Nos
Encontramosante una selección de
Artículos delpacto que puso punto y final
A las discrepancias, existentes en aquella época, acerca de la línea sucesoria al
Trono Español. Estamos hablando, en definitiva, del Convenio de Vergara, un
Texto histórico circunstancial de carácter político-militar redactado en el
Cuartel General de Vergara (Guipúzcoa)
Yfechado el 29 de Marzo de 1939, o sea al
Final de la Regencia de la Reina María Cristina, viuda de Fernando VII.Se trata por tanto de un texto oficial.El
Texto que estamos estudiando, corresponde a un fragmento del documento
Auténtico, con lo que podemos definirlo como fuente primaria, pues éste es
Coetáneo a los hechos. Como tratado de paz, este convenio, también llamado el
Abrazo de Vergara, es firmado por los representantes de ambas partes, el General del bando liberal o isabelino, Baldomero
Espartero y su homónimo, el General murcianoMaroto, representando a los carlistas, poniendo fin a la guerra civil
Entre carlistas e isabelinos, con victoria de estos últimos.Este acuerdo supone la rendición de parte
Delos carlistas, y el fin de la 1ª
Guerra Carlista, aunque fue considerado como una traición por el sector más
Intransigente del carlismo, que encabezado por el general Cabrera, continuó sus
Acciones bélicas un año más en algunas comarcas montañosas de Aragón y Valencia.La derrota final obligó a Carlos Mª Isidro a
Refugiarse en el extranjero.El
Destinatario es público, pero fundamentalmente va dirigido al ejército
carlista.
La finalidad de este documento
Era poner fin a la primera de las tres Guerras Carlistas y dar a conocer los
Compromisos políticos y militares adquiridos por Espartero, en nombre de la
Reina regente. Por tanto, su alcance es nacional y su finalidad pública.
Se enmarca históricamente en la Regencia de Mª Cristina (1833-1841), concretamente al final de la guerra Carlista (1833-1839). Mª Cristina es la primera garante de las prerrogativas Sucesorias que confirman años más tarde a su hija Isabel como reina de España. Para ello debe alcanzar el acuerdo con la fracción liberal del ejército para Hacer frente a las aspiraciones de Carlosal trono.
En El análisis, cabría destacar en primer lugar, que este compromiso Suscrito en 1839 por Espartero y Rafael Maroto, posibilita la rendición por Parte de las tropas de D. Carlos bajo ciertas condiciones.En este acuerdo, predominó la búsqueda de la Reconciliación entre ambos bandos y el deseo de reintegrar a los derrotados en El nuevo sistema político creado por los liberales vencedores.El entendimiento sólo fue posible tras el Triunfo de las tesis de los carlistas más moderados, entre ellos Gómez, Zaratiegui y Maroto, favorables al pacto con los isabelinos a cambio del Respeto a los fueros.Por su parte los Carlistas más extremistas creían en el establecimiento de un gobierno Absolutista y se negaron a aceptar cualquier salida pacífica al conflicto.Fue el propio Maroto, quien inició las Negociaciones sin el consentimiento del pretendiente al trono, D. Carlos, e Incluso ordenó la detención y posterior fusilamiento de varios generales del Sector más conservador del carlismo como los generales Guergué, Uriz y Carmona, Acusándoles de traición.
La Idea fundamental es el acuerdo de paz firmado por ambos contendientes, Liberales y carlistas. Es decir, las condiciones para El cese de las actividades bélicas, que se concretan en diez artículos, Tres de ellos incluidos en el texto, de cuya lectura podemos deducir un afán Abiertamente conciliador.El texto podemos dividirlo
primeraparte: Los dos primero reglones del texto que conforman el preámbulo, en el cual se presentan los Firmantes del Convenio: El General Baldomero Espartero y el Teniente General Rafael Maroto
Segunda Parte: La segunda parte, corresponde al resto del texto, en el cual Podemos ver una selección de artículos (tres de diez que forman la totalidad Del texto), donde se establecen las diferentes condiciones de rendición:
üArtículo 1.
