José zorrilla

El Sexenio Revolucionario(1868-1874)


En 1886, los demócratas y los liberales progresistas y de centro firmaron el Pacto de Ostende, en el que acordaron derrocar a la reina y convocar Cortes Constituyentes, por sufragio universal masculino para decidir el régimen político.
Poco después, triunfaba la Revolución de 1868, lo que provocó el exilio de la reina. Se formó entonces un gobierno provisional, que promulgó la Constitución de 1869, la más avanzada hasta la fecha. Establecía una amplia declaración de los derechos (expresión, prensa, reuníón, y asociación, la soberanía nacional, la división de poderes, el sufragio universal masculino y la monarquía democrática).
Entre 1869 y 1874, sucedieron dos períodos caracterizados por sus diferentes formas del Estado:
-La monarquía democrática (1871-1873). Elegido el rey italiano Amadeo de Saboyá, este tuvo que enfrentarse con la oposición política de los republicanos y de los partidarios de los Borbones, y con distintas insurrecciones militares. Ante tan difícil situación, Amadeo abdicó en 1873, y se proclamó la República.
-La Primera República (1873-1874). En este período se elaboró la Constitución de 1873, que no llegó a promulgarse. En ella se establecía un Estado federal y descentralizado, al repartir el poder entre el Estado central y quince estados federales con autonomía. El gobierno republicano tuvo que enfrentarse a una nueva guerra carlista, a la guerra en Cuba, y a la insurrección de algunos municipios, como Cartagena, que se proclamaron cantones o repúblicas independientes. Estos problemas favorecieron la restauración de la monarquía borbónica.

EL CANTONALISMO:

fue uno de los problemas más graves a los que tuvo que hacer frente la Primera República. Defendíó la división del Estado en estados independientes, federados voluntariamente. Tuvo un gran arraigo entre los anarquistas, porque se acomodoba bien a su propuesta de organizar la sociedad en comunas de producción y consumo, federadas libremente.

Agricultura y sus transformaciones


Las principales transformaciones agrarias fueron:
-La abolición del régimen señorial en 1811, en el transcurso de las Cortes de Cádiz. Gracias a esta medida, los señoríos jurisdiccionales pasaron al Estado, y los señoríos territoriales, a propiedad particular.
-La desamortización consistíó en la venta de bienes amortizados, es decir, vinculados a determinadas instituciones como la nobleza, el clero o los municipios, y que hasta entonces no podían venderse. Así, con sucesivas leyes desamortizaoras, el Estado confiscó y subastó los bienes del clero (Mendizábal, 1835),, abolíó el mayorazgo de la nobleza (1837), y obligó a los ayuntamientos a vender sus tierras (Madoz, 1855). Los objetivos de esta desamortización, eran obtener recursos para el Estado, y facilitar el acceso del campesinado a la propiedad de la tierra. Pero el sistema de venta por subasta benefició a los grupos adinerados, y perjudicó a los pequeños propietarios, que no pudieron comprar tierras y se arruinaron tras la venta de las tierras de los ayuntamientos con las que complementaban sus ingresos. También resultaron perjudicados los arrendatarios y los jornaleros, al endurecer los nuevos propietarios sus condiciones de trabajo.
-Las mejoras agrarias fueron limitadas y consistieron en el aumento de la superficie cultivada, especialmente de cereales y vid, y en la lenta introducción de adelantos técnicos, como el empleo de fertilizantes, el uso de la maquinaria y la extensión del regadío

La cultura en la época isabelina


La cultura del período se caracterizó por los siguientes rasgos:
-la instrucción pública se fomentó desde mediados del siglo. (Ley Moyano de 1857). Sin embargo, el alcance de las medidas fue limitado, pues afectaron, sobre todo, a las clases medias y urbanas; mientras que el analfabetismo, siguió muy extendido entre las clases populares urbanas y rurales.
-La prensa alcanzó un gran desarrollo, y se convirtió en un importante instrumento de influencia en la opinión pública. Cada partido político tenía su propio periódico.
-Los centros culturales se multiplicaron. Así, el Museo del Prado se inauguró en 1819, con el nombre de Museo Real de Pintura y Escultura. Otros centros importantes fundados en ésta época fueron el Museo Arqueológico (1867) y el Ateneo de Madrid (1829).
-La literatura aportó figuras destacadas. Pertenecieron a la corriente del Romanticismo (el duque de Rivas, José Zorrilla, José de Espronceda, Gustavo Adolfo Bécquer. Y Rosalía de Castro); del Naturalismo (Emilia Pardo Bazán) y del Realismo (Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas, »Clarín»). Mención especial merece el costumbrismo literario, que, como forma menor del Realismo, reflejó las costumbres y la vida cotidiana de la época. Sus principales autores fueron Ramón de Mesonero Romanos, Mariano José de Larra y Serafín Estébanez Calderón

Francisco DE Goya:


Francisco de Goya y Lucientes nacíó en Fuendetodos en 1746, y murió en la localidad francesa de Burdeos en 1828. Se inició en la pintura en el taller del pintor José Luzán, y tras cortas estancias en Madrid y Roma, se instaló en Madrid en 1744. Fue el pintor más destacado de la segunda mitad del Siglo XVIII y de principios del Siglo XIX, y por su originalidad, no puede encuadrarse en ninguna de las corrientes pictóricas de su época. A lo largo de su vida realizó una labor fecunda y creativa, anticipando movimientos pictóricos posteriores como el impresionismo, el expresionismo, y el Surrealismo.

El Romanticismo

-La arquitectura ROMántica, al igual que la europea, se orientó hacia el historicismo, y realizó numeroros edificios en estilo neogótico, neomúdejar, o clasicista, como el Congreso de los Diputados de Madrid o el Liceo de Barcelona. Alcanzó un gran desarrollo la arquitectura civil (mercados, ayuntamientos, bancos, bolsas, teatros, museos, etc…), aunque siguieron haciéndose edificos religiosos. La nueva arquitectura de hierro y cristal al desarrollo de la Revolución Industrial, se aplicó a edificios funcionales, como las estaciones de ferrocarril,, entre las que destacó la madrileña estación de Atocha (1851).
-La escultura romántica tuvo géneros mas destacados el retraro y los monumentos urbanos, destinados a presidir parques y jardines. Entre las figuras más representativas se encuentran José Grajera y los hermanos Bellver.
-La pintura ROMántica se especializó en temas costumbristas (Leonardo Alenza, Eugenio Lucas, y Francisco Pradilla), en paisajes (Jenaro Pérez Villaamil) y en retratos (Federico Madrazo).

La pintura realista


La pintura realista cultivó el llamado Realismo histórico a través de la pintura de historia. En ella destacaron Mariano Fortuny, con la Batalla de Wad-Ras; José Casado del Alisal, con La rendición de Bailén; Antonio Gisbert, con El fusilamiento de Torrijos; y Eduardo Rosales, con El Testamento de Isabel la Católica.

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