3 . Los reinos cristianos en la baja Edad Media: la expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo.
Durante la Baja Edad Media la Corona de Aragón creó en el Mediterráneo un Imperio territorial y económico que competía con Francia, Génova y Venecia. La expansión contó con el apoyo de la monarquía, la nobleza y la burguésía. Fue muy costosa, y en muchos casos debida a cuestiones dinásticas, cuestión que acarreó enemigos internos y externos. Se basó en el comercio a larga distancia con Italia, Norte de África y Oriente, teniendo como centro la ciudad de Barcelona. Se crearon instituciones y organismos: Compañías mercantiles, Consulado del mar, Banca pública municipal (Taula de Canvi), Consulados en ciudades del Mediterráneo, Lonjas de contratación.
Las principales mercancías importadas fueron las sedas, las especias y el coral, a cambio de la exportación de paños, tejidos de lujo y artesanía.
La monarquía estaba interesada en aumentar sus dominios , una vez terminadas sus posibilidades de expansión en la Península Ibérica. La nobleza era favorable a empresas guerreras , de las que obténía tierras, títulos, botines, prestigio y cargos. La burguésía era igualmente favorable a la expansión, ya que ello beneficiaba a comerciantes y artesanos urbanos, en especial de Barcelona.
Las conquistas exigieron un importante esfuerzo militar y económico que llevó a los reyes a pedir el apoyo de los distintos estamentos. Estos aprovecharon para conseguir contrapartidas que limitaron el poder real.
Las áreas de influencia fueron: Sur de Italia, Norte de África, Puertos de Siria y Egipto, Isla de Rodas, escala habitual.
Las fases de la expansión
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1ª mitad del Siglo XIII: conquista de Valencia y Baleares, por el rey Jaime I
1282: conquista de Sicilia por Pedro III
Influencia sobre el Norte de África, que hubo que pactar con Castilla
1311 y 1318: expedición de almogávares a Oriente: anexión de los ducados de Atenas y Neopatria.1323: Conquista de Cerdeña por Jaime II
1442: Conquista de Nápoles por Alfonso V. Colisión con las aspiraciones la casa francesa de los Anjou, lo que provocó enfrentamientos entre Aragón y Francia por el control del sur de Italia.
4 . Los reinos cristianos en la baja edad media: las rutas atlánticas ( castellanos y portugueses). Las islas Canarias.
Motivaciones: El Atlántico Norte era la principal vía de exportación de lanas y de hierro a Europa, además de la importación de artículos de lujo, mientras que el Atlántico Sur facilitaba el acceso a productos africanos: oro, marfil, esclavos, paños y telas italianas y especias. La uníón de ambas rutas se producía mediante ferias y mercados, siendo la más importante la de Medina del Campo.
Consecuencias: Intensa actividad pesquera y naval. Potenciación de la marina cantábrica. Facilidades para la conquista de Granada. Control del estrecho de Gibraltar.
Desde principios del Siglo XV la ruta para llegar a las Indias estaba controlada por los turcos en el Mediterráneo oriental. Con el objetivo de hacerse con el comercio de las especias, Castilla y Portugal, las principales potencias marítimas de la época, organizaron expediciones para encontrar una ruta hacia las Indias circunnavegando África.
Castilla
Inició su expansión, al igual que Portugal, por la costa atlántica de África, comenzando por la ocupación de las Islas Canarias .
La conquista del archipiélago fue lenta por la falta de recursos económicos y la resistencia de los indígenas. En una primera fase, a principios del Siglo XV fueron ocupadas las islas de Fuerteventura, Lanzarote y Hierro (1402 y 1428). La conquista con bandera y autorización de Castilla fue realizada por mercenarios normandos al mando de Bethencourt. Por este mismo procedimiento nobles castellanos conquistaron la isla de La Gomera en 1450.
A mediados de siglo surgieron disputas coloniales entre castellanos y portugueses que se resolvieron en 1479 con el Tratado de Alcaçovas , tras la derrota castellana en Aljubarrota, por el que se reconocía la soberanía de Castilla sobre las islas Canarias. Finalmente las tropas castellanas conquistaron Gran Canaria en 1483 y Tenerife en 1496. Se instalaron en ellas colonos andaluces y empresarios genoveses, así como misioneros y traficantes de esclavos. La empresa colonizadora fue prácticamente privada hasta la época de los Reyes Católicos, quiénes prohibieron la venta de los derechos señoriales (práctica habitual a lo largo del Siglo XV).
Portugal :
Una vez terminada la reconquista de los territorios musulmanes de la península ibérica, los portugueses comenzaron las navegaciones por la costa atlántica de África.
Las expediciones contaron con el apoyo de los reyes; el príncipe Enrique el Navegante dirigía la Escuela de Navegación de Sagres, en la que reuníó a numerosos eruditos, navegantes y cosmógrafos. Portugal, además, desarrolló una hábil política exterior: consiguió bulas papales para la exclusiva de viajar a Indias por el Atlántico Sur, y una sólida alianza con Inglaterra.
Los descubrimientos y conquistas se sucedieron a lo largo del Siglo XV:
La primera conquista fue la de Ceuta (1405) y Tánger, a la que siguieron las islas Madeira y Azores y la costa africana hasta el cabo Bojador, en el Sáhará Occidental. En 1460 los portugueses llegaron al golfo de Guinea en cuya costa se concentró el comercio de oro y esclavos. En 1488 Bartolomé Díaz llegó al cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África. Con ello quedaba abierto el camino para que Vasco de Gama, en 1497, llegara al océano Índico y Las Indias (tierras de las especias).