Se desarrolla entre el 11 de Febrero de 1873 hasta el 3 de Enero de
1874
Se caracterizó por ser un período de gran inestabilidad, en menos de once meses se sucedieron cuatro gobiernos con sus respectivos presidentes:
Estanislao Figueras, apenas un mes en el poder
-Francisco Pi i Margall, el más importante
-Nícolás Salmerón
-Emilio Castelar
Destacó Francisco Pi i Margall, líder del Partido Demócrata Republicano Federal. El federalismo, nacido en 1868 como una escisión del Partido Demócrata, tenía un ideario que además de defender la forma republicana como sistema de gobierno, propugnaba un sistema de pactos entre los distintos pueblos o regiones, como una forma de articular el Estado español.
Pi i Margall intentó un sistema de reformas, pero pronto se dio cuenta de que era imposible debido a que el 90% de los diputados a Cortes eran monárquicos. Era imposible gobernar España, porque cada vez que propónían una ley conflictiva, las Cortes la rechazaban.
Para implantar y legitimar la ideología federalista, Pi i Margall decidíó convocar elecciones a Cortes Constituyentes para crear una Constitución acorde con estas ideas federalistas. Pero pronto vio que la mayor parte de los grupos sociales estaban en contra de estas reformas. La Iglesia católica veía peligrar su poder en una nueva sociedad laica. La alta burguésía de los negocios no estaba de acuerdo con la regulación de las condiciones laborales de los obreros. Los unionistas y progresistas procuraban su fracaso porque deseaban la vuelta de los Borbones.
Los únicos apoyos de los republicanos eran los obreros, campesinos y algún sector de la pequeña burguésía. Al principio de la República se crearon grandes expectativas entre estos grupos, pero pronto llegaron las decepciones y revueltas populares, ya que no vieron tomadas en cuenta sus reivindicaciones, entre las que podemos destacar:
*supresión del llamado “impuesto de consumo”, que se pagaba en alimentos de primera necesidad cuando éstos aumentaban de precio, lo que era negativo para las masas populares.
*supresión del sistema de quintas (servicio militar obligatorio, una quinta parte de la población por sorteo), ya que contemplaba privilegios o “redenciones” que beneficiaban a los ricos. Consistían en pagar una cantidad al Estado para librarse del servicio o ser sustituido por otra persona. Los pobres debía abandonar su trabajo y familia para ir al ejército o endeudarse de por vida para pagar la redención. Conviene recordar que en España se estaban librando la Tercera Guerra Carlista y la Guerra de los Diez Años en Cuba.
Pronto se produjeron revueltas populares en Andalucía, País Vasco, Valencia y Cataluña, donde habían llegado ideas socialistas y anarquistas.
Una vez pacificado el panorama, Pi i Margall convocó elecciones a Cortes Constituyentes para crear una Constitución que legitimara la República Federal. En Mayo se celebraron estas elecciones en las que moderados, progresistas y unionistas hicieron campaña de abstención. Con un 60% de abstenciones, los republicanos federales y unitarios ganaron las elecciones. El 1 de Junio de 1873 se produjo la Sesíón Inaugural de las Cortes y el proceso de elaboración de una Constitución.
Se creó una Comisión Constitucional para elaborar el anteproyecto que luego sería debatido y aprobado en el pleno de las Cortes. En Diciembre de 1873 se aprobó la Constitución que fue “non nata” (la segunda y última), ya que no entró en vigor porque el 3 de Enero de 1874 hubo un Golpe de Estado que puso fin a la República del 73. Si esta Carta Magna hubiese entrado en vigor habría cambiado radicalmente el panorama político español. Podemos destacar en ella:
1.El sistema político sería una República Federal dividida en 17 Estados Federados, de los cuales 15 estarían en la Península, Canarias y Baleares, y 2 se encontrarían en América, Cuba y Puerto Rico. Se intentaba así frenar la emancipación de las últimas colonias.
