1.3.1.2.- El Partido Reformista
Se formó en 1912 por el asturiano Melquíades Álvarez, sus bases políticas estaban fundamentadas en la democratización de las instituciones políticas y las reformas educativas y militares, el establecimiento de autonomías regionales y la intervención del Estado.
En un principio se sumaron numerosos intelectuales entre ellos, Benito Pérez Galdos, José Ortega y Gasset, Santiago Ramón y Cajal entre otros.
Pronto este partido comenzó a unir posiciones con el Partido Liberal, incluso algunos decidieron aceptar la monarquía borbónica. Pronto este partido fue perdiendo apoyos tanto sociales como intelectuales. Su unión al Partido Liberal fue progresiva pero constante. Uno de los más críticos con esta postura fue Ortega y Gasset.
1.3.2.- Los carlistas
Se asentaron con respaldo social en las provincias de Navarra, Álava y Guipúzcoa. Su directiva se componía de varias personas, Enrique Gil Robles, Juan Vázquez de Mella y Víctor Pradera. Aunque se seccionaron para terminar creando el Partido Tradicionalista, que colaboró activamente en la dictadura de Primo de Rivera.
Lo más destacado de esta formación política fue la creación del Requeté, una milicia armada cuya función era la de luchar contra republicanos, nacionalistas y todos aquellos que atentaran contra la monarquía.
1.3.3.- Los nacionalistas catalanes
La Lligaconsiguió durante este periodo numerosas victorias, y sobre todo, controlar la vida política de Cataluña.
Francesc Cambó (en esta época este político era multimillonario) conservó además el liderazgo de esta formación.
Todas las reivindicaciones nacionalistas siguieron chocando con los gobernantes de la Restauración, incluso el conde de Romanones intentó un Estatuto de autonomía para Cataluña que quedo frustrado.
Después de los problemas de 1917, la Lliga se centró sobre todo en defender los intereses económicos de Cataluña, en contra de los ataques de anarquistas y socialistas. Se dedicaron sobre todo a colaborar con el gobierno de la Restauración para defender a la clase burguesa y empresarial de este momento.
Sobre 1920 los conservadores de la Lliga perdieron la hegemonía para dejar paso a los extremistas y separatistas. Entre los nuevos líderes destacó Francesc Macià que en 1922 fundó el partido Estat Català.
La finalidad de este partido era la defensa por la lucha armada para alcanzar la independencia de Cataluña, incluso creo una milicia paramilitar para luchar contra el gobierno.
1.3.4.- Los nacionalistas vascos
El PNV inició una etapa de éxitos electorales, entre 1911-1921 consiguieron consolidarse en la mayoría de provincias vascas, además sobre estos años crearon un sindicato obrero nacionalista llamado ELA-STV, con la intención de atraer a las masas obreras a sus tendencias políticas. Sobre estos años aparecieron dos tendencias enfrentadas que les llevo en 1921 a una separación en dos grupos diferentes. Por una parte los moderados, que intentaron una negociación con los gobiernos de la Restauración con el fin de proteger sus intereses económicos. Por otra parte los radicales, que pretendían la utilización de la violencia para conseguir la independencia del Estado. Se unieron en 1930 con el fin de aceptar la democracia política y el reformismo social.
1.3.5.- El regionalismo andalucista
Fue la figura de Blas Infante la que creó y presidió el primer centro Andaluz con la finalidad de expandir la idea del andalucismo en este periodo.
En su libro Ideal Andaluz en 1915 expuso sus ideas federalistas. Aseguraba además que “Andalucía era la patria nacional dentro de la gran patria común Ibérica”, y rechazó el separatismo afianzado en las dos formaciones nacionalistas. Pretendía una profunda reforma agraria para mejorar las condiciones de vida de los jornaleros andaluces.
1.3.6.- La oposición proletaria: los anarcosindicalistas y los socialistas
El movimiento anarquista se fue separando de la violencia para adoptar una actuación menos extremista. La creación en 1910 de la CNT (Confederación Nacional de Trabajadores), fue la respuesta y el éxito de esta postura política llegando a alcanzar más de 700.000 afiliados.
Los marxistas españoles, aumentaron sobre todo con el sindicato UGT.
Por otro lado el PSOE aunque creció no consiguió una representación significativa en el Parlamento español, sobre todo, por las elecciones trucadas y corruptas basadas en el caciquismo.
En 1905 se crearon las Juventudes socialistas y se fundaron las primeras Casas del Pueblo.
Mantuvieron su oposición radical al sistema de la Restauración y colaboraron con los grupos políticos antimonárquicos, creyendo que la instauración de la República era la solución a los problemas del país.
Tras la muerte de Pablo Iglesias en 1925, los nuevos dirigentes fueron más moderados y afectos a las normas democráticas y reformistas de los gobiernos de la Restauración. Destacan Francisco Largo Caballero, Indalecio Prieto y Julián Besteiro.
1.4.- LA CRÍTICA REGENERACIONISTA
El regeneracionismo fue una corriente ideológica de protesta contra el régimen de la Restauración que apareció en nuestro país a finales del siglo XIX y que se mantuvo durante los primeros años del siglo XX. El fundamento principal de este movimiento era considerar el sistema político español como un elemento corrupto e inmoral.
Este movimiento preconizó la necesidad de reformas profundas dentro del país, su actitud crítica y descarnada se basaba en la decadencia del país, no sólo exteriormente, sino también interiormente. La falta de educación, la pobreza, el atraso económico, la bancarrota financiera del Estado eran elementos que los regeneracionistas querían solucionar, a todo esto unían el desastres del 98 y describían un paisaje aterrador de nuestro país.
En todos sus escritos empleaban la analogía organicista para describir a España como un cuerpo débil, enfermo y moribundo, que necesitaba una cura rápida y precisa.
Algunos de los representantes de este movimiento fueron:
Lucas Mallada que publicó en 1890 Los Males de la patria, Ricardo Macías Picabea entre otros.
De todos ellos el más destacado y el teórico más valioso fue Joaquín Costa.
Este autodidacta, afirmaba y destacaba que los causantes de todos estos males eran los políticos y el sistema. Decía que la mejor manera de acabar con todos estos males era