Situación política y económica 1943-1945

15.1.1. El carácter social del régimen franquista La victoria del bando nacional en la Guerra Civil, soluciónó por la violencia la crisis abierta en España desde 1917.
El bloque social dominante, la oligarquía de la Restauración, con apoyo del Ejército y de la Iglesia, logró reconquistar su hegemonía socio-económica, puesta en peligro en la República. El régimen franquista también se apoyó en las clases medias rurales y de ciudades provincianas.

Entre los jornaleros agrícolas, obreros industriales y clases medias republicanas de las grandes ciudades, la Dictadura tuvo escaso respaldo

Pero la represión, la miseria y el hundimiento moral de la derrota impidieron cualquier reacción general contra la Dictadura. Después, la propaganda, el aumento del bienestar y el relevo generacional hicieron que parte de estos sectores adoptaran una actitud de acomodamiento apolítico, de aceptación del régimen e incluso de respaldo al franquismo. 15.1.2. Los componentes ideológicos del régimen franquista Los componentes ideológicos del régimen franquista fueron:-El antiliberalismo, oposición a la democracia parlamentaria, considerada ajena a la tradición política española,  y el antimarxismo-comunismo
La Dictadura se identificó con el catolicismo, en su versión más tradicionalista y reaccionaria, generalizándose el término de nacional-catolicismo para denominarla. –

Tradicionalismo y ultranacionalismo español

En contraposición, todo sentimiento nacionalista de autonomía de  las regiones y nacionalidades fue descalificado como antiespañol y perseguido. –

Militarismo

En cualquier acto público se exaltaba a la bandera, al ejército y al himno nacional.-

Componentes fascistas

Símbolos inspirados en el fascismo; un partido único; exaltación del Caudillo; desprecio a las instituciones liberal-democráticas; o la violencia como medio de un control de masas.

15.1.3. La institucionalización de la Dictadura franquista: la creación del nuevo régimen

 El nuevo régimen político se establecíó como sistema autoritario, sin Constitución ni libertades democráticas, inspirado, en principio, en el modelo totalitario fascista. Desde la Guerra Civil, se fue organizando un régimen basado en un jefe de Gobierno del Estado (Franco), que concentraban todos los poderes del Estado (Jefe de Estado)
. Franco también era el jefe nacional del partido único (FET y de las JONS)
y el jefe supremo de las Fuerzas Armadas (Generalísimo).
Ante está concentración de poder, se empezó a llamar a Franco el

Caudillo


La consolidación del poder de Franco culminó, en Enero de 1938, al designar su primer gobierno, momento en el que ejercíó de manera efectiva todos sus poderes. Además, Franco tendrá el poder de promulgar leyes (poder legislativo)
, lo que le permitía establecer o modificar leyes políticas básicas que institucionalizaban el régimen y regulaban el sistema franquista. Eran las Leyes Fundamentales.
La estructura política y la doctrina del Estado franquista se denominaron el Movimiento Nacional.
Otro poder controlado por el Estado fueron los Sindicatos Verticales (sindicato corporativo de Falange)
, establecidos en la primera ley fundamental del franquismo, el  Fuero del Trabajo (1938), basado en los principios del nacional-sindicalismo falangista y en la organización corporativa del fascismo italiano. Se prohibía el sindicalismo de clase y se otorgaba el control de las relaciones laborales a los Sindicatos Verticales, donde se integrarían empresarios y trabajadores por ramas de producción. La estructura imitadora del fascismo empezó a cambiar a partir de 1945, vencidas las potencias fascistas en la Guerra Mundial.

