(TEMA 5.4º) 2.4. La Paz de París.Tras las derrotas de Cuba y Filipinas, las Cortes Españolas estudian las condiciones de paz impuestas por el presidente norteamericano, Mckinley. España aceptó la mediación de Francia y pidió la Paz. Finalmente se firmó la PAZ DE PARÍS (10 de Diciembre de 1989) cuyas cláusulas más importantes incluían:Independencia de Cuba.Cesión a Estados Unidos de Puerto Rico y de Guam (la mayor de las islas Marianas).Cesión a Estados Unidos de Filipinas a cambio de una compensación económica de escasa importancia. Era el fin definitivo del Imperio colonial español./Un poco después, en Febrero de 1899, España vendíó a Alemania los archipiélagos de Marianas, Carolinas y Palaos. Era el fin del Imperio colonial español/El ejército español regresó vencido y en condiciones lamentables, mientras muchos españoles se preparaban para evacuar las colonias y repatriar sus intereses.3. CONSECUENCIAS DE LA GUERRA. CRISIS DEL 98 Y REGENERACIONISMO.La derrota y la consiguiente pérdida de las colonias fueron conocidas en España como el “desastre del 98” o “la crisis del 98”. Aunque la crisis del sistema político y, en parte, de la sociedad y la cultura española, ya estaba anunciada, el desastre se convirtió en símbolo de la primera gran crisis del sistema político de la Restauración. Consecuencias humanas. Unas pérdidas humanas, con que se elevaron en más de 50.000 muertos y varios cientos de miles de heridos.Crisis económica.Aunque la guerra comportó importantes pérdidas materiales en la colonia, no fue así en la metrópoli, donde la crisis económica fue mucho menor. Las repercusiones se podrán observar en todos los ámbitos de la economía: pérdida de los mercados coloniales; repatriación de capitales y su inversión en otros sectores productivos reactivando el sector secundario y terciario, favoreciendo el desarrollo industrial; subida de precios y pérdida de capacidad adquisitiva de la población, siendo uno de los principales problemas la escasa capacidad de compra de la población española; … La necesidad de hacer frente a las deudas contraídas por la guerra promovíó una reforma de la Hacienda con la finalidad de incrementar la recaudación a partir de un aumento de la presión fiscal.Crisis política.Tampoco aconteció la gran crisis política que se había vaticinado, y el sistema político de la Restauración sobrevivíó, asegurando la continuidad del turno dinástico. Sin embargo, algunos de los nuevos gobernantes intentaron aplicar a la política las ideas regeneracionistas, una corriente muy crítica con el sistema político y la cultura española. La crisis política estimuló también el crecimiento de los movimientos nacionalistas, sobre todo en el País Vasco y Cataluña, donde se denunciaron la incapacidad de los partidos dinásticos para desarrollar una política renovadora y descentralizadora, presentando otra vía alternativa a la identidad española tradicional. Lo que si se produjo fue el cambio definitivo del estatus internacional de España, que pasa de ser una potencia mundial con territorios en los cinco continentes a ser una pequeña potencia regional y sin aliados.Crisis moralDe este modo, la crisis del 98 fue fundamentalmente una crisis moral e ideológica, que causó un importante impacto psicológico entre la población. La derrota sumíó a la sociedad y a la clase política española en un estado de desencanto y frustración porque significaba la destrucción del mito del Imperio español en el que llegó a no ponerse el Sol (en un momento en que las potencias europeas estaban construyendo vastos imperios coloniales en Asía y África) y la relegación de España a un papel de potencia secundaria en el contexto internacional. Además, la prensa extranjera presentó a España como una “nacíón moribunda”, con un ejército totalmente ineficaz, un sistema político corrupto y unos políticos incompetentes. Esa visión cuajó en buena parte de la opinión pública española.