Toma de Madrid Guerra Civil

Guerra Civil Española

La sublevación del 18 de Julio de 1936 se debíó al malestar de la población con el gobierno del Frente Popular, al no dar soluciones a las radicalizaciones sociales y políticas que se deban en España. Su detonante fue la muerte de Calvo Sotelo a manos de integrantes de la izquierda. Un sector militar dio un golpe militar, que fracasó  y desembocó en una guerra civil, separando a España en dos bandos: un bando sublevado( figuras a destacar Franco, Mola, Sanjurjo) y el bando republicano (Frente Popular). Los que apoyan al franquismo son: la Falange Española, la CEDA, los militares, los monárquicos, y la jerarquía eclesiástica; dentro de la sociedad, la gente apostólica, católica y romana. Territorialmente también estuvieron divididos en:

-Bando sublevadoà Castilla La vieja, Galicia, Navarra, Canarias, Baleares, África, Andalucía occidental, parte de Aragón, Ceuta y Melilla.

-Bando republicanoà Toda a zona Mediterránea (desde Cataluña hasta Gibraltar), el norte de España, Castilla la Nueva.

 Está guerra se “internacionalizó”, ya que repercutíó en el contexto europeo, agudizando la tensión e inestabilidad ya existente. Aunque se hizo un Comité de No Intervención, para evitar romper el frágil equilibrio entre los regíMenes democráticos y los fascistas; por lo que se vetó el vender, permitir el paso de armas o suministrarlas, , aunque recibíó ayuda de Italia, Alemania y Portugal, aun perteneciendo al comité, pero no de forma directa, sino, mediante voluntariado, por lo que España se vio sometida al cierre de fronteras y al embargo de amas; EEUU que no estaba en el comité impidió la exportación de material bélico, pero permitíó suministrar a España por parte de las empresas norteamericanas. La uníón soviética, fue la única que ayudó a España con armas y alimentos.

Desarrollo de la Guerra:


Tras el fracaso del Golpe de Estado, los sublevados fueron los que llevaron la iniciativa; su  principal objetivo fue ocupar Madrid, Mola intentó invadir


Madrid desde el norte, pero fue detenido, las tropas sublevadas asediaron Madrid, pero fueron frenadas.
El gobierno republicano trasladó su sede a Valencia y dejó en Madrid una Junta de Defensa, presidida por el general José Miaja. Las tropas sublevadas intentaron cortar las vías de comunicaciones, pero fracasaron en las batallas de Jarama y de Guadalajara.

Los sublevados lanzaron una ofensiva sobre el País Vasco en la que utilizaron nuevas tácticas de guerra, como los bombardeos de Durango y Gernika.

Franco decidíó iniciar un avance sobre el valle del Ebro, con el objetivo de llegar al Mediterráneo y aislar Cataluña, alcanzó l Mediterráneo, por lo que el territorio republicano quedó divido en dos partes.

Los sublevados se prepararon para la ocupación de Cataluña.
Negrín y los comunistas intentaron resistir a ultranza en Madrid.
El ejército del centro y apoyado en sectores republicanos, anarcosindicalistas y socialistas, dieron un Golpe de Estado y crearon una junta de defensa, que posteriormente dio la orden de abandono de los frentes, el Coronel Casado entregó Madrid El 1 de Abril Franco hizo público el comunicado del fin de la postguerra.

Revolución

Se desencadenó un proceso revolucionario espontáneo en esta zona y el poder se repartíó en múltiples juntas, comités, milicias, consejos y organismos revolucionarios que a nivel regional, provincial o local, suplantaran al central. La dispersión organizativa y la ausencia de un mando único dificultaron las operaciones militares. En todas partes dirigieron el esfuerzo bélico a través de milicias armadas. También se encargaron de la represión contra la población católica o de derecha, efectuando detenciones, registros, sentencias ejecuciones o asesinatos, cometiendo excesos e irregularidades contra sacerdotes y edificios religiosos, aunque fueran acciones incontroladas y espontáneas. Paralelamente se llevó a cabo una revolución socioeconómica, que se plasmó en a ocupación y el reparto de tierras y la


confiscación de industrias. Además, la oposición del gobierno y de los comunistas, junto con la evolución negativa de la guerra, detuvieron este movimiento revolucionario.