En él se hace una promesa de
Conservación de los privilegios y fueros de
Vascos y navarros. Esto es una estrategia de Espartero para llegar al
Acuerdo, pues él no tiene autoridad para ello, puesto que esto era competencia
Exclusiva de las Cortes. Dentro del
Mismo artículo, en su parte final hace referencia a la “concesión o
Modificación de los fueros” con lo que alude a las leyes forales de cada
Uno de los territorios vascos, que otorgaban una amplia capacidad de
Autogobierno a cada uno de los territorios.
üArtículo 2.
En este artículo se expone que
Se reconocerán por parte del bando liberal, de los grados y condecoraciones de
Los oficiales que habían servido en el bando carlista, siempre y cuando juren la constitución de
1837, fidelidad a María Cristina y a su hija Isabel II. De este modo se facilita la reinserción en el
Ejercito Español. Así lo hicieron
Generales como Antonio Urbiztondo, ministro durante el reinado de Isabel II o
Zaratiegui, nombrado director de la Guardia Civil. También se le ofrece la posibilidad de
Retirarse los que no aceptasen estas condiciones.
üArtículo 4.
Facilita el retiro o la
Licencia a los generales, brigadieres, jefes y oficiales carlistas
Asegurándoles, para ello, el sueldo.
Ademásde estos Tres artículos, podemos comentar los diez que componen dicho convenio:
üArtículos 3, 5 y 6.
Suponen una extensión de los
Artículos 2 y 4. Se suman, a las ideas
Ya expuestas: el aseguramiento de un
Sueldo regulado, adelantándose cuatro pagas a aquellos militares sublevados que
Abandonen España, más otras cuatro en el caso de que regresen. En última
Instancia todo esto se hacía extensivo a los civiles empleados del ejército carlista.
üArtículo 7.
Lo acordado se aplicaría a los
Integrantes de las divisiones de Navarra y Álava, siempre y cuando estén
Dispuestos a aceptar lo convenido.
üArtículo 8.
Los Carlistas debían entregar
Armas, vestuarios y víveres al bando isabelino.
üArtículo 9.
Los prisioneros pertenecientes a
Los cuerpos de Vizcaya y Guipúzcoa, así como los de la división castellana que
Aceptasen lo convenido, quedarían en libertad, reconocíéndoles todo lo acordado
En los artículos citados.
üArtículo 10.
El General Espartero se
Comprometía a solicitar al gobierno auxilio a las viudas y huérfanos de
Carlistas muertos en la Guerra.
En cuanto al contexto histórico hay que Situarlo un poco antes de la muerte de Fernando VII y en los problemas de sucesión, acontecidos en los tres últimos Años de su reinado (1830–1833).Una Cuestión que arranca en el reinado de Felipe V, cuando en 1713, Promulgó un Auto Acordado (Decreto Real) que establecía, al igual Que en Francia, la Ley Sálica. Esta Ley defendía la preferencia del hombre a la Mujer en los derechos al trono (excluía a las mujeres, si había varones en rama Directa o colateral). Este Auto Acordado favorecía a los intereses de Carlos Mª Isidro (hermano de Fernando VII).
En 1788, Carlos IV pretendíó publicar una Pragmática Sanción Que anulase el Auto Acordado de 1713, pero los acontecimientos de 1789 Paralizaron su ejecución.En 1830, Estando embarazada Mª Cristina, Fernando VII publica una Pragmática Sanción (aprobada por las Cortes, por tanto, con más respaldo que el Auto Acordado, que era un simple Decreto Real), en donde se establecía como Legítima sucesión a la Corona, la línea directa y legítima, es decir, al rey le Sucedería suprimer hijo o hija. Dicha Disposición, facilitaba el acceso al trono de Isabel II.Enseptiembre de 1832, Fernando VII sufriría un fuerte ataque de gota que Hizo peligrar su vida. La reina Mª Cristina, presionada por la camarilla de su Cuñado Carlos, se vio obligada a derogar la Pragmática Sanción. En Diciembre de Ese mismo año, el monarca se restablecía y volvía a publicar la Pragmática Sanción. Cuandoel rey muera el 29 de Septiembre de 1833, la heredera oficial al trono de España será su hija Isabel.
