1.4 El reino visigodo: origen y organización política, los concilios.
En el año 409 los Suevos, Vándalos y Alanos entran y se asientan en Hispania. Los visigodos, federados romanos asentados en la Galia, entran en la península ibérica para expulsar a estos pueblos invasores. Tras haber expulsado a los vándalos y alanos son vencidos en la batalla de Vouillé (507) por los Francos. Tras esto se replegaron a Hispania formando un reino con capital en Toledo hasta la invasión musulmana en el 711. Los monarcas visigodos Leovigildo, Recaredo y Recesvinto llevaron a cabo la
unificación territorial, cultural y religiosa con la mayoría hispanorromana. ( Leovigildo vencíó a los suevos, Recaredo se pasó al cristianismo en el Concilio de Toledo y Recesvinto establecíó un único código jurídico).
El poder se centraba en una monarquía electiva que llevó a numerosos conflictos y a la inestabilidad, siendo las principales instituciones el Aula Regia y el Officium Palatium. Los Concilios de Toledo fueron asambleas eclesiásticas las cuales tuvieron poder jurídico y religioso, sancionando las decisiones del rey.
4.1 La guerra de sucesión española y el sistema de Utrecht.
En 1700, Carlos II muere sin descendencia nombrando como sucesor a Felipe de Anjou, lo que aseguraba la alianza con Francia pero rompía el equilibrio en Europa a favor de los Borbones. A raíz de esto se forma la Gran Alianza de La Haya que apoya al archiduque Carlos de Austria,
comenzando así la Guerra de Sucesión (1700 1714). Además, esta guerra es un conflicto civil, ya que Castilla apoyó a Felipe al encarnar el modelo centralista y la corona de Aragón al archiduque Carlos de Austria, que representaba la continuidad del modelo foral. Finalmente, la guerra se decanta hacia el lado borbónico ya que estos ocupan Aragón y Valencia.
Mientras tanto la guerra continúa en Cataluña y Baleares. La proclamación de Carlos como emperador fuerza la firma de los tratados de Utrecht (1713) y Rastadt (1714). Felipe es proclamado rey de España pero renuncia al trono francés. España pierde el Milanesado, Sicilia, Nápoles y Flandes a favor de Austria; y Mallorca y Gibraltar a favor de Inglaterra, la cual obtiene, además, el asiento de negros y el navío de permiso. A partir de entonces, Felipe V emprende una política exterior que tiene como objetivo recuperar los territorios perdidos aliándose con Francia. En el Primer Pacto de Familia recupera Nápoles y Sicilia; en el Segundo obtiene Parma; y en el Tercero (1761) participa en la Guerra de los Siete Años, ayuda a las Trece Colonias en la Guerra de Independencia (1766), recupera Menorca y Florida y renuncia a Gibraltar.
4.2 La nueva monarquía borbónica
Los Borbones introdujeron una serie de reformas bajo un sistema absolutista, centralista y uniformizador siguiendo el modelo francés. El sistema de gobierno se rige bajo los Decretos de Nueva Planta que suprimen los fueros e instituciones aragonesas imponiendo el modelo
castellano. Por su parte, los virreinatos pasan a ser provincias gobernadas por capitanes generales con funciones políticas y militares, la justicia es controlada por las audiencias y la economía por el intendente. Las provincias se dividen en corregimientos cuyos ayuntamientos están formados por corregidores nombrados por el rey. Se sustituye el sistema polisinodial de los Austrias por las secretarias, excepto el Consejo de
Castilla. En cuanto a la economía es impone el impuesto único en Aragón, se limitan los privilegios de la Mesta, se establece la libertad de circulación de mercancías y se dignifica el trabajo. Respecto a la iglesia se adopta una política regalista, firmándose el concordato de 1753 con el que la Corona obtiene el Patrono Universal sobre la Iglesia, es decir, la facultad del rey para nombrar cargos eclesiásticos. Finalmente en América se crean los virreinatos de Nueva Granada y Río de la Plata, nuevas
capitánías (Venezuela) y audiencias (Buenos aires).
4.3 La España del SXVIII.
Aumentó la producción agrícola gracias a la puesta en cultivo de nuevas tierras a través de la desecación se pantanos (Cataluña y Valencia) y de construcciones hidráulicas (canal imperial de Castilla) o múltiples acequias, como en Murcia. El problema de la industria era su sistema gremial, a pesar de ello se incentivó por el aumento de población y, por consiguiente, de la demanda de productos. Además, los reyes la potenciaron con
una política proteccionista (manufacturas reales y construcción naval). Asimismo, se permitíó la libertad de comercio con América (1778), se combatíó el contrabando, las intromisiones comerciales de otros países y se promovíó la creación de Compañías de comercio como en Holanda y en Gran Bretaña, pero con menos éxito. Cataluña, a lo largo del Siglo XVIII, logró una notable recuperación económica gracias a un crecimiento demográfico importante, un aumento de la producción agrícola, un desarrollo industrial del sector textil y al comercio con América. E l capital obtenido se utilizó para modernizar el sector textil.
4.4 LA Ilustración.
La Ilustración fue una corriente de pensamiento originada en Francia que defendía el uso de la razón y la crítica como método de análisis y mejora, el fomento de la economía nacional, el desarrollo del conocimiento científico y la educación como base del progreso técnico y económico.
Para expandir estas ideas el estado impulsó las Academias o las Sociedades Económicas de Amigos del País (Jovellanos o Fijó fueron ejemplos de intelectuales). En España, Carlos III (1759-1788) establecíó el Despotismo Ilustrado (todo para el pueblo pero sin el pueblo), un sistema político absolutista que recoge las propuestas reformistas de la Ilustración
para impulsar el progreso del país. El rey en su primera etapa se rodéó de los ministros italianos Esquilache y Grimaldi. Después del motín de Esquilache, que pretendía paralizar las reformas, se rodéó de ilustrados españoles como Aranda, Floridablanca y Campomanes.
Entre las reformas más importantes destacan la colonización de nuevas tierras, la extensión del regadío, la limitación de privilegios de la Mesta, el fomento de la libre circulación de mercancías y la liberalización de la actividad industrial y del comercio con América, aunque se mantuvo una
política proteccionista. Además, se crea el Banco Nacional de San Carlos y se profundiza en la política regalista (supremacía del poder real sobre la iglesia), a llevar a cabo la expulsión de los jesuitas (1767).