11.1. La creación del estado franquista. Grupos ideológicos y apoyos sociales. Etapas de la dictadura y principales carácterísticas de cada una de ellas. El contexto internacional: del aislamiento al reconocimiento exterior.
LA CREACIÓN DEL ESTADO FRANQUISTA
Un régimen personal y dictatorial
El régimen franquista se caracterizó por una concentración de todos los poderes en la figura de Franco: todas las instituciones le estaban subordinadas. La fidelidad personal hacia él era el criterio que determinaba la designación para un puesto. La figura de Franco se fue rodeando de una serie de símbolos y lemas encaminados a resaltar su liderazgo personal.
Nacionalcatolicismo:
la Iglesia legitimó desde el principio el régimen franquista. En el país se impuso una rígida moral católica tanto en lo público como en lo privado. Tenías plena competencia en materia de censura y una presencia en los medios de comunicación.
La unidad de la patria era entendida como un valor sacrosanto. Se exaltaba el pasado imperial: las referencias al Imperio eran constantes. Se identificó como antiespañol la autonomía de las regiones y se prohibíó el uso de cualquier lengua que no fuera el castellano.
La militarización:
En opinión de Franco, el Ejército era el núcleo de la esencia nacional y los criterios castrenses de orden, autoridad y jerarquía presidían toda la vida social y política.
El anticomunismo , en el que se incluía a todos los llamados rojos, y que abarcaban desde la extrema izquierda revolucionaria hasta la burguésía democrática.
El nacionalsindicalismo como tercera vía al capitalismo y al comunismo
El rechazo de la democracia tradicional, optando por una democracia orgánica de partido único, basada en la representación a través de las unidades orgánicas de la sociedad.
GRUPOS IDEOLÓGICOS Y APOYOS SOCIALES
El franquismo encontró sus apoyos políticos en los siguientes grupos:
La Falange se convirtió en un partido de masas dirigido por Franco.
El Ejército, cuyos máximos dirigentes eran nombrados por su fidelidad al régimen.
Las asociaciones religiosas (Opus Dei).
El régimen obtuvo el apoyo social de los grandes terratenientes, empresarios, financieros y las clases medias rurales de ambas Castillas. El resto de la población cayó en el apoliticismo o en una tímida disconformidad cortada por la represión y la miseria.
ETAPAS DE LA DICTADURA Y PRINCIPALES CarácterÍSTICAS DE CADA UNA DE ELLAS
1939-1959:
La política interior del régimen en esta primera etapa vino definida por la represión, la censura y la propaganda. Franco firmó una serie de decretos para ampliar su poder. La Ley de Represión contra la Masonería y el Comunismo desmanteló la oposición y obligó a muchos disidentes a exiliarse a Francia, Méjico o a la URSS por temor a las penas de cárcel, la marginación o las ejecuciones. Sólo la CNT y el PCE mantuvieron células de resistencia (los maquis). La censura provocó el exilio de muchos intelectuales y el declive cultural del país. Por su parte, la propaganda aumentó el control ideológico y social del Estado.
A falta de una Constitución, se crearon las Leyes Fundamentales del Movimiento:
Fuero del Trabajo:
establecía un sindicato único, vertical y obligatorio y el control estatal de las condiciones de trabajo.
Ley Constitutiva de Cortes:
establecía una cámara de procuradores elegidos por Franco o por sufragio indirecto entre las instituciones controladas por el gobierno.
Fuero de los Españoles:
declaración de derechos con especial énfasis en los deberes, la estructura autoritaria y el carácter tradicionalista y católico del régimen
Ley de Referéndum:
permitía que el jefe de gobierno convocara un plebiscito.
Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado:
España era un estado católico, social, representativo y monárquico. Además, Franco tenía el derecho de nombrar un sucesor.
Ley de Principios del Movimiento Nacional
Se reafirmaban las bases teóricas.
Economía:
tras la guerra, España quedó arruinada demográfica y económicamente. El hambre provocó la ruralización y la creación de cartillas de racionamiento. Esto condujo a la aparición de un mercado negro: el “estraperlo”. Ante esta situación, las autoridades optaron por la autarquía e intervencionismo. A pesar de su fracaso, este modelo económico permitíó a los empresarios obtener importantes beneficios aprovechando la congelación de los unos salarios obreros ya de por sí bajos. En el campo, el desmantelamiento de la Reforma agraria y la sequía volvieron a poner de manifiesto los problemas estructurales. El fracaso de esta política económica provocó un giro con el nombramiento de Arburúa como ministro. Además, las ayudas norteamericanas, el Tratado de Bases y las buenas cosechas permitieron suprimir el racionamiento. Para la industria, las ayudas norteamericanas supusieron poder aumentar las importaciones de bienes de equipo. Habría que esperar hasta 1957 para comenzar la verdadera expansión económica.
1959-1973:
Es la época del Desarrollismo en la que la economía y sociedad españolas sufren una transformación radical y sin precedentes en toda su historia. A pesar de esto, el régimen político se niega a evolucionar hacia la democracia y muestra una voluntad de permanencia y continuidad. Se aprueba una nueva ley fundamental, la Ley Orgánica del Estado.
