzas poco antes de la muerte de Franco en lo que se llamó como PLATAJUNTA, pero en la práctica no llegó a funcionar.
En conclusión, este documento de gran valor histórico, es una fuente de primer orden para conocer el pensamiento político y las reivindicaciones de un sector de la oposición al régimen franquista en su etapa final.
Este documento histórico es de carácter político, en concreto es un Manifiesto y una fuente histórica primaria. Está destinado a la opinión pública española y especialmente el gobierno franquista.
Cabe encuadrar este texto en la época final de la dictadura de Franco, un año antes de la muerte del dictador ocurrida el 20 de noviembre de 1975. Surgida después de victoria del bando de los sublevados en 1939, el régimen dictatorial franquista se extendió durante casi cuarenta años sin concesiones al vencido. Entre 1970 y 1975 –en plena etapa de crisis del petróleo- aumentó la oposición y la coordinación entre los enemigos del régimen franquista, quienes pedían el desmantelamiento del sistema y la formación de un gobierno provisional. Tenían claro que el fin del régimen era algo inminente. Por aquel entonces, Franco se encontraba ya muy enfermo y debilitado y su dictadura se iba resquebrajando paulatinamente: huelgas obreras, protestas universitarias, críticas de la Iglesia al franquismo… A todo esto se suman los atentados terroristas de la ETA, que en 1973 asesinó al almirante Carrero Blanco, personaje clave de la continuidad del franquismo. Dos años después varios etarras serían condenados a muerte y fusilados.
Este texto nos da las claves para analizar las reivindicaciones políticas realizadas por la Junta Democrática en 1974 con el fin de instaurar la democracia en España.
Este manifiesto político recoge en 12 puntos su propuesta de una transición pacífica hacia un sistema democrático.
Este documento comienza, en su primer punto, con el deseo de que se cree un gobierno provisional que propicie el camino a la democracia, instaurándose las libertades básicas en nuestro país. Así, plantea desde su primer punto, una ruptura del sistema, la devolución a la sociedad española de todos sus derechos, en definitiva de la soberanía nacional que le fue arrebatada tras la Guerra Civil.
A continuación, en el punto 2, se pide la amnistía para todos los presos por motivos políticos que se encontrasen en las cárceles españolas. Recordemos que en aquella época existían presos políticos antifranquistas que pertenecían a la oposición política clandestina procedentes de la Universidad, e incluso de la Iglesia, entre otros.
Los puntos
3, 4, 5 y 6 recogen la petición de que se instauren derechos básicos como la legalización de los partidos, la libertad sindical, el derecho a la huelga o aspectos bien básicos de toda democracia como la libertad de prensa, radio… entre otras muchas.En el punto
7 se hace referencia a la necesidad de la independencia judicial, base del sistema democrático, mientras que el punto 8 se refiere al Ejército y a la necesidad de que las fuerzas Armadas se mantengan en la neutralidad política.En el punto 9 hace una propuesta -un tanto ambigua- de que se reconozcan las peculiaridades de las nacionalidades históricas, quizá ya teniendo en mente anticipadamente la España de las Autonomías que consagraría nuestra Constitución de 1978.
En el punto 10 propugna la separación de la Iglesia y el Estado mientras que el 11 alude a la necesidad de definir la forma de Estado, es decir, república o monarquía que debe ser elegida tras una consulta popular mediante referéndum.
Por último, termina este documento señalando que es preciso que España se integre en organismos internacionales como la Comunidad Europea.
En efecto, con este manifiesto la Junta Democrática plasmó su ideario democrático y consiguió muy pronto un importante apoyo político y social. La actividad de la Junta Democrática se dirigía por una parte al pueblo y por otra a instituciones y figuras poderosas de la sociedad como empresarios, militares o autoridades eclesiásticas. Tampoco se olvidaba la dimensión internacional, con relaciones con las autoridades de la Comunidad Económica Europea, con embajadores, etc.
Hemos de resaltar que no toda la oposición política al franquismo se encontraba concentrada en la Junta Democrática. Así por ejemplo, los nacionalismos o los monárquicos en el exilio no participaron en la JD. Tampoco el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), por lo que decidió, un año después, en junio de 1975 formar la PLATAFORMA DE CONVERGENCIA DEMOCRATICA con otros partidos. Finalmente, ambas instituciones, la JD y la Plataforma de Convergencia democrática unieron sus fuerzas poco antes de la muerte de Franco en lo que se llamó como PLATAJUNTA, pero en la práctica no llegó a funcionar.
En conclusión, este documento de gran valor histórico, es una fuente de primer orden para conocer el pensamiento político y las reivindicaciones de un sector de la oposición al régimen franquista en su etapa final.