LA EVOLUCIÓN EN LAS DOS ZONAS, CONSECUENCIAS DE LA GUERRA Y SU INCIDENCIA EN Castilla LA-MANCHA
La sublevación
Militar ocasiónó la división del ejército y de las fuerzas de seguridad y
Con ello, el derrumbe del orden y del poder republicano. La
Quiebra del Estado abríó un proceso de revolución
Social y de represión incontrolada.
El gobierno republicano ordenó repartir armas a las organizaciones obreras.
De esta manera el poder cayó en manos de
Una multitud de comités y milicias que organizaron la lucha y la represión por
Su parte, y comenzaron una revolución.
Desde este momento y hasta 1937, se desató un terror incontrolado que dio lugar a las sacas o paseos de
Presos trasladados a Paracuellos del
Jarama y Torrejón de Ardoz,
Donde fueron asesinados.
Paralelamente, los anarquistas de la CNT
Y UGT emprendieron una revolución social cuya mayor expresión fueron las colectivizaciones, tanto agrarias como
De industrias y servicios.
A partir de Septiembre de 1936 se hizo necesaria la reconstrucción del Estado.
El gobierno de Giral intentó centralizar el poder, pero fracasó por
El choque con los ejércitos autonomistas de Cataluña y del País Vasco.
Le sustituyó Largo Caballero, con el
Objetivo de disolver las juntas y comités. Consiguió el control del Banco de
España y ordenó la militarización de
Las milicias, en un intento de integrarlas en el ejército junto con las Brigadas Internacionales.
En Mayo de 1937, Largo Caballero dejó el gobierno y lo ocupó Negrín, apoyado por los comunistas.
El nuevo gobierno trató centralizar el
Poder.
Pero en 1938, la zona republicana quedó dividida en dos, y surgieron
dos posturas:
Negrín y el partido
Comunista defendían la resistencia,
Y algunos dirigentes socialistas y anarquistas pretendían negociar con Franco. Por
Ello, el presidente formó un nuevo gobierno y expuso su programa en los llamados trece puntos de Negrín con los
Objetivos de la guerra. Confiaba o bien en que Francia y Reino Unido forzasen a
Franco a negociar la paz, o bien en resistir a la espera del estallido de la
Guerra europea.
En cuanto a la evolución de las tropas republicanas, se organizó el Ejercito Popular a través de batallones
De voluntarios. Largo Caballero consiguió acabar con la indisciplina de las
Milicias y finalmente, el ejército se dividíó en brigadas mixtas, bajo la vigilancia de comisarios políticos.
Con Negrín, el ejército quedó jerarquizado, asumiendo él mismo el Ministerio de Defensa.
En cuanto a la educación y la cultura,
Se mantuvo la construcción de escuelas y se crearon las Milicias de la Cultura para facilitar la enseñanza básica a las
Tropas en combate.
Con respecto a la otra zona, la España
Nacional se caracterizaba por un férreo poder dictatorial, el sentimiento
Católico y antirrevolucionario y
La hegemonía del ejército.
Además,
Contaba con el reconocimiento y apoyo de Italia y Alemania.
Tras el fracaso del pronunciamiento, se necesitaba constituir un nuevo Estado.
Franco fue nombrado generalísimo de los ejércitos y Jefe de Estado, concentrando el poder
Político y militar, y constituyó una Junta
Técnica como órgano consultivo.
La unificación política llegó en
Abril de 1937 cuando se creó un partido único, Falange Española Tradicionalista y de las JONS, en el que se
Fusionaron falangistas y carlistas bajo la jefatura de Franco.
Más tarde, el nuevo gobierno promulgó la Ley
De Administración Central del Estado, por la que Franco reuníó los poderes
Ejecutivo, legislativo y judicial. En los meses siguientes, el generalísimo publicó
Una serie de decretos que abolieron toda la legislación de la república, como
El Fuero del Trabajo, declarado más
Adelante Ley Fundamental.
Sentó las
Bases de las nuevas relaciones laborales y prohibía
Los sindicatos y todo tipo de huelgas.
Un gran pilar de la dictadura fue la
Iglesia, que aunque no participó directamente en el golpe, manifestó desde
El principio su apoyo a la rebelión militar.
A finales de Septiembre de 1936, se publicó una pastoral que declaraba la guerra como cruzada religiosa.
El respaldo total al bando rebelde llegó en
Julio de 1937, con la carta colectiva
Internacional, que fue firmada por todos los obispos españoles a excepción
Del País Vasco y Cataluña.
El elemento principal de la zona sublevada fue el ejército.
Tras la muerte de Sanjurjo, jefe del levantamiento, se
Constituyó en Burgos una Junta de
Defensa Nacional, formada por militares, la cual declaró el Estado de
Guerra.
Desde el primer momento, los militares aplicaron una implacable y sistemática represión, para acabar con toda oposición
Política o ideológica al nuevo estado.
Los nacionales intentaron reprimir la revolución republicana mediante la contrarrevolución.
Todos los partidos políticos y sindicatos quedaron prohibidos;
Solo se mantuvo la FET y
JONS. Además, se inició un proceso de depuración
De la cultura y la educación, para eliminar cualquier idea republicana.
En cuanto a la incidencia de la
Guerra en Castilla La-Mancha, la
Mayor parte de este territorio pertenecíó al bando republicano hasta el final
De la guerra.
Sin embargo, en el Alcázar de Toledo
Se refugió un grupo de sublevados dirigidos por Moscardó y en Septiembre, Franco consiguió liberar el Alcázar.
Cuando la guerra se centró en la capital, hubo dos ataques importantes. Con la batalla
del Jarama (Guadalajara), los
Franquistas cercaron Madrid, pero el contraataque republicano triunfó y
Guadalajara se mantuvo con la república.
Otro intento de ataque republicano se
Inició contra el frente de Extremadura, desde Ciudad Real.
Albacete fue uno de los últimos reductos republicanos por su aeródromo y sirvió de centro de
Entrenamiento y organización de las Brigadas
Internacionales.
El territorio castellano-manchego durante los primeros meses sufríó la
Represión republicana por grupos milicianos, y
Tras ser ocupado por los sublevados, se impuso una represión organizada.
Además, como en el resto de regiones, hubo numerosas colectivizaciones y un incremento de la afiliación sindical.