Isabel II. CONSTRUCCIÓN Y CONSOLIDACIÓN DEL ESTADO LIBERAL REVOLUCIÓN LIBERAL EN EL REINADO DE Isabel II. CARLISMO Y Guerra Civil. CONSTRUCCIÓN Y EVOLUCIÓN DEL ESTADO LIBERAL
En 1833 moría Fernando VII y se iniciaba una época diferente con la introducción del régimen liberal.
El nuevo régimen no triunfó ni por la vía parlamentaria ni revolucionaria. La clave fue el ejército, en el que tuvo que apoyarse la reina Mª Cristina para garantizar el acceso al trono de su hija Isabel. La debilidad del nuevo régimen se tradujo en la poca duración de las constituciones. Los partidos políticos eran débiles y solo disfrutaba del derecho de voto una minoría y se adulteraban los resultados de las elecciones. Con estos fallos fue frecuente el recurso y al pronunciamiento militar. La preponderancia militar legitimó el intervencionismo del ejército en la vida política.
Ev política del reinado d Isabel II
La muerte de Fernando VII dejó el poder político en manos de su viuda y madre de la futura Isabel II. El hermano del rey Carlos María Isidro, se había convertido en la cabeza del llamado partido apostólico. Al morir Fernando VII, Don Carlos se negó a reconocer la legitimidad de la princesa Isabel y se autoproclamó Carlos V. Sus partidarios, los carlistas, se levantaron en armas, y así comenzó una guerra civil, la llamada Primera Guerra Carlista. El carlismo, como opción dinástica, apoyó las pretensiones al trono del hermano de Fernando VII, y de sus descendientes, en contra de la línea sucesoria femenina de Isabel II. Su ideario, se caracterizó por una identificación del trono y el altar. En realidad, el problema sucesorio no fue más que un pretexto que encubríó la verdadera naturaleza del carlismo: la defensa a ultranza de los valores propios del Antiguo Régimen frente a los cambios que conllevaba la revolución liberal. El ideario carlista establece: La tradición política del absolutismo monárquico. La recuperación del poder eclesiástico y de los viejos valores del catolicismo. La defensa de las instituciones y los fueros tradicionales. La idealización del mundo rural. En resumen: la defensa de la tradición y el rechazo de la modernidad. Socialmente se apoyó en un sector del clero, notables rurales, burócratas, militares y algunos intelectuales. La masa carlista estaría formada por una parte del pequeño campesinado.1a guerra carlista.La primera guerra carlista (1833-1840)
Es una Guerra Civil de 6 años, que provocó150.000 muertes. Los primeros levantamientos en apoyo de Carlos Mª Isidro, ocurrieron a los pocos días de morir Fernando VII, pero fueron sofocados, salvo en el medio rural. El bando isabelino contaba con el ejército regular y las ciudades, y los carlistas un amplio ejército popular, que utilizaba la guerrilla como táctica militar. Destacaron generales como Zumalacárregui y Cabrera; por parte de los carlistas y Espartero, por la parte isabelina. Las operaciones militares de los carlistas se desarrollaron en tres fases, la primera estuvo dominada por Zumalacárregui que, estabilizó la guerra en el norte. En una segunda fase, el pretendiente al trono organizó una expedición hasta las mismas puertas de Madrid que fue un fracaso. Sí tuvo importancia la guerra en el Maestrazgo con Cabrera. A partir de 1837, el agotamiento carlista provocó la división interna del movimiento entre los intransigentes, partidarios de seguir la guerra, y los moderados, encabezados por el general Maroto, partidarios de llegar a un acuerdo. Las negociaciones entre Maroto y Espartero culminaron en el Convenio de Vergara (1839) marcó el fin de la guerra en el norte. El Convenio establecía el mantenimiento de los fueros y la incorporación de los carlistas al ejército isabelino.Implantación del estado liberal
Mª Cristina de Nápoles, no era en absoluto liberal, pero el estallido de la guerra ponía en peligro el trono de su hija, le hizo derivar hacia un liberalismo moderado.
