Marxismo anarquismo e internacionalismo

1.2

El movimiento obrero:

el movimiento obrero se basaba en la lucha de los trabajadores para mejorar sus condiciones de vida derivadas de la industrialización. Al principio, el obrero, sin legislación laboral, protagonizó acciones desorganizadas y espontáneas. Inglaterra, pionera en la revolución industrial, será la protagonista de los primeros actos de lucha obrera. El asociacionismo será, por tanto, el instrumento básico de la actuación obrera adoptado en Inglaterra a partir de 1824, fecha en que se abolíó la legislación que prohibía las asociaciones obreras. Éste será el principio del sindicalismo.
A partir de 1850, se desarrolló una década de prosperidad económica en toda Europa. El sindicalismo recobra nuevos bríos y en Inglaterra surge, en 1851, el sindicato de maquinistas bajo un nuevo signo, el unionismo. Los sindicalistas se concentraron en la mejora de las condiciones de cada oficio. El paso culminante de este proceso asociacionista será la creación de la Trade Unions Congress en 1868 para coordinar la acción de los sindicatos que contaba con 600.000 asociados. Nace así la Sociedad De Socorros Mutuos.

Los Seis Puntos del Cartismo:

-Sufragio universal para todo hombre mayor de edad, con plenas facultades mentales, y que no haya sido convicto de delito.

-Renovación anual del Parlamento.

-Inmunidades parlamentarias a fin de que los candidatos carentes de fortuna puedan también aceptar un mandato (compensación económica).

-Escrutinio secreto para evitar la corrupción e intimidación de los burgueses.

-Restructuración de las circunscripciones electorales para asegurar una representación equitativa.

-Podrías votar y ser votado.

La presión sindical exigíó al Estado su intervención en la cuestión obrera y , por ello, se vio obligado a promulgar una legislación laboral que garantizara los derechos de los trabajadores. También se hizo la negociación colectiva entre sindicatos y patronos para establecer horarios y salarios. En el continente, los partidos socialistas impulsaron la creación de sindicatos como instrumentos de negociación entre empresarios y obreros.  En 1888, los socialistas españoles crearon su sindicato, la Uníón General de Trabajadores –UGT-, y poco después, en 1902, los socialistas franceses fundaban la Confederación General del Trabajo –CGT-.


2. El socialismo:

La ideología socialista, defensora de los intereses de la clase obrera, surgíó a lo largo de la primera mitad del Siglo XIX como oposición al capitalismo (defiende la propiedad privada de los medios de producción, actuación de la ley de la oferta y demanda y la no intervención del Estado en la economía). Los puntos comunes que defendíó el socialismo del Siglo XIX fueron:

-Mayor preocupación por los intereses generales de la sociedad que por los particulares de cada individuo.

-Exaltación de la idea de igualdad social.


-Defensa de la propiedad colectiva o social antes que de la propiedad privada.


-Reparto de la riqueza social en función del trabajo y no del capital que se poseía.

2.1 El socialismo utópico:

En las primeras décadas del Siglo XIX, esta corriente ideológica recibíó su nombre de Marx, y de Engels posteriormente, por proponer soluciones que ellos consideraban ideales.

Denunciaba la injusticia social, la desigualdad y el hecho de que ésta radicaba en la existencia de la propiedad privada- no negaba ni el liberalismo ni la estructura de la sociedad burguesa-. Había que construir una sociedad más justa.
Las propuestas iban desde la creación de sociedades cooperativas con propiedad colectiva hasta la admisión de la propiedad privada, pero con limitaciones del Estado. Los métodos de actuación también variaban e iban desde las reformas graduales, por la vía pacífica, hasta la revolución en caso muy extremo.


