TEMA 8.
LA Restauración BORBONICA 1875
En Diciembre de 1875 Antonio Cánovas del Castillo anuncia la Restauración de los Borbones en el Manifiesto de Sandhurst. En 1875 Alfonso XII es coronado rey de España tras su entrada en Madrid.En 1878 se casa con María de las Mercedes de Orleans, que poco después murió de tifus.
El proyecto político de Antonio Cánovas del Castillo
Estaba en contra del absolutismo y de los excesos de la democracia.Quiso dotar a España de un régimen liberal y autoritario. Habrían dos fuerzas políticas que se alternarían en el poder: El Partido Liberal y el Partido Conservador. Las dos fuerzas políticas renunciarían a los pronunciamientos militares o a la insurrección popular. Otras fuerzas políticas quedaban fuera del sistema pues las elecciones eran manipuladasLa pacificación del país
El Régimen de la Restauración excluyó de la política a los militares pero se apoyó en ellos para consolidarse:Se puso fin a la Tercera Guerra Carlista suprimíéndose los fueros e instituciones vascas, pero manteniéndose la autonomía fiscal con el concierto económico de 1878. El mismo año se firma la Paz de Zanjón que pone fin a la guerra de Cuba La Constitución de 1876
Será la Carta Magna con mayor período de vigencia (al menos hasta 1923).Se inspiraba en la constitución de 1845.
Carácterísticas:El modelo de Estado es centralista.La soberanía es compartida entre el rey y las Cortes.El catolicismo es la religión oficial del estado.No había clara división de poderes pues el rey tenía poderes sobre las Cortes y el gobierno tenía que tener también la confianza del rey.Las Cortes se compónían de dos cámaras legislativas: El Congreso y el Senado.El sufragio era censitario, pero desde 1890 hubo sufragio universal masculino.
El turno de partidos
Los partidos Liberal y Conservador eran elitistas y con pocas diferencias ideológicas y de composición social.Ambos partidos se manténían unidos ante la perspectiva de conseguir el poder.Los líderes políticos principales fueron Antonio Cánovas del Castillo, del Partido Conservador y Práxedes Mateo Sagasta, del Partido Liberal.El sistema de alternancia funciónó hasta principios del Siglo XX.No era la voluntad popular sino el rey quién arbitraba el turno de los partidos.
El candidato a presidente del Gobierno tenía que contar con el apoyo del rey y con una amplia mayoría en las Cortes.El rey tenía el poder de disolver las Cortes y de convocar elecciones.En 1881 el rey Alfonso XII inicia la alternancia llamando a gobernar a Sagasta.
El funcionamiento del sistema electoral: El caciquismo
Los partidos principales se valían de los caciques locales para manipular el voto popular en las elecciones.Cada partido tenía una red de clientes políticos en cada provincia o comarca para repartir cargos entre ellos a cambio de su apoyo.Estos políticos locales o caciques compraban o presionaban a los electores y manipulaban los votos, lo que se llamaba pucherazo.Parte de las masas populares no votaban por considerar las elecciones como una farsa.El caciquismo era más eficaz en las áreas rurales que en las urbanas, donde había más libertad de opinión pública y de voto.
Medidas de los gobiernos de la Restauración
Aprobación de normas liberalizadoras, principalmente por iniciativa de Sagasta:Se reconocen los derechos individuales. La Ley de Asociaciones Políticas de 1887 permite la aparición de sindicatos. Se aprueba la Ley del Jurado de 1888. Se aprueba el Código Civil de 1889.En 1890 se reimplanta el sufragio universal masculino. Aproximación a los problemas sociales y a la condición obrera: En 1883 se crea una Comisión de Reformas Sociales. Debate entre los partidarios del proteccionismo y del librecambismo: Se aprueba el arancel de 1891 para proteger la industria catalana y vasca, la minería asturiana y el cereal castellano, en menoscabo de los consumidores españoles.
La oposición al sistema Los movimientos antidinásticos:
Los carlistas
Estaban a la derecha del sistema. Los más integristas se negaron colaborar con el Régimen. Otros decidieron defender sus ideas dentro de la legalidad.
