·Identifica el ámbito geográfico del carlismo y explica su ideario y apoyos sociales
Fernando VII no había tenido descendencia en sus tres primeros matrimonios. A los pocos meses de casarse por cuarta vez, su esposa, María Cristina, quedó embarazada, planteándose el problema de la sucesión al trono. Fernando VII para garantizar la descendencia de su futuro hijo o hija, hace publicar la Pragmática Sanción, que eliminaba la Ley Sálica (ley borbónica que impedía reinar a las mujeres). En 1833 Fernando VII murió dejando como heredera a su hija. Su hermano Carlos inicia su salto al trono. Comienza así la 1ª Guerra Carlista (1833-1840), una guerra donde se enfrentaron los absolutistas y los liberales.
Los partidarios de Carlos no lo apoyaban tanto por su persona como por sus ideas. De hecho, todos los absolutistas españoles se pusieron de su parte. Esto fue lo que llevó a María Cristina a buscar el apoyo de los liberales, promulgando una ley de amnistía que permitía el regreso de los liberales a España desde el exilio. Carlos solo encontró apoyo en las provincias vascas, Navarra y zonas de Aragón y Cataluña, fundamentalmente entre la nobleza, clero y el pequeño campesinado. El transcurrir de la guerra mostró la superioridad de los liberales o cristinos. Pese al dominio carlista en esa zona, nunca fueron capaces de tomar ciudades importantes. Del mismo modo, los intentos de extender la guerra al resto de la península fracasaron.
En 1837 D. Carlos avanzó hacia Madrid (Expedición Real), llegando hasta sus proximidades, pero el avance inmediato de las tropas de Espartero obligó a los Carlistas a retirarse. Esto provocó una evolución de la guerra claramente favorable a los cristinos. Por otra parte, esto fue lo que posibilitó que en 1839 el general
Maroto acordara la paz en nombre de parte del ejército carlista firmando en Convenio de Vergara con Espartero, que había vencido a los carlistas en Luchana, Bilbao.
Solo una escasa parte de los carlistas, los llamados intransigentes, se resistíó a firmar el acuerdo, pero fueron derrotados definitivamente en el Maestrazgo.
En Vergara se negoció el mantenimiento de los fueros en las provincias vascas y Navarra. Por su parte, D. Carlos, huido de España, no aceptó el convenio de Vergara, ya que lo consideraba una traición.
Por último, esta guerra tuvo fases muy sangrientas. Maroto, jefe supremo del ejército carlista, mandó fusilar a generales contrarios al acuerdo de paz.
·Especifica las causas y consecuencias de las dos primeras guerras carlistas
El movimiento carlista desencadenó tres conflictos armados (los dos primeros durante el reinado de Isabel II) que representaron un grave problema para la estabilidad política de España durante gran parte del Siglo XIX.
La primera Guerra Carlista (1833-1840) fue la más extensa y destacada de las tres. A lo largo de sus siete años de duración se pueden distinguir cuatro fases marcadas pot la iniciativa de uno u otro bando (las 2 primeras de iniciativa carlista, las otras 2 de iniciativa isabelina) y su considerable cifra de muertos, hasta 200.000 según algunas fuentes:
-La formación del foco de insurrección vasconavarro, en la que los carlistas se hicieron fuertes en País Vasco y Navarra. No obstante, las tropas carlistas no lograron ocupar ninguna zona urbana.
-Al frente del general Cabrera los carlistas ocupan el maestrazgo. El ejército carlista fracasa de nuevo en su intento de tomar Bilbao.
-La iniciativa isabelina y el Convenio de Vergara. Los isabelinos toman la iniciativa de la mano del general Espartero y los carlistas, fundamentalmente los afines al general Maroto, se muestran cada vez más partidarios de alcanzar la paz. La paz surgíó a través del Convenio de Vergara celebrado entre Espartero y Maroto, el cual supuso el fin de las hostilidades en el País Vasco y Navarra. Carlos María Isidro se exilió a Francia.
