TEXTO 7
1. IDEAS PRINCIPALES
El texto es un fragmento del Manifiesto fundacional de la Agrupación de Intelectuales al Servicio de la República. Se trata de una fuente primaria, de naturaleza histórico-circunstancial y de carácter político.
Va dirigido al pueblo español con la intención de manifestar que se debía sustituir la monarquía borbónica por un Estado republicano y reclamar el apoyo de todos los españoles, sobre todo de los intelectuales, para poder conseguirlo. La Agrupación fue un movimiento político español creado a principios de 1931 por José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Ramón Pérez de Ayala, un grupo de intelectuales que no tuvieron participación política activa en labores de gobierno, pero que querían ver desaparecer la monarquía y el establecimiento de una república democrática en su país. Meses después de proclamada la República, en Diciembre, Ortega y Gasset denunciaba públicamente el sectarismo con que se estaba desarrollando la República, y expresaba su desencanto. Comienza el manifiesto exponiendo que se debía sustituir “la Monarquía de Sagunto ha de ser sustituida por una República” (se refiere a la monarquía de Alfonso
XII, instaurada por el Golpe de Estado del general Martínez Campos en Sagunto en 1874) por un gobierno republicano. Los autores exponen algunas de las actuaciones a llevar a cabo:
• Movilizar a intelectuales de ideología republicana para que realicen una campaña de propaganda y defensa de la República: “movilizar a todos los
españoles de oficio intelectual”.
• Con este grupo de intelectuales republicanos repartido por toda España,
influir sobre el resto de la sociedad española: “actuaremos apasionadamente sobre el resto del cuerpo nacional”
• Simultáneamente, está agrupación se extendería desde los núcleos rurales más apartados hasta las grandes ciudades, llegando a toda la población, con el fin de instaurar sólidamente el Estado republicano: “hasta la aldea y el
caserío… A fin delograr la sólida instauración y el ejemplar funcionamiento del nuevo Estado republicano”
2. LA PERSONALIDAD DE Alfonso XIII
La vinculación de la Monarquía a la Dictadura de Primo de Rivera hizo que toda la oposición contra la Dictadura se vinculara con el desprestigio de la monarquía. La personalidad de Alfonso XIII marcó todo su reinado e influyó directamente en el desarrollo de los acontecimientos.
Uno de los rasgos a destacar del monarca durante su mandato fue su excesivo intervencionismo en la vida política, se implicó en los cambios de gobierno y participó en la acción política. Nunca renunció a su soberanía compartida con las Cortes. La oposición al sistema derivó en un rechazo a su persona que acabaría arrastrando a la propia institución monárquica.
Cabe también destacar el espíritu castrense del monarca.
3. CAUSASDELACAÍDADELAMONARQUÍA
A) La oposición a la dictadura de Primo de Rivera
La oposición a la Dictadura de Primo de Rivera estuvo integrada por algunos líderes de los partidos dinásticos, los republicanos, los nacionalistas, los comunistas, los anarquistas y la casi totalidad de la intelectualidad.
Los antiguos partidos de turno criticaron la excesiva duración del régimen y varios dirigentes participaron en conspiraciones militares como la “sanjuanada”, en Junio de 1929.
Con respecto a los intelectuales y el mundo universitario, la Dictadura pretendíó controlarlos férreamente mediante la censura, llegando incluso a cerrar las Universidades. En 1924 firmaron un manifiesto contra la Dictadura y la reacción no se hizo esperar: Unamuno fue desterrado a las Islas Canarias y Blasco Ibáñez se exilió al extranjero.
El conflicto político más importante se produjo contra republicanos y nacionalistas catalanes. En Cataluña, la liquidación de la Mancomunidad (1925) y la prohibición del uso público de la lengua catalana provocaron un enorme distanciamiento contra el régimen.