A Partir de 1833, se produjo la desaparición definitiva del Antiguo Régimen, tras Los dos intentos frustrados de implantar el liberalismo: el de las Cortes de Cádiz y el del Trienio Liberal.Sin Embargo, el proceso que comienza con la muerte de Fernando VII y la ascensión Al trono de su hija Isabel II no fue fácil, sino traumático: una guerra Civil.En efecto, las tensiones Acumuladas en los últimos años del reinado anterior estallaron cuando los Absolutistas más ultras, denominados apostólicos y más tarde carlistas, no Aceptaron la pérdida de la corona por parte de Carlos María Isidro, y Comenzaron una guerra para la que llevaban tiempo preparándose. Carlos se negó a reconocer la legitimidad de la princesa Isabel, y publica el “Manifiesto de Abrantes” donde se presenta como rey de España. Esto dará lugar a una Guerra Civil de Siete años, conflicto bélico conocido como 1ª Guerra Carlista, un conflicto Dinástico, pero con un claro trasfondo político: los carlistas pretender Mantener el Antiguo Régimen y son partidarios del absolutismo mientras que los que quieren acabar con él, Los liberales, apoyan la causa de Isabel II.
La Primera Guerra Carlista llamó la atención por su crueldad,hasta el punto que Inglaterra propuso en 1835, El Convenio de Elliot, que defendía el buen trato para los prisioneros y Que pudiesen ser canjeados. Estás medida de civismo no libró a España de la Muerte de 200000 personas.
El carlismo
constituye una ideología reaccionaria que se caracteriza por la
Defensa de los fueros vascos y navarros (que peligraban si se impónía el
Liberalismo, dado que éste tiende a la unificación legislativa), el
Tradicionalismo (rechazo de la “modernidad”, entendida como degeneración y
Pérdida de la identidad propia y de las costumbres), el ruralismo (exaltación
De la vida campesina frente al proceso creciente de urbanización, por la
Deshumanización que ésta comporta) y la intransigencia religiosa (pretendía mantener
Los privilegios del clero así como restablecer la Inquisición). Su lema
Es Dios,
Patria, Rey y fueros.
Su ámbito geográfico y social era principalmente
El País Vasco y Navarra, debido a su defensa de los fueros, y, en menor medida,
Las zonas montañosas de Cataluña, Valencia y Aragón. En el resto de España el
Apoyo a la causa carlista fue bastante minoritario (únicamente un sector
Importante del clero, algunos nobles y campesinos muy apegados a la tradición).
Sin embargo Carlos María Isidro pretendía ser rey de toda España y en ningún
Modo separar al País Vasco y Navarra de aquélla. Los escándalos personales y
Financieros que provocaba constantemente la regente María Cristina produjeron
Un aumento de simpatías hacia la causa de su cuñado Carlos, cuya conducta
Privada era intachable.
LA PRIMER GUERRA CARLISTA
Fue una Guerra Civil pero con trascendencia internacional. Esto último
Se debe a que las principales potencias absolutistas (Rusia, Austria y Prusia)
Apoyaron a Carlos mientras que los países de régimen liberal (Francia, Portugal
E Inglaterra) ayudaron a Isabel. El apoyo inglés y francés al bando liberal
Obedecía no sólo a razones de afinidad política, sino también al compromiso de
María Cristina de pagar la deuda exterior que había contraído el gobierno
Durante el Trienio Liberal y que Fernando VII, tras la segunda restauración
Absolutista, no había querido reconocer. Además el gobierno liberal se
Comprometía a abrir el mercado español a los productos y capitales extranjeros.