-El fin de la guerra en el Maestrazgo. Los enfrentamientos se extendieron algunos meses más en la zona del Maestrazgo, donde el general Cabrera mostró su rechazo hacia el abrazo de Vergara entre Maroto y Espartero. Espartero pondrá fin a la resistencia carlista con la toma de Morella.
Por otro lado, la segunda Guerra Carlista (1846-1849) se desarrolló en Cataluña. Su estallido tuvo el pretexto del fallido enlace entre Isabel II y Carlos VI.
La victoria de los cristianos se debe sobre todo a su superioridad material, pese a las penurias económicas, el poco apoyo popular a la causa carlista al sur del Ebro y al nulo respaldo material y diplomático exterior que tuvo Carlos. Su derrota y exilio significaron el definitivo fin del absolutismo. La guerra produjo una pérdida humana y económica enorme. Las principales consecuencias de este conflicto fueron:
-La inclinación de la monarquía hacia el liberalismo.
-El protagonismo político de los militares que se convertirán en una pieza clave para la defensa del régimen liberal.
-Los enormes gastos de guerra situaron a la nueva monarquía liberal ante serios apuros fiscales.
·Describe las carácterísticas de los partidos políticos que surgieron durante el reinado de Isabel II
Durante el reinado de Isabel II surgieron una serie de partidos políticos, que estuvieron presentes durante su reinado. Según su tendencia, desde la derecha a la izquierda, fueron: Partido Carlista, Partido Moderado, Uníón Liberal, Partido Progresista y Partido Demócrata.
El Partido Carlista supuso el retorno al Antiguo Régimen. El absolutismo era monárquico y la soberanía real. Los privilegios eran forales y estamentales. Durante este partido se produjo la Restauración de la Inquisición. Y por último, este partido tuvo el apoyo de la nobleza reaccionaria y de campesinos temerosos del liberalismo.
El Partido Moderado quería integrar a los carlistas, pero consideraban acabado el Antiguo Régimen. La soberanía en este partido estaba compartida entre las Cortes y el rey, con más atribuciones de la corona. Ante todo estaba el “orden”. El estado y la administración estaban muy centralizados. Durante este partido se produjo la reconciliación con la Iglesia, sin dar marcha atrás en las desamortizaciones. Representaban a las clases más ricas y el censo electoral era del 1-3% de la población.
La Uníón Liberal surgíó en la década de 1850. Esta uníón era un término medio entre los moderados y los progresistas. Representaba a los sectores más acomodados a la sociedad. Defendía la soberanía compartida entre el rey y las Cortes y el orden social.
El Partido Progresista tenía una soberanía nacional, representada por las cortes y el rey ejercía el poder ejecutivo. Este partido apoyaba el sufragio censitario, pero más amplio que los moderados. Pretendía robustecer los poderes locales. Apoyaba la Milicia Nacional. Su dogma económico se basaba en el librecambismo. Su base social eran las clases medias. Por último, solo estuvieron en el poder por sublevaciones o pronunciamientos. La corona siempre los marginó.
El Partido Demócrata se fundó en 1849. La soberanía popular estaba representada por las Cortes. Había sufragio universal masculino. La limitación de los poderes del rey estaba al mínimo. El apoyo a los poderes locales estaba elegido democráticamente. Había un fuerte apoyo a la Milicia Nacional. Y contaron con el apoyo de las clases medias y bajas.
Estos partidos tenían escaso contacto con la realidad social a la que ignoraban. El pueblo apenas participaba en las elecciones y en buena medida era un mero espectador de la vida política.
·Resume las etapas de la evolución política del reinado de Isabel II desde su minoría de edad, y explica el papel de los militares.
El reinado de Isabel II se caracterizó por la alternancia en el Gobierno de progresistas y moderados, en un clima de inestabilidad política. Su reinado se divide políticamente en los siguientes periodos:
1.LAS REGENCIAS DE MARÍA Cristina Y Espartero (1833-1843)
Esta etapa coincide con la minoría de edad de la reina, por lo que actuaron como regentes en primer lugar su madre María Cristina (1833-1840), y el general Espartero. Durante este periodo de regencias se alternaron en el poder moderados y progresistas. Fue una etapa fundamental en la implantación del liberalismo en España, en los ámbitos políticos y económicos.
