4. El panorama ideológico.
Para Europa, la última fase del Siglo XVIII significa crecimiento a todos los niveles, pero
España no siente ese crecimiento. Desde un punto de vista ideológico, podemos dividir
todas las tendencias políticas del país en dos grandes grupos:
Las fuerzas progresistas.
Liberales. Son los partidarios de la monarquía parlamentario.
Los viejos ilustrados. Son los partidarios del reformismo borbónico y del despotismo
ilustrado.
a) Las fuerzas tradicionalistas.
Están en contra de todas las innovaciones, apoyan el absolutismo.
Entre ellos se
encuentra gran parte de la nobleza y el clero
La gente también pertenecerá a estos sectores conservadores
El ejército se convierte en un elemento del sistema político
II. EL REINADO DE Fernando VII (1814-1833).
La España de Fernando VII (1814-1833)
Se divide en tres etapas
La primera etapa: de 1814 a 1820
Los tribunales dicen que para aceptar a Fernando VII, como rey, debe jurar la
Constitución
Fernando VII Llega a España y se dirige a Zamora y Zaragoza y de allí a
Valencia. En esta ciudad recibíó el Manifiesto persa. Fernando VII deroga la constitución
y ordena la restauración del absolutismo. Viajará a Madrid como rey absoluto.
Fernando VII, cuenta con el apoyo de la Santa Alianza e iniciará una sangrienta
persecución de los liberales. En esta etapa, el país se encuentra en graves problemas.
Una de estas dificultades es el escándalo de los barcos rusos.
Florida se cede a los Estados Unidos. La hacienda está prácticamente en quiebra. Para
empeorar la situación, las colonias americanas iniciaron su proceso de emancipación.
Frente al absolutismo, comenzó a desarrollarse una alianza de la burguésía. Nos
encontramos con los llamados pronunciamientos militares.
Las declaraciones para la sustitución de la constitución fueron levantamientos militares
con participación de departamentos civiles. Los núcleos liberales jugaron un papel
importante en estas declaraciones.
Finalmente, en 1820, el comandante Riego se rebeló en Cabezas de San Juan con las
tropas enfocadas en reprimir el levantamiento en América. Él y otros soldados rebeldes
exigen que el rey jure por la constitución de 1812, el rey, asustado, jure por la
constitución
El trienio liberal (1820-1823).
El rey Fernando VII está solo sin más remedio que jurar por la constitución
El rey nombra un nuevo gobierno, presidido por Argüelles, que anuncia una amnistía y
organiza elecciones.
Los liberales moderados, que dirigieron el gobierno durante los dos primeros años,
abogan por un trabajo de reforma llevado a cabo con cuidado. Los exaltados liberales
proclamaron la necesidad de acelerar las reformas. A partir de 1822 lo sublime volvíó a
dominar los privilegios de clase. La inquisición será abolida y ya no será restaurada. Se
crea la Milicia Nacional. El régimen constitucional enfrentó grandes dificultades.
Los insurgentes dominaron amplias zonas del territorio y en Agosto de 1822
establecieron un reinado absolutista en la Seo de Urgel. La posición de la nobleza a
favor del absolutismo y la retirada de la burguésía preparó la intervención de la Santa
Alianza.
En el Congreso de Verona, las potencias aliadas deciden intervenir en España para
devolver al Rey en plenos derechos. Esta intervención está encomendada a Francia y
130.000 soldados franceses denominados Cien Mil Hijos de San Luis y al mando del
Duque de Angulema, atravesaron toda la península y en Septiembre consiguieron
devolver el poder absoluto a Fernando.
En segundo lugar, es necesario ver la conducta cruel y vengativa de Fernando que
ejecuta a gran número de liberales, radicalizando las posiciones de los liberales del país
y de quienes logran huir a Inglaterra.
La década absolutista (1823-1833), llamada también década ominosa.
El nombre ominoso proviene de la literatura liberal, debido a la brutal represión del rey, a
cuya solicitud se crearon los cuerpos de depuración y que sembraron el terror por toda la
península. Hay una ola de persecución contra los liberales, especialmente los exaltados.
El rey encuentra unos ministros inteligentes que, tras la pérdida de las colonias, limpian
la propiedad e inician la reestructuración de la economía. Esta transformación se basará
en la explotación de las colonias restantes. El gobierno del rey no satisface a nadie, ni a
los liberales ni a los absolutistas, a quienes consideran muy débiles frente a los liberales.
Los absolutistas también están en desacuerdo con la posición blanda del rey. Este grupo
radical será conocido como los Apostólicos.
En 1829 Fernando VII se casa con doña María Cristina y en 1830 nace una niña, la
futura Isabel II, Fernando deroga la ley sálica. Tras la muerte de Fernando VII, estalló la
guerra entre los partidarios de Isabel y los partidarios de Carlos María Isidro, a partir de
ahora se les conocerá como los carlistas.