La ayuda inglesa se concretó en el envío de 10.000 soldados voluntarios y la
Concesión de créditos y de una gran cantidad de armamento.Presenta
Bastantes semejanzas con la
Guerra de la
Independencia:en ambas no existieron frentes fijos, y en
Cambio, primaron los golpes de mano y la acción de las guerrillas, y en ambas,
Las crueldades por ambas partes fueron extremas.En el
Transcurso de la 1ª Guerra Carlista se pueden distinguir cuatro fases:
a.Entre 1833
–1835
:
periodo favorable a los carlistas.
El coronel Zumalacárregui, jefe del ejército carlista, se hace fuerte en
El territorio vasco-navarro. Muere en 1835 cuando estaba participando en la
Toma de Bilbao. La guerra se extenderá al nordeste de Cataluña y al territorio
Valenciano.
La victoria carlista en esta etapa también se debe a la lentitud e indecisión
De la regente María Cristina en el envío de tropas a las zonas sublevadas,
Puesto que hasta el último momento esperó lograr un acuerdo con su cuñado que
Evitase la guerra.
b.
1836-1837
:
predominio carlista que se refleja en las expediciones que
Realiza D.Carlos a Madrid, Aragón y otros territorios lejos de su influencia,
Pero fracasan a la hora de ocupar ciudades y no se deciden a plantear una
Batalla decisiva. El pretendiente carlista había rechazado un matrimonio con
Isabel como solución al tema sucesorio.
c.
Finales de 1837
: A pesar de mantenerse en las provincias Vascas y obtener algún éxito aislado, los carlistas no cuentan con suficientes Recursos para ganar la guerra y poco a poco se irán debilitando.
Tras largos años de lucha y ante
La posibilidad remota de alcanzar una victoria militar decisiva, el general
Isabelino Espartero logra levantar el asedio carlista a Bilbao y aprovecha las
Disensiones entre los carlistas, para proponer al general carlista Maroto,
Enfrentado a los consejeros de D. Carlos, un Convenio en Vergara
(Agosto de 1839)
Por el que se acuerda la incorporación de los oficiales
Carlistas al ejército isabelino con el mismo cargo, siempre y cuando acepten a
Mª Cristina y se sometan a
La Constitución de 1837. Espartero también se comprometía a proponer
A las Cortes el reconocimiento de los fueros vasconavarros. A partir del abrazo de Vergara, la
Resistencia carlista, dirigida por Ramón Cabrera, se centra en el Maestrazgo. En 1840 las
Tropas isabelinas conquistan Morella y acabarían con la resistencia carlista.
Este acuerdo no satisfizo al Clero ni a D.Carlos, quien desistíó y se exilió a Francia, donde renunció a sus Derechos al trono a favor de su primogénito Carlos Luis. El exilio de D. Carlos no fue el final del Carlismo; todavía a lo largo del siglo estallaron dos conflictos armados más, Aunque ninguno de ellos puso realmente en peligro el Estado Liberal.
No hay que olvidar que las guerras carlistas se producen durante la regencia
De Mª Cristina (1833-1840)
. Mª Cristina es la
Primera garante de las prerrogativas sucesorias que confirman años más tarde a
Su hija Isabel como reina de España. Para ello debe alcanzar el acuerdo con la
Fracción liberal del ejército para hacer frente a las aspiraciones de Carlos al trono. Al principio de su
Regencia, nombró Jefe de Gobierno a Cea Bermúdez, absolutista moderado,
Poco partidario de reformas. Javier de Burgos, ministro de Fomento, realizó la
División de España en 49 provincias. También se proclama una amnistía que
Permitíó el regreso de los exiliados liberales.
