La Argentina surgíó como estado independiente de hecho el 25 de Mayo de 1810 con el nombre de Provincias Unidas del Río de la Plata.
Antecedentes
Para ese entonces, los ejércitos argentinos enfrentaban a las fuerzas del Imperio español en varios frentes simultáneos, mientras los federales iniciaban su lucha contra la invasión luso-brasileña. En 1820, tras el motín de Arequito, que causó la disolución del Congreso Nacional y del gobierno central, cada provincia pasó a gobernarse por sí misma. Esta situación parecíó comenzar a revertirse a partir de 1824, con la reuníón de un nuevo Congreso Nacional. [4] El estallido de la Guerra del Brasil al año siguiente aceleró el proceso de formación de un nuevo gobierno central, dirigido por el presidente Bernardino Rivadavia, pero las negociaciones de este con el Imperio de Brasil y su apoyo al unitarismo en la renacida Guerra Civil causó un descontento generalizado tanto en la capital como en las provincias interiores.
Durante varios años tuvo lugar una nueva Guerra Civil, tras la cual el Partido Federal logró controlar todos los gobiernos provinciales. Gradualmente se fue adoptando la denominación Confederación Argentina para el conjunto, que se reconocía como parte de un estado, pero no se dio instituciones políticas ni legales en común.
Entre 1835 y 1852
Mapa de la Confederación y algunos países limítrofes hacia el año 1846. El nombre se generalizó a partir del inicio del segundo mandato de Juan Manuel de Rosas como gobernador de la Provincia de Buenos Aires, reuniendo por voluntad de las demás provincias el cargo de encargado de las relaciones exteriores y la guerra de la Confederación. Entre 1835 y 1852 las provincias argentinas utilizaron la denominación Confederación Argentina para sus relaciones internacionales. Estas catorce provincias serían reconocidas en la Constitución Argentina como «preexistentes» a la formación del estado unificado.
Inestabilidad política y guerras
Durante todo el período de la Confederación, las Provincias Unidas vivieron de hecho una Guerra Civil, dentro de las fronteras de la actual Argentina, generada por los exiliados políticos del Partido Unitario desde el Uruguay, Chile y Bolivia, en lucha casi permanente para recobrar el poder. Por su parte, tropas unitarias colaboraban con los colorados y con sus apoyos extranjeros, especialmente por parte de los gobiernos de Gran Bretaña, Francia y el Imperio del Brasil, además de gran cantidad de mercenarios y voluntarios italianos y de otros países europeos.
Conformación
La Confederación Argentina estaba conformada por las provincias autónomas de Santa Fe, Buenos Aires , Entre Ríos, Corrientes, Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca, Córdoba, La Rioja, San Juan, San Luis y Mendoza. Hasta su caída, el gobierno de Rosas no reconocíó la independencia del Paraguay, pero esta nunca estuvo de hecho, ni de derecho, unida a la Confederación.
Secesión de Buenos Aires
Placa en la plaza de la Confederación Argentina en la ciudad de Paraná. Conmemora la designación de Paraná como capital del Estado argentino en 1854. No obstante, la Provincia de Buenos Aires se negó a participar en el nuevo estado, separándose con el nombre de Estado de Buenos Aires. El régimen establecido en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, acaudillado por líderes unitarios tales como Valentín Alsina y Bartolomé Mitre, retiró sus representantes del Congreso Constituyente antes de que este adoptara la Constitución.
La sanción de la Constitución de 1853, que establecía un régimen federal de gobierno, marcó un hito importante en el desarrollo de la Confederación. El 5 de Marzo de 1854 fueron electos presidente y vicepresidente el general Justo José de Urquiza y el doctor Salvador María del Carril, quienes se trasladaron con sus ministros a Paraná, establecida entonces como Capital provisoria de la Confederación Argentina.
Final de la Confederación
De todos modos, un artículo de la Constitución declara que el nombre de Confederación Argentina sigue siendo uno de los nombres oficiales del país. No obstante, la historiografía Argentina suele utilizar el nombre de Confederación Argentina a todo el período que termina con la caída del gobierno de Derqui y Pedernera, a fines de 1861, como netamente separado del período inmediatamente posterior, dominado por los líderes unitarios y porteñistas. La batalla de Pavón y la invasión de los ejércitos porteños a las provincias interiores significaron una ruptura decisiva, y el término «Confederación Argentina» dejó de usarse.
