El régimen franquista: Crisis final del régimen autoritario
En los años 70 la dictadura franquista llegaba a su fin. El régimen no supo adaptarse al dinamismo de una sociedad que reclamaba libertades, y las tensiones internas fueron creciendo hasta la muerte de Franco.
Por un lado se posicionaban los aperturistas, como Manuel Fraga, que querían adaptar el régimen a la realidad social; por otro lado los inmovilistas, como Girón de Velasco, que pretendía mantener intactas las carácterísticas del régimen surgido tras la Guerra Civil; y por último los conservadores, como Carrero Blanco, que aceptaban solo las reformas necesarias para que el régimen se mantuviera sin cambiar sus fundamentos. En 1969 se desató el escándalo Matesa, que aunque no era muy diferente a otros escándalos de corrupción comunes en la época tuvo una gran trascendencia por el enfrentamiento entre tecnócratas del Opus Dei y falangistas, descubríó la corrupción y miserias del franquismo y transmitíó la sensación de inestabilidad del régimen. Franco cesó a los ministros implicados y a sus opositores, pero nombró un gobierno opusdeista monocolor dominado por Carrero Blanco como vicepresidente y López Rodó. Sin embargo, lo verdaderamente decisivo fue que se inició una división del régimen entre los llamados aperturistas y los sectores más inmovilistas (falangistas), que pronto fueron denominados el búnker y se organizaron en torno a Fuerza Nueva, dirigida por Blas Piñar. Al mismo tiempo, la senilidad de Franco, aquejado del Párkinson, le iba alejando poco a poco de las decisiones políticas. El franquismo demostró su incapacidad para evolucionar en dos momentos: +En el fracaso del proyecto de asociaciones dentro del Movimiento, representado por Fernández Miranda en 1970, que Carrero no apoyó por miedo a que el asociacionismo derivase en la formación de partidos políticos.
+En el proceso de Burgos (1970), en el que se juzgó a 16 miembros de ETA por el asesinato de un policía. Nueve fueron condenados a muerte, lo que desencadenó protestas en la calle y la oposición internacional. El régimen respondíó con la represión, el estado de excepción y la aclamación de Franco en la Plaza de Oriente, aunque finalmente el dictador ejercíó el derecho de gracia y conmutó la pena por la cadena perpetua.
La creciente debilidad de la dictadura simbolizada en el deterioro de la salud del dictador motivó el nerviosismo de las distintas familias que lo apoyaban. Unos por interés, otros por su juventud, intentaron generar espacios de discusión que les permitiera hacerse con el control del país tras la desaparición del dictador. La evidencia de la crisis aumentó la protesta obrera y estudiantil, a través de huelgas y manifestaciones y los grupos de oposición comienzan a hablar de la necesidad de preparar organizaciones unitarias, conjuntas, para reivindicar la democratización del país y evitar la continuidad del régimen. En Junio de 1973
Franco aplica por primera vez la separación entre la jefatura del Estado, reservada para él y la del Gobierno nombrando a Carrero Blanco presidente del gobierno, quién formó un gabinete repleto de miembros del Opus Dei y franquistas puros. El 20 de Diciembre Carrero Blanco era víctima de un atentado de ETA. Ese mismo año, el gobierno tiene que hacer frente al inicio de la crisis económica, derivada de la crisis del petróleo de 1973, al orden público, al terrorismo y a los aires de libertad procedentes de la vecina Portugal, que con su revolución de lños claveles, ponía fin a la dictadura salazarista. En Enero de 1974 el nuevo gobierno presidido por Carlos Arias Navarro tratará de realizar una tímida apertura, pero fracasa. Los sectores más duros e inmovilistas del franquismo se oponen y el gobierno de Arias se decantará hacia el inmovilismo. Como consecuencia la violencia política se recrudecíó. ETA incrementó sus atentados contra las fuerzas de seguridad del Estado y aparecíó un terrorismo ultraizquierdista que tuvo sus principales referentes en el FRAP y el GRAPO
Mientras la enfermedad de Franco de agravaba y era frecuentemente hospitalizado, los grupos de oposición materializan la creación de organizaciones unitarias para conseguir la democracia: el PCE impulsó la creación de la Junta Democrática que englobaba a CCOO, socialistas, independientes, monárquicas, carlistas y grupos de extrema izquierda. Defendía la formación de un gobierno provisional que implantase un régimen democrático, la amnistía, las libertades políticas y sindicales y la legalización de los partidos políticos. La reivindicación democrática llegó a las filas del ejército en 1974, donde un grupo de oficiales creó la Uníón Militar Democrática. En Julio de 1975 el PSOE impulsó la Plataforma de Convergencia Democrática, con la UGT, PNV, Izquierda Democrática y Uníón Socialdemócrata Española. En Septiembre de 1975 el gobierno tuvo que hacer frente a: +La oposición terrorista. De acuerdo con la Ley Antiterrorista fueron ejecutados dos miembros de Eta y tres de FRAP. Trece países retiraron sus embajadores en señal de protesta evidenciándose de nuevo el aislamiento y la soledad. El caudillo fue aclamado, pero el 1 de Octubre miembros del GRAPO asesinaban a cuatro policías en Madrid. +El conflicto del Sáhara. Este territorio era ambicionado por Argelia, Mauritania y Marruecos, En 1973 los saharauis habían creado el Frente Polisario. España optó por aceptar la descolonización y permitir un referéndum de autodeterminación, pero Hassan II de Marruecos, que contaba con el apoyo de EEUU, aprovechó una hospitalización de Franco y organizó la Marcha Verde, una invasión pacífica del territorio. Ante la posibilidad de un conflicto bélico España cludicó y el 14 de Noviembre se firmó el Acuerdo de Madrid, que supónía la entrega del Sáhara a Marruecos y Mauritania. El abandono de España inició un conflicto todavía no resuelto en la actualidad.
Franco fallecíó el 20 de Noviembre, dejando un régimen anacrónico y en profunda crisis. La pretensión de dejar el futuro de España atado y bien atado acabó siendo una ilusión.