La composición a realizar trata sobre la II República Española, período comprendido entre 1931, fin del reinado de Alfonso XIII, y 1936, inicio de la Guerra Civil española.
La II República inició su andadura tras la victoria en las elecciones convocadas por el almirante Aznar para el 12 de Abril de 1931. Estas elecciones eran municipales, y salieron adelante gracias a la participación de los partidos de izquierdas y republicanos.
El resultado de las elecciones es una clara respuesta al desprestigio y desgaste de los últimos años del reinado de Alfonso XIII, que por miedo a la revolución social apoyó el establecimiento de una dictadura de corte fascista en España. La falta de libertades llevó a que los republicanos se organizasen para dar el golpe definitivo a la monarquía a través del Pacto de San Sebastián. Este pacto fue firmado en 1930 y en el establecían la posibilidad de dar un Golpe de Estado, y una vez que este triunfase formar un gobierno provisional con los miembros de los partidos firmantes.
El 12 de Abril las elecciones municipales arrojan un resultado de mayoría aplastante para los republicanos, pues más de un 70% de los municipios españoles eligieron a la coalición republicana, mientras que solo en las ciudades del interior, y en las islas donde la influencia del caciquismo seguía siendo importante, ganaron los partidos monárquicos. El 14 de Abril de 1931 el presidente provisional de la II República, Niceto Alcalá Zamora exige la salida del rey, y proclama el nuevo estado. La II República presenta las siguientes etapas:
– Bienio Reformista (1931-1933) – Bienio Radical o de Centro Derecha (1933-1935) – El Frente Popular (1936)
El gobierno provisional de la nueva república estará formado por los miembros del citado pacto de San Sebastián: – Alcalá Zamora como presidente de la República de la Derecha Repúblicana – Manuel Azaña como ministro de guerra de la Izquierda Republicana – Largo Caballero como ministro de trabajo del Partido Socialista – Alejandro Lerroux y Martínez Barrio del Partido Radical…
De entre las primeras medidas de la II República destacamos una serie de reformas: territorial, laboral, educativa, militar y de orden público: * Reforma territorial permitiría a las comunidades que buscaban la independencia, conseguir cierta autonomía. Esta medida responde a la proclamación de la República Catalana realizada por Francesc Maciá, por lo que se decidíó debatirlo en Cortes, y darle su sitio en la Constitución de 1931. * Reforma Laboral: El ministro Largo Caballero propone la Ley de Laboreo Forzoso y el decreto de términos municipales, que pretendía ampliar la extensión de campos cultivados y además dar trabajo a los habitantes de los municipios cercanos. También se contempla la jornada laboral de 8 horas y un seguro por accidentes * Reforma Educativa: una apuesta clara de la II República fue la educación obligatoria y laica, por lo que se decreta la construcción de más de 7000 escuelas * Reforma Militar: Azaña como ministro de Guerra decide crear un ejército moderno, acabando con la macrocefalia del ejército, otorgando a los oficiales la posibilidad de retirarse a cambio del sueldo íntegro * Cuestión del Orden Público: La II República crea un nuevo cuerpo armado encargado de velar por la seguridad y el cumplimiento de las medidas republicanas, llamado los Guardias de Asalto.
El gobierno provisional convocó elecciones para el 28 de Junio de 1931 a Cortes Constituyentes. Estas elecciones dieron la victoria a la coalición republicano-socialista con más del 90% del escrutinio, un resultado arrollador. En este primer gobierno Manuel Azaña sale elegido como presidente del gobierno, mientras Alcalá Zamora se mantiene como Presidente de la República. Por primera vez salen elegidas 3 mujeres como diputadas: Victoria Kent, Margarita Nelken y Clara Campoamor.
De la formación de las Cortes, salíó una comisión encargada de la elaboración de una nueva Constitución, la de 1931. La constitución se presenta como una república democrática, laica y de trabajadores de toda clase, lo que supone una absoluta revolución en lo que hasta entonces ha sido la historia constitucional española. En la Constitución se establece el sufragio femenino, la libertad de cultos, el matrimonio civil y el divorcio (cuestiones que le va a despertar recelos por parte de los sectores más conservadores, y por supuesto de la Iglesia), la educación primaria obligatoria y gratuita, la nacionalización de ciertos sectores de la economía y el derecho a la propiedad privada subordinada a los intereses del Estado. Se abandona el sistema bicameral, quedando como única cámara legislativa el Congreso de los Diputados. Otro aspecto importante es que se contempla la posibilidad de que algunas regiones se configuren como autónomas bajo la supremacía del Estado y con un claro reparto de competencias.