La organización del partido único perdíó peso mientras lo ganaba la estructura de Gobierno

El régimen fue asemejándose a un dictadura militar reaccionaria. El partido único nunca llegó a controlar las instituciones del Estado (como en los regíMenes fascistas), ni en la época de mayor influencia de los falangistas (1939-42), por el contrario, a partir de 1945, FET de las JONS se convirtió en un instrumento burocrático en poder del Estado y de su Jefe: Franco.
Debido a la oposición exterior de las potencias democráticas al sistema político español, el régimen inició, desde 1943, por medio de Leyes Fundamentales, reformas que le permitieran prescindir de muchos de sus signos de tono fascista y empezar a adoptar formas que resultaran menos chocantes para las democracias liberales occidentales. Estas Leyes Fundamentales fueron:

La Ley de Cortes(1942). Se reinstauraban las Cortes, con funciones de deliberación y ratificación de las decisiones de Franco. No tenían nada que ver con una verdadera representación democrática. Entre los representantes en Cortes (procuradores), unos eran  designados por el poder, otros  eran elegidos por distintas asociaciones profesionales y por las llamadas corporaciones: familia, municipio y sindicato.-
El Fuero de los Españoles(1943), una Declaración de Principios que aceptaba una serie de derechos individuales carácterísticos de los sistemas políticos liberales (igualdad ante la ley, habeas corpus, seguridad  jurídica, libertad de expresión y de asociación (pero ni política ni sindical)) que no se cumplían posteriormente. Su objetivo real era enmascarar el carácter autoritario del régimen.-

La

Ley de Referéndum(1945) permitía al Jefe del Estado convocar un plebiscito (referéndum) para que el “pueblo” aprobara directamente una Ley Fundamental.-

La Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado

Elaborada en 1946, fue aprobada en el primer referéndum del franquismo en 1947. En ella se establece que laforma del Estado español después de la muerte de Franco será la monarquía. Y autorizaba a Franco a proponer a su propio sucesor. De la segunda etapa del franquismo son las Leyes Fundamentales: la Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958) y la Ley Orgánica de Estado (1967) (Se comentarán posteriormente).A este sistema se le llamó democracia orgánica.
Pero estaba muy alejado de una auténtica democracia liberal:
Todo el poder político se concentraba en el Jefe del Estado; no había auténticas instituciones representativas; los escasos referendos y elecciones eran manipuladas desde el poder; no había libertad de asociación política ni sindical; y existía la censura previa…Franco había impuesto en España un modelo de Estado autoritario-totalitario muy difícil de definir, pues era un híbrido de dictadura militar, Estado fascista y monarquía absoluta sin rey.

15.1.4. Familias del régimen franquista.
Franco no sustentó nunca su régimen en un solo grupo político o ideológico, sino sobre diversas «familias», que tenían caracteres muy distintos. Unas eran grupos corporativos (el Ejército y la Iglesia)
, otras eran políticas (Falange, el tradicionalismo-carlismo y sectores católicos y monárquicos)
.La amalgama de doctrinas que confluyeron en la ideología del régimen acabó por convertirlo en un nacional-catolicismo, en el que la influencia de la Iglesia fue determinante.
  A cambio de su apoyo, la Iglesia se convirtió en un verdadero poder, gozó de privilegios e impuso la unidad católica con exclusión oficial de otras religiones. Se hizo del catolicismo, en su versión más intransigente, el fundamento principal de la ideología del régimen y del sistema educativo. Se impuso una estricta moral católica, pública y privada, cuyo incumplimiento era castigado con el Código Penal. Su control de la educación era completo: la Iglesia era titular de gran parte de los colegios, y la enseñanza religiosa era obligatoria incluso en la Universidad. Además la Iglesia tenía competencias en materia de censura. Los católicos de asociaciones de la Iglesia o, más tarde, del Opus Dei, suministraron dirigentes de un alto nivel técnico. Obispos y prelados participaron en las Cortes franquistas y en el Consejo del Reino. La Falange perdíó poder y sus originarios ideales de tipo fascista se transformaron en ciega lealtad al Caudillo. Se convirtió en aparato burocrático del régimen y sus Sindicatos Verticales en un instrumento de control del mundo obrero. Dependientes de FET de las JONS, se crearon organizaciones de encuadramiento político e ideológico: el Frente de Juventudes, la Sección Femenina (la rama femenina de FET de las JONS). Se editaron numerosas publicaciones de propaganda. El régimen introdujo en la enseñanza clases obligatorias de Formación Política en los principios básicos de la doctrina falangista. El Ejército fue la columna vertebral del sistema y nunca discutíó el poder del Generalísimo. Éste sólo tuvo algunos problemas con los generales partidarios de una pronta restauración de la Monarquía.  También los monárquicos colaboraron. Los carlistas tuvieron un papel secundario. Los alfonsinos creían que, terminada la guerra, la Dictadura dejaría paso a la Monarquía. Pero Franco no tenía intención de reponer la Monarquía de manera inmediata, más bien pretendíó construir un régimen personal. Sin embargo, mantuvo relaciones, aunque difíciles, con  Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII y heredero de la Corona. A pesar de esto, muchos monárquicos colaboraron con el régimen ocupando puestos clave. En realidad, todas estas familias no dejaban de ser ficticias. Franco, que carecía de una ideología política clara, elegía sus colaboradores al margen de etiquetas. Para hacer carrera se precisaba lealtad personal a Franco, prudencia y carencia de excesivas ambiciones.