A partir de 1928 el PSOE empezó a pensar que, puesto que no había un auténtico régimen parlamentario, la única salida debería ser la República; y lo mismo propusieron el Partido Comunista y los anarquistas de la CNT.
La creciente oposición al dictador se intensificó cuando el rey y su camarilla se convencieron de que la Dictadura era un peligro para la permanencia de la monarquía. El rey optó por retirar su confianza a Primo de Rivera, quien acabó dimitiendo el 30 de Enero de 1930. Dos meses después, el dictador fallecía en el exilio en París.
B. Evolución política hasta la caída de la monarquía
Tras la dimisión de Primo de Rivera, el general Dámaso Berenguer fue el encargado de sustituirle, con la misión de celebrar unas elecciones que permitieran retornar a la normalidad constitucional (Dictablanda). Una serie de factores hicieron imposible esta tarea. Socialistas, republicanos y nacionalistas catalanes en Agosto de 1930 firmaron el Pacto de San Sebastián para traer la república mediante un pronunciamiento militar el 15 de Diciembre.
Pero las intentonas golpistas, como la adelantada que tuvo lugar en Jaca el 12 de Diciembre, y la de la base aérea de Cuatro Vientos en Enero, fueron un fracaso.
En Febrero de 1931 el general Berenguer presentaba su dimisión y fue sustituido por un gobierno presidido por el almirante Aznar.
Las elecciones municipales fueron convocadas para el 12 de Abril de 1931. Para la opinión pública, el rey Alfonso XIII se había comprometido excesivamente con la dictadura, y las elecciones se presentaron como un plebiscito a favor o en contra de la monarquía.
Aunque salieron elegidos más concejales monárquicos que republicanos, los republicanos triunfaron en una España progresivamente urbana. Tras conocerse los resultados electorales, miles de personas salieron a la calle para manifestarse a favor de la república. La falta de reacción del gobierno y la marcha del rey Alfonso XIII consumaron el golpe político y el cambio de sistema de Estado.
TEXTO 8
1. IDEASPRINCIPALES
El texto es una fuente primaria, de naturaleza histórico-circunstancial y de carácter político, que va dirigido a los obreros sublevados en Asturias en 1934. Es un fragmento del discurso del Secretario General del Sindicato Minero Asturiano en Sama (Langreo, Asturias) el 18 de Octubre. El autor, Belarmino Tomás, era un sindicalista y político asturiano, uno de los principales dirigentes obreros en la Revolución de 1934 que estuvo al mando de una columna de milicianos.
El 18 de Octubre de 1934 Belarmino Tomás regresó a Sama de Langreo después de acordar en Oviedo las condiciones de rendición de los mineros que se habían alzado en armas trece días antes y en este discurso llama a la rendición y deposición de las armas de la minería asturiana (Revolución de Asturias 1934), “nuestra situación no es otra que la de un
ejército vencido” y que no podían resistir más ante el avance del Ejército y el abandono de las otras regiones: “en el resto de las provincias los trabajadores no han respondido como era su deber”, por lo que en “esta situación no es posible
seguir luchando por más tiempo con las armas en la mano”. Por tanto,
fracaso de la uníón obrera y del movimiento insurreccional.
Belarmino Tomás, en el último párrafo, considera que más vale una retirada, pactada y con el compromiso de ausencia de represalias, que continuar con una lucha condenada al fracaso. Pero no se fía de las promesas del gobierno, por lo que acuerdan que “los más comprometidos se pongan a salvo, y
no sólo los comprometidos, sino todos cuantos puedan y hayan tomado parte en este heroico movimiento revolucionario”.
2. LA REVOLUCIÓN DE Asturias A. Causas
Tras la dimisión de Azaña se celebraron nuevas elecciones en Noviembre de 1933. La campaña fue intensa y apasionada, pero pacífica. Votaron por primera vez las mujeres.
La derecha, aglutinada en gran parte en la CEDA, acudíó unida en torno a un programa mínimo que incluía la reforma de la Constitución y la amnistía para los delitos políticos (Sanjurjo).