2.EL REINADO PERSONAL DE Isabel II (1843-1868)
Este reinado se divide en las siguientes fases: –
DÉCADA MODERADA (1844-1854)
Fue una época de predominio absoluto de los moderados al frente de Narváez. Las posiciones conservadoras de esta época quedaron fijadas en la Constitución de 1845. Para esta constitución la base del Estado son la monarquía y las Cortes. Por otro lado, la base electoral fue muy restringida a causa del carácter censitario del sufragio. Los moderados, al hacerse con el poder, parten de un objetivo fundamental: acabar con la inestabilidad política ejerciendo un férreo control que garantizase el orden (aparición de la censura de la prensa, creación de la Guardia Civil…). Por otra parte, se crea el Banco de España que centraliza las finanzas españolas y el régimen moderado llevó a cabo una política de acercamiento a la Iglesia, firmándose el Concordato de 1851.-REVOLUCIÓN DE 1854 Y EL BIENIO PROGRESISTA
Se trató de un pronunciamiento iniciado por el general O’Donnell en Vicálvaro. La Corte entrega el poder a Espartero, que lo compartirá con el general O’Donnell. Junto a Espartero se colocan los llamados “progresistas puros”, quienes rechazan toda alianza con los moderados; junto a O’Donnell se sitúa la “Uníón Liberal”. Los progresistas iniciaron la tarea de afianzar el liberalismo y ampliar las libertades fundamentales. El bienio progresista supuso un nuevo impulso para las transformaciones económicas de signo liberal.-LA ERA O’DONNELL Y LA CRISIS DEL RÉGIMEN (1856-1868)
Tras una serie de conflictos populares, el general Espartero fue sustituido por O’Donnell en el gobierno. Los rasgos esenciales de la era de O’donnell son referibles al eclecticismo que preside la dirección política del país. Así se restaura la Constitución de 1845 y, a la vez, se mantienen algunas reformas. El sistema parlamentario aparece esencialmente viciado, ya que no son los votantes los que deciden los cambios políticos, sino grupos y camarillas políticas que actúan sobre la Corona. Así, los moderados volvieron a ocuparse del gobierno, presentándose como un régimen muy cercano a la dictadura. El rasgo mas sobresaliente de este periodo fue la activa política exterior con la que O’Donnell pretendíó devolver a España el prestigio internacional que había perdido. Por otro lado, la crisis política provocó la alianza entre progresistas y demócratas, que establecerán, en una reuníón celebrada en Ostende, las bases de un programa común que prevéía el destronamiento de Isabel. A este pacto se unen los unionistas, ya que el general Serrano, tras la muerte de O´Donnell, no estaba dispuesto a mantener el trono de Isabel II. Tiempo después se produce la Revolución de Septiembre de 1868, que derrocará a Isabel II.·Compara las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz, y especifica los objetivos de cada una de ellas
A lo largo del reinado de Isabel II se produce la sustitución de la economía feudal, propia del Antiguo Régimen, por un sistema económico capitalista basado en la propiedad privada. Esto afectará también al ámbito agrario. La eliminación de las trabas legales heredadas del Antiguo Régimen era una condición necesaria para liberalizar el mercado de la tierra. En consecuencia, se adoptaron tres medidas fundamentales:
-La supresión de los mayorazgos.
-La abolición del régimen señorial.
-Las desamortizaciones.
Podemos encontrar dos desamortizaciones, la de Mendizábal y la de Madoz.
LA DESAMORTIZACIÓN ECLESIÁSTICA DE MENDIZÁBAL (1837-1849)
Se inició en una etapa de gobierno progresista. Consistíó fundamentalmente en la venta por subasta de las tierras expropiadas a la Iglesia, por ello, se le conoce también como desamortización eclesiástica. Sus objetivos fueron fundamentalmente tres:
-Sanear la hacienda mediante la amortización parcial de la deuda pública.