Los socialistas utópicos más importantes fueron: –

Conde de Saint-Simón (1760-1825):

para él la industria era el motor principal de la economía porque se podía aplicar a la agricultura a la producción industrial y al comercio. Propietarios y trabajadores debían ser dirigidos por los más capaces o preparados que deberían ser elegidos democráticamente. Esta tecnocracia (el poder está en manos de los técnicos) organizaría la vida económica de la sociedad. –

Charles Fourier (1772-1837):

odiaba la empresa capitalista causante según él, de la explotación y miseria de la clase obrera. Para evitar esto propuso la creación de Falansterios o centros de actividad agrícola e industrial autosuficientes y con administración propia, se fundaron en México y en E.E.U.U. Aunque fracasaron. Por otra parte, fue uno de los primeros en reivindicarla (pedir) la igualdad de sexos. –

Robert Owen (1771-1858):

fue empresario textil y aplicó medidas para mejorar las condiciones de vida de los obreros. Como la reducción de la jornada laboral, salarios más altos, educación infantil, etc. Fundó en Indiana una comunidad ideal que se llamaba New Hasmony que fracasó aunque su obra influyó en el desarrollo del cooperativismo y del sindicalismo obrero. 

-Louis Blanc (1811-1882):

fue defensor de los Talleres Nacionales creados en 1848 para paliar (aliviar) la situación de los obreros parados.

3.El anarquismo

Corriente ideológica del Siglo XIX escindida (que se separa) del socialismo que, etimológicamente, significa sin autoridad. A mitad de siglo se difundíó gracias a la figura de Mijail Bakunin que era un aristócrata militar ruso. Tanto el anarquismo como el marxismo parten del mismo análisis de la sociedad capitalista –abolición de la propiedad privada y sustitución por la propiedad colectiva y comunitaria- y comparten los mismo objetivos:
sociedad de clases, sin explotación, libre e igualitaria. Sin embargo, difieren en los medios que se utilizarán para llegar a una sociedad sin clases. El marxismo propone la dictadura del proletariado como fase previa a la consecución de la sociedad sin clases, Bakunin argumenta una revolución de las masas espontánea, de manera directa, sin fuerte preparación previa. Después de esta revolución de las masas se llegará a una sociedad anarquista, ausente de autoridad, organizada en torno a comunidades de producción y autoconsumo –básicamente agrarias-. Las distintas comunas podrían federarse o separarse libremente pero nunca pasarían a depender unas de otras. La idea anarquista de la destrucción del Estado se tradujo, finalmente, en una ola de violencia dirigida contra autoridades e instituciones de todo el mundo.


2.2. Socialismo marxista o científico

El más importante de los socialistas del Siglo XIX fue Karl Marx en colaboración con Friedrich Engels (1820-1895), elaboró una nueva teoría, el conocido como socialismo marxista o científico. El socialismo marxista parte de una interpretación materialista de la historia –es la economía la que determina el orden social-, articulándose la sociedad, por tanto, en función de las relaciones productivas. La raíz del malestar de los obreros hay que buscarla en el sistema económico capitalista que permite al empresario adueñarse de la plusvalía. La historia de la Humanidad es la historia de la lucha de clases, la de los poseedores contra los desposeídos. De la misma manera que la burguésía derrotó a la nobleza, el proletariado tiene que derrocar a la burguésía para eliminar la propiedad privada. La revolución para la que el proletariado accediera a una sociedad sin clases es el paso necesario dada la imposibilidad de lograr los objetivos del obrero por la vía pacífica. La lucha política precisa de la formación de un partido obrero que se haga con el poder, establezca la dictadura del proletariado, creando una sociedad justa y libre sin explotación económica ni opresión política donde se desarrolle el nuevo modo de producción sin propiedad privada. Una vez desaparecida la desigualdad social se disolverán las clases sociales y se llegaría a la sociedad comunista sin clases ni Estado opresor.


4.Las Internacionales

4.1La Primera Internacional

La Asociación Internacional de Trabajadores –AIT- se fundó en Londres en 1864 tras el encuentro de delegados de organizaciones tanto de signo político como obreras: sindicalistas alemanes y británicos. Pronto, la AIT se implantó en Francia, Bélgica, Suiza, Italia, Alemania y España y arraigó entre el proletariado urbano, los jornaleros y los campesinos. La Primera Internacional tuvo problemas externos e internos. En cuanto a los externos, chocó con los gobiernos de los países porque apoyaba las huelgas y otros instrumentos revolucionarios de protesta. Los segundos, se derivaron de los enfrentamientos ideológicos entre Marx y Bakunin. Los anarquistas fueron expulsados de la Internacional. En la conferencia de Londres, se había propuesto la formación de partidos obreros nacionales como necesidad de una acción política por parte de la clase obrera. En 1876 se disolvíó la Asociación a causa de sus múltiples problemas internos y por el fracaso político de la Comuna de París (aplastada por el ejército de la 3ª república). 

