El triunfo del Liberalismo en España supuso la paulatina supresión de las formas jurídicas y Económicas propias del Antiguo Régimen. La propiedad debía ser plena, por lo Que era necesario desamortizar la tierra que en gran parte se encontraba Amortizada, es decir, fuera del mercado, y vinculada a una familia (señorío Nobiliario) o institución (Iglesia y ayuntamientos). A esto atribuían los Liberales su escasa productividad, además de su encarecimiento, por el reducido Volumen de tierras en el mercado.
Aunque el proceso se
Remonta a Godoy, la desamortización fue obra
Sobre todo de los gobiernos liberales durante el reinado de Isabel II y
Su objetivo fundamental no fue llevar a cabo una auténtica reforma agraria,
Sino recaudar dinero para reducir la deuda pública.
Las primeras medidas Desamortizadoras tuvieron lugar durante el reinado de Carlos IV, cuando Godoy Autoriza en 1798 la desamortización de Los bienes de la suprimida Compañía de Jesús y de las obras pías (hospitales, Hospicios, casas de misericordia, etc.) para, con su venta, hacer frente al Pago de la deuda pública en un contexto de guerras. Se vendíó entonces la sexta Parte de las propiedades de la Iglesia.
Durante la Guerra de Independencia, las Cortes de Cádiz nacionalizaron los bienes de las Ordenes Militares, la Inquisición, los conventos Suprimidos y los de los afrancesados (decreto de 1813). Estas medidas Prácticamente no fueron llevadas a cabo, aunque sirvieron de precedente a las Desamortizaciones liberales posteriores. De hecho, durante el Trienio Liberal Se aplicó el decreto de 1813 (supresión de monacales y desamortización de la Mitad de los bienes de propios y baldíos). También se procedíó a desvincular Los señoríos, que se transformaron en propiedad privada plena, y a suprimir el Mayorazgo. La restauración absolutista con Fernando VII anuló toda esta obra.
Con todo, el grueso De la desamortización española fue obra de los progresistas Mendizábal (la Conocida como desamortización eclesiástica) y Madoz (civil) durante el reinado De Isabel II.
Los decretos de 1836
Y 1837, firmados por Juan Álvarez de Mendizábal, siendo regente Mª
Cristina, ordenaban la venta de las
Propiedades de las compañías religiosas recientemente suprimidas. En esa fecha
El país, además de los problemas económicos que arrastraba, tenía que hacer
Frente a las guerras carlistas y a la inestabilidad política. La reina regente,
A la muerte de Fernando VII, debe apoyarse en los liberales para defender el
Trono de su hija frente a los absolutistas partidarios de D. Carlos. La desamortización de Mendizábal tenía como
Objetivo principal recaudar fondos para reducir la deuda pública y afrontar las
Guerras carlistas. Pero, como él mismo aclara en la presentación de sus
Decretos, también pretendía sumar apoyos al liberalismo, pues los compradores
De las tierras subastadas unirían sus intereses al éxito liberal.
Por otra parte, con La venta en lotes de la tierra, creía Mendizábal que se constituiría una masa De pequeños y medianos propietarios, base del propio desarrollo económico del País. Además, consideraba que los compradores Procurarían mejorar las técnicas de cultivo para hacer más rentable su Explotación.
Para desamortizar los bienes de manos muertas, se procedíó a Nacionalizalos, por lo general sin indemnización, y a venderlos en subasta Pública. Aunque las tierras debían ser divididas en lotes, no siempre se Cumplíó con este requisito, ni se impidió que un mismo comprador comprara varios lotes. El decreto de Mendizábal admitía como parte del pago las títulos de deuda pública, beneficiando A los poseedores de deuda pública, es decir, la burguésía; además, de ese modo Se recaudó menos de lo previsto, si bien el Estado pudo amortizar una parte de Su deuda.
Entre 1836 y 1844 se puso a la venta más del 60% del patrimonio de la Iglesia y se Recaudaron cerca de 3.500 millones de reales. Desde esa fecha, con los Moderados al frente del gobierno, la desamortización se suspendíó.
La Ley de Pascual Madoz de 1855, durante el Bienio Progresista, ordenaba la desamortización De todas las propiedades que aún permanecieran amortizadas. Afectó Fundamentalmente a bienes de propios y comunes de los municipios, teniendo un Efecto muy negativo sobre las clases más desfavorecidas, que encontraban su Sustento en estos terrenos comunales. Su finalidad esencial era recaudar fondos Para la construcción del ferrocarril y acabar con una forma de propiedad propia Del pasado. En este caso sólo se aceptó dinero en efectivo como forma de pago. El Valor económico de esta desamortización duplicó a la de Mendizábal, con casi 5.000 millones de reales recaudados, y Su aplicación se extendíó hasta 1924, aunque el grueso de las ventas de Hicieron entre 1855 y 1867.
Las desamortizaciones, aunque no produjeron una auténtica Reforma agraria, tuvieron importantes repercusiones, tanto en la agricultura Como en otros campos.
En primer lugar se Modificó el régimen jurídico de la propiedad de la tierra, liberalizando su Compraventa y trasformando la propiedad vinculada en libre y plena.