La revolución “Gloriosa” Causas de la Revolución:
La crisis económica general iniciada hacia 1866 en toda Europa produjo, entre otros efectos, la caída del valor de las acciones ferroviarias cuyo precio estaba muy sobrevalorado por maniobras especulativas. España sufríó los efectos de la repatriación de capitales extranjeros, sobre todo francés y la actividad comercial se ralentizó considerablemente. Además la crisis de subsistencia agraria de 1867 vino a agravar aún más la situación. Las revueltas por el pan se hicieron crónicas en el campo andaluz y castellano. A esta situación económica se uníó el descrédito de toda la clase política y especialmente del moderantismo (libera-lismo doctrinario), el cual ve desaparecer en poco tiempo dos de sus grandes figuras (fallecimientos de Narváez 1868, y O’donell 1867). La monarquía de Isabel II también sufríó el descrédito de su apoyo incondicionado al mode-rantismo, el cual sufríó una fuerte división entre moderados (alfonsinos, Cánovas del Castillo)) y unionistas (partida-ríos del cambio de dinastía, general Serrano). Por otra parte las fuerzas políticas antiborbónicas (progresistas, demócratas y, posteriormente, unionistas.) alcanza-ron en 1866 el Pacto de Ostende (Bélgica) que prevéía la sustitución de la monarquía borbónica por otra casa dinástica que aceptaran un régimen monárquico parlamentario mucho más progresista.
Estas fuerzas políticas sufrirán un continuo proceso de refundación, construcción, destrucción y reagrupamiento continuo Las prácticas dictatoriales de Narváez y González Bravo en los últimos gobiernos moderados extendieron la impopularidad del régimen moderado y de la reina Isabel II, que siempre les había apoyado. La crisis económica iniciada en 1866 acrecentó el descontento de la población. Finalmente, la muerte de Narváez en la primavera de 1868 descabezó al partido que había detentando durante tantos años el poder en España. La muerte de O’Donell en 1867 propició el acercamiento de la Uníón Liberal, ahora encabezada por el general Serrano, a los progresistas con el propósito cada vez más definido de poner fin al reinado de Isabel de Borbón. Los progresistas, dirigidos por el general Prim, y los demócratas, partidarios del sufragio universal, habían firmado en 1866 el llamado Pacto de Ostende2 por el que se comprometían en el objetivo de derrocar a Isabel II. Finalmente la sublevación estalló en Septiembre de 1868. Iniciada por el unionista almirante Topete en Cádiz, fue un pronunciamiento militar al que se le unieron rápidamente sublevaciones populares en diversas zonas del país y un movimiento “juntista”3 militar en muchas guarniciones. Isabel II intentó defenderse, pero la derrota del Puente de Alcolea4 de sus tropas leales, provocó su huida obligada a Francia (destierro) y el destronamiento de la monarquía borbónica. La que los progresistas vinieron a denominar «Revolución Gloriosa» (idealizada después por las fuerzas de izquierda y republicanas) había triunfado con gran facilidad en el país.
Cartilla del Guardia Civil (Fuente Número 1) y El Concordato de 1851 (Fuente Número 2). Cartilla del Guardia Civil Pregunta 1 del Selectivo
La fuente número 1, es primaria, escrita coetáneamente a los hechos, y pública. En el se recogen parte de los artículos por los cuales un Guardia Civil, Se debe comportar y cumplir, por ello tiene carácter normativo. De Autor o autores desconocidos, está fechada el 20 De Diciembre de 1845, Durante la década Moderada. Citada En la publicación de 1982, En Barcelona, “La Guardia Civil Y los orígenes del Estado Centralista”, De Diego López. La Fuente número 2, Es primaria, escrita y pública. Se Trata del primer Concordato (Tratado Internacional) Acordado y firmado por el Vaticano Y el estado español en 1851, Por el cual se regulan las relaciones entre ellos. Tiene, pues, carácter político, jurídico y legal. Fechado En Madrid, El 16 De Marzo de 1851.