El centro lo representaba el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux.
La izquierda se presentó desunida. Los socialistas estaban desencantados tras dos años de gobierno, los republicanos divididos y los anarquistas anunciaron su abstención.
La política de reformas del primer bienio no fue respaldada en las urnas. Los grandes triunfadores fueron la CEDA de Gil Robles (115 escaños) y el Partido Republicano Radical (PRR) de Alejandro Lerroux (102 escaños). La República giraba hacia la derecha.
El presidente de la República encargó la formación del Gobierno a Alejandro Lerroux, aunque la CEDA había obtenido mayor número de escaños. Los radicales gobernarían solos pero con el apoyo de la CEDA. A lo largo de 1934, el Gobierno llevó a cabo una política de rectificación de las políticas del periodo anterior.
Se produjo una radicalización del PSOE y de la UGT. El ala radical del PSOE, liderada por Francisco Largo Caballero, y los anarquistas de la CNT declararon la guerra al gobierno, que se materializó en la proliferación de huelgas y múltiples intentos de golpes revolucionarios.
Ante esta situación, la CEDA endurecíó su posición y reclamó una acción más contundente en materia de orden público, exigiendo participar en el gobierno bajo la amenaza de retirar su apoyo parlamentario. El jefe del gobierno, Lerroux, accedíó a estas peticiones y el 5 de Octubre de 1934 otorgó tres carteras ministeriales a la CEDA.
B. Desarrollo
La izquierda interpretó la entrada de la CEDA en el gobierno como una deriva hacia el fascismo. Al día siguiente de la formación del nuevo gobierno se produjeron huelgas y manifestaciones. El movimiento fracasó a nivel nacional, pero los acontecimientos fueron especialmente graves en Asturias y Cataluña.
Entre el 5 y el 12 de Octubre de 1934, en Asturias, los mineros protagonizaron una revolución que derivó en una auténtica Guerra Civil fruto del acuerdo entre anarquistas, socialistas y comunistas. Columnas de mineros armados ocuparon pueblos y cuarteles de la Guardia Civil, y sustituyeron los ayuntamientos por comités revolucionarios. El gobierno envió desde África a la Legión, al mando del general Franco, para reprimir el levantamiento. La represión fue durísima: más de 1.000 mineros muertos, 2.000 heridos y unos 5.000 detenidos.
En Cataluña, la revuelta tuvo un carácter más político que en Asturias. El presidente de la Generalitat, Lluís Companys, proclamó el 6 de Octubre la República catalana dentro de la República Federal Española. Se declaró el estado de guerra y el Ejército ocupó la Generalitat. Hubo más de 3.500 detenidos, entre ellos todos los miembros del gobierno catalán. Azaña, que se encontraba en Barcelona, fue también encarcelado.
C. Las consecuencias
Las consecuencias de la revolución de Octubre fueron notables. La CEDA aumentó su influencia en el Gobierno. Se suspendíó el Estatuto de Autonomía catalán y se nombró a Franco como Jefe del Estado Mayor.
Elevado número de víctimas más de 1.000 mineros y unos 300 soldados y guardias. Además hubo una durísima represión posterior. Se cerraron periódicos, se produjeron despidos, etc.
En Cataluña se disuelve el Parlamento, y se suspende el Estatuto de autonomía catalana.
La demanda de amnistía para los presos acerca las posturas de los partidos republicanos de centroizquierda, que en Enero de 1936, junto con el PSOE, la UGT, el PCE, el POUM, y la CNT contraria a la FAI, firman el pacto de Frente Popular.
Esta revolución hizo que el clima de tensión social entre las fuerzas de izquierda y de derecha fuera en aumento, y provocó una situación de quiebra política e institucional. La radicalización de posiciones ideológicas desembocó en unas posturas extremas que marcaron a la sociedad española hasta el estallido de la Guerra Civil.