Los republicanos
Estaban desunidos y a la izquierda del sistema.Salmerón dirigía a los partidarios de una república unitaria. Pi i Margall dirigíó a los que preferían una república federal.Tenían seguidores en las clases medias y en los trabajadores urbanos.
El movimiento obrero:
Tras la I Internacional (AIT) el marxismo y el anarquismo entran en España.El anarquismo tuvo más influencia en Andalucía y Cataluña. Con acciones violentas que llevaron a su prohibición y división.El tipógrafo Pablo Iglesias funda en 1879 el Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
y en 1888 un sindicato afín, la Uníón General de Trabajadores (UGT).El socialismo tuvo más influencia en Madrid y Vizcaya, negándose a colaborar con los partidos políticos burgueses.
Los nacionalismos periféricos:
El Romanticismo había motivado el interés por el pasado y las culturas específicas en regiones como Cataluña, País Vasco y Galicia.El nacionalismo periférico defendía las diversas leyes, fueros e instituciones propias suprimidas por el liberalismo.Hubo un nacionalismo conservador en el País Vasco, que reclamaba recuperar las leyes viejas (los fueros) y otro progresista, federalista y republicano en Cataluña.Los nacionalistas vascos se sintieron invadidos por inmigrantes españoles de otras regiones.Los nacionalistas catalanes esperaban que Cataluña tuviera más peso político en España. Los nacionalistas gallegos se sintieron abandonados a la pobreza por el Estado español y obligados a la emigración.
Los nacionalismos periféricos: El nacionalismo político catalán:
En 1891 se crea la Uníó Catalana, que anima a la burguésía nacionalista y conservadora a promover las Bases de Manresa, para pedir un Estatuto de Autonomía conservador.En 1901 Cambó y Prat de la Riba crean la Lliga Regionalista, el primer gran partido catalanista El nacionalismo político vasco:
Veían el mestizaje con los inmigrantes de otras regiones como una degeneración de la raza vasca.Sabino Arana crea el Partido Nacionalista Vasco (PNV) en 1895 y diseña la Ikurriña como bandera nacional vasca.Su ideología era católica y antiliberal entre el independentismo radical y la conversión del País Vasco en entidad autónoma dentro de España.
La cultura durante la Restauración
La política liberal defendía la creación de un sistema de enseñanza pública y gratuita, impartida en castellano, pero el Estado no dispuso de los recursos necesarios.En 1900 el número de analfabetos llegaba al 50 % (especialmente niñas y ámbito rural).En 1876 Giner de los Ríos funda la Institución Libre de Enseñanza que defendía el libre pensamiento, el debate científico y la formación integral del individuo.Se inicia el nacionalismo musical y se populariza la zarzuela. El mundo editorial conoce un gran desarrollo de la prensa con El Imparcial (ya fundado en 1867), El Liberal (1876), e incluso prensa de oposición como El Socialista (1886).
Desaparición de los protagonistas de la
Restauración
En 1885 Alfonso XII muere de tuberculosis.Su segunda esposa, María Cristina de Habsburgo, está embarazada y asume la Regencia hasta 1902.En 1897 Cánovas es asesinado por un terrorista anarquista en el balneario de Santa Águeda.En 1903 muere Sagasta.
REGIONALISMO Y NACIONALISMO
Como en el resto de Europa, durante el Siglo XIX, se va a producir en España una vigorosa eclosión de los movimientos nacionalistas, que, muy vinculados a la culturaromántica, pueden definirse como unas “ideologías basadas en los sentimientos de exaltación de los rasgos de identidad nacionales, lo que hace que en una serie de pueblos se manifieste la conciencia de pertenecer a una herencia histórica y cultural común, con una especial relación de uníón con un espacio geográfico concreto y que tiene derecho a formar una nacíón con soberanía política propia”.
Esta irrupción de los regionalismos y de nacionalismos (se diferencian en la radicalidad de sus posiciones) es uno de los hechos más carácterísticos del período de la Restauración y el nacionalismo periférico se va a convertir en una de las fuerzas más importante de oposición al régimen canovista
NACIONALISMOS PERIFÉRICOS
Los movimientos nacionalistas catalán y vasco fueron los más importantes, precisamente se producen las zonas más desarrolladas y más independientes económicamente.
