13.1 TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS. PROCESO DE DESAMORTIZACIÓN Y CAMBIOS AGRARIOS. LAS
PECULIARIDADES DE LA INCORPORACIÓN DE ESPAÑA A LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL. MODERNIZACIÓN DE
INFRAESTRUCTURAS. EL IMPACTO DEL FERROCARRIL.
Entre 1833-1868 se produce una sustitución de la economía feudal y de la sociedad estamental por un sistema económico
capitalista y una nueva sociedad de clases. La revolución industrial entró tardíamente en España por el retraso en la
incorporación de las nuevas políticas económicas y la revolución agraria.
Cambios económicos
La desamortización es la expropiación de bienes vinculados a un régimen señorial que no explota la tierra para su venta y
saneamiento de la Hacienda. En 1836 Mendizábal pone en marcha la primera gran desamortización que afectaba a
conventos y clero secular y se prolonga hasta 1845; sus objetivos eran amortizar deuda pública, regular la propiedad
privada y favorecer la revolución agrícola. Los bienes eran pagados con Deuda Pública en valor nominal. La corrupción de
las subastas y las salidas de grandes lotes hacen que los campesinos no puedan comprar tierras; por tanto aumentó la
concentración de las tierras y no se reformó el sistema tradicional. En 1856 Madoz inicia la segunda gran desamortización
con los restos de las tierras de la iglesia y los municipales de propios y baldíos; esta duró menos y se amortizó mucha más
deuda pública, los lotes de tierras fueron a inversores y grandes terratenientes lo que acentuó aun más la concentración de
tierras. La desaparición de los propios y baldíos arruinó a muchos campesinos, los señoríos se transforman en propiedades
privadas; se suprimieron los diezmos y se decretó el libre cercamiento y la libre comercialización.
El retraso económico encuentra sus causas en la orografía española, la escasez de materias primas y fuentes de energía, el
lento crecimiento demográfico y la dependencia de capital extranjero. El Estado competía con la inversión emitiendo Deuda
Pública; cabe destacar la política proteccionista y la pérdida del mercado colonial.
La situación agraria era desfavorable, la desamortización no hizo que aumentara el rendimiento de la propiedad agraria, la
falta de innovaciones provocó la decadencia de la cabaña ganadera así como continuas crisis agrarias por el modelo
productivo tradicional. En el último tercio del s. XIX se produce un crecimiento de la producción cerealística por la
roturación de nuevas parcelas. La plaga de filoxera en Francia aumenta las exportaciones de vino de España. En estos años
aumenta el regadío y el olivar.
La producción industrial se situaba en bajos niveles por la falta de mano de obra y de mercado. A partir de 1830 empieza a
desarrollarse la industria textil catalana; el vapor y la mecanización multiplican las ventas y se contrata mano de obra
barata (mujeres y niños). La Industria siderúrgica se encontraba hasta 1860 en Málaga, pero a finales del s. XIX se implanta
en Asturias y el País Vasco. La industria de consumo es escasa y mayoritariamente artesanal. La minería es controlada por
capitales extranjeros y dedicada a la exportación. A finales del s. XIX aparecen nuevas industrias como la eléctrica y la
química.
También se impulsó un desarrollo ferroviario; hasta 1855 solo existían tres vías férreas: Barcelona-Mataró; Madrid-
Aranjuez y Gijón-Langreo. La Ley de ferrocarriles de 1855 regula la creación de compañías, las inversiones y las
subvenciones. Casi toda la inversión es extranjera, principalmente francesa. Entre 1855-1865 la construcción era acelerada
hasta la crisis de 1866, además la escasa rentabilidad de algunas líneas hace que quiebren muchas sociedades.
El sector financiero era débil y no había ninguna ley que lo regulara hasta que en1856 se aprobó la Ley de Sociedades
Bancarias y Crediticias. A partir de ésta ley también se crean sociedades financieras para invertir en el ferrocarril; este
sector sufre una intensa crisis a partir de 1864. La Peseta pasa a ser emisión exclusiva del Banco de España. El
asentamiento del capitalismo industrial se da principalmente en el cantábrico, Madrid y Cataluña; las comunidades con
mayor desarrollo del sector financiero fueron Madrid y País Vasco.
A partir de 1840 el comercio interior crece por la reparación y ampliación de las carreteras y la eliminación de aduanas. El
comercio exterior es poco competitivo a causa de una moneda débil y la política proteccionista del gobierno español. En
1891 se aprueba la Ley de Aranceles que protege la industria y el campo español e impone una política proteccionista que
permitirá el desarrollo del comercio interior y la acumulación de capitales.
En cuanto al sector público, se da una reforma del fisco en 1845. La Deuda Pública se consolidó, se crean presupuestos y se
invierte en obras públicas como el Canal de Isabel II. A partir de la crisis de 1866 el Estado queda endeudado y sin
capacidad de reacción, a pesar de ello se da una mejora de las infraestructuras en ferrocarriles, carreteras, teléfono,
telégrafo, red eléctrica, iluminación, tranvías…