Además, el dictador buscó siempre equilibrar la participación de los diferentes grupos en el Gobierno

.15.1.5. El régimen y la política internacional. La Segunda Guerra Mundial. Del aislamiento al reconocimiento internacional   Poco después de concluir la Guerra Civil en España, se inició la II Guerra Mundial.
El franquismo se encontraba ligado al bando de las potencias fascistas de Alemania e Italia, por su ayuda en la Guerra Civil y porque el régimen manténía carácterísticas ideológicas similares. Al desencadenarse el conflicto, España se declaró neutral.
Las potencias fascistas sondearon las posibilidades de integración española en el conflicto. En el gobierno el gran valedor de la entrada de España en la guerra era el ministro de Asuntos Exteriores, Serrano Súñer.
Franco, suponiendo, por el desarrollo hasta entonces del conflicto, que Alemania sería la vencedora, pensaba, si entraba en la guerra, en la posibilidad de crear un Imperio en el norte de África, con las posesiones francesas y recuperar Gibraltar.
Franco mantuvo en Hendaya (Francia), en Octubre de 1940, una entrevista con Hitler.
Franco exigíó  grandes compensaciones económicas, territoriales y de armamento que Hitler no aceptó. Por lo que la entrada de España en la guerra no se produjo, pero pasó del status internacional de país neutral al de no beligerante.
España envió al URSS, en 1941, la División Azul formada por voluntarios para combatir contra el comunismo junto a Alemania. Cuando, en Octubre de 1943, la guerra se tornó desfavorable para las potencias fascistas, la propaganda a favor de Alemania disminuyó drásticamente y el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, el general Gómez-Jordana, empezó a enfriar las relaciones con Alemania, pasando del status de no beligerancia al neutralidad y retirando la División Azul, para satisfacer a Gran Bretaña y a EEUU.A partir de 1945, tras la derrota de las potencias fascistas, comenzaron los peores tiempos para el régimen. A lo largo de 1946, se produjo el aislamiento del régimen franquista.
La Asamblea General de la ONU votó en contra de la entrada de España en sus organismos, porque el gobierno de Franco «no representaba al pueblo español por lo cual carecía de legitimidad». En Diciembre, la ONU recomendó a todos los países que retirasen sus embajadores de España. El bloqueo económico y diplomático se fue cerrando, agravándose la situación económica y prolongándose el hambre y la miseria.  Pero una vez iniciada la Guerra Fría (1947) entre los EEUU y la URSS, aunque España no fue admitida en la OTAN, ni recibíó la ayuda del Plan Marshall, su presencia internacional interésó cada vez más a los EEUU. Las relaciones internacionales entraron en una fase más favorable, gracias a que España se convirtió en un fiel aliado occidental en la lucha contra el comunismo.
En 1950 la ONU revocó las recomendaciones de 1946 y España fue admitida en organismos internacionales (FAO, UNESCO) y empezaron a volver los embajadores. Era el fin del aislamiento.
En 1953, el régimen se apuntó dos importantes triunfos. La firma de un nuevo Concordato con la Santa Sede, lo que afianzaba aún más la alianza con la Iglesia. Y la firma de los tratados militares con EEUU, por los que España cedía bases militares en su territorio a cambio de ayuda militar y económica (créditos). Pero, sobretodo, del apoyo político de EEUU, lo que aseguró al régimen su tranquilidad internacional.
España terminó ingresando en las ONU en 1955.
Un año después, en 1956, siguiendo las recomendaciones de descolonización de la ONU, España abandonó su protectorado en el norte de Marruecos.


