LA ESPAÑA EN EL Siglo XVIII
La guerra de sucesión española
El Siglo XVIII español inicia con la terrible Guerra de Sucesión, que determinará el futuro inmediato del país. Dos dinastías, Borbones y Austrias, se disputan el trono. Vencen los Borbones.
Austrias y Borbones
Carlos II el Hechizado, último monarca de la Casa Austria, murió sin descendencia en Noviembre de 1700. En su testamento nombró como heredero a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia y miembro de la casa de Borbón. Felipe llegó a Madrid en 1701 y fue proclamado rey con el nombre de Felipe V.
Sin embargo, Felipe de Anjou no había renunciado a sus derechos al trono de Francia, lo que alarmó a la alianza encabezada por Inglaterra, Holanda y Austria: los Borbones podían construir un gran estado (España más Francia) y desequilibrar Europa. Los aliados proclamaron los derechos del Archiduque Carlos de Austria, que fue designado rey de las coronas hispanas con el nombre de Carlos III. Como resultado inmediato, en 1702 estalló una guerra terrible en Europa. Por otra parte, la política centralista de corte francés practicada por Felipe V provocó resistencias en los estados de la Corona de Aragón.
El tratado de Utrecht
En 1711 la situación internacional dio un nuevo giro. La muerte del emperador José I de Austria puso la Corona austriaca en manos del Archiduque Carlos. A su vez, Felipe V renunció formalmente a la Corona francesa. Todas las potencias decidieron negociar y, 1713, se firmó la Paz de Utrecht. Felipe fue reconocido internacionalmente como rey de España, pero tuvo que ceder sus territorios europeos a Austria; Sicilia a Saboyá, las fortalezas de Bélgica a Holanda y Gibraltar y Menorca a Inglaterra.
Los catalanes por su parte continuaron la resistencia. Tuvo que ser necesario un gran ejercito para abatirla que fue vencida el 11 de Septiembre de 1714.
La guerra de Sucesión española tuvo una triple dimensión: mundial, peninsular y civil
Mundial: Porque las principales potencias europeas se enfrentaron en Europa y en las colonias
Peninsular: Los estados de la Corona de Aragón lucharon a favor de Carlos y Castilla, a favor de Felipe
Civil: En los estados de Aragón y en Castilla, los partidarios de Felipe y Carlos también se enfrentaron
2. Los Borbones en España
2.1. Reforma política
La victoria borbónica supuso cambios importantes en la organización de la Corona. Felipe V implantó una monarquía absolutista y organizó un solo estado suprimiendo la autonomía mediante la abolición de fueros y privilegios de los estados de la Corona de Aragón. Fueron asimilados a la estructura política y administrativa de Castilla. El proceso de asimilación se realizó por medio de los llamados Decretos de Nueva Planta.
Los antiguos reinos se gobernaran directamente desde la corte a través de los capitanes generales, las audiencias y los intendentes; solo el País Vasco y Navarra conservaron una cierta autonomía.
Déspotas pero ilustrados
Felipe V: reinó entre 1701 y 1746, consolidó la monarquía absoluta y centralista y renovó la administración. Intervino militarmente en Italia con el fin de asegurar un trono para los hijos de su segunda esposa, Isabel de Farnesio. Intentó, asimismo, sin éxito que se revisara el tratado de Utrecht.
Fernando VI: reinó entre 1746 y 1759, y su hermano Carlos III entre 1759 y 1788. Ambos monarcas se enfrentaron a problemas similares. Intentaron una política de neutralidad exterior que permitiera una estrategia de desarrollo económico en el interior, así como una racionalización de las estrategias coloniales en América y reformas en el Estado. En tiempos de Carlos III la creciente intervención y las apetencias británicas en la América española fueron motivo de preocupación constante. A causa de los pactos de familia, alianzas entre Borbones españoles y franceses, los ingleses tuvieron excusa para atacar las posesiones españolas después de la guerra de los Siete años. Carlos III intervino también en la Revolución americana, de la que surgirán los Estados Unidos. En la Paz de Versalles de 1783 pudo recuperar algunos de los territorios que le habían arrebatado los británicos.
Carlos IV: reinó entre 1788 y 1808. Su reinado fue poco afortunado, ya que se vio sometido a las turbulencias de la revolución francesa y a un conjunto de desgraciadas guerras, contra Francia primero y contra Gran Bretaña después, que arruinaron cualquier posibilidad de desarrollo en el país.& Carlos III contó con la ayuda de ministros italianos como Antonio Esquilache. En 1766 el gobierno prohibíó el uso de los tradicionales sombreros anchos y capas largas. El pueblo de Madrid se sublevó y obligó al monarca a retirar la prohibición, controlar los precios de los productos alimenticios básicos y retirar a los ministros extranjeros. A este episodio se le conoce como motín de Esquilache.
Reformas económicas y sociales ///3.1. Reforma de hacienda
Se creó una secretaría de Hacienda y se modificó el sistema fiscal creando impuestos más equitativos, que tendían a que cada cual pagara de acuerdo con su riqueza.
Los funcionarios de la monarquía elaboran censos muy completos que permitieron conocer el número de habitantes de cada provincia y localidad, así como sus posibilidades económicas.
Monopolio de la Corona
A pesar de estas medidas, el balance económico siempre fue deficitario. El Estado recurríó a monopolios como el tabaco y la promoción de la lotería o a la emisión de deuda pública a través de vales reales, lo que motivó la creación del Banco de San Carlos.
Mejoras en la agricultura
A lo largo del Siglo XVIII se produjo un aumento demográfico. El crecimiento afectó indistintamente a la población rural y urbana. En el campo supuso la necesidad de aumentar la producción, para lo que se crearon con esfuerzos nuevas áreas de cultivo talando bosques, aterrazando montañas o desecando pantanos. La introducción de nuevas técnicas y maquinaria fue escasa y se limitó a algunas zonas del levante peninsular.
Liberización del comercio americano
Carlos III liberalizó el comercio con las colonias españolas en 1778. Hasta el momento, todos los barcos que quisieran comerciar con las colonias debían pasar por Cádiz. Con las nuevas medidas, todos los puertos podían comerciar libremente con América. Esto benefició a ciudades portuarias como la Coruña, Santander, Valencia y los puertos catalanes. Como consecuencia, aumentó el volumen de intercambio y se generaron capitales que en algunas ocasiones se reinvirtieron en nuevas manufacturas o fábricas.
Fomento de la industria por parte de la Corona
La Corona también estimuló la producción creando grandes fábricas, las Manufacturas Reales: los arsenales de Cartagena, la Habana y Ferrol.
A finales del Siglo XVIII, las fábricas o manufacturas de la nueva burguésía manufacturera o industrial que obténían beneficios se consolidaban: las fábricas de tejidos de algodón de Cataluña y núcleos metalúrgicos dispersos en Galicia.