Las primeras revoluciones en América del Sur
Se formaron juntas en diversas ciudades del continente (como en Venezuela, Nueva Granada, Chile y Río de la plata).
Como el monarca estaba en ausencia, las ciudades reasumieron el poder y el derecho a elegir autoridades hasta que el Rey regresará al trono.
Las jurisdicciones que no participaron se consideraron rebeldes, no todas de consideraron rebeldes: el Perú, Nueva España, América central y algunas ciudades sudamericanas, aceptaron participar en las cortes enviaron diputados para que los representara en la metrópoli.
Venezuela dividida
Es 19 de Abril de 1810 frentes a las noticias llegadas de España, el cabildo de Caracas convocó a una sesión extraordinaria. Allí decidió expulsar a las autoridades españolas y formar una junta de gobierno provisoria con el nombre del rey Fernando VII.
Esta junta envió emisarios al resto de las ciudades y pueblos para que sea reconocida como autoridad suprema. Pero las provincias de Maracaibo y Guayana, la ciudad de Coro no aceptaron y debido a esto la junta convocó la elección de diputados para un congreso constituyente que, en Julio de 1811, declaró la independencia absoluta de España.
Entre el terremoto y la derrota militar
El enfrentamiento entre las nuevas autoridades y las provincias y ciudades venezolanas que no adhirieron a la independencia desató una guerra. A esto se sumó una catástrofe natural el 26 de Marzo de 1812, un terremoto que estremeció la provincia de Caracas.
Francisco de Miranda fue designado por el congreso General en jefe de las fuerzas revolucionarias, mientras el Coronel Simón Bolívar comandaba las tropas patriotas en puerto Cabello. Pero el triunfo de las tropas terminó con encarcelamiento de Miranda, donde trasladaron a España, donde murió prensado 1816.
Simón Bolívar y la guerra a muerte
Simón Bolívar logró escapar a la jurisdicción vecina de Nueva Granada e instalase en la ciudad de Cartagena.
En 1813, Bolívar declaró la guerra a muerte a los españoles y emprendió una larga campaña militar, que comenzó con el intento de reconquistar Caracas. Pero su triunfo duró un día y en 1814, debió retirarse, primero, hacia Nueva Granada y, luego a Jamaica. A mediados de 1816, desembarco la isla Margarita y, desde allí, preparo la campaña destinada a liberar a gran parte del continente.
En Agosto de 1821, se reunió un congreso, en la ciudad de Angostura, que sancionó una constitución, la cual se aprobaba la unión de los territorios neogranadinos y venezolanos y liberados por Bolívar. Esta unión conocida como la Gran Colombia, se mantuvo hasta 1829, cuando Venezuela decidió separarse del gobierno con sede en Bogotá.
Patriotas y realistas en América del sur
La independencia de Chile.
Luego de más de dos años de preparación y entrenamiento, un ejército de 4000 soldados cruzó la Cordillera de los Andes al mando de San Martín. El cruce demandó miles de mulas y caballos para transportar hombres, víveres, armas y todo lo que se requería para la empresa.
En Febrero de 1817, se produjo el primer triunfo de las fuerzas patriotas en Chacabuco. Luego las tropas ocuparon la ciudad de Santiago y el puerto de Valparaíso. El 12 de Febrero de 1818, se declaró la independencia de Chile, y San Martín organizó, junto al General y patriota chileno Bernardo de O´Higgins, la expedición al Perú. En Agosto de 1820, la flota partió rumbo a Lima, financiada por los chilenos
La independencia del Perú
Hacia 1814 Perú se hallaba controlado por las autoridades coloniales. Durante ese año se había iniciado en el cuzco un levantamiento de criollos, mestizos e indígenas.
Las protestas aisladas de algunas poblaciones no encontraban líderes capaces de extenderlas al resto del territorio. El 15 de Julio de 1821 declaró San Martín la independencia del Perú. Las fuerzas con el virrey a la cabeza, se trasladaron a las montañas para organizar la defensa del territorio.
San Martín planeó varias campañas para derrotarlos pero no pudo conseguirlo, entonces renunció a la tarea.
Los Bolivarianos en la batalla de Ayacucho derrotaron a los españoles en Diciembre de 1824
En Brasil, una independencia dinástica
Mientras las revoluciones y las independencias se extendían por Hispanoamérica, el Imperio portugués se mantenía en pie desde su nueva sede en el Brasil.
El traslado de la corte de Braganza desde Lisboa a Río de Janeiro en 1808 había evitado el colapso de la monarquía. Desde su arribo a tierras americanas, el príncipe regente, Juan VI, y su esposa, en carlota Joaquina, habían participado activamente en la política de las colonias hispanas.
Luego la derrota de Napoleón Bonaparte y de la restauración de las monarquías absolutas en Europa, los portugueses que pertenecían en la metrópoli comenzó a ejercer presión para que Juan VI regresara.
Por el contrario, en 1815, el Príncipe Regente elevó al Brasil a la categoría de reino, en igualdad y condiciones con Portugal, lo que provocó más preocupación en Lisboa.
El Imperio del Brasil
Juan VI, presionado por los liberales metropolitanos, exigió que su hijo Pedro retornara a Lisboa, pero el regente se negó a hacerlo, apoyado por los terratenientes y los comerciantes de las regiones de San Pablo, Río de Janeiro y Minas Gerais. Esta situación impulso la declaración de independencia el 7 de Septiembre de 1822, mediante el Grito de Ipiranga. A partir de eso apareció un nuevo Imperio del Brasil, que adoptó a Pedro de Braganza como Emperador, bajo el nombre de Pedro I.
Pedro I fue reconocido por el reino de Portugal como el nuevo monarca en 1825.
Las revoluciones y sus consecuencias
Las revoluciones latinoamericanas, a pesar de sus diferencias, tuvieron puntos en común. Por un lado, todos nacieron de las crisis sufridas en sus respectivas metrópolis.
Así ocurrió con Haití, cuya independencia en 1804 fue producto de las disputas desatadas a partir de la revolución francesa de 1789. La crisis de la monarquía española de 1808 abrió, por su parte, el proceso revolucionario que culminó con las sucesivas declaraciones de independencia de la mayor parte de las jurisdicciones