Se inicia de esta forma la primera de las etapas de la república: el Bienio Reformista (1931-1933). Es la etapa en la que la coalición de Izquierda Republicana y el PSOE toman las riendas del gobierno y llevan a cabo una serie de reformas que podríamos considerar de ambiciosas teniendo en cuenta la coyuntura económica de crisis que hay a nivel mundial. Durante esta etapa se termina de dar forma o cuerpo legal a las primeras medidas llevadas durante el gobierno provisional. Destacamos la política religiosa, la política educativa y cultural, la reforma laboral, la aprobación del Estatuto de autonomía de Cataluña y la Ley para la Reforma Agraria.
En cuanto a la política religiosa, la II República hizo un importante esfuerzo por crear un estado laico, por lo que las Congregaciones religiosas dedicadas a la educación perdieron la oportunidad de hacerlo al prohibírsele ejercer la enseñanza, el comercio o la industria. A esto le sumamos la supresión de la financiación del culto y del clero, el matrimonio civil y el divorcio. De estas medidas surgieron enfrentamientos encarnizados entre los extremistas de izquierda y la Iglesia que se materializaron en numerosos incendios en ciudades como Madrid, Málaga, Sevilla o Cádiz. La política educativa y cultural establecía la construcción de 27000 nuevas escuelas, duplicar el número de institutos de Bachillerato y las “misiones pedagógicas”. Las misiones pedagógicas consistían en equipos de maestros que se desplazaban a los lugares más remotos de la península, aquellos a los que el acceso era muy limitado. Largo Caballero como ministro de Trabajo continua con la Ley de Reforma Laboral que establecía la regulación de los contratos de trabajo a través de convenios colectivos, los jurados mixtos entre patronos y obreros para establecer las condiciones laborales, y también se regulaba la actividad sindical a través de la Ley de Asociaciones obreras. Con respecto a los estatutos de autonomía cabe destacar que el único que funciónó fue el de Nuria, el de Cataluña, que fue aprobado en 1932 tras sufrir importantes recortes en competencias como educación y hacienda. Y por último, destacamos la obra más importante o la que más esfuerzo económico supuso, la ley para la Reforma Agraria. La situación del agro español aún sigue siendo muy atrasada y con un escaso rendimiento, por lo que la necesidad de dar un giro al sector primario español era acuciante. Por ello se plantea la expropiación de grandes latifundios a cambio de una compensación económica, para luego establecer comunas de producción compuestas por campesinos para que sean puestas en funcionamiento. Otra cuestión era la modernización del trabajo a través de la compra de nuevas maquinarias, herramientas y compuestos para aumentar el ritmo de la producción. La ley de reforma Agraria pretendía el asentamiento de 60000 campesinos, de los cuales solo fueron asentados unos 12000. La marcha de la reforma quedó paralizada por la falta de presupuesto del Instituto de Reforma Agraria (IRA) y por la entrada en el gobierno de los partidos de derecha y de centro. El fracaso de esta medida junto a la intensa actividad de los sindicatos anarquistas escribieron el final del gobierno de Azaña. Los anarquistas promovían el asentamiento ilegal de campesinos, así como las huelgas generales que acababan como insurrecciones con el fin de acelerar el cumplimiento de las reformas propuestas por el gobierno. Ante el miedo de que estallase una nueva revolución social, el gobierno aprobó una nueva ley, conocida como “Ley para la defensa de la República”, que permitía en estos casos la suspensión de la garantías constitucionales. El uso de esta ley por parte de las fuerzas de seguridad llevó a los sucesos de Castilblanco o Casas Viejas, donde se produjeron numerosas muertes entre campesinos. Los sucesos de Casas Viejas, junto a la intensa actividad de la CNT y la presión de los partidos de derecha llevaron a que Alcalá Zamora exigiera la dimisión de Manuel Azaña para Abril de 1933.
En Noviembre de 1933 se celebraron las primeras elecciones democráticas de España bajo sufragio universal masculino y femenino. Estas elecciones dieron la victoria a la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) con el apoyo de los partido monárquicos como Renovación Española y Comunión Tradicionalista, seguido muy de cerca por el Partido Radical de Alejandro Lerroux. La izquierda “perdíó la partida” al presentarse desunida y por la mala prensa obtenida tras los sucesos anteriormente comentados. Se inicia el Bienio de Centro Derecha o Radical (1933-1935), etapa en la que el Partido Radical, con Alejandro Lerroux como presidente del gobierno, se hace con el ejecutivo con el apoyo de la CEDA. Durante esta etapa la república da un fuerte giro a la derecha, suspendiendo en gran medida la obra reformadora del período anterior. Por ejemplo, la Iglesia retoma el derecho a ejercer la educación, se devuelven las tierras confiscadas por la reforma agraria y se suprimieron los jurados mixtos. De esta forma se desplazó de nuevo el poder a los empresarios limitando el ámbito de actuación de los sindicatos, por lo que éstos harán frente al nuevo gobierno a través de la huelga general y de las insurrecciones, que cómo en Asturias resultaron ser bastante negativas para el nuevo gobierno. Es la etapa que conocemos como la Revolución de 1934, etapa en la que los obreros de varios ámbitos territoriales y laborales ejercen presión sobre el gobierno a través de la huelga general y de la insurrección. La UGT y el PSOE promovieron una huelga en Madrid que fue rápidamente disuelta, a lo que le sumamos la convocada por la FETT para los campesinos.
