Franquismo:

Finalizada la Guerra Civil en Abril de 1939, comienza el periodo franquista; que consistíó en la dictadura personal del general Franco que encarnaba valores vencedores de la Guerra Civil, es decir de sectores sociales identificados con resistencia a cambios a lo
largo de historia contemporánea española.
Durante casi 40 años nuestro país vivíó un auténtico vacío de normalidad política ya que el dictador concentró todos los poderes y solo era responsable, como él mismo decía, “ante Dios y ante la Historia”.
Bases Ideológicas: El franquismo se asentó sobre unos principios ideológicos poco estructurados procedentes de la Falange, la Iglesia, el carlismo y la tradición:
Nacionalismo español concebía la patria como comunidad racial, lingüística, religiosa e histórico-cultural. El nacionalcatolicismo defendía la fe como una misión histórica de España. El militarismo con la exaltación de la jerarquía y disciplina y el anticomunismo y antiliberalismo, la democracia parlamentaria era considerada ajena a la tradición país.
Bases sociales y políticas: Las carácterísticas del régimen fueron el totalitarismo dictadura inspirada en el modelo fascista italiano y alemán, concentración poderes en Franco, negación libertades básicas, control medios de comunicación y educación y represión de
toda oposición. Sus apoyos fueron:
– El ejército, como el sostén más importante del régimen.
– El partido único FET y de las JONS que dotó al régimen de sus bases ideológicas y
suministró cargos.

– La Iglesia católica, que tuvo el papel central.

Leyes Fundamentales: La dictadura franquista pretendíó dar una imagen de legalidad con la promulgación de “Leyes fundamentales”, que ocupaban el lugar de una Constitución inexistente. A ello se le suma unas cortes con apariencia de un sistema parlamentario; este entramado se conoce como “democracia orgánica”.

– El Fuero del Trabajo (1938) establecíó economía capitalista libre de presión para trabajadores con la Organización Sindical.
– La Ley Constitutiva de Cortes (1942) establecíó Cortes sin soberanía nacional.
– El Fuero de los españoles y Ley de Referéndum (1945) buscó rebajar la imagen autoritaria del régimen a nivel internacional.
– La Ley de Sucesión en la Jefatura de Estado (1946) España se convertía en reino pero el jefe de Estado continuaba siendo Franco, quien podrá elegir a su sucesor a título de rey.

EVOLUCIÓN POLÍTICA

La dictadura franquista abarca de 1939 a 1975 y la podemos dividir en 3 fases:

Fase Totalitaria 1939 -1959: Se caracteriza por el retroceso económico, involución ideológica y represión.

La política exterior estuvo condicionada al comienzo de la Segunda Guerra Mundial ante la cual España proclamó su neutralidad pero ante los triunfos de las potencias del Eje cambió su condición a potencia no beligerante. Franco envió a la División Azul a luchar en frente oriental contra la URSS. No obstante, ante dificultades potencias fascistas en el conflicto, España volvíó a la neutralidad y entabló contactos con los países aliados.

El fin de la guerra en 1945, La España de Franco fue considerada el último reducto europeo del fascismo. Esto condujo al aislamiento internacional, ante esta situación la política económica utilizada fue la autarquía, que pretendía lograr la autosuficiencia con solo los propios recursos. Las consecuencias fueron estancamiento económico y escasez de productos, que llevó a implantación cartillas de racionamiento y surgimiento de un amplio mercado negro (estraperlo). Redujeron la capacidad adquisitiva de la sociedad, provocando que el hambre y la miseria se difundieran por España.

En la oposición al régimen destacaron los maquis, que buscaron un levantamiento popular contra la dictadura. En el exterior, el gobierno de la República se mantuvo
reclamando su legitimidad, y un sector monárquico encabezado por don Juan de Borbón pidió la vuelta de la monarquía en el Manifiesto de Lausana en 1945.
La Guerra Fría se intensificó en los años 50, y se dió importancia al anticomunismo español. En 1953, se firma con EEUU el Pacto de Madrid, por el cual se crearon bases militares norteamericanas en España, a cambio de ayuda económica. Además se firmó el
Concordato con la Santa Sede y se renunció al Protectorado sobre Marruecos en 1956.
Además España será admitida en la ONU en la OIT. Esta apertura al exterior es el llamado “Gobierno Bisagra”
Fase tecnocrática 1959 -1969: Se caracterizó en lo político por la inclusión en el Gobierno de los tecnócratas y en lo social por modernización económica y social tras un periodo de miseria. A partir de 1959, los tecnócratas del Opus Dei del Gobierno franquista ponen en marcha el Plan de Estabilización, que supuso un periodo de austeridad y liberalización del mercado con la devaluación de la peseta y reducción del gasto público.
Se da paso así a los Planes de Desarrollo, que llevarán a España a tener en los 60 una de las tasas de crecimiento más altas del mundo: es el llamado “milagro económico español”.
A ello contribuyeron, sobre todo, el turismo extranjero, la inversión extranjera, el aumento de la producción industrial (automóvilística) y las divisas recibidas de los españoles emigrantes.

Entre las consecuencias del desarrollismo destaca el extraordinario crecimiento demográfico y la despoblación del campo ante el desarrollo industrial, así como desempleos y despidos masivos.

Los cambios económicos no afectaron a la política del régimen, que culminó su Institucionalización con la Ley Orgánica del Estado (1967), con la que se designa a Juan Carlos de Borbón sucesor de la Jefatura de Estado a título de rey; además se dividen los
cargos de Jefe del Estado y presidente del Gobierno. En 1966 entró en vigor la ley de prensa y se suprime algo de la censura; en 1970, la ley de educación establece enseñanza obligatoria básica.
En esta época crecíó la oposición al régimen liderada por sindicatos de clase y partidos de izquierda. Se dieron huelgas, manifestaciones y disturbios universitarios. Además surgieron grupos terroristas (ETA) que utilizaron la violencia para luchar contra el
franquismo.
Fase de descomposición del régimen 1969 -1975: Ya en los últimos años de la dictadura aparecieron síntomas de debilidad, entre ellos el deterioro físico Franco, la creciente oposición, el distanciamiento de la Iglesia y las tensiones internas entre inmovilistas (partidarios de no cambiar señas identidad régimen) y aperturistas (deseaban democracia limitada).
Los últimos meses dictadura estuvieron marcados por efectos de la crisis capitalismo de 1973. Aumentó conflictividad laboral y tensión social.
En este contexto, ETA asesinó al jefe de Gobierno, el almirante Carrero Blanco en 1973 y fue sustituido por Arias Navarro quien inició una fuerte represión. En Septiembre de 1975, el gobierno ejecutó 5 sentencias de muerte contra FRAP y ETA, que suscitó rechazo de la
comunidad internacional. Se volvíó al aislamiento internacional de los 40.
Se complicó con miles de marroquíes que marcharon hacia la frontera con Sáhará, la última colonia española en la “Marcha Verde”. España abandonó el territorio permitiendo su reparto entre Mauritania y Marruecos.
Finalmente, el 20 de Noviembre de 1975 murió el dictador y se inició la Transición Española. España pasó a regirse por una Constitución que restauraba la democracia y una monarquía parlamentaria con Juan Carlos I como rey.