-Financiar la Guerra Civil contra los carlistas.
-Convertir a los nuevos propietarios para la causa liberal, que necesitaba apoyo social frente a la amenaza carlista.
LA DESAMORTIZACIÓN GENERAL DE Madoz (1855-1867)
Esta desamortización, a diferencia de la desamortización eclesiástica de Mendizábal, se inició durante el bienio progresista e incluía todo tipo de tierras amortizadas.
La situación política y fiscal no era tan grave como en la etapa de la desamortización anterior, ya que la segunda guerra carlista no supuso tanto gasto como la primera y el régimen liberal estaba más consolidado. Por consiguiente, se pretendía destinar parte de los ingresos obtenidos a financiar la construcción de las infraestructuras necesarias para modernizar la economía, es especial la red de ferrocarriles.
·Compara el Estatuto Real de 1834 y las Constituciones de 1837/ 1845
El principal objetivo político de la revolución liberal era el desmantelamiento de la monarquía absoluta y la implantación de una monarquía parlamentaria y constitucional. Tras lis intentos fallidos en las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal, esto se consiguió en el reinado de Isabel II.
Los documentos jurídico-constitucionales más importantes fueron:
-ESTATUTO REAL DE 1834
Promulgado en los comienzos del reinado, el Estatuto Real representa una solución de compromiso entre el absolutismo y el liberalismo. No era una constitución, sino una carta otorgada. Sus carácterísticas más importantes son: Las Cortes son bicamerales, compuestas por un Estamento de Próceres, designados por el monarca y un Estamento de Procuradores, elegibles, aunque para ser candidato había que disponer de un cierto nivel de patrimonio. Ambas cámaras tenían una función más consultiva que la legislativa, ya que eran convocadas, disueltas y suspendidas por el monarca. Además, la ley electoral que seguía este estatuto establecía un sufragio muy censitario. Por tanto, este Estatuto solo favorecía a los estamentos privilegiados de la sociedad, la burguésía y nobleza, terratenientes…
-CONSTITUCIÓN DE 1837
En 1836, un pronunciamiento progresista obligó a la regente María Cristina a proclamar la Constitución de Cádiz y a nombrar un nuevo Gobierno que convocara elecciones a Cortes Constituyentes, para reformar el texto de 1812. Las nuevas Cortes presentaban un absoluto predominio de los progresistas, que aprovecharon para crear un nuevo texto constitucional, distante de la Constitución de Cádiz y del Estatuto Real, para que pudiera ser aceptada por progresistas y moderados. La importancia de esta Constitución es que implanta un régimen constitucional en España, estableciendo un sistema parlamentario similar al francés o al belga. Su contenido era parecido al de la Constitución de Cádiz, con carácterísticas del ideario progresista. Esta Constitución, para obtener el apoyo de los moderados, recoge también aspectos defendidos por el moderantismo que recordaban al Estatuto Real de 1834. Este fue el marco constitucional donde pudieron redactarse leyes como la desamortización de los bienes de la Iglesia.-CONSTITUCIÓN MODERADA DE 1845
Tras las regencias de la Reina Regente y del general Espartero, se disuelve el Senado y se proclama la mayoría de edad de la reina Isabel II, se convocan nuevas elecciones a Cortes, con victoria de los moderados liberados por Narváez, quienes deciden reformar la Constitución de 1837 por otra más acorde a sus ideas. El verdadero objetivo de los moderados era ajustar el sistema político a las pretensiones de su partido. Esto anuló los aspectos progresistas de la Constitución de 1837 y las Cortes se organizaron en dos cámaras: el Congreso de los Diputados y el Senado. Por último, el censo electoral se restringíó aún más.·Especifica las carácterísticas de la nueva sociedad de clases y compara con la sociedad estamental del Antiguo Régimen.