2.El poder se repartiría en instituciones autónomas, nacíón, regíón y municipio
3.Se reconocería el sufragio universal masculino para mayores de 25 años
4.Se reconocerían derechos y libertades, individuales y colectivos, sin ninguna limitación, y garantizados por el Estado.
Durante la República del 73, cabe destacar tres acontecimientos fundamentales, de los cuales dos, venían de épocas anteriores como la Guerra Carlista y la de los Diez Años, pero surgíó el Movimiento Cantonalista que pretendía que algunas regiones fuesen naciones independientes.
La Tercera Guerra Carlista (1872-76)
, estalló en la época anterior cuando Carlos VII, pretendiente carlista al trono, rechaza la monarquía de Amadeo I. Comenzó en el País Vasco y se extendíó por Cataluña, Navarra, Aragón y el Maestrazgo. En Julio de 1873 los carlistas dominaban gran parte de estas zonas y lanzaban ataques contra Cuenca y Teruel. El Estado tuvo que reclutar más soldados y a partir del otoño, el ejército republicano recuperó parte del territorio. Este conflicto se mantuvo hasta finales de 1876, pero ya no planteó mucha gravedad.
La Guerra en Cuba o de los Diez Años, como ya dijimos, comenzó en 1868 con el “Grito de Yara”. Se intentó una solución por la vía pacífica con la Constitución de 1873. Pero ésta no entró en vigor. La guerra continuó y hubo que enviar un fuerte ejército a las colonias. El conflicto terminará durante el Reinado de Alfonso XII.
El Movimiento Cantonalista pretendía conseguir la independencia de territorios (semejante a cantones suizos), liderados por la pequeña burguésía y militares federalistas intransigentes, decepcionados con el gobierno. Hubo una serie de levantamientos en provincias y ciudades con el fin de proclamarse cantones independientes, sobre todo en Andalucía y Levante, siendo los más graves en Málaga, Sevilla, Cádiz, Granada y Córdoba. Se extendieron a Valencia, Salamanca y Castellón. Pero fue en Cartagena, Murcia, donde llegaron a proclamarse como cantón independiente. El General Martínez Campos intervino con el ejército y controló Granada, Córdoba y Cartagena. Fue un personaje importante en la Guerra de Cuba y protagonizó el Golpe de Estado contra la Primera República.
Era evidente la debilidad e inestabilidad del gobierno. El problema
Cantonalista hizo dimitir a Pi i Margall, sucedíéndole en la presidencia Nícolás Salmerón, que optó por una fuerte represión al cantonalismo. Se detuvieron a los cabecillas y se les sentenció a pena de muerte. Salmerón dimitíó, incapaz de firmar las condenas.
Emilio Castelar, del Partido Republicano unitario al igual que Salmerón, llevó a cabo una política más conservadora. Viendo que la mayoría republicana en Cortes era federalista, decidíó gobernar con las Cortes cerradas. Así, en Noviembre y Diciembre del 73 gobernó de forma dictatorial, dando amplios poderes a los altos cargos del ejército para mantener el orden público.
En el mes de Diciembre de 1873, Castelar se entrevistó con una representación de diputados que intentaron que dimitiera, cosa que no hizo. Pero les prometíó convocar una sesíón extraordinaria de las Cortes en Enero de 1874 para que valorasen su programa de gobierno. El 3 de Enero Castelar expuso su programa político durante la primera parte de la sesíón parlamentaria. Después comenzó el debate y por último la votación, donde fue derrotado (120 votos contra 100). El paso siguiente debía ser la dimisión y la formación de un nuevo gobierno de centroizquierda.
Simultáneamente se produjo un Golpe de Estado que acabó con la República del 73:
el General Pavía entró a caballo en el hemiciclo al mando de un sector del ejército y de la Guardia Civil. Se suspendíó la sesíón, cerraron las Cortes y los militares se hicieron con el poder