CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN
Económicamente una gran crisis financiera por la caída de las acciones, gran crisis industrial tras la subida del precio del algodón por la caída de la demanda y una crisis subsistencial por las malas cosechas originando malestar y violencia social. Políticamente por el desgastes del gobierno moderado y la uníón de la oposición en el pacto de Ostende en 1867 donde se expulsa a Isabel II y las Cortes Constituyentes por sufragio universal.
LA REVOLUCIÓN DE Septiembre DE 1868
Se sublevó al almirante Topete en Cádiz junto Serrano y Prim, dando inicio la Gloriosa Revolución. Las tropas fieles a la monarquía intentaron detener el avance hasta Madrid en la Batalla de Alcolea, pero fueron derrotados obligando a Isabel II huir a Francia. La revolución se extendíó por España formando juntas revolucionarias presididas por Serrano. Finalmente se crea un gobierno provisional siendo Serrano el regente y Prim presidente. Se disuelven las Juntas y la Milicia Nacional, y se convocan Cortes Constituyentes donde las elecciones son por sufragio universal masculino.
Constitución DE 1869
Estaba inspirada en las de 1812 y 1837, donde se caracterizaba por una Soberanía Nacional, Libertad de expresión y una Monarquía Constitucional donde los ministros eran responsables en las Cortes. Se intento renovar la economía suprimiendo los impuestos indirectos y generar los directos. A si mismo se creo la peseta como moneda oficial y presentamos a compañías de ferrocarriles y Ley de Minas para obtener dinero extranjero.
EL REINADO DE AMADEO DE Saboyá (1871-1873)
Amadeo I fue elegido por las Cortes en Noviembre de 1870 y llegó a España en Enero de 1871, pocos días después del asesinato del general Prim. Se encontraba en una difícil situación e inestabilidad política por varias razones. El partido progresista se dividíó y la nobleza, el clero y el ejercito que apoyaba a los borbones lo rechazaban, y la oposición de los carlistas, que realizaron un nuevo levantamiento que dio lugar a la tercera guerra carlista y la oposición de los republicanos, partidarios de instaurar la República. Todo esto hizo que Amadeo I de Saboyá abdicara y se instaurara la Primera República.
La I República no logró tampoco estabilizar el país, y en once meses se sucedieron cuatro presidentes: Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar. Tras la abdicación de Amadeo I, la República quedó en manos de dos partidos republicanos, el radical de Ruiz Zorrilla, y el federal.
FEDERAL
Inicialmente el presidente Figueras abogó por una república federal, pero se encontró con la oposición de los radicales de Zorrilla, y pronto se iniciaron los conflictos entre los radicales y los federalistas. Finalmente, al dimitir Figueras, su sucesor Pi y Margall, convocó elecciones generales que dieron mayoría al partido federal, en medio de dos graves problemas: El recrudecimiento de la guerra carlista en el norte, y el movimiento cantonalista en Levante y en el sur. En esta situación se abordó la redacción de un proyecto de Constitución federal, que no llegó a ser promulgado.
UNITARIA:
La República vio desde el principio dificultada su labor de gobierno por los continuos problemas que se le agolpaban. Esta situación caótica provocó la caída de Pi y Margall, y su sustitución por Nícolás Salmerón, que intentó frenar el cantonalismo, pero pronto se vio obligado a dimitir desbordado por la situación. Fue sustituido por Castelar que actuó con firmeza frente a los cantonalistas y aplicó la pena de muerte. La presidencia de Castelar significó un giro conservador de la República, lo que dio lugar a la agitación de los republicanos intransigentes que pretendieron provocar su caída. Ante su previsible derrota en el Parlamento, los militares optaron por un Golpe de Estado. El general Pavía ocupó el Congreso y disolvíó las Cortes, poniendo de hecho fin a la experiencia republicana. El poder ejecutivo lo ejercíó Serrano, que se dedicó a restablecer el orden. La difícil situación existente favorecíó la causa del príncipe Alfonso defendida por Cánovas, ocupado en lograr adhesiones para la restauración borbónica en el trono, a favor de la cual se inclinaban las élites sociales, económicas y militares. En este sentido, en 1870 Isabel II había abdicado a favor de su hijo, y a iniciativa de Cánovas por el Manifiesto de Sandhurst el príncipe propónía una política de conciliación y prometía respetar el ordenamiento constitucional a fin de granjearse el mayor apoyo posible. Finalmente,en 1874 el general Martínez Campos aceleró su triunfo al pronunciarse en Sagunto y proclamar al príncipe Alfonso como rey de España, sin encontrar oposición. Comenzaba así un nuevo período conocido como la época de la Restauración.