6.1 – Los Reyes Católicos y la uníón dinástica: integración de las Coronas de Castilla y de Aragón
La uníón dinástica entre Castilla y la corona de Aragón se produjo en el contexto de las graves crisis políticas: la Guerra Civil catalana en Aragón entre Juan II y su primogénito el príncipe de Viana, y una Castilla dividida entre los que apoyaban a Juana la Beltraneja y los que apoyaban a Isabel, que finalizó en 1479 con el Tratado de Alcaçobas, en el que además Castilla y Portugal se repartieron el territorio quedando Canarias para Castilla, y la costa africana para Portugal. En 1479, tras la muerte de Juan II, Fernando accedíó al trono Aragónés. La uníón dinástica entre Castilla y Aragón fue una uníón personal, pero no institucional, ya que se respetaron las leyes e instituciones, y la política interior era independiente. Actuaban conjuntamente frente a los enemigos exteriores y se produjo la unificación religiosa mediante la expulsión de musulmanes u judíos en 1492. Aunque en teoría los reinos tenían los mismos derechos políticos, existían grandes diferencias entre ellos. En cuanto a población y territorio Castilla superaba ampliamente a Aragón. Además realizaba su expansión hacia el Atlántico, mientras que Aragón no pudo realizar grandes conquistas en el mediterráneo debido a la amenaza turca. En Castilla la monarquía era autoritaria y en Aragón se mantuvo el pactismo. Se recaudaban impuestos mediante la alcabala que gravaba el consumo, y si se necesitaba una recaudación extraordinaria ésta era mucho más fácil de conseguir en Castilla, donde, además se solía alojar la Corte.
6.2 – Los Reyes Católicos. La conquista del reino Nazarí y la incorporación del reino de Granada
El reino nazarí de Granada, había permanecido en la península pagando fuertes tributos a los reyes castellanos, para ser independientes, pero la toma de Zahara en 1481 fue el detonante de una guerra de conquista.
Las causas fueron la protección de los nazaritas a los piratas berberiscos y la unificación territorial de la península que acababan de llevar a cabo los Reyes
Católicos. La conquista duró diez años y comenzó con la toma de Alhama en 1482. Después caen Alora Ronda Loja y Málaga, ciudad que opuso una gran resistencia por lo que sus habitantes fueron reducidos a esclavos. Tras la toma de Baza en 1489 caen Almería y Guadix. La conquista terminó con la capitulación de Granada el 25/11/1491, con la posterior entrada de los Reyes Católicos en la ciudad el 02/01/1492. Se prometíó el respeto a las costumbres y la religión de quienes permanecieron. Sin embargo, con el decreto de conversión forzosa de los musulmanes, se produjo una rebelión en las Alpujarras que finalizó con la pragmática del 11/02/1502, en que se obligaba a los moros a convertirse o a salir del país. Tras la muerte de Isabel se produjo la incorporación de Navarra, alegando como causa una conspiración con Francia contra Castilla. En 1512 Fernando ocupa Pamplona y en 1515 es anexionada a la Corona de Castilla en las Cortes de Burgos, aunque conservando sus fueros e instituciones.
6.3 – Los Reyes Católicos: la integración de Canarias y la aproximación a Portugal
En la conquista atlántica, Castilla encontró como rival a Portugal, quienes avanzaban por la costa africana. Frente a esto, los Reyes Católicos decidieron ocupar definitivamente Canarias. Las islas menores fueron conquistadas por nobles al servicio de los reyes, quienes conquistaron en 1483 Gran Canaria, en 1493 La Palma y en 1496 Tenerife. Por otra parte el Tratado de Alcaçobas de 1479, que fue renovado en 1489 reconocía a Castilla el dominio de las Islas. Entre los conquistadores y la Corona se establecieron capitulaciones. Por su situación geográfica, Canarias se convirtió en una escala de aprovisionamiento en el descubrimiento de América. Debido al Tratado de Alcaçobas, en el que se planteaba la eliminación de Juana la Beltraneja, y una política de enlaces matrimoniales, la infanta Isabel se casó con el príncipe Alfonso de Portugal. Tras la muerte de éste la sucesión al trono portugués pasó a su primo Manuel el afortunado, que se casó con Isabel, viuda de Alfonso, y a la muerte de esta, en 1500 con María, su hermana.
6.4 – Los Reyes Católicos y la organización del Estado: instituciones de gobierno
Los Reyes
Católicos sentaron las bases de un estado moderno a través del ejercicio de poder cada vez más autoritario por medio de una nueva organización del Estado y una política de control y organización religiosa. Se llevó a cabo una pacificación de conflictos, la reorganización de algunas instituciones y la creación de otras nuevas, y el respeto al pactismo de Aragón. En las cortes de Toledo de 1480 se reorganizó el Consejo de Castilla, con la participación de letrados expertos en Derecho, y constituyéndose nuevos consejos, Aragón, Inquisición e Indias. Los reyes consolidaron la figura del corregidor, funcionario real encargado de la recaudación de impuestos, la administración de justicia y el arbitraje en los conflictos locales. El poder de las Cortes castellanas se limitaba a reconocer al monarca, jurar el heredero al trono y votar impuestos extraordinarios, sin embargo en Aragón el rey si que tuvo que contar con ellas para financiar las empresas de la corona. Se consolidó la chancillería con una sede en Valladolid y otra en Granada. Se organizó un ejército profesional y permanente, y se creó la Santa Hermandad contra el bandolerismo. Los Reyes Católicos obtuvieron el derecho de nombrar obispos e introducen en 1478 el tribunal de la Santa Inquisición. En la Corona de Aragón se consolida la figura del virrey, un representante del rey que recaudaba impuestos, defendía el territorio y presidía la Audiencia Real, y la del corregidor, que controlaba el funcionamiento de la administración de justicia y del orden público.
6.5 – Los reyes Católicos: la proyección exterior. Política italiana y norteafricana
El rey Fernando defendíó los intereses aragoneses en Italia frente a las pretensiones de la Corona francesa, contando con el apoyo del Papa Alejandro VI. En 1494 Carlos VIII de Francia invadíó Italia. Ante esto Fernando creó una Liga Santa compuesta por el Papa, el emperador Maximiliano, Milán y Venecia, que dejó aislado al rey francés, quien tuvo que retirar las tropas ante la presión generada por los tercios al mando del Gran Capitán. En 1500 Luis XII rey de Francia, violó los acuerdos establecidos, y fue de nuevo derrotado por el gran Capitán, con lo que Nápoles quedó definitivamente incorporada a la corona de Aragón en 1503. Fernando también intervino en la conquista de África, que fueron incorporadas a Castilla, como Melilla, conquistada en 1497, Vélez de la Gomera en 1508, la plaza de Orán en 1509, Bugía en 1510, y establecíó protectorado en Argel y Trípoli. Todo esto fue coordinado por el cardenal Cisneros, regente a la muerte de Isabel la Católica.