Que nuevas instituciones crearon los Reyes Católicos

La organización del Estado bajo los Reyes Católicos: instituciones de gobierno


Los Reyes Católicos se marcaron el objetivo de transformar una monarquía de carácter feudal en una monarquía moderna y autoritaria. Los Reyes Católicos ejercieron el poder de una manera personalista y tomaron medidas para reforzar la autoridad de la monarquía. Estas medidas fueron: — Se limitó el poder de la nobleza. Se redujo su poder apartándola de los cargos superiores de la administración y en las Cortes de Toledo de 1480 se acordó reintegrar a la Corona las tierras y rentas que la nobleza usurpó en 1464 —a cambio en las Cortes de Toro de 1505 se institucionalizó el mayorazgo*. — Se controló a las Órdenes Militares. Se presiónó a las Órdenes Militares para que nombrasen al rey como su gran maestre cuando el cargo quedase vacante. — Se fiscalizó el poder municipal en Castilla. Se reforzó la figura del corregidor. Sin embargo quedaron sin corregidor las villas y ciudades sometidas a jurisdicción señorial. — Los Reyes Católicos apenas convocaron las Cortes y se apoyaron en las ciudades para gobernar. — El Consejo Real dejó de ser consultivo para ser de gobierno y se crearon consejos especializados (Aragón, Castilla, Hacienda, Indias, Inquisición, Órdenes Militares). — Se creó una organización territorial de justicia con dos Chancillerías, una en Valladolid y otra en Granada y dos Audiencias, en Santiago de Compostela y Sevilla. — Se creó un ejército permanente. — Se impuso el derecho de presentación o patronato. Los Reyes Católicos propónían al Papa las personas que ocuparían los cargos eclesiásticos más importantes.—Se creó la Liga de la Santa Hermandad en Castilla. Se aprobó en las Cortes de Madrigal en 1476 y se utilizó para combatir el bandidaje. — Se creó la Institución de la Santa Inquisición en 1478. El Papa Sixto IV dio a los Reyes Católicos bula para establecer la Inquisición con el fin de perseguir a los sospechosos de herejía. El Tribunal del Santo Oficio estaba bajo autoridad directa de los reyes, que lo utilizaron como instrumento de su política autoritaria. Los judíos en 1492 (Castilla y Aragón) y los mudéjares en 1502 (Castilla) fueron obligados a optar entre convertirse al catolicismo o abandonar dichos territorios.

Evolución política: conquista, Emirato y Califato de Córdoba


En el año 711 los musulmanes, procedentes del norte de África, aprovechando la crisis interna del reino de los visigodos, invadieron la Península Ibérica. Tras su victoria en la batalla de Guadalete (711), la conquista se completó en apenas cuatro arios, gracias a su superioridad militar.
La Península Ibérica pasó a ser una provincia más del Imperio Islámico bajo el nombre de Al-Ándalus, con capi-tal en Córdoba. Esta situación cambió cuando, tras la revolución abasí, el último Omeya se refugió en Al-Ándalus y se proclamó emir bajo el nombre de Abderramán I (756). Al-Ándalus se independizó políticamente del Imperio musulmán, aunque religiosamente siguió dependiendo del califa de Bagdad. El Emirato Independiente (756-929) fue una etapa de gran inestabilidad por las continuas rebeliones internas y por el avance de los reinos cristianos del norte. En el año 929 Abderramán III se desligó religiosamente del resto del Imperio musulmán al proclamarse califa. El Califato de Córdoba (929-1031) fue la época de mayor esplendor: — Económico: auge del comercio, tributos impuestos a los reinos cristianos. — Político: estabilidad interna. — Cultural: reinado de Al-Hakam II. — Militar: victorias de Almanzor —militar que actuó dictatorialmente en nombre de Hixam II— sobre los cristianos. Al morir (1002) se sucedieron las rebeliones.