Se intenta reorganización del poder, ya que el gobierno Giral dimitíó, y se creó un gobierno de coalición (presidido por Largo Caballero), formado por socialistas, comunistas, republicanos, nacionalistas y por la CNT. Se suprimieron o recortaron los poderes de los organismos revolucionarios y se crearon los consejos provinciales y municipales, presididos por autoridades que representaban al Estado. Se reorganizó el Estado Mayor del Ejercito y se unificaron las milicias, que se encuadraron dentro de la estructura militar. A pesar de estos esfuerzos, las diferencias entre las distintas tendencias afloraron pronto en el seno del gobierno. De hecho, había dos concepciones divergentes; ganar la guerra y después la revolución, y otros pretendían hacer ambas cosas a la vez. Estas divergencias se evidenciaron en las conflictos entre anarquistas y comunistas, este conflicto culmino en Barcelona en un conflicto armado, en el que cayó el gobierno, y se consolidaron los comunistas en el estado republicano.

El socialista Negrín formó un gobierno de concentración, el nuevo gobierno reconstruyó la autoridad del Estado, se pararon las colectivizaciones y se nacionalizó la economía, se frenó la represión indiscriminada. El Ejército Popular se hizo realidad, introduciendo la disciplina y dotando a las unidades mandos de prestigio. En la retaguardia los desastres del frente y la prolongación de la Guerra Civil provocaron una situación desesperada; la inflación, la disminución de la productividad, la escasez y el encarecimiento de subsistencias, el racionamiento y el mercado negro afectaron a la población.

Consolidación del bloque sublevado

Ante la división de las fuerza políticas de la derecha y la carencia de un proyecto uniforme, el ejército era la única institución capaz de establecer el embrión de un nuevo Estado. Se creó una dirección unificada que se convirtió en una Junta de Defensa Nacional. La Junta asumíó las funciones administrativas y militares,


proclamó el estado de guerra y comenzó la represión contra las autoridades y los partidarios republicanos, así como contra los integrantes de las organizaciones políticas y sindicales en las zonas bajo su control. Prohibíó todos los partidos del Frente Popular y las actividades políticas y sindicales de cualquier sino ideológico. También se suprimíó la reforma agraria.
Franco fue nombrado Generalísimo de las fuerzas nacionales de tierra, mar y aire y jefe del gobierno y del Estado. Comenzó a ser llamado caudillo de España. Formó una Junta Técnica del Estado, integrada por militares, que actuó, de hecho, como un gobierno. Después de someter a la disciplina del ejército a las milicias carlistas y falangistas, decretó la unificación bajo su dirección de falangistas y tradicionalistas. De este modo, nacíó Falange Española. El partido único, denominado posteriormente Movimiento Nacional. Este partido recogía los principios esenciales de la Falange y ponía las bases de un Estado totalitario. Todas las tendencias políticas que respaldaban la insurrección quedaban integradas en un único proyecto político y supeditadas al poder de Franco.
En Septiembre de 1936, la jerarquía eclesiástica publicó una pastoral dirigida a los obispos del mundo, reafirmando el apoyo de la Iglesia al alzamiento militar, justificándolo como una cruzada para erradicar la revolución comunista. Da origen al nacionalcatolicismo como fundamento ideológico del nuevo régimen.

En 1938, Franco culminó el proceso de estructuración política y administrativa del nuevo régimen con la Ley de administración Central del Estado, que le cónfería todos los poderes para la potestad legislativa, la jefatura del Estado, del gobierno, del ejército y del partido único, con lo que se consolidaba una dictadura autoritaria de corte fascista.

Cambio en el nuevo régimen de la derogación de toda la legislación social republicana. Restablece la Compañía de Jesús, la obligatoriedad de la enseñanza católica, la redistribución económica el clero y la exención fiscal de los bienes de la Iglesia. Prohibíó toda la actividad sindical, y la política social se plasmó en el Fuero de Trabajo. Promulgó una Ley de Prensa e Imprenta que controló los medios. La ley de responsabilidades Políticas que le permitíó seguir a los sospechosos de haber defendido la causa republicana. La abolición de los gobiernos vascos y catalán, así como el fin de la autonomía. El resultado de esta labor legislativa y organizativa fue la creación de un Estado totalitario. Se convirtió, finalizada de la guerra, en una dictadura que se prolongó casi cuarenta años.

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