4.2.La Segunda Internacional

Después del fracaso de la Comuna, el movimiento obrero se apoyó en los partidos socialistas, que en estos momentos comenzaban a surgir en todos los países de Europa.En 1875 aparecíó en Alemania el Partido Socialdemócrata Alemán –SPD-. En 1880 se crea el Partido Socialista en Francia. Una año más tarde, Pablo Iglesias había creado el Partido Socialista Obrero Español -PSOE-. En 1889 se fundó en París la Segunda Internacional para coordinar el movimiento socialista internacional. Sólo formaron parte de ella los grupos socialistas y fueron excluidos los anarquistas. La Segunda Internacional llevó a cabo una labor eficaz ya que se produjo una mejora en el nivel de vida de la clase obrera, que consiguió la reducción de la jornada laboral y la subida de salarios. Además, a ella se debíó el establecimiento del 1 de Mayo como jornada reivindicativa de los trabajadores de todo el mundo.  En el congreso de Londres de 1896 se acordó prohibir la participación en la Internacional a todo aquel que no reconociera la acción política, con lo que los anarquistas quedaron excluidos. Algunas grandes cuestiones se debatirían: -La colaboración con partidos burgueses. -La cuestión colonial fue un tema largamente debatido. Finalmente, en el congreso de Stuttgart -1907- se proclamó el deber de combatir la explotación colonial.


4.3.La Internacional Comunista o 3ª Internacional

Lenin había anunciado la necesidad de organizar una nueva Internacional pacifista. La victoria obtenida en Rusia y las esperanzas de la extensión de la revolución proletaria a otros países fueron los estímulos decisivos para la organización de una Tercera Internacional, en 1919, a iniciativa del partido comunista ruso. La Internacional Comunista se opónía a la moderación y al reformismo de la Segunda Internacional, y declaraba que su máximo objetivo era el “derrocamiento revolucionario del capitalismo” y el establecimiento de repúblicas soviéticas. La casi totalidad del socialismo europeo se negó a ingresar en la Internacional Comunista. Ciertos grupos minoritarios se separaron de los partidos socialistas, naciendo, de esta manera, los partidos comunistas que han llegado hasta hoy. En este sentido, el Partido Comunista de España surgíó en 1921 como una escisión (separación) del Partido Obrero Español. Al iniciarse la segunda década del Siglo XX todo movimiento o ideología originados según las doctrinas marxistas tomaron dos rutas bien diferenciadas; por un lado, los partidos socialistas y, por otro, la vía de los comunistas. Esta escisión se hizo definitiva cuando, en 1924, se creó la Internacional Socialista.

1.1.La sociedad de clases:


La revolución industrial creó una sociedad urbana claramente dividida en clases desiguales. La ciudad se convirtió en el alma de todos los cambios sociales, económicos y culturales pero también líderó todos los conflictos derivados de la gran desigualdad social creada entre obreros y empresarios. Se crea, por tanto la sociedad de clases.
(Definición de sociedad de clases:
La sociedad del nuevo Estado liberal del Siglo XIX estaba completamente dominada por el nivel de riqueza de los individuos. Igualitaria y respetuosa de la propiedad privada, esta sociedad establecía, además, que todos los hombres eran iguales ante la ley). De este modo, la del XIX es una sociedad de clases compuesta por la burguésía y el proletariado: dentro de la burguésía se distingue una alta burguésía (empresarios, banqueros…), media burguésía (comerciantes, médicos, maestros…) y una pequeña burguésía (funcionarios de bajo rango, pequeños comerciantes, empleados…).  Por debajo se encontraban los obreros industriales y los campesinos, a los que se les llamó proletariado.

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