En resumen, el punto de partida de los argumentos nacionalistas de Cataluña y el País Vasco es que son naciones y, por tanto, tienen derecho de autogobierno. Esta afirmación se basa en unos hechos diferenciales: lengua, derechos históricos (fueros), cultura y costumbres propias.
Argumento nacionalista: son naciones y, por tanto, tienen derecho a formar un Estado
España se formó como País en el proceso de «reconquista» de los reinos cristianos en la Edad Media y estuvo muy condicionado por el fenómeno de la Repoblación.
Los Reyes Católicos consiguieron la unidad territorial de España a través de las conquistas (Reino de Granada) y de la política matrimonial (Castilla y Aragón). Pero este país solo tenía en común una misma religión, hecho que fomentaron, y unos mismos reyes. Los distintos reinos conservaron su idioma, su moneda, su derecho, sus tradiciones, sus instituciones propias, etc. Los distintos intentos de los Austrias de conseguir una mayor unificación fracasaron.
Guerra colonial y crisis del 98
La insurrección en Cuba
La guerra de 1868-78 había alimentado el nacionalismo popular en Cuba, entre los criollos ricos e incluso en los esclavos negros. A pesar de la Paz de Zanjón de 1878, hubo nuevas revueltas reprimidas por España, como la Guerra Chiquita de 1879. Se niega la autonomía a la isla por la oposición de burócratas, comerciantes y azucareros españoles, mientras el comercio con Cuba tenía un saldo positivo para España en beneficio de la burguésía de Barcelona. La esclavitud no fue abolida hasta 1886. Para convertir Cuba en una provincia española se enviaron allí 700.000 emigrantes gallegos. El 90% de la producción cubana de azúcar y tabaco se exportaba a Estados Unidos, que ejercíó una presión diplomática sobre la isla y financió a los independentistas para ganar influencia en caso de conflicto con España. En 1895 estalla la guerra con el Grito de Baire y con el Manifiesto de Montecristi, bajo la dirección política de José Martí y el mando militar de Antonio Maceo. No buscan la autonomía sino la independencia. España tenía 200.000 soldados en la isla, la mitad permanentemente de baja médica por fiebres. El general Martínez Campos no consiguió apaciguar el conflicto por lo que Cánovas lo sustituyó por el general Weyler. Weyler recurríó a la guerra más dura contra los rebeldes concentrando a la población civil en zonas reducidas para aislarla de los combatientes independentistas. La “Reconcentración de Weyler” provocó la muerte de miles de campesinos cubanos y fuertes críticas desde los Estados Unidos. Los independentistas mantuvieron la lucha mediante la guerrilla y el acoso a las tropas españolas.
La insurrección en Filipinas
Los moros de la isla de Mindanao manténían una actividad guerrillera crónica. En 1885 Alemania quiso apoderarse de las Palaos y las Carolinas, otros archipiélagos españoles en el Pacífico. La mediación del Papa León XIII ratificó la soberanía española. En 1896 estalla la revuelta de Filipinas, dirigida por Emilio Aguinaldo. Las tropas españolas del general Polavieja reprimieron la rebelión con dureza ejecutando al líder independentista José Rizal, fundador de la organización secreta revolucionaria Katipunan. En 1897 la rebelión había sido sofocada.
Tensión en las relaciones entre España y los Estados Unidos
Estados Unidos había hecho varias ofertas de compra de Cuba a España, que las fue rechazando todas. La escalada de recelos entre los gobiernos de EE. UU. Y España fue en aumento, mientras en la prensa de ambos países se daban fuertes campañas de desprestigio contra el adversario. En Estados Unidos se insistía una y otra vez en la valentía de los héroes cubanos, a los que se mostraba como unos libertadores luchando por liberarse del yugo de un gobierno y un país que era descrito como tiránico, corrupto, analfabeto y caótico. Por su parte, los españoles, que no tenían ninguna duda de la intención de EE UU. Por anexionarse la isla, dibujaban a unos hacendados avariciosos y arrogantes, sostenidos por una nacíón de ladrones indisciplinados, sin historia ni tradición militar, a los que España debería dar una lección.