La revolución liberal inglesa supuso la transformación de la sociedad estamental en la actual sociedad de clases. La sociedad ya no se divide en estamentos cerrados, definidos jurídicamente con derechos y obligaciones diferentes, sino que todos los individuos son ciudadanos iguales ante la ley.
La nueva sociedad de clases son se divide en clases dirigentes y clases populares:
-CLASES DIRIGENTES
La pequeña nobleza, al perder sus privilegios, se deteriora económica y socialmente. En cambio, la gran nobleza también perdíó sus privilegios, pero conservó la mayoría de sus tierras en forma de propiedad privada y aquirió otras nuevas durante las desamortizaciones. La revolución liberal fue formando una burguésía. Durante el Siglo XIX, activos grupos de negociantes liberales fueron los inversores en Deuda Pública y en la Bolsa, de este modo, engrandecían sus fortunas. Gran parte de esta burguésía no se sentía atraída por la inversión industrial y consiguieron tierras provenientes de la desamortización, convirtiéndose en rentistas. La burguésía industrial se preocupó por conseguir del Estado políticas proteccionistas para sus productos, pero su escaso número y poder económico dificultó la implantación de una sociedad industrial. Por otro lado, la clase media agrupaba a propietarios, comerciantes, pequeños fabricantes, empleados públicos… cuya riqueza era muy inferior a la de las clases dirigentes. Esta clase media pretendía imitar el estilo de vida de los grupos poderosos, compartiendo sus formas de ocio y nivel de instrucción. Era conservadora, defendía la propiedad y el peso de la iglesia sigue siendo muy importante.
-CLASES POPULARES
Estas clases abarcan los grupos desfavorecidos durante la revolución liberal. Las clases bajas urbanas estaban formadas por mozos de comercio y pequeños tenderos que estaban entre las clases medias y las populares. Las desamortizaciones en estas clases no alteraron la estructura de la propiedad de la tierra y la tierra volvíó a concentrarse en pocas manos. Los nobles conservaron sus tierras en Castilla La Mancha, Andalucía y Extremadura. La situación del campesinado era compleja y la reforma agraria dio lugar a un gran grupo de campesinos sin tierra que vivían como jornaleros. Por último, el proletariado surge con la nueva organización del trabajo producida por el proceso de industrialización. Las jornadas laborales eran de 12 a 14 horas, mujeres y niños eran habitualmente empleados en fábricas, cobrando un salario inferior
·Describe las carácterísticas esenciales de la Constitución democrática de 1869
El deterioro del régimen isabelino se ve agudizado por la crisis económica de 1866. La oposición comenzó a unirse para derribar a ña reina. Los progresistas, con Juan Prim a la cabeza, y los demócratas suscribieron con este fin el Pacto de Ostende en 1866. Tiempo después, los republicanos y unionistas, liderados por Serrano tras la muerte de O‘Donnell, se incorporaron a este bloque, que se vio reforzado por un gran número de mandos militares.
El 18 de Septiembre de 1868 estalló la Revolución conocida como “La Gloriosa” y comenzó el Sexenio Democrático.
Los revolucionarios de 1868 deseaban implantar una auténtica democracia y convocaron elecciones para redactar una nueva Constitución, estas dieron una amplia mayoría a progresistas, unionistas y demócratas.
Las Cortes redactaron la Constitución de 1869, que trataba de un texto con influjos del constitucionalismo radical francés y norteamericano. Es una constitución rígida y de mayor extensión que las 3 anteriores. También aparecen los derechos que ya figuraban en las Constituciones de 1837 y 1845, pero con mayor detalle y mejor técnica jurídica. Además, por primera vez, encontramos los derechos de reuníón y asociación. En cuanto a organización, esta Constitución mantiene el bicameralismo, aunque el Senado pasa a ser electivo. La aceptación de la Monarquía como forma de gobierno de la Nacíón va precedida de la reafirmación de la soberanía nacional y en consecuencia, desaparece la posibilidad de veto.