Sin embargo, eran las reformas Políticas lo más urgentes. La regente, ante las presiones, y para asegurarse el apoyo de los liberales, Se vio obligada a nombrar, en Enero de 1834, Jefe de Gobierno a Martínez de La Rosa, liberal moderado. Se lleva A cabo una serie de reformas como la definitiva Supresión de los gremios, Autorizando la libertad de industria y de comercio, y de la Inquisición, aunque no se concedíó la libertad de prensa .En Abril de 1834 se publica el Estatuto Real de 1834, una Carta Otorgada, realizada por Mª Cristina, e inspirada en la Carta Otorgada francesa De 1814. Por los temas que tratase Podría considerar como un decreto de convocatoria de Cortes.
El fracaso en la guerra carlista obligaría a dimitir al gobierno de Martínez de la Rosa, que fue sustituido por el conde de Toreno, que Nombró ministro de Hacienda a Juan Álvarez Mendizábal que se fija tres Objetivos: reunir recursos financieros Para poder vencer en la guerra carlista, eliminar o disminuir la deuda Pública existente, y eliminar las formas De propiedad feudal típicas del Antiguo Régimen. En plena guerra carlista el Ministro de Hacienda Juan Álvarez de Mendizábal, del Partido Progresista, Disolvíó las órdenes religiosas (excepto las dedicadas a la enseñanza y a la Asistencia hospitalaria) y organizó por decreto del 16 de Febrero de 1836 La incautación y posterior subasta de los bienes de las órdenes regulares. Otra ley del 29 de Julio de 1837 amplió ese proceso a los bienes del Clero secular. Fueron expropiados y nacionalizados, es decir, fueron declarados Propiedad nacional los bienes raíces, rentas, derechos y acciones de las Comunidades e institutos religiosos de ambos sexos con muy pocas excepciones, Disponiéndose además, que serían sacados en pública subasta. El Estado, a cambio, se comprometía a compensar a la Iglesia, Haciéndose cargo de los gastos del culto y del clero.En Octubre de 1836, se reunieron cortes para que la nacíón sancionase La Constitución de 1812 o elaborase otra que. La Comisión constituyente quedó Formada bajo la presidencia de Argüelles, que será el artífice de la Constitución De 1837, a la cual se hace alusión en el texto.
Finalmente, al continuar los conflictos y tras el éxito de Espartero en La 1ª guerra Carlista, Mª Cristina nombra como regente a Espartero, ya que el Pueblo estaba empezando a organizarse de nuevo en Juntas tras la inestabilidad Del mandato de Mª Cristina.
En conclusión, podemos Decir que este convenio es un acuerdo en El que ambas partes están contentas con lo conseguido. Es pues un pacto Entre caballeros, de tono conciliador, que pone fin a la 1ª Guerra Carlista, Que por encima de ser una cuestión dinástica, es una lucha entre dos ideologías Enfrentadas: absolutismo y liberalismo. Su fin supone la victoria y el Nacimiento del Estado Liberal en España. La monarquía se inclina por el Liberalismo.
Este tratado supónía la aceptación de Isabel II como reina, lo que Significaba la aceptación de su derrota; a cambio los isabelinos se Comprometían a respetar los fueros vascos y navarros al tiempo que permitían la Incorporación de los militares carlistas en el ejército español con plenos Derechos. Sin embargo el acuerdo fue Considerado como una traición por el sector más intransigente del carlismo que Continuó sus acciones bélicas un año más en algunas comarcas montañosas de Aragón y Valencia. Maroto fue desleal con Carlos al que había jurado Defender. Entrego su ejército intacto en contra de la opinión del pretendiente Al trono que le acuso de traidor. Aunque es cierto que la situación de los Carlistas no podía ya sino empeorar, Pues no contaban con los medios necesarios para obtener la victoria militar. Así lo entendíó Maroto, que no quiso prolongar más tiempo un derramamiento de Sangre que consideraba inútil. Tras su decisión, a Carlos no le quedo más Camino que el del exilio y la renuncia a Sus supuestos derechos al trono. El exilio de Carlos no fue el final del Carlismo. Espartero consiguió con este Acuerdo una enorme popularidad, que le valíó la concesión por parte de la reina Isabel del título de Duque de la Victoria y convertirse en líder del partido Progresista. A largo plazo, y como demuestra la evolución de la figura Del general Espartero, destaca la aparición del ejercito como protagonista de La vida política. La repercusión del convenio de Vergara es grande y Ensalzaa Espartero como un héroe Popular, lo que propicia su llegada al poder en 1841, presidiendo un Gobierno-regencia hasta 1843.
