Se me presenta para comentar un texto histórico titulado “Constitución Española de 1978 (29-12-1978)”. Por su contenido podemos clasificarlo como político legislativo. Se trata de un fragmento de fuente primaria que situamos en el primer gobierno de la democracia, presidido por Adolfo
Suárez, que ganó las primeras elecciones democráticas desde 1936 en 1978 con su partido, la UCD. La Constitución fue aprobada por las Cortes el 31 de Octubre, refrendada el 6 de Diciembre y publicada en el BOE el 29 de Diciembre. Suponemos que fue en Madrid, porque allí estaba el gobierno y se elaboraba el BOE. El autor fueron las Cortes constituyentes democráticas formadas tras las elecciones del 78, y en concreto, la comisión de los padres de la Constitución, integrada por miembros desde la derecha franquista (Fraga Iribarne)
, hasta la izquierda comunista (Solé Tura)
. Es un texto público, por lo que estaba destinado a la ciudadanía española, que aprobará esta Constitución por una inmensa mayoría. Su finalidad es la de dotar a España de una Constitución que garantice a sus ciudadanos sus derechos y libertades en un régimen de democracia y libertad.
El tema de este texto es la propia Constitución, y en concreto algunos de sus artículos; en el texto se mencionan los siguientes: en primer lugar, España se define como un Estado democrático de derecho en el que se respetan los derechos y libertades, donde existe soberanía nacional, y que será una monarquía parlamentaria. Además, España es un Estado unitario compatible con autonomías, ya que las regiones que cumplan ciertas condiciones históricas podrán acceder a su autogobierno, y se regirán con los Estatutos. Del mismo modo, la Constitución reconoce los derechos de los territorios históricos, cuyas instituciones se actualizarán de acuerdo a la Constitución y a los Estatutos, por lo tanto quedarán derogadas todas aquellas leyes del pasado que afecten a los fueros. En cuanto a los poderes, la soberanía estará representada en las Cortes bicamerales, el poder ejecutivo residirá en el gobierno, y el poder judicial independiente residirá en los Tribunales de Justicia.
Podemos situar este texto históricamente en 1978, en los primeros años de transición y democracia, cuando España ya tenía cortes democráticas, que en ese momento eran constituyentes y elaborarían la Constitución de 1978.
Tras casi cuarenta años de dictadura, Franco murió en Noviembre de 1975, e inmediatamente comenzaron a producirse hechos importantes que en el plazo de dos años posibilitarían que España celebrase las primeras elecciones democráticas desde la Segunda R. La situación política de España en esos dos años evoluciónó con rapidez, hasta el punto que el poder se vio desbordado por movilizaciones que pedían libertad, amnistía de los presos políticos y autonomía.
Dos días después de la muerte de Franco, Juan Carlos I fue proclamado rey, y pronunció su primer discurso con prudencia, llamando a la concordia, democracia, tolerancia, libertad y reconocimiento de las peculiaridades regionales. Así, su proclamación trajo el indulto para los presos políticos.