La Constitución de 1869 definíó un nuevo sistema político basado en el liberalismo democrático. La Carta Magna establecíó una clara división de poderes y el principio de la soberanía nacional, defendido por progresistas y demócratas, abandonó la noción doctrinaria de soberanía compartida que inspiro la Constitución de 1845. Por otro lado, se instaura el sufragio universal masculino, directo en la elección de diputados e indirecto en la de senadores. El Estado se comprometía a mantener el culto y el clero católico, pero se hizo lo contrario.
En suma, el texto elaborado por las Cortes de 1869 es considerado como la primera Constitución democrática en nuestra historia.
·Identifica los grandes conflictos del Sexenio y explica sus consecuencias políticas
En 1866, el régimen de Isabel II alcanzó su clímax con una aguda crisis económica y política que acentuó el descontento social y abríó el camino a la revolución de 1868. En 1866 progresistas y demócratas firmaron el Pacto de Ostende, por el que decidieron unir sus esfuerzos para derrocar a la reina y establecer un nuevo sistema político. Al año siguiente se añadió a este bloque la Uníón Liberal. Isabel II y el Partido Moderado estaban políticamente aislados, sin más apoyo que el que se ofrecían mutuamente. A mediados de Septiembre de 1868, la escuadra del Almirante Topete se pronuncia en Cádiz apoyado por Prim y Serrano. La reina huye a Francia. El sexenio se desarrolla políticamente en cuatro periodos:-GOBIERNO PROVISIONAL (1869-1870)
En esta primera fase, el poder político es ejercido principalmente por la Junta Revolucionaria de Madrid, ella es la que confiera al general Serrano el encargado de constituir un gobierno provisional. El Gobierno de Serrano convoca, a través del sufragio universal, elecciones para formar Cortes Constituyentes que deben redactar una nueva Constitución. Una vez aprobada, Serrano se convierte en Regente.-MONARQUÍA CONSTITUCIONAL (1870-1873)
En los debates constitucionales surgen dos tendencias: la monárquica, apoyada por el gobierno y la republicana, defendida por las Juntas y los republicanos del Partido Demócrata. De estas dos tendencias triunfa la monárquica. La Constitución de 1869 establece la monarquía democrática como forma de Estado. El nuevo trono recae en Amadeo I de Saboyá, hijo de Víctor Manuel, rey de Italia. El rasgo más carácterístico de este breve reinado fue la permanente inestabilidad social y política dados los graves problemas que surgieron en su comienzo: Asesinato del general Prim, su principal apoyo. El escaso apoyo de los partidos políticos. La agitación social ligada al desarrollo del movimiento obrero. Por estos motivos, Amadeo abdicó de la Corona y abandonó España. El Congreso y el Senado proclaman la república como forma de gobierno.-PRIMERA REPÚBLICA ESPAÑOLA (1873-1874)
La república no consiguió estabilizar el sistema, ya que a los problemas heredados se añadió el conflicto dentro de las filas republicanas entre unitarios (centralistas) y federalistas. Así, en menos de un año se sucedieron cuatro presidentes. En primer lugar presidíó la República Figueras, pero después fue sustituido por Pi y Margall, proclamándose la República Federal. Las cortes elaboraron una nueva constitución que no llegó a aprobarse. Debido a la violencia de la insurrección Pi y Margall fue sustituido por Nícolás Salmerón. Salmerón envió al ejército para sofocar el movimiento cantonalista, de este modo la República adopta posiciones más conservadoras. Salmerón terminó siendo sustituido por Castelar, quien representaba el triunfo de la República conservadora. Poco después se produce el golpe de Estado de Pavía.Castelar terminó dimitiendo y la República murió.
-DICTADURA DEL GENERAL SERRANO (1874)
La denominación de República se mantuvo durante el año 1874, presidido por Serrano. El sexenio democrático, entre 1868 y 1874 supuso el intento de los sectores más progresistas de la burguésía por avanzar hacia un régimen parlamentario democrático moderno.Explica los elementos fundamentales del sistema político ideado por Cánovas
De entre los elementos que permitieron configurar el régimen de la Restauración destacaron, por encima de los demás, el sistema bipartidista y el turno pacífico, denominado comúnmente “turnismo”. A continuación se procede al análisis de cada uno de ellos, haciendo hincapié en su íntima relación. A su vez, es preciso señalar que fueron posibles, en gran medida, gracias a prácticas electorales de tipo fraudulento.
