Con el inicio de la década de 1890 se iba a pasar de una sociedad rural a una industrializada, la peculiaridad del caso español reside en la ausencia de un cambio similar en el régimen político que respondiera a las nuevas circunstancias. El régimen diseñado por Cánovas se basaba en la legitimidad de una monarquía constitucional.||
La aprobación del sufragio universal masculino en 1890 no supuso ningún peligro a los partidos dinásticos. Este régimen funciono durante el reinado de Alfonso XII y la regencia de María Cristina, entre 1875 y 1900. A partir del Desastre, la maquinaria política creada por Cánovas comenzó a atascarse. Debemos enmarcar el “desastre” en el Fin de Siglo de 1890 a 1905. Se pasa de una sociedad agraria a una sociedad de masas, lo que permite menos caciquismo; como consecuencia fue rompiéndose el turno en las ciudades. La evolución de la vida de los españoles estaría marcada por la incapacidad del régimen de la Restauración para adaptarse a los cambios.|| Ya hemos visto como la oposición al régimen fue adquiriendo más capacidad de movilización social. En este sentido, el desastre actuó como un revulsivo importante para el desarrollo de proyectos alternativos al régimen de la Restauración.
EL DESASTRE DE 1898
. En 1878 se firmó la paz de Zanjón, con la que se ponía fin a los diez años de guerra en Cuba. En 1895 una nueva guerra estallara en la isla con la independencia como objetivo de los rebeldes. En España provocó el cambio del turno. El gobierno presidido por Cánovas envía a Martínez Campos a Cuba y fue un fracaso total. Ante esta situación Cánovas nombro a Weyler capitán general de la isla. Weyler decidió el agrupamiento de la población campesina y protegerlas por españoles. Las concentraciones se cobraron un elevado precio en vidas civiles.|| Estados Unidos era un país industrializado y se hallaba en proceso de expansión. Cuba era para Estados Unidos un mercado apetecible. Por otro lado, el interés norteamericano por la isla es geoestratégico, e incluimos a Puerto Rico. Hacia finales del siglo XIX existía un proyecto para la construcción de un canal que une las dos Américas. Así Cuba y Puerto Rico adquirían un valor geoestratégico enorme como enclaves a la entrada del Caribe. Estados Unidos había puesto los ojos también en Filipinas, la posesión española en Asia, y que estaba siendo disputado por todas las grandes potencias.|| Ahora volvemos a Cuba. A la presión norteamericana se le unió el asesinato de Cánovas en 1897, lo que dejó al turno dinástico sin su figura clave. La llegada de Sagasta al poder trajo cambios, se destituyo a Weyler y se otorgó la autonomía a la isla, pero ya era tarde. En abril de 1898 en el puerto de la Habana se hundió el acorazado norteamericano Maine. La explosión de sus calderas fue atribuida por Estados Unidos a un acto terrorista español, lo que desencadeno la guerra. En un primer momento se pinto un éxito español. La situación era muy distinta, ya que, se enfrentaban dos flotas muy diferentes: una moderna, y la otra vieja, que era la española. En mayo la escuadra hispana fue machacada en Cavite, Filipinas, y en julio frente a las costas de Santiago de Cuba. La paz de Paris sello el fin del imperio colonial español; Cuba, Filipinas y Puerto Rico pasaron a manos Norteamericanas y los archipiélagos de las carolinas y las Marianas en el Pacifico fueron a parar a Alemania, que se las compro a España.|| LAS CONSECUENCIAS: EL REGENERACIONISMO (1895-1902)
La espectacular derrota provoco un seísmo en la vida española, 1898 paso a ser el año del Desastre, que supuso unas consecuencias importantes: En primer lugar, las perdidas humanas. Las guerras de 1895-1898 costaron unas 120.000 muertes, la mitad españoles.|| Los perjuicios morales y psicológicos fueron importantes pues los supervivientes retornaban heridos, muriéndose o mutilados.|| Las perdidas materiales debemos resumirlas en una fuerte subida de los precios y en la perdida de ingresos de las colonias. Sin embargo, el desastre provoco a corto plazo un aumento del capital en España, pues todo el capital español en las colonias se convirtió en dinero metálico y junto con las ventas de territorios coloniales, la Hacienda pudo gozar de superávit en el 1899.|| La crisis política resulto inevitable. El desgaste afectó a los dos partidos dinásticos. Cánovas había sido asesinado en 1897, y Sagasta murió en 1903. Pero lo más grave fue el desprestigio militar. Las Fuerzas Armadas no habían estado preparadas para tal conflicto. Además, surgieron muchas voces discrepantes que recibieron el nombre de regeneracionismo, cuya pregunta era: “¿Qué es España?”. Esta crisis en la hegemonía ideológica de las elites se manifiesta en el desinterés por las elecciones allí donde reinaba el caciquismo.|| En este contexto nació la generación del 98, con escritores de la talla de Unamuno, Baroja y Azorín. Para ellos, el origen del problema estaba en el aislamiento electoral, la corrupción y el atraso económico y social de España. Propusieron una política encaminada al bien común y no en beneficio de los intereses de la oligarquía. Pero no quisieron participar en la vida política. El único que fue un poco mas alla fue Joaquin Costa, pero su movimiento no cuajo por su negativa a constituirse en partido político.|| Con la firma de la paz de Paris, cambio el turno y los conservadores regresaron al poder de la mano de Silvela, y este no acometió ninguna reforma que “regenerara el podrido edificio político”. El gobierno de Silvela incluyó al general Polavieja en el nuevo gobierno y ahí murieron los ruidos de sables que habían inquietado a mas de uno. El régimen de la Restauracion seguía gobernado por y para la oligarquía..
CONCLUSIONES: EL ANQUILOSAMIENTO DEFINITIVO DEL REGIMEN DE LA RESTAURACION
A finales de 1898 parecia el final del caciquismo y la perversión de las garantías liberales, el gobierno oligárquico, o la marginación de las clases bajas, pero se quedó en meras palabras. La crisis de liderazgo que el asesinato de Canovas y la muerte de Sagasta en 1903 iba a hacer de los partidos dinásticos, unos instrumentos inservibles para llevar a cabo políticas de cambio.|| Los partidos de la oposición salieron reforzados, pero no consiguieron convertirse en alternativas reales. Los carlistas solo tenían presencia en el norte peninsular. Los partidos republicanos no consiguieron extenderse al conjunto de la sociedad. Por lo que respecta a los nacionalismos periféricos; se formo la Lliga Regionalista de Cataluña, el Partido Nacionalista Vasco. Unicamente el movimiento obrero iba adquiriendo una dimensión nacional, pero se encontraba dividido en los socialistas del P.S.O.E. y los anarquistas.|| En definitiva el proceso de cambio socioeconómico que estaba viviendo el país desde comienzos de la década de 1890 afectaba principalmente a las ciudades, pero dejaba el campo al margen del mismo. Como durante las primeras décadas del siglo XX aun el 60% de la población viviría en el mundo rural, valían mucho mas los votos en los pueblos que en las ciudades, lo que permitió a los partidos del turno mantener su control social.