Antecedentes
Para ese entonces, los ejércitos argentinos enfrentaban a las fuerzas del Imperio español en varios frentes simultáneos, mientras los federales iniciaban su lucha contra la invasión luso-brasileña. En 1820, tras el motín de Arequito, que causó la disolución del Congreso Nacional y del gobierno central, cada provincia pasó a gobernarse por sí misma. Esta situación parecíó comenzar a revertirse a partir de 1824, con la reuníón de un nuevo Congreso Nacional. [4] El estallido de la Guerra del Brasil al año siguiente aceleró el proceso de formación de un nuevo gobierno central, dirigido por el presidente Bernardino Rivadavia, pero las negociaciones de este con el Imperio de Brasil y su apoyo al unitarismo en la renacida Guerra Civil causó un descontento generalizado tanto en la capital como en las provincias interiores.
Durante varios años tuvo lugar una nueva Guerra Civil, tras la cual el Partido Federal logró controlar todos los gobiernos provinciales. Gradualmente se fue adoptando la denominación Confederación Argentina para el conjunto, que se reconocía como parte de un estado, pero no se dio instituciones políticas ni legales en común.
Entre 1835 y 1852
Mapa de la Confederación y algunos países limítrofes hacia el año 1846. El nombre se generalizó a partir del inicio del segundo mandato de Juan Manuel de Rosas como gobernador de la Provincia de Buenos Aires, reuniendo por voluntad de las demás provincias el cargo de encargado de las relaciones exteriores y la guerra de la Confederación. Entre 1835 y 1852 las provincias argentinas utilizaron la denominación Confederación Argentina para sus relaciones internacionales. Estas catorce provincias serían reconocidas en la Constitución Argentina como «preexistentes» a la formación del estado unificado.
Inestabilidad política y guerras
Durante todo el período de la Confederación, las Provincias Unidas vivieron de hecho una Guerra Civil, dentro de las fronteras de la actual Argentina, generada por los exiliados políticos del Partido Unitario desde el Uruguay, Chile y Bolivia, en lucha casi permanente para recobrar el poder. Por su parte, tropas unitarias colaboraban con los colorados y con sus apoyos extranjeros, especialmente por parte de los gobiernos de Gran Bretaña, Francia y el Imperio del Brasil, además de gran cantidad de mercenarios y voluntarios italianos y de otros países europeos.
Conformación
La Confederación Argentina estaba conformada por las provincias autónomas de Santa Fe, Buenos Aires , Entre Ríos, Corrientes, Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca, Córdoba, La Rioja, San Juan, San Luis y Mendoza. Hasta su caída, el gobierno de Rosas no reconocíó la independencia del Paraguay, pero esta nunca estuvo de hecho, ni de derecho, unida a la Confederación.
Secesión de Buenos Aires
Placa en la plaza de la Confederación Argentina en la ciudad de Paraná. Conmemora la designación de Paraná como capital del Estado argentino en 1854. No obstante, la Provincia de Buenos Aires se negó a participar en el nuevo estado, separándose con el nombre de Estado de Buenos Aires. El régimen establecido en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, acaudillado por líderes unitarios tales como Valentín Alsina y Bartolomé Mitre, retiró sus representantes del Congreso Constituyente antes de que este adoptara la Constitución.
La sanción de la Constitución de 1853, que establecía un régimen federal de gobierno, marcó un hito importante en el desarrollo de la Confederación. El 5 de Marzo de 1854 fueron electos presidente y vicepresidente el general Justo José de Urquiza y el doctor Salvador María del Carril, quienes se trasladaron con sus ministros a Paraná, establecida entonces como Capital provisoria de la Confederación Argentina.
Final de la Confederación
De todos modos, un artículo de la Constitución declara que el nombre de Confederación Argentina sigue siendo uno de los nombres oficiales del país. No obstante, la historiografía Argentina suele utilizar el nombre de Confederación Argentina a todo el período que termina con la caída del gobierno de Derqui y Pedernera, a fines de 1861, como netamente separado del período inmediatamente posterior, dominado por los líderes unitarios y porteñistas. La batalla de Pavón y la invasión de los ejércitos porteños a las provincias interiores significaron una ruptura decisiva, y el término «Confederación Argentina» dejó de usarse.