15.1.6. La oposición: exilio, represión y resistencia


En la fase final de la Guerra Civil, abandonaron España, unas 400.000 personas comprometidas con la República. Una parte de ellas regresó pronto al país. Con todo, alrededor de 100.000 permanecieron en el exilio.
En la emigración figuraban importantes escritores e intelectuales y muchos de los políticos de la República. Fue México, el país que acogíó a un mayor número de españoles gracias a su presidente Lázaro Cárdenas. En Francia se establecíó una importante colonia de exiliados españoles que sufrieron grandes penalidades, llevados al principio a campos de concentración. Bastantes de ellos contribuyeron a la resistencia francesa contra los nazis.

En el exilio se desarrolló una parte muy importante de la oposición política al franquismo

La profunda represión del enemigo político que se practicó en la Guerra Civil se continuó en la posguerra. Con la Ley de Responsabilidades Políticas (Febrero 1936), el régimen ejercíó una depuración de las personas que habían colaborado con la República desde antes de la Guerra Civil, desde 1934. El increíble argumento jurídico de esta Ley era considerar que quienes permanecieron fieles a la República eran los verdaderos reos de rebelión por oponerse al triunfo del Movimiento Nacional. En 1940, se promulgó la Ley de Represión del Comunismo y la Masonería. Junto a los juicios militares que llevaron a la pena de muerte a muchos republicanos (más de cuarenta mil), se dieron juicios civiles por responsabilidades políticas, que podían acabar en penas de prisión, de confiscación de bienes, de separación de sus puestos de trabajo (depuración de maestros y profesores, funcionarios) o de destierro. Las cárceles estuvieron llenas de vencidos en la guerra (más de doscientos mil presos) y de nuevos opositores al régimen hasta entrados los años 50. En 1963, cesaron los tribunales militares y se creó el Tribunal de Orden Público (el TOP), elemento clave de la represión a partir de aquel momento.La pérdida de libertades individuales y colectivas se completó en Cataluña y el País Vasco, con la abolición de sus estatutos de autonomía. Se prohibíó el uso del catalán y el vasco en las publicaciones, los tribunales, en el registro civil, en inscripciones, en la enseñanza y en los servicios religiosos La oposición al régimen crecíó desde finales de la Guerra Mundial. Comenzaron a recomponerse las organizaciones internas del PSOE, la UGT, el PCE o la CNT. Se apoyó la lucha de guerrillas o maquis, sobre todo, por el PCE. Las acciones de los guerrilleros duraron hasta 1948, pero lograron objetivos muy escasos y fueron muy duramente reprimidas.

15.2.1. Las transformaciones económicas de la autarquía al desarrollismo15.2.1.1. La autarquía

En 1939, España era un país arruinado demográfica y económicamente.
El hambre afectaba a gran parte de la población.
Se optó por la autarquía económica, sistema económico autosuficiente sin dependencia del exterior basado en el fascismo italiano.