Antonio Cánovas del Castillo entendía que los grupos políticos debían ser instrumentos al servicio de la causa monárquica. Considera necesario superar las divisiones entre liberales, propias de periodos anteriores, con el fin de convertir a los partidos dinásticos en muros de contención capaces de detener el avance del republicanismo y el carlismo. Fue así como, a imitación del modelo británico, terminó por imponerse un sistema bipartidista dominado por conservadores, a cuyo frente se situó el propio Cánovas, y liberales, liderados por Práxedes Mateo Sagasta.
Ahora bien, un correcto funcionamiento del engranaje bipartidista exigía que los partidos dinásticos se turnaran en el poder. Este objetivo se lograba mediante la manipulación o falseamiento de los resultados electorales. De esta manera, ese continuo fraude que permitía a conservadores y liberales alternarse en el poder, nos permite hablar de una democracia puramente formal; es decir, un sistema liberal sin democracia. En ese proceso desempeñaban una labor decisiva los caciques locales y comarcales, así como de los gobernadores civiles provinciales. Todo esto, claro está, con el beneplácito y apoyo de la Corona y de las élites de los partidos dinásticos.
Especifica las carácterísticas esenciales de la Constitución de 1876
En texto constitucional aprobado en 1876 ha sido, hasta la fecha, el que más tiempo ha estado vigente en la historia contemporánea de España, pues se mantuvo hasta 1923. Por tanto, su principal logro fue dotar de estabilidad a un país que carecía de ella desde la invasión napoleónica de 1808 y la aprobación del Estatuto de Bayona. Su articulado se compónía de ochenta y nueve puntos, lo que nos permite hablar de una constitución breve y, en cierto modo, síntesis de las dos precedentes, las de 1845 y 1869.
En gran medida, la vigencia del texto se explica por su escasa concreción, que permitía al partido gobernante interpretar a su gusto aspectos básicos como los derechos, el sufragio o la cuestión religiosa. Es decir, a diferencia de las restantes constituciones del Siglo XIX, no obedecía a los criterios de un grupo. Otro aspecto clave para entender su durabilidad es el contexto en que se elaboró, marcado por un espíritu de consenso y un deseo de llegar a acuerdos de Estado entre los grandes partidos.
De entre las principales carácterísticas de la Constitución de 1876, cabe señalar las siguientes:
∙ Soberanía compartida entre las Cortes y el rey, siendo este último el encargado de regular los tres poderes del Estado, así como dirigir y moderar la vida política.
∙ Establecía un poder legislativo bicameral, con un Senado cuyos miembros eran designados por el rey, y un Congreso de los Diputados salido de los procesos electorales.
∙ Carecía de una regulación de los derechos ciudadanos, que se dejaban en manos de la legislación posterior y la interpretación de los gobiernos de turno.
∙ No especificaba el sistema de votación, quedando el derecho al sufragio abierto al uso de la modalidad basada en el censo –censitario- o a su universalización. Finalmente, el sufragio universal masculino terminó por imponerse en 1890.
Analiza las diferentes corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español, así como su evolución durante el último cuarto del Siglo XIX.
Tal como sucedíó en los restantes países de la Europa Central y Occidental, las corrientes ideológicas que más aceptación tuvieron entre los obreros y campesinos españoles fueron el anarquismo y el socialismo. A continuación se procederá a analizar cada una de ellas, prestando especial atención a sus planteamientos, dirigentes e instrumentos.
