10. La restauración
El pronunciamiento de Martínez Campos aceleró el acceso al trono de Alfonso XII y, con ello la restauración de la monarquía borbónica. La crisis de ésta comenzó en 18902 con el reinado de Alfonso III, y terminó definitivamente con la proclamación de la II República.
1. Introducción
El artífice de la vuelta de los Borbones a la corona española fue Cánovas del Castillo, ya que preparó el camino consiguiendo la abdicación de la reina Isabel en su hijo Alfonso y redactando un manifiesto a favor de éste. Sin embargo, el pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto acabó con dicho plan y aceleró el acceso al trono de Alfonso XII. Entre la población existía un gran deseo de orden, lo que facilitó el restablecimiento de la monarquía.
2. Características generales
- La evolución de la Restauración se divide en 3 períodos:
– El reinado de Alfonso XII (1875-1885)
– La regencia de María Cristina (1885-1902)
– El reinado de Alfonso XIII (1902-1923
- Las bases fueron la Constitución de 1876, la alternancia en el poder de los dos grandes partidos y el caciquismo.
- El gobierno se encontró con dos problemas:
– La oposición de republicanos, obreros y nacionalistas.
– Las guerras carlistas y coloniales.
- La Restauración fue un período histórico caracterizado por la estabilidad constitucional, el alejamiento de los militares de la vida política, quedando sustituidos por verdaderos políticos, y el crecimiento económico. Sin embargo, se consiguió el dominio de una oligarquía que falseaba el sistema electoral y dejaba al margen de la vida política a amplios sectores de la sociedad.
3. Fundamentos políticos
- Objetivos. El principal objetivo de Cánovas del Castillo fue restaurar la monarquía. Para ello, no sólo debía conseguir la llegada al trono de Alfonso XII, sino que debía ser capaz de que éste mantuviera su puesto sin complicaciones. Así maduró un sistema en el que incluía a todos los partidos burgueses con el fin de evitar posibles pronunciamientos, y excluía a las clases populares para evitar una revolución desde dentro.
- Ideología. Cánovas era de carácter moderado. A través del manifiesto de Sandhurst (1874) Cánovas mostraba un programa político de ideología conservadora. Destacan tres principios:
– El gobierno debe estar dirigido por la monarquía constitucional y las Cortes.
– El liberalismo burgués debe acabar con el AR y adaptar las cortes a los tiempos que corren.
– Identifica el reinado de Alfonso XII con el catolicismo por ser tradición.
4. La constitución de 1876
En 1875 Cánovas ejercía como ministro. De inmediato, puso en marcha el proceso constitucional convocando elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal y nombró la Comisión de los Notables para redactar un proyecto de constitución.
La nueva Constitución se promulgó en mayo de 1876 y duró 47 años. Se trata de una Constitución que busca ser válida para cualquier gobierno. Los principales artículos tratan:
4. La constitución de 1876
En 1875 Cánovas ejercía como ministro. De inmediato, puso en marcha el proceso constitucional convocando elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal y nombró la Comisión de los Notables para redactar un proyecto de constitución.
La nueva Constitución se promulgó en mayo de 1876 y duró 47 años. Se trata de una Constitución que busca ser válida para cualquier gobierno. Los principales artículos tratan:
- Forma de gobierno. Monarquía constitucional.
- Soberanía compartida entre el Rey y las Cortes.
- El Rey tiene e poder ejecutivo y comparte el legislativo con las Cortes.
- Se posibilitan los derechos procesales mediante una legislación posterior.
- Derechos. Libertad de expresión, de reunión y de asociación.
- Cortes bicamerales, formadas por el Congreso y el Senado.
- Se adopta un Estado confesional estático.
- El nombramiento de Diputados mediante las juntas electorales y en la forma que determine una ley posterior.
El moderantismo tuvo una gran influencia en esta constitución. Como atribuciones reales, destacan: el veto absoluto, la iniciativa legislativa, la capacidad de convocar, suspender y disolver las Cortes, el nombramiento personal de un terco del Senado.
5. El turno político
Promulgada la Constitución, faltaba la existencia de dos grandes partidos dinásticos que se alternaran pacíficamente en el ejercicio del poder. Cánovas contó con el apoyo del liberal Sagasta. El resto de formaciones políticas quedaban excluidas del sistema.
Dichos partidos dinásticos fueron:
- El partido conservador, liderado por Cánovas. Su ideología estaba basada en el liberalismo doctrinario. Su acción de gobierno acabó con el carlismo, aprobó la ley Electoral de 1878 y puso fin de forma momentánea a la guerra de Cuba. Se aprobó la ley de Prensa (1879) y se intentó acabar con la foralidad.
- El partido liberal (fusionista), liderado por Sagasta. Mantenían un pensamiento liberal progresista. Su acción de gobierno destaca por la ley de Asociaciones aprobada en 1887. Además del sufragio universal masculino de 1890 y el nuevo código Civil de 1899. Cabe señalar la reactivación de la guerra de Cuba (1895-1898) debido al incumplimiento de la paz de Zanjón.
Estos partidos eran agrupaciones parlamentarias sin estatutos que las regularan. Las diferencias ideológicas eran mínimas, por lo que Cánovas y Sagasta se entendieron muy bien entre ellos, y también con los reyes. En primer lugar con Alfonso XII, y en segundo lugar, con María Cristina con la que llegaron a un acuerdo verbal tras la muerte de su marido en 1885. A través de este acuerdo, conocido como el Pacto del Pardo, acordaron mantener la monarquía y la alternancia. Esto hizo que la alternancia funcionara con precisión.
6. Caciquismo y fraude electoral
El caciquismo adquirió su plena vigencia, sobre todo la proclamación del sufragio universal masculino.
Para garantizar la alternancia, se recurrió al fraude electoral. El mecanismo de funcionamiento era el siguiente: cuando el gobierno se desgastaba, el rey encargaba un nuevo gobierno al otro partido, que convocaban elecciones para tener un parlamento adicto. Desde el ministerio de la Gobernación se confeccionaba la lista de diputados que debían ser elegidos en cada distrito. Éstos formaban una oligarquía que monopolizaba los escaños de las Cortes y los cargos políticos importantes, controlando así todos los resortes del poder. El “encasillado” se entregaba a los gobernadores para que lo impusiesen en sus respectivas provincias a través del cacique local. Los caciques garantizaban la elección de los diputados previstos en la lista el gobierno.
Mediante el fraude se marginaba a la oposición, lo que favorecía los intereses de la clase que sustentaba el régimen.
7. Conclusiones
La Restauración fue un período de estabilidad. Se caracteriza por el protagonismo de la sociedad. Sin embargo, se produjo un auge de los movimientos ajenos al sistema que acabaron con éste.9