Nombro jefe de gobierno a Cea Bermúdez. En su mandato se acometieron reformas muy importantes, como la creación del Ministerio de Fomento y la nueva división provincial. Las presiones de las Instituciones, hacen que la regente nombre a Martínez de la Rosa, liberal moderado, con el encargo de elaborar un régimen constitucional que se concreta en el ESTATUTO REAL DE 1834. Se trata de una carta otorgada que establece unas nuevas Cortes bicamerales. Las competencias del monarca eran muy amplias. Las libertades están muy reducidas. Esta situación no satisface a nadie y se producen revueltas populares. Se constituyen Juntas revolucionarias que exigen la reuníón de las Cortes, la reforma de la ley electoral. La reina entrega el poder a Mendizábal, liberal radical, que emprendíó reformas fundamentales. La principal medida sería la Ley de Desamortización civil y eclesiástica. Sin embargo la reforma de la Ley Electoral no fue aceptada y dimitíó, la situación se agrava y en 1836 tiene lugar la rebelión de los sargentos de La Granja y la reina llama de nuevo a los progresistas con José Mª Calatrava como presidente y Mendizábal como ministro de Hacienda. Este nuevo gobierno restablecíó la Constitución de Cádiz y convocó nuevas Cortes que se encargarían de elaborar una nueva constitución en 1837. Mantiene el principio de la soberanía nacional. Amplia declaración de derechos, división de poderes. En cuanto a la religión no se prohíben otras religiones. En 1837 los moderados ganan las elecciones y la reina se enfrentó a los progresistas a causa de la nueva ley de Ayuntamientos. Se inicia en diversas partes del país un movimiento que acabaría con la renuncia de la regente y el nombramiento de Espartero, como nuevo regente.
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prosigue la tarea de consolidación del régimen liberal con el desarrollo de la constitución. Amplió la desamortización en beneficio de los propietarios y el establecimiento del librecambio, esto le enfrentó a los empresarios catalanes que iniciaron un movimiento revolucionario en Cataluña al que Espartero respondíó con el bombardeo de la ciudad. Esto sería aprovechado por los moderados Narváez y O´Donnell, que acabarían con la dimisión de Espartero y el adelantamiento de la mayoría de edad de Isabel II.Mayoría de Isabel II (1843-1868)
Los veinticinco años de su reinado estuvieron marcados por las agitaciones sociales y la inestabilidad de los más de 50 gobiernos que se sucedieron. Tras las guerras carlistas, el desarrollo político del país quedó determinado por el equilibrio de las tres grandes fuerzas internas: la corona, el ejército y los partidos dinásticos: Moderados, Progresistas, la Uníón Liberal y los Demócratas. Una constante en el reinado de Isabel II fue la presencia de militares entre los gobernantes del país, esto se debía a varias causas: El mesianismo y la mitificación del militar victorioso. La debilidad del sistema parlamentario que hizo que los partidos políticos recurrieran al ejército para acceder al poder mediante el pronunciamiento. Se veía a los militares como garantía del Estado liberal.Década moderada(1844-54)
Con el gobierno de Narváez se inicia la Década moderada. Fue el artífice de la Constitución de 1845. Reprimíó con extrema dureza los movimientos de protesta populares. Los principios de esta constitución marcan las líneas políticas del Estado en el Siglo XIX y parte del S. XX. Sus contenidos básicos son los siguientes: soberanía compartida, el poder legislativo reside en las Cortes con el Rey. No hay separación de poderes. Las Cortes serán bicamerales. Una declaración de derechos muy restringida. La religión católica sería la única. Supresión de la Milicia Nacional. Otras leyes fueron: La “Ley de imprenta” restringíó la libertad de publicar. Fundación de la Guardia Civil. Nuevo sistema educativo “Ley Moyano”. El Concordato de 1851 significó la normalización de las relaciones con la Iglesia. Esto llevo a conflictos como una oleada de levantamientos, manifestaciones y protestas que fueron duramente reprimidas por Narváez.