La oposición al régimen liberal. La primera guerra carlista (1833-1840)

1.EL REINADO DE Isabel II. LA OPOSICIÓN AL LIBERALISMO: CARLISMO Y Guerra Civil. LA CUESTIÓN FORAL


Reinado de Isabel II (1833 – 1868)


Durante la primera mitad del Siglo XIX, en gran parte de Europa Occidental, se destruyeron las formas económicas, las estructuras Sociales y el poder absoluto, carácterísticas del Antiguo Régimen, para dar Paso al Liberalismo. También en España asistimos a este proceso:

·La monarquía absoluta da paso a la monarquía Constitucional y parlamentaria

·De la propiedad señorial se pasó a la propiedad Privada, libertad de contratación e industria

·Aparece una nueva clase dirigente, la burguésía Agraria, aliada con la nobleza terrateniente, controla el sistema político Mediante el sufragio censitario, estableciendo un orden jurídico que permitíó El desarrollo del capitalismo. Las masas no se incorporan a este sistema y en El gobierno no se produjo la alternancia, estas circunstancias condujeron al Sexenio democrático, que puso fin a su reinado.

La oposición al Liberalismo: Carlismo y Guerra Civil


La instalación en España del Estado Liberal fue un proceso largo y complejo, pues al Liberalismo se opuso siempre El movimiento carlista (se dan tres guerras carlistas: la primera de 1833 a 1840, la segunda de 1846 a 1849 y la tercera de 1872 a 1876, tras la tercera se Abolieron los fueros y en contrapartida se aprobaron conciertos económicos) que Fue el gran derrotada. Este enfrentamiento comenzó como un problema dinástico, Que se conoce como la cuestión sucesoria:
Fernando VII, padre de Isabel II no tuvo hijos varones, por lo que según la Ley Sálica (instaurada por Felipe V) el trono debía pasar a su hermano Carlos María Isidro, pero antes de morir el rey Fernando VII promulgó la Pragmática sanción que derogó la Ley Sálica. Carlos María Isidro no lo aceptó, contó con el apoyo de los Absolutistas defensores del Antiguo Régimen a los que se comenzó a llamar Carlistas. Así, lo que empezó siendo un problema dinástico se convirtió en un Enfrentamiento ideológico (los carlistas eran defensores absolutistas del Antiguo Régimen y los isabelinos eran defensores del Liberalismo) y en una guerra civil.

Así Comenzó la primera guerra carlista (1833 – 1839).

Los carlistas eran tradicionalistas, su Lema era “Dios, patria, fueros, rey”. Su programa defendía la monarquía Absoluta, el tradicionalismo católico y los fueros vasco-navarros, con sus Instituciones propias y autogobierno y sus exenciones fiscales y de quintas. Sus apoyos fueron el mundo rural, el bajo clero y gran parte del ejército por Regiones: en el País Vasco, Navarra, el Maestrazgo, Catilla y el norte de Cataluña, sobre todo en áreas rurales, no en grandes ciudades. Internacionalmente fueron apoyados por Austria, Rusia, Prusia y el Papado.

Los isabelinos eran los liberales (agrupados en torno a María Cristina de Borbón, la Regente necesitaba apoyarse En los liberales tras la muerte de su marido Fernando VII). Fueron apoyados por El alto clero, la lata nobleza y las ciudades, en especial la burguésía. Internacionalmente fueron apoyados por Francia, el Reino Unido y Portugal.

La guerra duró de 1833 a 1839 y tuvo tres Etapas:         

·En la primera, De 1833 a 1835, la guerra se estabiliza en el norte con triunfos carlistas, Salvo en las ciudades. El general Zumalacárregui No consigue tomar Bilbao, donde murió. En el este, los carlistas estaban más Desorganizados, el Maestrazgo y el bajo Aragón se unen bajo el mando del General Cabrera.

·En la segunda, De 1835 a 1837, la guerra se decanta por los liberales a partir de la Victoria de Espartero en Luchana, en 1836, quien puso fin al sitio de Bilbao. Ambos bandos reciben apoyos internacionales, pero los carlistas fracasan en sus Expediciones para tomar Madrid en 1837, encabezados por Carlos María Isidro.

·En la tercera, De 1837 a 1839, tras la segunda derrota los carlistas se dividieron en Transaccionistas (el general Maroto quiere pactar con Espartero) y los Intransigentes (el general Cabrera quiere continuar la guerra). Se firmó el Convenio de Vergara: los transaccionistas cesaron la guerra y Espartero prometíó Solicitar a María Cristina la incorporación de los carlistas al ejército Nacional conservando su graduación militar y retribuciones. Los intransigentes Con Cabrera continuaron la guerra en el maestrazgo hasta 1840.

La cuestión Foral fue de gran importancia para los carlistas. A sus reivindicaciones Iniciales (Dios, patria, rey) los carlistas añadieron la defensa de los fueros En el País Vasco y Navarra, al igual que la recuperación de los de Cataluña, Aragón y Valencia, perdidos con los decretos de Nueva Planta en el Siglo XVIII. Los fueros otorgaban privilegios, básicamente fiscales y militares, así como el Mantenimiento de instituciones y leyes propias. Los liberales eran contrarios a Los fueros, pues impedían el desarrollo de un Estado centralizado, unitario y Jerarquizado. Pese a su desaparición con la tercera guerra carlista, siguieron Diferenciados económicamente.

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