1973-1975:
La crisis del petróleo y la creciente oposición política condicionarán la continuidad del régimen.
EL CONTEXTO INTERNACIONAL: DEL AISLAMIENTO AL RECONOCIMIENTO EXTERIOR
La política exterior evoluciónó desde la supuesta neutralidad durante la Guerra Mundial, para pasar al aislamiento y de ahí a una cierta apertura. En 1939 Franco firmó el Tratado de Amistad Germano-Español. Sin embargo, se declaró neutral en la Guerra Mundial por la situación de ruina del país y la negativa de Hitler. Con el retroceso alemán, Franco comenzó a eliminar los símbolos fascistas y reiteró su neutralidad. A pesar de ello, una vez acabada la guerra, los aliados negaron a España la entrada en la ONU. Este aislamiento implicaba una política autárquica impuesta. Sólo la importación de petróleo estadounidense y los acuerdos comerciales con Argentina que suministraba alimentos, permitieron la supervivencia del régimen. Esta situación de aislamiento comenzó a diluirse cuando el contexto de Guerra Fría convencíó a Occidente de la importancia de contar con el apoyo de España. El fin del aislamiento internacional se ratificó en dos acuerdos firmados uno con EE.UU y otro con el Vaticano. El Tratado hispano-estadounidense se firmó en Septiembre de 1953. El aspecto más importante era la autorización a Estados Unidos para instalar bases militares en Zaragoza, Morón, Rota y Torrejón, que podrían utilizarse en caso de ataque de la URSS sin necesidad de permiso del gobierno. La ayuda económica que España recibía a cambio sirvió para suprimir el racionamiento y empezar a desmontar el mercado negro. Por el Concordato, España hacía grandes concesiones a la Iglesia a cambio de su apoyo y del derecho de presentación de obispos. En 1956 España reconocíó la independencia de Marruecos, iniciándose su descolonización.
11.2. Política económica del franquismo: de la autarquía al desarrollismo. Transformaciones sociales: causa y evolución
Podemos afirmar que, para 1957, el régimen había alcanzado prácticamente su consolidación en política interior y exterior. Por su parte, el aislamiento internacional se iba diluyendo tras la firma de tratados con EEUU y el Vaticano.
POLÍTICA ECONÓMICA DEL FRANQUISMO: DE LA AUTARQUÍA AL DESARROLLISMO
Sin embargo, la economía, marcada desde los inicios por el intervencionismo y la autarquía, se encontraba al borde de la bancarrota. Para solucionarlo, Franco sustituyó a los miembros falangistas del gobierno por ministros formados en derecho y economía pertenecientes en su mayoría al Opus Dei. Entre ellos podemos destacar a Mariano Navarro, Alberto Ullastres y Laureano López Rodó.
En 1958 España entró en el FMI y en el Banco Mundial, siguiendo las indicaciones del Plan de Estabilización.
Su objetivo era fomentar el crecimiento económico, una rápida industrialización y una imbricación de la economía española en la internacional. El Plan de Estabilización incluía las siguientes medidas: se limitó el gasto público, se subieron los tipos de interés, se congelaron los salarios, se limitaron los créditos bancarios, y se devaluó de la peseta. El resultado inicial fue la caída de los precios, de los salarios y del consumo; y la emigración masiva en busca de trabajo. A partir de 1961 comenzó el relanzamiento de la economía española.
El proceso de crecimiento industrial se logró gracias a tres elementos: los bajos salarios, la acumulación de capital y la masiva introducción de inversiones extranjeras. Y estos hechos tuvieron dos consecuencias importantes: un coste social tremendo que se cebó en las clases trabajadoras y la dependencia del exterior de la economía española. Esta dependencia exterior se explica por las importaciones de bienes de equipo y de petróleo y generó un déficit en la balanza de pagos que se cubríó gracias a tres recursos: los ingresos procedentes del turismo, la entrada de inversiones extranjeras y las aportaciones de los emigrantes que enviaban dinero para mantener a sus familias.
A partir de 1963 el gobierno intentó regular el crecimiento mediante los Planes de Desarrollo.
Cada plan era de tres años, y debía lograr unos objetivos de crecimiento en sectores clave mediante incentivos fiscales, ayudas a la exportación, subvenciones estatales y la creación de “polos de desarrollo”. Los planes de desarrollo fracasaron, debido al retraso del cumplimiento de sus objetivos. Aun así, la economía crecíó debido a la repercusión en España del crecimiento de las economías europeas, el turismo, la entrada de divisas y la evolución lógica una vez superada la posguerra.
El crecimiento económico no trajo consigo una solución de los desequilibrios del país, pues en parte se basó en el éxodo masivo hacia las ciudades y hacia el extranjero, disminuyendo indirectamente el paro que sufría la economía española. A su vez, el mantenimiento de unos salarios bajos, la imposibilidad de una negociación colectiva y la existencia de un sistema fiscal regresivo, contribuyeron a que el nivel de vida de los españoles se mantuviera por debajo del europeo, y crearon desequilibrios en el reparto de la riqueza entre la población. Este desequilibrio también se aprecia desde un punto de vista territorial Al mismo tiempo, la gestión del gasto público fue bastante ineficaz, y se descuidó la inversión en servicios públicos.