Conquista y romanización: la pervivencia del legado cultural romano en la cultura hispánica — La conquista de la Península Ibérica por los ejércitos de Roma se inició con la Segunda Guerra Púnica (219-201) —conquista del este y sur peninsular—; siguió la campaña de Catón en 195 para reprimir las sublevaciones indígenas, la conquista de Numancia en 134 (centro y oeste) y finalizó con las guerras cántabro-astures dirigidas por Augusto y que finalizaron en el ario 19 a. C. (norte). La romanización es el proceso de asimilación cultural de los modos de vida romanos por parte de los pueblos indígenas. Los principales focos de romanización fueron las ciudades; sus principales difusores los soldados y los comerciantes y sus hechos más destacados: – La lengua latina: se impuso inicialmente en las ciudades y, más tarde, en las zonas rurales, donde se mezcló con las lenguas autóctonas. Aparece así el denominado latín vulgar, del que derivan las lenguas romances (castellano, francés, italiano…). En España nacieron filósofos y literatos como Séneca, Lucano y Quintiliano, cuyo idioma era el latín. – El derecho romano: que defendía los derechos del individuo, especialmente el de propiedad. – La religión de Roma, incluido el culto al emperador. A pesar de ello, las creencias autóctonas no desaparecieron. Así mismo llegaron a España religiones como el cristianismo y otras del Mediterráneo oriental, como el culto a Mitra o a Isis. – Las construcciones monumentales: templos como el de Diana, en Mérida; foros y teatros como los de Mérida y Sagunto; anfiteatros como los de Itálica y Tarragona; puentes como el de Alcántara sobre el río Tajo o el de Mérida sobre el Guadiana; pantanos como el de Proserpina, en Mérida, y acueductos como los de Segovia y Mérida. — Las calzadas: red de caminos empedrados, construidos por el ejército, que comunicaban las ciudades y por los que transitaban mercancías, viajeros y tropas. Las rutas principales eran la Vía Augusta, con ciudades importantes como Tarragona, Cartagena, Sevilla y Cádiz, y la Vía de la Plata, donde se encontraban Astorga, Cáparra y Mérida, entre otras ciudades.

El modelo político de los Austrias. La uníón de reinos


La Monarquía hispánica era una suma de reinos con leyes e instituciones propias. Los Habsburgo desarrollaron el modelo consiliar* de gobierno —basado en los Consejos— puesto en marcha por los Reyes Católicos. Los Consejos tenían dos funciones: elevar informes o consultas al rey y resolver los asuntos de su competencia. Estos Consejos eran de dos tipos: — Temáticos: Estado —representaba el principio de unidad de la Monarquía—, Hacienda, Inquisición —estaba presente y tenía competencia en todos los territorios—, Órdenes, Cruzada, Guerra y Cámara. — Territoriales: Castilla —este Consejo estaba por encima del resto y era el Tribunal Supremo de Justicia— , Aragón, Navarra, Flandes y Borgoña. Italia y Portugal. /Cada territorio mantuvo sus instituciones, aunque éstas eran similares en todos ellos. — Virrey. Suplía al rey en los territorios no castellanos. — Cortes. Mantuvieron la misma estructura y funcio-nes que en la Edad Media. Las de Navarra y las de la Corona de Aragón eran pactistas. — Chancillerías. Tribunales superiores de justicia de cada territorio. Hubo dos: Valladolid y Granada. Por debajo de las Chancillerías estaban las Audiencias. /La administración local se mantuvo igual que en tiem-pos de los Reyes Católicos: — En Castilla fue controlada por la oligarquía y los corregidores reales. — En la Corona de Aragón se extendíó el modelo catalán de la insaculación*, que evitó las disputas por el poder municipal. /Los municipios bajo jurisdicción señorial se rigieron por las leyes de realengo. Sus vasallos podían apelar a la Audiencia contra las sentencias de los tribunales señoriales. En 1561 Felipe II trasladó la capital de España de Valladolid a Madrid.

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