El bienio progresista (1931 -1933)
/Entre diciembre de 1931 y septiembre de 1933, Manuel Azaña presidió un gobierno integrado mayoritariamente por republicanos de izquierda y socialistas, que impulsó un programa de ampliación y profundización de las reformas iniciadas durante el periodo constituyente.La reforma del ejército. /Azaña impulsó una reforma que pretendía crear un ejército profesional y democrático, y para ello era necesario reducir los efectivos militares, acabar con el alto número de oficiales (un oficial por cada tres soldados en 1917), poner fin al fuero especial de los militares y asegurar su obediencia al poder civil./Se fijó la «ley de retiro de la oficialidad» por la que todos los militares en activo debían prometer su adhe_sión al régimen, o por el contrario se les concedía la posibilidad de retirarse con el sueldo integro si así lo deseaban./Se redujo el número de unidades y oficiales, y se cerró la Academia Militar de Zaragoza para fre_nar el crecimiento innecesario del número de oficiales. Las regiones militares fueron sustituidas por Divisiones reducidas a ocho, a la vez que desaparecieron las Capitanías Generales, los Tribunales de Honor y el Consejo Supremo de Justicia Militar así como la prensa destinada exclusivamente al ejército. Al tiempo, se intentó la racionalización de los ascensos y las escalas. /La reforma, no logró sus objetivos porque el número de oficiales reti_rados fue menor al esperado por el gobierno. Se consiguió la disminución de los gastos del ejército, pero esto dificultó la modernización del material, del armamento y de los equipamientos. Por todo ello, la ley fue recibida por sectores del ejército, sobre todo por los africanistas, como una agresión a la tradición militar y provocó amplias tensiones en su seno.//La reforma religiosa./La República se propuso limitar la influencia de la Iglesia en la sociedad española y secularizar la vida social.
Estas intenciones quedaron plasmadas en la Constitución, que estipuló la no confesionalidad del Estado, la libertad de cultos y la supresión del presupuesto de culto y clero. También se permitió el divorcio y el matrimonio civil y se secularizaron los cementerios. /Se prohibió la enseñanza a las órdenes religiosas por la influencia que éstas tenían a través de ella. Se expulsó a la orden de los jesuitas y se nacionalizaron sus bienes. Finalmente, la Ley de Congregaciones limitó la posesión de bienes a las órdenes religiosas y estableció la posibilidad de disolución en caso de peligro para el Estado./El problema religioso creó al régimen republicano sus mayores enemigos y protagonizó los debates más exaltados, lo que dio como resultado que una parte de los sectores católicos de la sociedad percibiera esta legislación como una agresión a la religión. A aumentar el clima de tensión contribuyeron, también, el anticlericalismo tradicional de una parte de las clases populares así como la violencia esporádica de los sectores más radicales.//La reforma agraria./La reforma de la agricultura fue el proyecto de mayor envergadura iniciado por la República, teniendo en cuenta el papel que desempeñaba en la economía española. De una población activa de unos 8,5 millones de personas, casi la mitad trabajaban en la agricultura, de las cuales casi 2 millones eran jornaleros, 750.000 arrendatarios y aparceros, y el resto, pequeños y medianos propietarios. Además, en Andalucía, Castilla y Extremadura más del 50% de la tierra estaba en manos de un pequeño grupo de grandes propietarios./
El 13 de septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña Miguel Primo de Rivera se pronunció contra la legalidad constitucional, declaró el estado de guerra y exigió que el poder pasase a manos de los militares. Tras unas horas de vacilaciones, el rey Alfonso XIII le encomendó la formación de un nuevo gobierno, integrado exclusivamente por militares.La justificación del golpe de estado era la consideración de que el régimen constitucional estaba bloqueado y desprestigiado y que existía un grave peligro de revolución social. Las principales causas fueron:- El fracaso y degeneración del sistema parlamentario de turnismo bipartidista, incapaz de solucionar los problemas de España y de evolucionar en un sentido democratizador.- El problema de Marruecos. Tras la derrota de Annual, se hizo aún más evidente la inoperancia de los gobiernos para resolver el asunto; además, la investigación de las responsabilidades militares de aquella derrota incrementó la desconfianza del Ejército hacia los políticos.- La generalización de los desórdenes públicos y la agudización de los conflictos sociales (huelgas obreras y protestas campesinas), que preocupaban especialmente a la burguesía, cada vez más favorable a soluciones por la fuerza.- La violencia terrorista, bien conocida por Primo de Rivera por su cargo en Barcelona, la ciudad más castigada por los atentados anarquistas.El dictador justificó su acción no como un fin, sino como un remedio indispensable. Su discurso tenía pretensiones regeneracionistas e incluso moralistas, con el que intentaba ganarse la adhesión popular. En su manifiesto inaugural anunció su firme voluntad de limpiar el país de caciques y de acabar con el bandidaje político, la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional. Primo de Rivera presentó su programa vacío de soluciones concretas, pero que estaba dentro del espíritu regeneracionista de comienzo de siglo y fue bien acogido.- En él se afirmaba que había llegado el momento de acabar con las desdichas e inmoralidades que comenzaron en el 98. La clase política tenía secuestrada la voluntad real y los militares, que habían sido el único pero débil freno de la corrupción, acabando con sus propias rebeldías mansas, se iban a hacer con el poder e imponer un orden nuevo. Para ello, se suspendía la vigente Constitución de 1876 y se imponía la censura previa.También hay que considerar que en la decisión de Primo y en la rápida aceptación real, influyó notablemente el deseo de ambos de evitar que las Cortes exigieran responsabilidades por el desastre de Annual a políticos, militares e incluso al propio Monarca.La Dictadura duró siete años, en los que se sucedieron dos formas de gobierno: el Directorio Militar (1923-25) considerado como un paréntesis para limpiar a España de todos los males causados por los profesionales de la política y el Directorio Civil (1925-30), que pretendía afianzarse en el poder mediante la institucionalización del régimen (cuestiones de índole económica y social).Pensamiento político El odio hacia el antiguo grupo de políticos se racionalizó convirtiéndose en una teoría política antiparlamentaria que decía ser más auténticamente democrática que el liberalismo parlamentario. Atacaba el individualismo y los derechos individuales: los hombres nacen en la sociedad y deben respetar lo que es real en ella. Las doctrinas de los derechos individuales no solamente son un suicidio moral para una nación, sino también invenciones artificiales de intelectuales desocupados».