TRANSFORMACIONES SOCIALES: CAUSAS Y EVOLUCIÓN
A pesar de todo esto, la sociedad española empezó a cambiar en la segunda mitad de los 60. Esto se debíó a la concentración de la población en las grandes ciudades, al crecimiento de la población debido a la política pronatalista del régimen, a la llegada de turistas, al establecimiento de multinacionales poniendo en contacto a los españoles con otras formas de vida, a la extensión de comodidades, al acceso de la mujer a los estudios superiores y al mercado laboral, y a la extensión de la educación a sectores más amplios de la sociedad. De este modo, la concepción cristiana y tradicional de la vida fue gradualmente reemplazada por una cultura más abierta a los nuevos hábitos sociales.
Son de destacar dos esfuerzos realizados por el Estado para solucionar los problemas más acuciantes de la población: la Ley de Bases de la Seguridad Social, la política de vivienda, creando grandes barriadas de casas baratas en las grandes ciudades para ubicar a la población emigrante. A partir de 1969 podemos observar los inicios de la crisis del modelo político en el empeoramiento de la salud del dictador y, sobre todo, en el estallido del escándalo MATESA. El incidente concluyó con la destitución de los ministros implicados, y su sustitución por miembros del Opus Dei y militares.
11.3. La oposición a la dictadura: principales grupos y evolución en el tiempo. La crisis del franquismo desde 1973 a la muerte de Franco
LA OPOSICIÓN A LA DICTADURA
Durante el primer franquismo la oposición a la dictadura fue escasa. No obstante, podemos hablar de una cierta resistencia que se concretó en: Algunos grupos republicanos en el exilio, la presión de don Juan de Borbón y Los maquis.
La oposición que fue abarcando un mayor número de sectores:
-La Iglesia:
se fue distanciando del régimen a raíz del espíritu modernizador del Concilio Vaticano II.-La oposición política:
fundamentalmente liderada por el PCE. El papel del PSOE fue más determinante en la Transición que en la oposición al franquismo.
-Las tensiones nacionalistas, en las que sobresale el nacimiento de ETA en 1959. Destaca el proceso de Burgos, en el que el apoyo popular y la presión internacional provocaron la claudicación de Franco.
-Los conflictos laborales, con el aumento de huelgas de mayor tinte político, la reorganización clandestina de partidos, y la infiltración de CCOO en la Organización Sindical de Falange.
-El “Contubernio de Múnich” con la petición de un grupo de representantes de la derecha liberal que vivía en el exilio de denegar la entrada de España a la CEE hasta que no se restauraran las libertades.
-La Universidad, donde la entrada de nuevos profesores, la sustitución del SEU por asambleas libres y las protestas estudiantiles provocaron la represión gubernamental y la expulsión de varios catedráticos.
LA CRISIS DEL FRANQUISMO DESDE 1973 A LA MUERTE DE Franco
Los primeros síntomas de crisis del franquismo son a partir de 1969, cuando estalló el escándalo MATESA, que provocó la destitución de varios ministros. Además, en este mismo año Franco hizo que las Cortes nombrasen al príncipe Juan Carlos como su sucesor para asegurar la continuidad del régimen. A partir de ese año, dentro del régimen se produce la ruptura entre los aperturistas. Mientras tanto, la oposición crecía en forma de huelgas que fueron contestadas con la represión. Además, el distanciamiento de la Iglesia fue acentuándose desde las declaraciones del presidente de la Conferencia Episcopal.
A partir de 1973 la situación se complicó todavía más, Franco nombra presidente de gobierno a Carrero Blanco. El 20 de Diciembre, día en que debía iniciarse el Proceso 1001 Carrero era víctima de un atentado de ETA. Su sucesor fue Arias Navarro, quien prometíó un cierto aperturismo reformista. A su vez, el enfrentamiento con la Iglesia llegó a su cénit cuando el obispo de Bilbao exigíó el reconocimiento de la lengua y personalidad vascas. Además, España sufría la crisis del petróleo de 1973 con una importante subida del IPC.
En 1974, Franco tuvo que ser ingresado, y cedíó durante unos días sus poderes al príncipe Juan Carlos.
Tras el verano de 1975 los acontecimientos se precipitaron. La ejecución de varios miembros de ETA y del FRAP provocó una oleada de protestas internacionales que desembocó en el aislamiento de España. A su vez, la debilidad del régimen impulsó a Hassan II a organizar la Marcha Verde. Finalmente, el 18 de Noviembre, el gobierno entregó el Sáhara español a Marruecos y Mauritania, violando el mandato de la ONU.
El 20 de Noviembre de 1975, Franco moría convencido de que todo estaba “atado y bien atado”, y de que el nuevo Rey continuaría el régimen en su ausencia.