Nacionalismo catalán

TEXTO 13: EL NACIONALISMO CATALÁN Y LAS BASES DE MANRESA. 1892

Clasificación y encuadramiento histórico

El texto es una selección de artículos del documento “Bases para la constitución Nacional Catalana”,

Es por tanto una fuente  primaria o histórica de naturaleza circunstancial y temática política (podríamos considerarlo como un manifiesto).

Encuadramos el texto dentro del período de la Restauración, durante la minoría de edad de Alfonso XIII y la regencia de su madre María Cristina.

El autor es colectivo, la Uníó Catalanista, aunque fue redactado por Enric Prat de la Riba, máximo ideólogo del nacionalismo catalán.
Posteriormente, en 1901, fundó, junto con Francesc Cambó, la Lliga Regionalista e impulsó en 1914 la Mancomunidad de Cataluña, de la que fue presidente. El destinatario es colectivo y público: el pueblo catalán, el rey y los dirigentes políticos.

Análisis

Este documento establece las bases para la restitución del autogobierno catalán: una Constitución y unos derechos propios de la nacíón catalana. En este fragmento se recogen las competencias políticas, económicas y sociales que le corresponden a Cataluña.

La primera de las reivindicaciones recogidas en el fragmento a comentar, la base 3ª, defiende su identidad lingüística al establecer el catalán como única lengua oficial en Cataluña.

Además de lo recogido en el fragmento comentado, las Bases de Manresa señala también las competencias del Estado central: relaciones internacionales, control del Ejército de Tierra y Mar, construcción de carreteras y ferrocarriles, resolución de conflictos interregionales y presentación del presupuesto anual

Como se desprende del texto, el nacionalismo catalán encontró en el pasado histórico muchos argumentos para sus reivindicaciones políticas, ya que a lo largo de la época medieval y moderna y hasta la llegada de los Borbones (Decretos de Nueva Planta de 1716),


Cataluña había sido una entidad con lengua, leyes y gobierno propios.

Las Bases de Manresa de 1892 constituyen el programa fundacional de la Uníón Catalanista (creada en 1891). En ellas se reclamaba un amplio régimen de autonomía para Cataluña dentro de la monarquía española y propónía un reparto de funciones entre el poder estatal central y el poder regional autónomo. No planteaban por tanto, la secesión ni la lucha contra el Estado español sino una propuesta de sistema

federal con importantes concesiones al régimen político

administrativo de la Cataluña preborbónica.

El movimiento era esencialmente burgués al ser la burguésía catalana la que aspiraba a controlar el autogobierno.

Comentario

La expansión de los movimientos nacionalistas en España hay que entenderla dentro de la vigorosa eclosión de los sentimientos nacionalistas que se produjo en todos  los rincones del continente europeo entre 1830 y 1900. Las regiones donde adquirieron más importancia fueron Cataluña y País Vasco

LA primera manifestación del regionalismo catalán fue el movimiento cultural Renaixença, cuya figura más importante fue Valentí Almirall, quién promovíó la presentación a Alfonso XII  en 1885 del Memorial de Greuges (agravios)

El programa democrático y progresista de Almirall chocaba con otras tendencias catalanistas de carácter conservador y católico que se aglutinaron en torno a la Uníó Catalanista y que quedaron plasmadas en el texto que comentamos.

Aunque en otros territorios (Galicia, Valencia, Andalucía) fueron conformándose movimientos de corte particularista, sólo en nacionalismo vasco es comparable en peso social y político con el catalán


De este modo, en 1901 se creó la Lliga Regionalista, fundada por Prat de la Riva y Francesc Cambó. Su triunfo en las elecciones de ese mismo año hizo perder peso a los partidos dinásticos en Cataluña y provocó la crisis de la política caciquil. Representaba una nueva opción conservadora moderna, de las clases medias,  que condenaba el centralismo pero que no se opónía al modelo de sociedad existente. Los propósitos nacionalistas chocaron con en cerrado centralismo de la Restauración, cuya única e insuficiente respuesta fue la creación en 1914 de la Mancomunidad de Cataluña, organismo de las diputaciones catalanas con fines administrativos. La Lliga mantuvo en el primer cuarto del Siglo XX su predominio electoral en Cataluña hasta el advenimiento de Primo de Rivera en 1923.

Conclusión

Las Bases de Manresa constituyeron el documento básico del nuevo catalanismo, y de ahí su importancia. Reivindica a Cataluña como única soberana  de su gobierno interior y por tanto con autoridad para  establecer sus leyes, recaudar impuestos, acuñar moneda y cuantas atribuciones derivaran de su autonomía. Su publicación en 1892 es considerado el inicio del nacionalismo político catalán y sus reivindicaciones continuaron siendo el programa esencial del catalanismo hasta su triunfo durante la Segunda República

Mientras duró el régimen de la Restauración, las peticiones de los grupos nacionalistas catalanes fueron continuamente desoídas  desde Madrid, lo que continuó avivando las llamas del regionalismo catalán

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