Estallido de la guerra hispano-norteamericana
España negó desde el principio que tuviera algo que ver con la explosión del Maine, pero la campaña medíática realizada desde los periódicos de William Randolph Hearst, uno de los principales imperios medíáticos del mundo, convencieron a la mayoría de los estadounidenses de la culpabilidad de España. EE.UU. Acusó a España del hundimiento y declaró un ultimátum en el que se le exigía la retirada de Cuba, además de empezar a movilizar voluntarios antes de recibir respuesta. Por su parte, el gobierno español rechazó cualquier vinculación con el hundimiento del Maine y se negó a plegarse al ultimátum estadounidense, declarándole la guerra en caso de invasión de sus territorios; aunque, sin ningún aviso, Cuba ya estaba bloqueada por la flota estadounidense. Comenzaba así la Guerra Hispano-Estadounidense, que con posterioridad se extendería a otras colonias españolas como Puerto Rico, Filipinas y Guam. Era una guerra entre una vieja nacíón europea de 18 millones de habitantes y una pujante potencia americana con 74 millones de habitantes.
La pérdida de Filipinas
La escuadra norteamericana del Pacífico, partíó desde Hong-Kong rumbo a Filipinas. La escuadra española del almirante Montojo es destruida por los barcos estadounidenses en la batalla de Cavite, frente a Manila en Abril de 1898. La guarnición española de Filipinas se rindió, excepto el fuerte de Baler. En 1899 los filipinos inician su guerra contra la nueva potencia colonizadora, Estados Unidos. Baler se rinde en 1899 a los filipinos.
Pérdida de Cuba
En Julio de 1898 el gobierno de Madrid ordenó al almirante Cervera salir con sus barcos de Santiago de Cuba. El 3 de Julio el almirante ordenó salir a sus barcos al amanecer y de uno en uno. La superioridad de la artillería naval estadounidense y la luz del día permitíó la destrucción de cada uno de los barcos españoles, que se vieron obligados a embarrancar. Las tropas estadounidenses desembarcadas encontraron fuerte resistencia del ejército español. La pérdida de la escuadra de Cervera hizo decidir al gobierno español el reconocimiento de la derrota y a pedir la paz.
El fin del Imperio colonial español
En Diciembre de 1898 se firmó el Tratado de París que puso fin a la guerra entre España y Estados Unidos. España reconocía la independencia de Cuba. España cede a Estados Unidos Puerto Rico en el Caribe y la isla de Guam (Archipiélago de las Marianas) y Filipinas en el Océano Pacífico. En 1899 vende a Alemania por 25 millones de pesetas las islas Carolinas, el resto de las islas Marianas y las islas Palaos, todas en el Océano Pacífico.
Consecuencias del Desastre del 98
Un fuerte resentimiento de los militares contra los políticos por sentirse utilizados por estos. Un crecimiento del antimilitarismo popular por la forma de reclutamiento de los soldados y por el mal estado de muchos repatriados. Animadversión de los militares hacia el pueblo y las organizaciones obreras por las críticas que recibían de ellos. Desde el punto de vista económico, quizá el comercio no se viera demasiado afectado, salvo en algunos sectores; ello se debía a que ya desde muchos años antes de la independencia de Cuba, la actividad de intercambios era prácticamente nula.
Sin embargo, desde el punto de vista político, se comienzan a ver cambios. Por un lado, una mayor crítica a la oligarquía y al caciquismo, carácterísticos del sistema de la Restauración
Además, comenzaron a sonar con más fuerza los movimientos nacionalistas, tanto en Cataluña como en las provincias vascas, cuyas economías sí se resintieron por la pérdida de las islas. Sin embargo, donde más repercutíó el denominado “Desastre del 98” fue en el ámbito cultural e intelectual. La pérdida de las colonias dejó en evidencia las carencias españolas en el ámbito internacional, lo que provocó un tremendo pesimismo entre literatos y filósofos. Surge de este pensamiento la llamada “Generación del 98”, entre los que encontramos, entre otros, a Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Antonio Machado o Ramón María del Valle-Inclán. Todos dejan ver en sus escritos ese espíritu crítico y pesimista, nacido de la toma de conciencia de la situación real de España. Este movimiento regeneracionista intelectual y crítico manifestaba que la Restauración impedía el progreso de España llevándola a una decadencia moral como país.