Para alcanzar la autosuficiencia económica,  el régimen se aisló del exterior y sustituyó el mercado por la intervención estatal

.La política económica autárquica tuvo dos grandes ejes de actuación:-La reglamentación (cupos) del comercio exterior (importaciones y exportaciones).El fomento industrial orientado hacia las actividades de interés militar.
En 1941, se nacionalizó la red de ferrocarriles con la creación de RENFE y se fundó el Instituto Nacional de Industria (INI),conglomerado de empresas públicas.En este contexto, la industria privada se desarrolló difícilmente.  Las consecuencias de esta política económica fueron nefastas: estancamiento de la producción industrial y agrícola.

Las decisiones de la Administración consolidaron una economía muy poco competitiva, en la que la lentitud burocrática, la corrupción y el tráfico de influencias fueron constantes.En productos intervenidos, los productores tenían que vender la totalidad de la producción a un precio fijo al Estado, que era el que vendía estos productos a los consumidores a un precio regulado.
Fijándose los precios, en general, por debajo de  la oferta y la demanda, lo que condujo al desabastecimiento de alimentos.

Los productores ocultaban gran parte de su producción, para no venderla a unos precios oficiales poco rentables. Esto ocasiónó las colas en los puntos de venta oficiales y el mantenimiento del racionamiento, hasta 1953, prolongando el hambre.
Provocando la aparición del estraperlo o mercado negro:
Compra y venta de forma fraudulenta de productos intervenidos a precios mucho más altos que los oficiales, debido a su escasez.Los precios oficialesno favorecieron a los más débiles, como se justificó, dando origen, en cambio, a numerosos negocios basados en la especulación e influencia en la Administración.
Gracias al estraperlo, una minoría (grandes productores y especuladores)­ se enriquecíó a costa de la pobreza general.

Los precios duplicaron o triplicaron los del mercado oficial, multiplicándose las ganancias que se hubieran obtenido en un sistema de libre mercado.
También se dio una gran escasez energética (racionamiento de carbón y petróleo, restricciones eléctricas).


15.2.1.2. El fin de la autarquía. El Plan de Estabilización y el desarrollismo de los 60


En 1950, el fracaso de la política autárquica era claro.
El giro en la política económica se inicia con el cambio de Gobierno de 1951.

Se decretó una liberalización parcial de precios, comercio y circulación de mercancías

Se inició una etapa de expansión económica.

En 1954 se superaban las cifras de renta por habitante de 1935

Al crecimiento contribuyeran las ayudas estadouniden­ses, que comenzaran a llegar en 1951, y se incrementaron tras el tratado con EEUU de 1953.

 Pero la prosperidad era sólo aparente.
Los presupuestos y la balanza comercial eran deficitarios. La fuerte inflación entorpecía la expansión.
En 1957 el dictador entregó la direc­ción económica a los “tecnócratas” del Opus Dei (Navarro Rubio (ministro de Hacienda), Ullastres (ministro de Comercio)). Entre 1959 y 1973, la economía experimentó un proceso de transformación sin precedentes.
España se incorporó definitivamente al grupo de los países industrializados.
La reforma económica de 1959trataba de liberalizar la economía  para conseguir un fuerte ritmo de crecí­miento, una rápida industrialización y la conexión de la economía española con la internacional.
El Plan de Estabilización (1959) fue diseñado y financiado, con créditos del FMI y del Banco Mundial.
Los principales ejes del Plan fueron la reducción del gasto público, el incremento de impuestos, la congelación de los salarios y la devaluación de la peseta.
Se inició la liberalización interior, con la eliminación de los organismos intervencionistas y el fin del control de precios. Y una liberación exterior, con la supresión de obstáculos a la entrada de mercancías y capitales extranjeros.

