Causas de la independencia de las colonias americanas

Patriotas y realistas en América del sur

La independencia de Chile.

Luego de más de dos años de preparación y entrenamiento, un ejército de 4000 soldados cruzó la Cordillera de los Andes al mando de San Martín. El cruce demandó miles de mulas y caballos para transportar hombres, víveres, armas y todo lo que se requería para la empresa.

En Febrero de 1817, se produjo el primer triunfo de las fuerzas patriotas en Chacabuco. Luego las tropas ocuparon la ciudad de Santiago y el puerto de Valparaíso. El  12 de Febrero de 1818, se declaró la independencia de Chile, y San Martín organizó, junto al General y patriota chileno Bernardo de O´Higgins, la expedición al Perú. En Agosto de 1820, la flota partíó rumbo a Lima, financiada por los chilenos


La independencia del Perú

Hacia 1814 Perú se hallaba controlado por las autoridades coloniales. Durante ese año se había iniciado en el cuzco un levantamiento de criollos, mestizos e indígenas.

Las protestas aisladas de algunas poblaciones no encontraban líderes capaces de extenderlas al resto del territorio. El 15 de Julio de 1821 declaró San Martín la independencia del Perú. Las fuerzas con el virrey a la cabeza, se trasladaron a las montañas para organizar la defensa del territorio.

San Martín planeó varias campañas para derrotarlos pero no pudo conseguirlo, entonces renunció a la tarea.

Los Bolivarianos en la batalla de Ayacucho derrotaron a los españoles en Diciembre de 1824


En Brasil, una independencia dinástica

Mientras las revoluciones y las independencias se extendían por Hispanoamérica, el Imperio portugués se manténía en pie desde su nueva sede en el Brasil.

El traslado de la corte de Braganza desde Lisboa a Río de Janeiro en 1808 había evitado el colapso de la monarquía. Desde su arribo a tierras americanas, el príncipe regente, Juan VI, y su esposa, en carlota Joaquina, habían participado activamente en la política de las colonias hispanas.

Luego la derrota de Napoleón Bonaparte y de la restauración de las monarquías absolutas en Europa, los portugueses que pertenecían en la metrópoli comenzó a ejercer presión para que Juan VI regresara.

Por el contrario, en 1815, el Príncipe Regente elevó al Brasil a la categoría de reino, en igualdad y condiciones con Portugal, lo que provocó más preocupación en Lisboa.


El Imperio del Brasil

Juan VI, presionado por los liberales metropolitanos, exigíó que su hijo Pedro retornara a Lisboa, pero el regente se negó a hacerlo, apoyado por los terratenientes y los comerciantes de las regiones de San Pablo, Río de Janeiro y Minas Gerais. Esta situación impulso la declaración de independencia el 7 de Septiembre de 1822, mediante el Grito de Ipiranga. A partir de eso aparecíó un nuevo Imperio del Brasil, que adoptó a Pedro de Braganza como Emperador, bajo el nombre de Pedro I.

Pedro I fue reconocido por el reino de Portugal como el nuevo monarca en 1825.


Las revoluciones y sus consecuencias

Las revoluciones latinoamericanas, a pesar de sus diferencias, tuvieron puntos en común. Por un lado, todos nacieron de las crisis sufridas en sus respectivas metrópolis.

Así ocurríó con Haití, cuya independencia en 1804 fue producto de las disputas desatadas a partir de la revolución francesa de 1789. La crisis de la monarquía española de 1808 abríó, por su parte, el proceso revolucionario que culminó con las sucesivas declaraciones de independencia de la mayor parte de las jurisdicciones hispanoamericanas. Sólo Cuba y puerto rico se mantuvieron leales a España luego de finalizadas las guerras en 1825.

Los estragos de las guerras hispanoamericanas

Las guerras que surgieron con las primeras revueltas contribuyeron a extremar las posiciones de los distintos bandos en pugna. Ejércitos insurgentes y contrainsurgentes libraron en un comienzo una guerra civil: ambas fuerzas eran mayoritariamente americanas.

Sin embargo, en el transcurso de lucha se fue reforzando la identidad criolla contra los españoles peninsulares. La voluntad que tenían de independizarse de la metrópoli fue creciendo a ritmos distintos y según los avances de la disputa bélica en las diversas regiones.


Del monopolio al libre comercio

Las independencias pusieron fin a los sistemas monopólicos imperantes durante el dominio colonial. El libre comercio se fue imponiendo en las diversas regiones, y de allí en más América gozó del libre acceso a las mercancías y los productos procedentes de las diferentes potencias.

Gran Bretaña presiónó durante esos años de revolución y guerra para abolir los sistemas monopólicos y supo aprovechar la situación para entablar relaciones comerciales con las excolonias americanas. A partir de entonces los ingleses introdujeron sus mercancías del sistema más rápido y eficiente de comercialización de forma directa. Cuando gran Bretaña se expandíó industrialmente, buscó nuevos mercados para colocar sus manufacturas, favorecidas por sus bajos precios y por ser mejor calidad que las producciones locales.

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