Pero los dos conflictos más importantes de la Revolución de 1934 son sin duda alguna, la ley para los Rabassaires de Cataluña y la Revolución de Octubre en Asturias. La Generalitat aprobó una ley que permitía a los rabasaires comprar las tierras que hubieran trabajado durante 18 años. Esta ley fue llevada al Tribunal de Garantías Constitucionales para que fuera derogada. Esta actuación llevó a que el gobierno de la Generalitat se levantase contra el estatal e iniciase una protesta activa en la ciudad de Barcelona. La ciudad fue bombardeada, y los miembros de la Generalitat encarcelados, dando por concluida el problema. La revolución de Octubre de 1934 se inició en las poblaciones mineras asturianas de Mieres y Sama de Liergo. Fue una huelga general que derivó a insurrección ya que de una forma rápida, la revolución fue alcanzando ciudades tan importantes como Gijón, Oviedo y Avilés. Los trabajadores pretendían hacerse con el control de las ciudades y de los medios de producción, pero las fuerzas de seguridad, y entre ellas el ejército fueron enviados para frenar la revolución que se saldó con más de un millar de fallecidos y con 30000 encarcelados.
Ante esta situación el Partido Radical tiene que abrir su ejecutivo y dar 3 ministerios a miembros de la CEDA, entre ellos a José Mª Gil Robles, al que le da el puesto de Ministro de Guerra. El final del bienio viene precipitado por la marcha y resolución de la revolución de 1934 y también por dos escándalos en los que se ve envuelto el Partido Radical, el Asunto Nombela sobre malversación de fondos, y el estraperlo. Ambos escándalos llevaron a que Alcalá Zamora exigiese la dimisión del presidente y de los que habían formado parte, mientras convocaba nuevas elecciones para no dar el poder al conservador José Mª Gil Robles, que intentaría establecer un estado fascista en España. El 16 de Febrero de 1936 se celebran unas nuevas elecciones generales que dan la victoria a la conjunción de republicanos de izquierdas, el Frente Popular. Este nuevo partido contó con el apoyo electoral del PSOE, pero no participarían en el ejecutivo. La victoria fue muy ajustada, pues la CEDA le seguía muy de cerca en escaños, sin embargo el Frente Popular organizó el nuevo gobierno. Los objetivos planteados por el nuevo gobierno del Frente Popular eran: – Decretar una amplia amnistía para los presos políticos (Revolución de 1934) – Restaurar la obra reformadora del primer período de la República – Restablecer la autonomía de Cataluña
En la primera reuníón en Cortes se otorgó la presidencia de la República a Manuel Azaña, desplazando a Alcalá Zamora por sus discrepancias en el gobierno anterior, y como presidente del gobierno a Casares Quiroga. Este nuevo gobierno tiene que hacer frente a una alta conflictividad social y violencia callejera promovida por los grupos de extrema izquierda y por los grupos de extrema derecha. Esto lleva al encarcelamiento de José Antonio Primo de Rivera, líder de Falange Española y el cierre de todas sus sedes.
Por su parte, el ejército, apoyado por los sectores más conservadores de la sociedad española, se prepara para dar un Golpe de Estado, a pesar de las dificultades encontradas desde la llegada del Frente Popular, pues Mola, Franco, Goded, Fanjul, etc… fueron desplazados de los puestos de gran responsabilidad que le habían sido otorgados en el período anterior: Franco fue enviado a Canarias, Mola a Navarra y Goded a Baleares. Aún así consiguieron reunirse en la capital y establecer los puntos a cumplir para realizar el Golpe de Estado, que consistían en intentar provocar la sublevación de todas las guarniciones militares a la vez para el mes de Julio, seguido de una fuerte represión. El golpe fue adelantado debido al asesinato de Calvo Sotelo (extrema derecha) y del teniente Castillo de los guardia de Asalto. El 17 de Julio inician la sublevación en el protectorado de Marruecos, y el 18 de Julio se unen los ejércitos de Franco al Golpe de Estado. El Golpe de Estado fracasó porque no encontró el apoyo de la mayoría de los ejércitos y de la ciudadanía, por lo que derivó en una cruenta Guerra Civil de tres años de duración, así como la configuración de un estado represivo, la Dictadura de Franco.