 Los resultados fueron inmediatos
. Entre 1959 y 1960 se produjo un fuerte parón económico. Pero se consi­guió la reducción del déficit y la acumu­lación de capitales, y, a partir de 1961, comenzó el proceso de relanzamiento.
La economía española crecíó a un ritmo al­tísimo. La expansión industrial se basó en los bajos salarios y en la masiva llegada de inversiones extranjeras.
La tecnología procedente del extranjero hizoposible mejorar la productividad de la industria española. La importación de energía, sobre todo, petróleo, crecíó de forma rápida. El comercio exterior conocíó un notable aumento, reactivándose las exportaciones. El crecimiento de la industria produjo una intensa emigración de mano de obra campesina hacia las grandes ciuda­des y hacia Europa. El resultado fue el alza de salarios en el campo, al disminuir la oferta de mano de obra, lo que impulsó la mecanización de las tareas agrícolas.
La moderniza­ción agrícola y despoblamiento del interior fueron fenó­menos paralelos.
La balanza de pagos dejó de ser deficitaria, por las divisas obtenidas del creciente turismo (que se convirtió en uno de los puntales económicos del país), por las inver­siones extranjeras y por las remesas que los emigrantes enviaban a sus familias, lo que contribuyó al cremiento interior. A partir de 1963, el Gobierno elaboró los Planes de Desarrollo, intervencionismo del Estado de carácter indicativo, paraconseguir, en periodos de cuatro años, el crecimiento en sectores industriales clave, mediante incentivos fiscales, ayudas estatales y medidas proteccionistas.
Se intentó solucionar deficiencias estructurales de la industria (pequeña dimensión, baja productividad) y crear los polos de desarrollo, para reducir los desequilibrios regionales promoviendo nuevas industrias en zonas deprimidas. Pero no se cumplieron muchos de los objetivos previstos.En conjunto, el crecimiento económico español entre 1961 y 1973 fue elevado y constante, y significó una profun­da transformación del sistema productivo y la apertura al ex­terior.
La producción industrial casi se multiplica por cuatro.

Pero el crecimiento fue posible gracias a la expansión de la economía mundial

El auge europeo y norteamercicano permitíó exportar productos españoles, enviar a un gran número de trabajadores al exterior, obtener grandes ingresos por el turismo y considerables inversiones de capital extranjero deseoso de aprovechar los bajos salarios.A pesar de la profundidad de la transformación, a comienzos de los 70, la renta por habitante española era todavía muy inferior a la de las economías más avanzadas de Europa.
Además, se dieron toda una serie de limitaciones que resultaron ser una pesada herencia económica que dificultó seriamente la transición a la democracia:
1. La consolidación de una economía protegida, orientada al mercado interior y poco competitiva en el exterior, y la tendencia al mantenimiento de un creciente déficit comercial.2. 

Fuerte tendencia a la inflación

3. El desarrollo económico era estrechamente dependiente de determinados recursos energéticos (petróleo).
Por eso la crisis del 73 fue mucho más grave en España que en otros países europeos
4. La especialización de la industria se realizó en sectores de un bajo nivel tecnológico.
5.
Escasa capacidad de creación de empleo de los sectores productivos españoles.
6. El mantenimiento de desequilibrios en la distribución de la renta entre regiones y personas.

