14.6 LA Guerra Civil: LA DIMENSIÓN POLÍTICA E INTERNACIONAL DEL CONFLICTO. LAS CONSECUENCIAS DE LA
GUERRA
La guerra civil española fue uno de los conflictos del Siglo XX que más repercusión internacional provocó. En el conflicto
español se entrecruzaron a la vez los intereses estratégicos de las potencias y el compromiso ideológico de las grandes
corrientes políticas del momento.
Evolución política:
La República: en un principio el poder recae en las manos de los Comités obreros y se forman grupos de represión de forma
desorganizada y desigual en el territorio en contra de los políticos de derecha, empresarios, clero y terratenientes. Tras los
primeros meses se acentúa la ocupación masiva de las fincas. El alzamiento militar provocó el estallido de divergencias y
tensiones entre los integrantes del Frente Popular. Anarquistas (CNT y FAI) y el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM)
paralelamente a la guerra eran partidarios de realizar una revolución social. Estas milicias populares sofocaron la rebelión en
algunas ciudades y, por ello, se sintieron legitimados para impulsar los cambios sociales. La República tuvo que hacer frente,
así, tanto a la amenaza de los sublevados como de los revolucionarios. Se forma un gobierno de unidad presidido por Largo
Caballero. Tras la crisis de Barcelona Mayo de 1937, se disuelve POUM, dimite Largo Caballero y toma el poder Juan Negrín,
quien implanta una rígida economía de guerra. Finalmente tras el Pacto de Múnich (1938) hay un Golpe de Estado el 5 de
Marzo de 1939 que estuvo encabezado por el coronel Segismundo Casado.
Para los Sublevados el ejército se convirtió en la columna vertebral del nuevo régimen, llevó siempre la iniciativa política y fue
el encargado de organizar el nuevo Estado. En los primeros momentos del alzamiento militar no hubo un líder claro, porque el
supuesto cabecilla, general Sanjurjo, fallecíó en accidente de aviación cuando se dirigía a España desde su exilio. Durante los
primeros meses al frente de los sublevados hubo una Junta de Defensa, pero ya en Octubre de 1936 se publicó un decreto que
nombraba a Franco Jefe del Gobierno del Estado y Generalísimo de los Ejércitos. Franco desplegó una estrategia de
alargamiento de la guerra mediante la cual consolidó su liderazgo militar y consiguió imponerse al resto de fuerzas.
Inspirándose en el modelo fascista italiano y alemán, de partido único y con un jefe con plenos poderes, promulgó el Decreto
de Unificación por el que creaba un partido único, Falange Española Tradicionalista y de la JONS. El proceso de
institucionalización del nuevo Estado franquista culminó en Enero de 1938 con la formación del primer gobierno: Franco
concentraba la Jefatura de Estado y la Presidencia del Gobierno y, a partir de entonces, pasó a ser llamado Caudillo de España.
Por último publicó la Ley de Responsabilidades (1939) cuya finalidad es preparar la represión de posguerra contra todos
aquellos que hubieran apoyado la legitimidad republicana.
Reacción internacional: Gran Bretaña y Francia veían que la Guerra de España podía complicar aún más el difícil juego
estratégico que se desarrollaba a escala europea. Por ello, la primera orientación de Gran Bretaña y Francia fue la de procurar
el aislamiento del conflicto español. A esa estrategia se debíó la política sobre la «No-Intervención» al que se sumaron 27
países de Europa. Estados Unidos tampoco apoyó a ningún bando pero vendía petróleo a Franco.
En la práctica la política de «no intervención» se convirtió en una «farsa», porque Alemania, Italia y Portugal no suspendieron
en absoluto sus envíos de armas y municiones a los sublevados, Hitler ofrecíó la ayuda más determinante, con la participación
directa de la Legión Cóndor de aviación, esencial para el desarrollo de la guerra y responsable del bombardeo de Guernica.
Además contribuyó con el envío de soldados y oficiales, carros de combate y artillería. Hitler usó la “guerra de España” para
probar algunas de sus nuevas armas y sus nuevos métodos militares, como la “guerra relámpago”. La República, que a partir de
Octubre de 1936 comenzó a recibir la ayuda soviética, denunció ante la Sociedad de Naciones la intervención de las potencias
fascistas en favor de los sublevados, los únicos países que apoyaron abiertamente a la República fueron la Uníón Soviética y
México.
Consecuencias: Desde un punto de vista demográfico, las consecuencias son especialmente graves. Resulta difícil establecer
un cálculo exacto de las pérdidas humanas pero entre 500.000 y 1.000.000 entre las víctimas de los frentes y las de la
represión, practicadas en ambas zonas. También hay que destacar el exilio de 450.000, intelectuales y población joven.
Desde un punto de vista económico, la Guerra Civil se cobró un alto precio en destrucciones materiales: carreteras,
ferrocarriles, puentes y unas 250.000 viviendas. La producción agraria disminuyó en algo más del 20%; y la industrial, en más
del 30%. La renta per cápita cayó también casi un 30% y hasta 1952 no se recuperó el nivel de antes de la guerra.
Desde un punto de vista político, el triunfo de los sublevados supuso el inicio de una dictadura militar que se prolongó durante
casi cuarenta años. Franco no dejaría el poder hasta su muerte en 1975.