El Tratado que rompe la vigencia del Antiguo Régimen Español, expone como vencedor Al bando isabelino apoyado en todo momento por varios Estados Liberales Europeos, poniendo de manifiesto la misma confrontación en el Antiguo Continente entre los ideales liberales y absolutistas. De este tratado, se destaca la generosidad del Bando liberal en pro de terminar el conflicto de la manera más breve posible, De ahí las numerosas concesiones de entre las cuales puedo recalcar la Incorporación de las fuerzas carlistas en el ejército español con plenos Derechos.
Por último señalar las Consecuencias que supusieron para España las sucesivas guerras carlistas: Inestabilidad política en el conjunto del país, aunque el carlismo arraiga principalmente En Cataluña, el País Vasco, Navarra y el Maestrazgo; aparición del ejército como protagonista en la vida política, con Generales que alcanzan gran renombre por su participación en las contiendas, y Movilización de recursos al servicio del conflicto militar, lo que agrava la Situación de la hacienda española, que debe tomar medidas excepcionales para Superarla, como la ampliación de la deuda y la desamortización de bienes Eclesiásticos.Aunque Se produjo una consolidación del Estado Liberal el conflicto Carlista, no Terminó el 31 de Agosto de 1839. A lo largo del Siglo XIX los carlistas provocaron otras dos guerras Civiles más. La llamada Segunda Guerra Carlista, se produjo durante la mayoría de edad de Isabel II y tiene Como causa el rechazo hacia la conducta privada de la reina, caracterizada por La proliferación de escándalos personales, además de la defensa de la religión Católica y de los fueros vascos y navarros. Carlos María Isidro, Carlos V en la denominación carlista, había abdicado en su hijo, también llamado Carlos (Carlos VI) en 1845. Entre 1846 y 1849 tiene lugar esta segunda guerra, durante la cual no hubo ninguna batalla Propiamente dicha, pero sí continuos escarceos bélicos en los mismos escenarios De la primera contienda, sin que los sublevados obtuvieran resultados positivos Para su causa. Más tarde, en 1860, se Produjo el desembarco de Carlos VI en San Carlos de la Rápita, junto con un Grupo de partidarios. La expedición fue Un fracaso y acabó con el encarcelamiento del pretendiente.
La tercera y última de las Guerras Carlista, Comenzó en 1872 durante el reinado de Amadeo de Saboyá. El nuevo pretendiente a La corona en ese momento era Carlos VII, quien quiere aprovechar la situación De máxima inestabilidad que vivía el país en aquellos momentos para hacerse con El poder. Carlos VII llegó a proclamarse rey con toda solemnidad, a acuñar Monedas con su efigie e incluso a establecer una corte en la localidad Navarra De Estella. La guerra duró cuatro años y concluyó, ya empezada la Restauración, Con una nueva derrota del bando carlista. Cánovas decidíó acabara con el Problema de una vez por todas suprimiendo los fueros de las tres provincias Vascas y Navarra. Para acalla las protestas surgidas contra esta medida, que Supónía el pago de los mismos impuestos que en el resto de España, además de la Imposición del servicio militar obligatorio, el gobierno español establecíó una Serie de conciertos económicos con las provincias afectadas.