El anarquismo llegó a España durante el Sexenio Democrático (1868-1874) de la mano de un discípulo de Mijaíl Bakunin, el italino Giuseppe Fanelli. En esta etapa se centró en la captación de seguidores y la acción terrorista, por lo que fueron clandestinos y perseguidos. Aún así, logró ser la ideología obrera más influyente durante el periodo de la Restauración, difundíéndose especialmente entre el campesinado andaluz y los trabajadores de las fábricas y talleres catalanes. Su oposición a toda forma de poder y la acción violenta contra miembros del gobierno y de la burguésía, hizo que se convirtieran en una amenaza contra el poder establecido.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fundado como organización de clasepor Pablo Iglesias en 1879, combinaba el ideario revolucionario marxista con medidas más acordes a la realidad finisecular, como la participación en el juego electoral. Asociado a él surgíó, en 1888, la Uníón General de Trabajadores (UGT), un sindicato también de orientación socialista. Toda esta actividad en pro de la defensa de los derechos del proletariado se complementó con la puesta en marcha de prensa escrita (destacó El Socialista), Casas del Pueblo y mutuas obreras.
Explica la política española respecto al problema de Cuba
Una correcta compresión de la política española en Cuba ha tener en cuenta el contexto internacional de finales del XIX, caracterizado por el auge del imperialismo y el creciente expansionismo de los Estados Unidos. De hecho, la nacíón americana, que había iniciado su proceso de conversión en una gran potencia industrial y militar tras la Guerra de Secesión (1861-1865), desempeñó un papel fundamental en el desarrollo y desenlace del conflicto cubano.
A esto hemos de añadir la política inmovilista de los gobiernos españoles con respecto a la isla y las demandas de sus pobladores. Un importante sector de la clase dirigente peninsular era partidaria de no ceder a ninguna presión reformadora planteada por los cubanos, que cada vez exigían un mayor grado de autonomía. De hecho, aunque la esclavitud en Cuba quedó abolida en 1886, las Cortes rechazaron la propuesta de descentralización presentada en 1893.
De esta manera, los intereses norteamericanos en la isla, unidos a la errática política española, llevó a que en 1895 se produjera una nueva insurrección de corte independentista. Se inició así una nueva guerra en Cuba, que enfrentó, en primer término, al ejército español con los nacionalistas cubanos, y más tarde a España con los Estados Unidos. La derrota de 1898 significó la pérdida definitiva, no solo de la isla caribeña, sino también de Puerto Rico y Filipinas.
Especifica las consecuencias para España de la crisis del 98 en los ámbitos económico, político e ideológico
Si bien la derrota en la guerra de 1898 con los Estados Unidos, unida a la pérdida de las últimas colonias, no condujo a un cambio de régimen o de gobierno, provocó la aparición del movimiento regeneracionista. En su origen, además del desastre militar y colonial, fue esencial el impulso de buena parte de la intelectualidad y algunos políticos de la época. El objetivo fundamental de los regeneracionistas era poner en marcha un replanteamiento general de la situación de España a partir de la modernización social, la superación del atraso cultural y la dignificación de la actividad política.
Ahora bien, es necesario señalar que el llamado “Desastre del 98” fue más un estado de ánimo, una crisis moral e ideológica, que una realidad política y económica. De hecho, en los años siguientes el sistema de la Restauración continuó funcionando como lo había hecho hasta la fecha; sin sobresaltos que pusieran en cuestión su vigencia. A esto se ha de añadir que las consecuencias económicas de la pérdida colonial resultaron ser menores de lo previstas. Al fin y al cabo, España ya no tenía que afrontar el cuantioso gasto que supónían el ejército y la administración colonial. También se hizo evidente que los territorios de ultramar no aportaban demasiados beneficios a la economía española; e incluso durante los primeros años se dejaron notar las consecuencias beneficiosas de la repatriación de capitales, los llamados “capitales indianos”.
Como se ha indicado anteriormente, en el campo ideológico las consecuencias afectaron al estado de ánimo de la nacíón. Las élites intelectuales, y de manera especial la Generación del 98, se vieron afectada por el derrotismo, pesimismo y victimismo posterior a la derrota en la guerra. Además la prensa extranjera se empeñó en presentar a España como un país en decadencia, con una economía atrasada y un sistema político corrupto.