15.2.2. La evolución política del régimen franquista en los años cincuenta y sesenta


Al iniciarse la década de los 50, ante la necesaria reorientación política y económica del régimen.
Franco remodeló el Gobierno en 1951.
El nuevo gabinete se caracterizaba por ser una combinación de falangistas y católicos, pero con un peso mayor de estos últimos.
Las ayudas recibidas (1953-56) no corrigieron la difícil situación económica y surgieron los primeros síntomas de descontento (huelgas y disturbios en medios laborales y en la Universidad), y fue necesario un cambio político más profundo. En la remodelación del Gobierno de 1957 entraron como ministros los primeros tecnócratas de la institución católica del Opus Dei, Navarro Rubio, en Hacienda y Ullastres, en Comercio.  La política del régimen experimentó un sensible cambio, que sin alterar el sistema dictatorial, aportaron criterios más técnicos y modernizadores e iniciaron una reorientación de la política económica.
Los tecnócratas no eran ideólogos sino «técnicos» que no discutían los contenidos represivos y antidemocráticos del régimen. Su objetivo fue liberalizar la economía española (Plan de Estabilización), integrar a España en el mercado capitalista y justificar el régimen «por sus obras», por sus resultados económicos.En los gobiernos de 1957 a 1973, se produjeron novedades en el reparto de poder entre las familias del régimen.
Una nueva orientación católica, que se apartaba de la ortodoxia totalitaria falangista, se dio a la política económica, la educación, la información, la justicia.
Los ministros pertenecientes al Opus Dei fueron aumentando su número  frente a  pocos falangistas. En 1962, se creó la Vicepresidencia del Gobierno, cargo ocupado desde 1967 por el almirante Luis Carrero Blanco, que se convirtió en el indiscutible hombre fuerte del régimen.
Ante la apertura al exterior, las reivindicaciones sociales y la presión de la oposición política, los gobiernos españoles, entre 1957 y 1973, retocaron y modificaron con un cierto carácter aperturista aspectos del sistema político-social:
-En 1966 la Ley de Prensasuprimíó la censura previa,  con lo cual se ensanchó  la libertad de expresión. -1967, en la Ley Orgánica del Estadose establecíó que una parte de los procuradores en Cortes fueran elegidos directamente por votación de los cabezas de familia y mujeres casadas. -1967: la Ley de Libertad Religiosaeliminó las discriminaciones que pudieran recaer sobre algunos ciudadanos por razón de la religión que profesaran. -1970:
Reforma de la Educación: la Ley Villar Palasí de 1970 pretendía la equiparación con Europa, extendiendo la enseñanza básica gratuita hasta los 14 años (Educación General Básica (EGB)). Sin embargo el régimen español no adoptó las formas políticas propias de las democracias occidentales.
Esto se manifestaba en las dos leyes fundamentales aprobadas en este periodo

Fijación de una ideología básica antiliberal en la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento (1958) donde volvían a reafirmarse las bases teóricas del sistema. (Todas las personas que ejercían cargos públicos o eran funcionarios del Estado debían jurar fidelidad a dichos principios).-Proclamación de una especie de “constitución política” en Ley Orgánica del Estado (1967) por la que debía regirse el país a la muerte de Franco, en la cual, si bien desaparecía la concentración de poder que Franco iba a conservar mientras viviera, se montaba un sistema político en el que toda la representatividad pasaba por los cauces de la “democracia orgánica”, el sistema creado por las sucesivas Leyes Fundamentales. Aunque el régimen habló de la “auténtica Constitución” española, se trataba de «disposiciones» dadas por el jefe del Estado, aprobadas por unas Cortes no democráticas. Muy lejos de la Constitución de un verdadero Estado de Derecho. La ley fue sometida a un referéndum nacional (donde se recurríó a la manipulación electoral) y fue aprobada por el 95,86% de los votantes.Con respecto a sucesión de Franco, Ley de Sucesión en la jefatura del Estado (1947) establecía que el Estado español era un «Reino», por lo que el sucesor del Caudillo lo sería «a título de Rey o de Regente». Las intenciones de Franco en cuanto a la sucesión se desvelaron cuando llegó a un acuerdo con Don Juan de Borbón en 1948 para que su hijo primogénito Don Juan Carlos fuera educado en España. Pero Don Juan de Borbón no renunció a sus derechos. 
En 1969, Franco establecíó la sucesión a favor de Don Juan Carlos de Borbón.
Esta propuesta  fue aprobada por las Cortes y Don Juan Carlos prestó juramento de fidelidad a los Principios del Movimiento, recibiendo el título de Príncipe de España. No se trataría de un regreso a la anterior Monarquía sino de la «instauración» de una nueva.

El Movimiento Nacional sería sucedido «por el Movimiento mismo” con un rey a la cabeza, como se establecía en la Ley Orgánica de Estado


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