LA Guerra Civil
El Golpe de Estado y la división de España
• La zona dominada por los sublevados, que se de- nominaron nacionales, abarcaba el norte de Castilla, Galicia, el noroeste de Extremadura, algunas ciudades de Andalucía occidental, Navarra, Baleares (excepto Menorca) y Canarias.
• Los republicanos controlaban gran parte de Aragón, el norte de España (excepto Navarra), Cataluña, la zona levantina, Madrid y casi toda Andalucía.
Política y economía en ambas zonas
Tras el estallido de la guerra, la autoridad del Gobierno republicano prácticamente desaparecíó. Los sindicatos y algunas organizaciones populares aprovecharon para realizar una revolución social y expropiaron fincas y fabricas. Se organizaron milicias populares para defender la República, pero carecieron de coordinación e incluso se enfrentaron entre sí. Meses después se creó el ejército popular, en el que se englobaron las milicias, pero la desobediencia al Gobierno de algunos grupos anarquistas, nacionalistas. Debilitó al bando republicano. El Gobierno republicano controlaba también las finanzas estatales. En la zona sublevada, para unificar el mando se creó en Burgos la Junta de Defensa Nacional. En el otoño de 1936, la Junta nombró a Franco jefe de todos los ejércitos con el título de Generalísimo y jefe del gobierno y del Estado con plenos poderes. También se unificaron todas las fuerzas políticas que habían apoyado la sublevación en un único partido: Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FET y de las JONS). La zona rebelde apenas contaba con el 20 % de la producción industrial de España, pero dispónía, en cambio, del 70 % de la producción agrícola y ganadera.
La internacionalización del conflicto
Cuando estalló la Guerra Civil española, en otros paises la opinión pública se dividíó entre los defensores del Gobierno legítimo de la República y los partidaríos de los golpistas. El Reino Unido y Francia convocaron una conferenCía en la que se firmó un acuerdo de no intervénción para evitar que el conflicto se extendiese a otros países europeos, lo que a la larga perjudicó al Gobierno republicano. Sin embargo, el acuerdo se incumplió y ambos bandos obtuvieron ayuda exterior:
• Los rebeldes recibieron armas y unos 200.000 soldados de la Italia fascista y de la Alemania nazi, a cambio de concesiones mineras (magnesio, wolframio, cobre…).
• La República obtuvo material bélico y asesoramiento militar de la URSS, a la que pagó al contado con los depósitos de oro del Banco de España. El bando republicano contó con el apoyo de numerosos intelectuales, como Ernest Hemingway, Albert Einstein o George Orwell, así como con la simpatía de la izquierda de todo el mundo, que interpretaba la guerra de España como un frente de lucha contra el fascismo. Miles voluntarios extranjeros se alistaron en las Brigadas Internacionales. Estas eran un cuerpo de combatientes que fueron organizados por la Internacional Comunista, con sede en París, que lucharon en España en batallones como el Lincoln o el Garibaldi.
La batalla de Madrid (Julio de 1936-Marzo de 1937)
A principios de Agosto de 1936, con la ayuda de aviones italianos y alemanes, las tropas de Marruecos cruzaron el estrecho de Gibraltar y llegaron a Cádiz. Pasaron a Extremadura y Toledo, y quedaron a las puertas de Madrid a finales de Octubre. La toma de la capital se convirtió en el principal objetivo de los sublevados. La ofensiva sobre Madrid comenzó en el otoño de 1936 y se prolongó durante aquel invierno. El Gobierno de la República abandonó Madrid y encomendó su defensa a una Junta Militar. La llegada de las Brigadas Internacionales y de aviones y tanques soviéticos impidió la conquista de la capital. Además, los ejércitos sublevados fueron derrotados en las batallas del Jarama y de Guadalajara. Al fracasar el intento de conquista de Madrid, concentraron sus esfuerzos en otros frentes.El frente norte (Abril-Octubre de 1937)
Después del fracaso en la batalla de Madrid, las tropas de Franco se dirigieron al norte con la intención de conquistar las zonas industriales del Cantábrico combinando los bombardeos aéreos con los ataques por tierra. El 26 de Abril de 1937 tuvo lugar el bombardeo de la ciudad vasca de Guernica por parte de la aviación alemana (Legión Cóndor). Este hecho anticipó la caída del País Vasco en manos de los rebeldes, que atacaron el «cinturón de hierro de Bilbao» y ocuparon finalmente la ciudad en el verano de 1937 Entre Agosto y Octubre cayeron también Santander y Asturias. Así se modificó el balance inicial de fuerzas establecido en Julio de 1936. Los republicanos contraatacaron en Brunete (Madrid) y Belchite (Zaragoza). Su objetivo era obligar a las tropas franquistas a retirar efectivos del norte, pero fracasaron. La caída del norte fue un duro revés para los republicanos, ya que los sublevados se hicieron con los importantes recursos industriales y mineros de esta zona. El territorio controlado por el bando republicano se redujo a un tercio de la superficie del país. Además, las tropas sublevadas pudieron concentrar todos sus efectivos en el frente oriental.
El final de la guerra (Octubre de 1937Abril de 1939)
En Octubre de 1937, el Gobierno republicano se trasladó a Barcelona. A finales de ese año, Franco se dirigíó al frente oriental y en Febrero de 1938 su ejército tomó Teruel. Después, avanzó hacia el Mediterráneo y aisló el territorio catalán del resto de la zona republicana. Para tratar de invertir la situación, en Octubre de 1938, las tropas republicanas cruzaron el Ebro y atacaron al ejército franquista desde la retaguardia. Fue la cruenta batalla del Ebro, en la que el ejército republicano quedó prácticamente destruido. La derrota definitiva de la República se produjo entre el otoño de 1938 y la primavera de 1939. Los sublevados avanzaron por Cataluña sin apenas oposición, tras intensos bombardeos. En Enero de 1939 tomaron Barcelona, en Febrero Girona y en Marzo entraron en Madrid. Después ocuparon los últimos territorios republicanos (Valencia, Alicante, Caetagena, etc.). La guerra acabó el 1 de Abril de 1939.