Arias Navarro fue confirmado como jefe de gobierno, . //La conflictividad social aumentaba en 1976: en tres meses se sucedieron más de 15.000 huelgas; en Cataluña y el PV en concreto, se movilizaban por la autonomía regional. Serían puestos en libertad los 600 presos políticos que había en las cárceles españolas, nacionalistas vascos en su mayoría. Por otra parte, ETA continuaba sus atentados contra las fuerzas del orden público, provocando reacciones en la ultraderecha y la mano dura del gobierno. Dado que todavía no estaban regulados los derechos de reuníón y manifestación, se produjeron altercados como el de Vitoria, con la muerte de 5 trabajadores en una manifestación, o el de Montejurra, con dos muertos a manos de la ultraderecha. Toda la oposición democrática se uníó en la Coordinadora Democrática en 1976, que pedía amnistía general, legalización de partidos y sindicatos, libertades y la celebración de elecciones libres. //Ya que la acción política tenía como objetivo llegar a la democracia con la transición, el rey dio el paso decisivo de nombrar a Suárez jefe de gobierno. Este sería aceptado por los sectores más conservadores del franquismo por su experiencia en estos círculos, pero llevaría a cabo su misión con una actitud reformista. Así, Suárez y Fernández Miranda serían los hombres para la reforma junto con Gutiérrez Mellado, un militar liberal que tendría un papel fundamental en la reforma de las Fuerzas Armadas. Pronto, Suárez establecería contacto con Felipe González y Santiago Carrillo para preparar la reforma sindical. En Septiembre del 76 se presentaría el “Proyecto de Ley para la Reforma Política”, ideado por Miranda, para modificar el sistema político y regular la convocatoria de las elecciones. Suárez y Miranda actuaron inteligentemente para que las Cortes apoyaran una ley que significaría su disolución. Efectivamente, las Cortes la aprobaron, y también lo hizo el pueblo, aunque la oposición pidiera la abstención. //El nuevo gobierno contaba con Abril Martorell y Fernández Ordóñez, que en cuanto a la economía, acordaron los Pactos de la Moncloa a tres bandas, con el Gobierno, los empresarios y los partidos y sindicatos. Trataban de reducir la inflación (de casi el 30% por los efectos de la crisis de los 70) y de realizar reformas en la fiscalidad, en la Seguridad Social y en la empresa pública. Gracias a estos pactos, las inversiones aumentaron, se construyeron escuelas públicas con las emisiones de deuda pública, se moderaron los costes de trabajo y se igualaron los impuestos directos e indirectos, y se establecíó una fiscalidad progresiva. //Así, en un ambiente de continuo riesgo para la democracia, las fuerzas políticas elaboraron la Constitución de 1978 (texto que comentamos), que creaba un nuevo tipo de Estado. No fue una imposición unilateral de ningún partido, sino el acuerdo entre los más importantes. En el Congreso de los Diputados hubo miembros desde la derecha franquista (Fraga Iribarne)
, hasta la izquierda comunista (Solé Tura)
, integrados en la Comisión de los Padres de la Constitución. En 1978, en un clima de entusiasmo, la C fue aprobada por las Cortes y por el pueblo, y posteriormente el Rey la juró, convirtiendo a España en una monarquía parlamentaria de sistema democrático, como dicta el Art. 1 de la misma. La C reconocía, como también se especifica en ese artículo, todo tipo de derechos civiles, desde la libertad de asociación, reuníón y expresión, al derecho al divorcio y la supresión de la pena de muerte, entre otros. Basándose en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se propugnaba la igualdad (política, de oportunidades,
entre sexos, razas y religiones), las garantías jurisdiccionales y la tolerancia. Así, el Estado pasaba a ser aconfesional y laico.//Una vez aprobada la Constitución, en el 79, Suárez negociaría el Estatuto Vasco con Carlos Garaikoetxea, y tanto este como el catalán serían aprobados en referéndum. Por otro lado, se hará patente el desgaste de la UCD en las elecciones municipales en las que ganaría el PSOE y obtendría la alcaldía de las ciudades más importantes. Las autonómicas tampoco serían favorables a la UCD, por lo que Suárez, en un intento de mantener la democratización dimitíó. El 23 de Febrero, durante la votación para la investidura de Calvo Sotelo (vicepresidente de Suárez), un destacamento de guardias civiles dirigidos por Tejero ocuparía el Congreso, mientras que los tanques de Miláns del Bosch ocupaban Valencia. El 23F fracasaba cuando el Rey exigía el respeto a la Constitución. Este suceso dio un nuevo impulso a la democracia, que llevaría a España a conseguir entrar en la OTAN, aprobar el divorcio y reconocer las autonomías. Las elecciones a Cortes de 1982 darían el triunfo al PSOE con F. González, lo que nos llevaría a la entrada a la CEE, y al fin de la Transición.//La importancia de este texto reside en que con esta Constitución se restauró la democracia, y con ella muchas libertades y derechos que habían sido negados a los españoles durante casi cuarenta años de dictadura franquista. … Además, es la que está hoy vigente en España, lo que quiere decir que, llevando más de 35 años vigente, es la Constitución más duradera que ha tenido España en su historia.